Las mejores firmas madridistas del planeta
Inicio
Opinión
Paul Simon en el nuevo Bernabéu

Paul Simon en el nuevo Bernabéu

Escrito por: Gonzalo Gómez Bengoechea15 agosto, 2021
VALORA ESTE ARTÍCULO
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas

El Real Madrid anunció que Alejandro Sanz inauguraría el nuevo estadio Santiago Bernabéu. Se trata de un músico de gran trayectoria y reconocimiento internacional, pero, por lo que sea, la elección del club no fue acogida con demasiado alborozo en la redacción de La Galerna.

Varios colaboradores se sublevaron e intentaron convencer a Florentino para que otro artista o grupo fuese el encargado de estrenar musicalmente el nuevo templo blanco. Ante el fracaso de dichas tentativas, iniciamos esta sección en la que cada articulista rebelde propondrá su opción musical para inaugurar el nuevo Bernabéu. Al finalizar, podréis votar por vuestro artista favorito para que sea propuesto formalmente al club.

 

Me resultaría muy sencillo consignar aquí las razones musicales por las que Paul Simon debería inaugurar el nuevo Bernabéu, pero no creo que este sea ni el momento, ni el lugar. A fin de cuentas, ¿quién es Paul Simon comparado con los Stones, Bruce Springsteen o Queen? Todo el mundo ha oído hablar de Paul Simon como alguien a la sombra de Dylan, quizá en algún lugar entre Leonard Cohen y el genio de Minnesota (siempre quise aplicar esa expresión, el genio de Minnesota, a alguien que no fuera economista).

Como digo, acumular aquí sus méritos como solista sería un ejercicio vacuo frente al lugar común dominante de que se trata de un músico un paso por detrás de los grandes. Ni siquiera sus más de 100 millones de discos vendidos y sus más de 30 Grammys lograrían convencer a los escépticos de que es él quien debe abrir el estadio con el acordeón de The boy in the bubble.

Paul Simon

El silencio y la oscuridad de una cálida noche de verano roto por el inicio de una canción tan desconcertante como envolvente. Las percusiones anunciando la llegada de un mundo de milagros y maravillas, una revolución de felicidad, música y ritmo que ilumina a toda la humanidad. El rockero americano que encuentra la inspiración en África y que, desde allí, envía un incontenible mensaje de esperanza que aterriza en la banda derecha del ataque madridista para que David Beckham o Míchel pongan un balón perfecto remachado a gol por Raúl, Cristiano Ronaldo, o acaso Santillana. Eso poco importa.

No entraré, tampoco, en la autenticidad de la poesía de Simon. No creo que convenga resaltar cómo I am a rock representa la situación actual del Madrid -y de todos nosotros, en algún momento de nuestra biografía- como quizá ninguna otra canción lo haya hecho jamás. Solos. Frente a todo. Somos rocas, somos islas. Alejados del sentimentalismo barato, solo la victoria justifica nuestra existencia.

Simon y Garfunkel

Lo fácil, digo, sería insistir en todo ello, pero el gran elefante en la habitación seguiría presente o, en este caso, ausente: el coñazo de Garfunkel. Mejor dicho, el coñazo del “tema Garfunkel”. No es que el bueno de Arthur no sea un tipo fantástico con una voz tremenda. Es que todo el mundo esperaría que Simon cantara con él en el Bernabéu; una maldición que persigue a Paul desde hace unos 50 años. “¿Es que no viene Garfunkel?” “No, caballero, no viene”. Ya puedo verme pasando, cafetería por cafetería, aclarando personalmente el tema como si fuera un inspector sanitario.

Y es la ausencia de Garfunkel, paradójicamente, la razón principal por la que Paul Simon debe inaugurar el nuevo Bernabéu. Nada de concierto de reunión de Simon & Garfunkel tras una separación de varias décadas para estrenar el nuevo Bernabéu. No. Concierto de Paul Simon. Y punto. Él solo. Actuación memorable. Banda espectacular. Lirismo incontenible. Conexión electrizante con una audiencia de varias generaciones, acumulada durante más de 60 años de carrera. Al sexto bis, entre lágrimas de emoción, la banda pararía de tocar para que todo el estadio cantara a capela The boxer, mientras recuerda cómo su Madrid se levanta de la lona cada vez que cae para besar la gloria nuevamente.

Y, al día siguiente, periódicos atestados de crónicas tildando todo ello de “un espectáculo alejado de pasadas gestas”, de “una actuación a la que faltó la electricidad de otras noches”, de “un solista con pegada, pero que no enamora con su música”; en definitiva, “de una inauguración un poquito vergonzante”. Nada más madridista, parafraseando a Gistau tras una victoria en un Clásico, que andar por el mundo destrozando a nuestro paso el concepto de final feliz.

 

Fotografías: Imago

 

Anteriores capítulos de la serie:

-Julio Iglesias en el nuevo Bernabéu

-Queen en el Bernabéu (One vision)

-The Rolling Stones en el nuevo Bernabéu

-Plácido Domingo en el nuevo Bernabéu

-Muse en el nuevo Bernabéu

-Lady Gaga en el nuevo Bernabéu

-Los Van Van en el nuevo Bernabéu

-Hombres G en el nuevo Bernabéu

-Paul McCartney en el nuevo Bernabéu

-AC/DC en el nuevo Bernabéu

-Bob Dylan en el Nuevo Bernabéu

-Metallica en el nuevo Bernabéu

-Springsteen en el nuevo Bernabéu

Colaborador esporádico. Profesor de economía y madridista a tiempo completo. Enchufado.

5 comentarios en: Paul Simon en el nuevo Bernabéu

  1. Me uno a la petición: Con el de Queens seguiremos locos después de tantos años en el Graceland del fútbol y como a Kathy le diremos a nuestro amado equipo aquello de "...the only truth that I know is you"

  2. Pues que queréis que os diga, de todos Lo comentados en el foro, TODOS mejor que Alejandro Sanz ( con todo mi respeto). Ese concierto es muy relevante para la imagen que quiera dar el club y tendría que ser de mucho mayor calado que ese tipo de artistas "latín". Yo, propongo a los Rolling, desde luego. Y el asesor musical de Florentino que dimita

Responder a Jose Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

homelistpencilcommentstwitterangle-rightspotify linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram