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Los grises del arbitraje

Los grises del arbitraje

Escrito por: Hank23 septiembre, 2023
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No todo es blanco o negro en esta vida, ni siquiera los films o cuadros facturados en dicha nomenclatura. En ambos casos se aprecia una gran riqueza de grises que dota de vida y matices a dichas obras artísticas. Porque, ¿qué es el blanco sino la suma de todos los colores y qué el negro sino la ausencia de los mismos? En cada pintura u obra cinematográfica en blanco y negro apenas si se aprecian realmente estos dos colores, sino en realidad una amplia gama de grises que ni llegan al blanco ni tampoco al negro. Porque, ¿cuánto de oscuro tiene que ser un gris para considerarse negro? ¿Y cuánto de claro para considerarse blanco? ¿Cuántos blancos y negros son ustedes capaces de distinguir en este autorretrato de Pablo Picasso? Esos diferentes tonos de grises rellenan el rostro y el traje de Pablo, variando amén de la luz recibida a pesar de ser siempre el mismo rostro y el mismo traje.

Si esto mismo acontece en la vida, imagínense ustedes en el arbitraje. Y si esto acontece en el arbitraje, imagínense ustedes en el arbitraje español, el más grisáceo, pantanoso y lodoso de cuantos han existido. Pero no va a ir del todo por ahí hoy el tema, sino por aquellos aficionados culés y algunos que dicen ser periodistas y que yo no voy a revelar aquí lo que realmente son por aquello del recato, que están tratando de darle la vuelta a la tortilla y, tras intentar victimizarse en el caso Negreira (el catalán les estuvo engañando durante más de 20 años), ahora intentan hacernos creer que el arbitraje les perjudica y favorece con descaro al Real Madrid, jugadas grises o negras mediante.

Negreira no pintaba nada y los 7 millones y pico que está demostrado que recibió no son más que los típicos 7 millones y pico que se le ingresan al vicepresidente del CTA para que te haga informes, te mande los del hijo, blanquee dinero para directivos o vaya usted a saber qué otra excusa

Cuando hablamos de grises haciendo referencia al ámbito arbitral hoy no nos queremos referir a esas jugadas que los colegiados y sus ex-compañeros desde la prensa han tratado de catalogar con ese sobrenombre para evadir su responsabilidad en aquellas ocasiones en las que el reglamento da cierto margen de interpretación al criterio de cada árbitro, sino a una explicación coherente de los errores arbitrales existentes desde que el fútbol existe y que ahora la afición culé está tratando de desvirtuar en un desesperado y patético intento de correr una cortina de humo sobre el caso Negreira.

Porque Negreira no pintaba nada y los 7 millones y pico que está demostrado que recibió no son más que los típicos 7 millones y pico que se le ingresan al vicepresidente del CTA para que te haga informes, te mande los del hijo, blanquee dinero para directivos o vaya usted a saber qué otra excusa se les pueda ocurrir. Y mientras al Barcelona no le pitaban ningún penalti porque, según el presidente del CTA (también hay para usted, señor Medina, ahora volvemos), no los cometía (Mascherano casi se atraganta al soltar una carcajada tras leer esto), al Real Madrid le favorecían los colegiados porque los blancos se vieron favorecidos en una jugada aislada de un partido en el que le perjudicaron en otras diez. Orwell y Huxley se miran hoy tan orgullosos como preocupados al comprobar que lo que anticiparon en sus obras se ha tornado realidad.

Mascherano Lucas Vázquez

Pero tratemos de poner algo de cordura en este asunto porque la demencia de estas últimas semanas lo pide a gritos. Justo antes del parón era un vídeo reportaje de Roures TV el que miccionaba despreocupadamente sobre el reglamento del fútbol, clamando con furia que al Real Madrid le habían beneficiado claramente durante las 4 primeras jornadas ligueras (un control con el hombro de Jude en el que al parecer había que pitar mano, un penalti de Militão tras un disparo del Athletic que había que echarle mucha imaginación para ver, o un gol justamente concedido que debió ser anulado por una mano en la que el gol no fue inmediatamente posterior a la susodicha). Todo esto denota no ya un desconocimiento absoluto del reglamento, sino una absoluta ausencia de moral y decencia a la que no se le atisba límite alguno, ya que los mismos que reclaman iracundos por estas decisiones arbitrales aplauden sonrientes el penalti más blando (de esos que decía Medina que no se iban a pitar) de lo que llevamos de liga. Una desfachatez de campeonato que a los que lo ven desde fuera no les permite otra cosa que observar con asombro cada acontecimiento.

Lo digo con conocimiento de causa. Mi sobrino, latinoamericano y algo antimadridista por la inercia de unos medios como ESPN que acostumbran a unas prácticas similares a las de aquí; ha pasado un mes en casa, ha visto todos los partidos del Madrid y no ha salido de su asombro al comprobar el siniestro trato mediático hacia unos arbitrajes en los que no cabía apenas polémica. Igual el chaval todavía es recuperable para la causa blanca.

Kubo no gol

El pasado domingo, para hacerle justa competencia a estos delirios, llegaba otro individuo a reclamar gol legal en el disparo de Kubo que acabó en el fondo de la red sin importar no ya que Oyarzábal estuviera claramente en la trayectoria del balón en claro fuera de juego, sino que además el balón llegara a impactarle.

Y la última jugada de la pseudoverdad en la que vivimos inmersos vino a cargo de Víctor Lozano en el post-partido del Real Madrid - Union Berlín, donde el periodista perdió los nervios ante la indignación que le produjo el para él exagerado descuento de 5 minutos que decidió aplicar el colegiado, al que llegó a insultar gravemente, a pesar de las múltiples pérdidas de tiempo del portero rival y la atención médica de uno de los jugadores del Union Berlin (más los numerosos cambios realizados por ambos equipos).

Víctor Lozano

Como se puede apreciar en esta gris actualidad, poco tiene que ver la verdad, no digamos ya el reglamento, con lo que se cuenta. Porque no se trata de la verdad sino de su verdad. La verdad es que el Barcelona ha pagado durante décadas al vicepresidente del CTA y durante ese tiempo ha recibido un saldo arbitral infinitamente superior al de cualquiera de sus rivales, con especial ensañamiento sobre el Real Madrid, que incluso ha llegado a tener un saldo negativo en tarjetas rojas. Pero su verdad es que todo esto no implica nada porque durante ese tiempo hubo algunos errores arbitrales que favorecieron al Real Madrid y, por tanto, esto invalida cualquier teoría conspiranoica que pueda relacionar los pagos a Negreira con influencia en el arbitraje favorable al Barcelona.

Vamos con la verdad. Claro que hubo errores que favorecieron al Real Madrid. Y al Sevilla. Y al Athletic. Y al Betis. Y al Osasuna. Y al Barcelona sobre todo. Porque por encima de todo, los árbitros, blancos, negros o grises, son humanos y se equivocan. A pesar de estar condicionados, como van demostrando cada vez más informaciones que van saliendo a la luz, los árbitros que salían al campo querían, en primer lugar, realizar un partido sin errores, principalmente porque por ello iban a ser evaluados posteriormente por sus superiores. Y ya en el caso de tener que tomar una decisión complicada en una jugada gris que implicara a alguno de los equipos en los que sus superiores tenían un determinado interés, ya fuera positivo o negativo, se podría tornar blanca o negra la decisión sobre dicha jugada gris. Eso no implica que si un árbitro viera mal una jugada pero él creyera verla claramente, no pudiera pitar algo erróneamente a favor del Madrid o en contra del Barcelona porque pensaba que era una jugada clara y que equivocarse en dicha jugada pudiera repercutirle gravemente en su calificación, pues ellos saben perfectamente cómo penalizan los errores graves en jugadas trascendentales. De modo que claro que los árbitros cometieron errores que fueron en contra de lo que a sus superiores les hubiera gustado, pero curiosamente sólo pagaron ellos y no los que cometieron errores graves que favorecieron sus intereses. Cómo olvidar aquel penalti de Muñiz Fernández a favor del Real Madrid tras el cual el mismísimo presidente del CTA, Sánchez Arminio, aseveró con voz atronadora y amenazante que el colegiado debía de estar atravesando circunstancias personales difíciles para haber señalado un penalti así. Contrasta en cambio con un error grave que se dio al no señalar un gol fantasma al Barcelona, tras el cual no tuvo que salir nadie a señalar al colegiado porque él mismo fue a la televisión a pedir disculpas públicamente. No hace falta decir qué colegiado fue promocionado y cuál fue denostado.

Medina Cantalejo

En la actualidad, esta continua e histérica difamación sobre los beneficios arbitrales que supuestamente está recibiendo el club blanco no obedece sino a una penosa reacción del aficionado y periodista culé (ya hoy no se distingue al segundo del primero) al hecho de que no sólo tuvieron a sueldo al vicepresidente del CTA durante el tiempo que permaneció ostentando su cargo, sino que sus herederos, un Clos Gómez encargado del VAR que está siendo investigado por la Guardia Civil por su inverosímil aumento de patrimonio en escaso tiempo y un Medina Cantalejo cuyas formas andan a la par que las de Rubiales y Tebas permitiéndose el lujo de mentir públicamente sobre el caso Negreira e insultar y amenazar al único colegiado que se atrevió a mantener su dignidad por encima del suelo; parecen prolongar la misma dinámica oscura, más negra que gris, que existía en los tiempos de Arminio y Negreira: castigar a los colegiados que se equivocan a favor del Madrid o en contra del Barcelona y premiar y promocionar a los que obran de manera contraria.

Pueden seguir vendiendo el relato de la manera que les plazca, pero si siguen haciéndolo tan incoherentemente cada vez habrá, como ya hay, menos gente que se lo compre

El barcelonismo está nervioso, alterado en exceso incluso. Quizás porque sabe que cualquiera que mire este cuadro completo, casi tan complejo como el mismísimo Guernica, va a ser capaz de distinguir los blancos, negros y grises del mismo, por mucho que haya un necio con sus manos pegadas al cuadro gritando lo madridistas que eran Franco y Plaza y lo manchadas de sangre que están las ánforas del Madrid. Pueden seguir vendiendo el relato de la manera que les plazca, pero si siguen haciéndolo tan incoherentemente cada vez habrá, como ya hay, menos gente que se lo compre.

Juan Gris Picasso color

Por cierto, les confieso que he hecho trampa. En primer lugar, el retrato de Pablo Picasso que ilustra este artículo no es en blanco y negro, sino en esta gama de colores. En segundo lugar, no es un autorretrato, sino una obra de Juan Gris (sí, lo sé). Como ven, cualquiera puede manipular una información de la que poca gente tiene conocimiento, ya sea una pintura o el reglamento de fútbol, para de esa manera tergiversar el relato en su provecho propio; pero francamente, si yo fuera aficionado del equipo que ha estado pagando al menos 17 años al vicepresidente de los árbitros, me daría cierta vergüenza hacerlo.

 

Getty Images

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2 comentarios en: Los grises del arbitraje

  1. Es evidente que los artículos más brillantes de la Galerna no son los más comentados, ni siquiera -deduzco- los más leídos. No siempre, por lo menos
    Personalmente este me parece muy acertado y gracioso en justa medida . Aunque al respecto cuestiono lo de que si Hank fuera -y tuviera semejante desgracia- culer, sentiría vergüenza por hacer lo que han hecho (pago a los negreira).
    Solo diré que un amigo ,muy dado a entrar en polémica con culeroides, me contaba hace pocos días que un culer ante las críticas recibidas por la próxima conversión en SA, a causa de la ruina económica, y los pagos al estamento arbitral, aducía tranquilamente que el Bayern de Munich también es SAD y que. todos los clubs han pagado a los trencIllas. Y se quedó tan pancho.

    1. Querido Snowing:
      Precisamente Jesús Bengoechea comentaba el otro día en la presentación de su libro que si hubiera sido el Real Madrid el protagonista del caso Negreira él hubiera dejado de ser madridista. Y yo le comentaba que no dejaría de serlo porque atribuiría la responsabilidad al presidente que hubiera visto necesario realizar los pagos, no al club, por lo que creo que yo al menos me limitaría a pedir su dimisión como creo que harían el resto de aficionados. El problema del Barcelona, le dije, es que no es cuestión de un presidente. ¡Han sido cinco! Es un mal cultural. Que su afición no vea o quiera ver un problema en el caso Negreira es otro mal cultural. Y la diferencia entre aficiones la podemos comprobar recordando la reacción que tuvo el madridismo al escándalo de Calderón (algo que fue interno e infinitamente menos grave que el Caso Negreira).

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Lamine Yamal es muy joven.

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En el hecho de que @AthosDumasE llame a la que muchos llaman "Selección Nacional" la "selección de la @rfef" encontraréis pistas de por qué no la apoya.

La explicación completa, aquí

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Tal día como hoy, pero de 1962, Amancio rubricaba su contrato como jugador del Real Madrid.

@albertocosin no estaba allí, pero te va a hacer sentir que tú sí estabas.

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