Se acabó

Buenos días, queridos lectores y sin embargo amigos.

Hay numerosos ejercicios de riesgo, como el puenting, el bungee jumping, lanzarse en paracaídas, ir en moto a 300, el salto base, escalar cascadas de hielo, y luego está el mayor ejercicio de riesgo de todos: escribir sobre el fútbol femenino. Al menos eso es lo que ha parecido durante las últimas semanas, concretamente desde que España se alzara brillantemente con el Mundial y al Rubi le diera por plantarle algo más que “un piquito” a Jenni Hermoso en un momento de "efusividad" y gañanismo solo comparable al que debió suponerle firmar el contrato con Geri para llevarse la Supercopa a Arabia Saudí. Acompañado por otro buen “piquito” en comisiones, por cierto.

Inspiremos, tomemos aire y tratemos de acometer tamaño ejercicio de riesgo sin traspasar ninguna línea roja. Tras todo el revuelo de las últimas semanas, las jugadoras de la Selección Femenina de fútbol volvieron a lo suyo, que no es otra cosa que el fútbol, y estrenaron la estrella de campeonas del mundo en su camiseta en el partido que las enfrentó a Suecia en Göteborg. As lo destaca de este modo en su portada.

“Siguen siendo campeonas” del mundo y lo demostraron sobre el terreno de juego al derrotar a las locales, la primera selección del mundo en el ranking femenino. El primer gol de España vino tras un zapatazo de nuestra Athenea del Castillo, y recalcamos lo de “nuestra”, pues para los comentaristas todas las jugadoras tienen club de procedencia, excepto las del Real Madrid, que son de tal o cual provincia. “La cántabra Athenea”, “la pontevedresa Tere Abelleira”... “Alexia, la estrella del Barça”, curioso. El disparo se lo tragó la portera local Musovic en un error grosero. Se dice y no pasa nada, no hay un ejercicio sexista en tal afirmación. También se lo tragó Onana en un error grosero en el partido del pasado miércoles en Champions. Un digno sucesor de De Gea, por cierto, y disculpen que nos acordemos de nuevo del bendito fax.

En un recuadro pequeño vemos la pancarta que ambas selecciones compartieron durante la previa con el “Se acabó” que también da título a este portanálisis y “nuestra lucha es la lucha global”. Si las consignas se refieren a la lucha contra los Rubiales de la vida y del fútbol, aplaudimos el gesto, qué duda cabe. La sombra del Rubi es tan alargada que aparece sobre la cabeza de Aitana Bonmatí en la foto de portada.

“El juez del Caso Rubiales cita a tres jugadoras como testigos”. ¿Testigos o testigas? Hemos aceptado juezas, fiscalas y presidentas, pero todavía no hemos llegado a testigas. Ahí lo dejamos sin ánimos de crear polémica.

Y más abajo lo que de verdad nos ha sorprendido: “La RFEF despide también a su Director de Integridad”. ¿Director de Integridad? ¿De la Federación Española de Fútbol? ¡¡¡¡Ja, ja, ja, ja!!!!, no hay chiste en este portanálisis, ni en los miles de portanálisis anteriores que se hayan podido escribir en esta bendita web que superen esta broma. Un Director de Integridad que trague o mire para otro lado con los escándalos reiterados durante décadas por sus distintos presidentes, federaciones regionales, comités de árbitros y directivos de medio pelo. Inconcebible, pero cierto: la Federación tenía un Director de Integridad con la misma dejación de funciones que un fiscalista en el Barça o un controller financiero en LaLiga.

El diario Marca trae a su portada la foto de las once jugadoras antes del partido en la que lucen y muestran el brazalete de apoyo a Jenni Hermoso, en un gesto con el puño en alto que algunos han interpretado en clave política. Insistimos en el ejercicio de riesgo que supone entrar en interpretaciones distintas de la que se aprecia en las fotos: las jugadoras muestran el lema “Se acabó” y con ello, para nosotros, se acabó la polémica.

“Penalti y… se acabó”. Un penalti infantil en el tiempo de descuento permitió la victoria de La Roja, o mejor dicho, de la Selección Española sin distinción de género, como quiere la propia RFEF. “Más que una victoria”, destaca Mundo Deportivo.

De esta portada destacamos otras dos noticias: los acaramelados Jan y Xavi, y la frase de Ángel Correa en la parte inferior: “Esperamos terminar el derbi con once”. Para ello sería importante no soltar codazos al jugador que le esté marcando en ese momento, Angelito, o que a Savic no se le cruzaran los cables cada vez que algún rival lo desborde.

Y si para esta portada hemos escogido el adjetivo “acaramelados”, el diario Sport, el único que no otorga a la Selección Española la parte principal de la misma, da un paso más y ha preferido una portada que se cuela entre las más bochornosas de los últimos tiempos.

Qué bonito es el amor, qué linda la conexión negreira, qué hermosa esta estampa que entronca directamente con las grandes miradas y abrazos del cine clásico: Cary y Kathy, Ingrid y Humphrey, George y Audrey, Paul y Liz, Clark y Vivien, Jan y Xavi.

“El presidente se mostró muy cariñoso con el técnico e incluso le dio un beso”. ¿Un piquito? Laporta es capaz de eso y de mucho más, hasta de bailar de manera patética para celebrar el pase a octavos de la Europalí.

Lo cierto es que la renovación del técnico Jardiner hasta 2025 nos preocupa más bien poco a los madridistas, es la falta de renovación del CTA la que nos tiene verdaderamente cabreados e indignados.

Que pasen ustedes un buen día, esperamos no haber sobrepasado ninguna línea roja, ni haber herido las sensibilidades de nadie. Se acabó.