Las mejores firmas madridistas del planeta
Inicio
Opinión
Entre el colegio y el Real Madrid

Entre el colegio y el Real Madrid

Escrito por: Itxu Díaz12 septiembre, 2023
VALORA ESTE ARTÍCULO
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas

Era siempre por estas fechas. Recién arrancada la Liga, a media tarde, mi abuelo extendía periódicos sobre la mesa del comedor: clasificaciones, noticias deportivas, y datos históricos. Yo me sentaba a su lado con mis guías de la temporada, mis cromos, los álbumes con todos los equipos. Era el ritual de la Quiniela. Y la discusión habitual. “¿Por qué antes de empezar a hacer la Quiniela ya has vuelto a poner que gana el Madrid y pierde el Barcelona?”, me preguntaba sonriente, “hay que hacerla con la cabeza, no con el corazón”. Y por supuesto, asentía, pero en esto no le hacía ni caso. Siempre ha habido dos casillas fijas en mi Quiniela: palma el Barça y gana el Madrid.

En la tarde templada del domingo, la radio cantaba los goles, yo los apuntaba en la copia de una quiniela, y se los iba a contando a mi abuelo, que leía en el salón: “Necesitamos gol del Albacete, empate del Valencia, y tres goles del Osasuna”. Si el gol era del Real Madrid, la Quiniela daba igual, gritaba por el pasillo anunciando al vecindario coruñés tan feliz circunstancia, y mi abuelo no me juzgaba por ello, porque compartía la alegría.

Quiniela

Al llegar el lunes, la recaudación y el premio para los de once. Sin once, el premio era bueno, pero cuando lo sacábamos, no llegaba ni para comprar unas golosinas en el quiosco. Pero obviamente, no era el dinero, era la pasión por el fútbol, la emoción de jugar. Que no faltábamos a la cita con los programas deportivos, ni los del domingo noche, ni los del lunes, ni al resumen de los goles, ni a las tertulias de la radio; y luego a quemar los campos de fútbol en el recreo, intentando emular todas las virguerías que habíamos visto la noche anterior en televisión.

Allá por el 93, cuando falleció mi abuelo y me quedé sin compañía para ver los partidos del Real Madrid, el ritual futbolero se fue replicando con mi padre: desde la Quiniela compartida hasta las escapadas al bar, ya existía Canal Plus, a ver los partidos del Madrid, Coca-Cola y pincho de tortilla.

Hay algo que nos conecta al niño que fuimos, que vivía a dos ocupaciones: entre el colegio y el Real Madrid, entre el aroma a los libros recién forrados y el nuevo póster de Emilio Butragueño en la habitación

El inicio de temporada traía también una emoción especial: ver a los nuevos fichajes. Sus primeros minutos podían ser motivo de entusiasmo o decepción, y rara vez levantaban más tarde las cosas después de un comienzo pobre. Hoy sabemos hasta la marca favorita de macarrones de la tía abuela de cada nuevo jugador, pero entonces teníamos que ceñirnos a un par de comentarios en la radio y alguna columna aventurera en la prensa sobre lo que se podía esperar de él; en otras palabras: la única manera de salir de dudas era verlo de blanco y en acción.

Álbum cromos Real Madrid

En aquellos lejanos días en que se nos hacía pesado abandonar la rutina estival y volver a los madrugones, al trayecto tedioso del bus escolar, y a las clases, obligaciones, horarios, y tareas, el comienzo de la temporada de fútbol resultaba una ilusión, un aliciente, una compensación a todo lo que representaba la vuelta al cole. Y el Real Madrid, con muchos de los jugadores mejor pagados de la Liga, además, encerraba una pequeña lección: esos chicos que lo tienen todo también vuelven al cole, se esfuerzan, y se les nota que, por más que les entusiasme su trabajo, disfrutaron de lo lindo durante el verano y dudo que quisieran regresar tan pronto. De algún modo la vuelta al cole nos igualaba a los niños y a nuestros ídolos de blanco, en el hastío de la rutina y en la ilusión por el nuevo curso.

Es cierto que hoy el regreso del fútbol es más tempranero, que se mezcla el fin de temporada y la pretemporada, y los encuentros oficiales y no oficiales se confunden, es cierto que ya casi nunca hago la Quiniela, que a través de las redes lo sabemos todo de los futbolistas incluso cuando están de vacaciones, y que raras veces escucho ahora los partidos en la emoción de la radio, pudiendo verlos en directo o en televisión. Pero hay algo que se me aparece y aún me pone la piel de gallina en estas noches de septiembre, en estos días de vuelta al cole, algo que nos conecta al niño que fuimos, que vivía a dos ocupaciones: entre el colegio y el Real Madrid, entre el aroma a los libros recién forrados y el nuevo póster de Emilio Butragueño en mi habitación.

 

Getty Images.

Itxu Díaz
Del mar. Journalist and writer. @amspectator @NRO @thedailybeast @WestJournalism @amconmag @gaceta_es @mundo_cristiano. A la venta/Order now: http://cutt.ly/DhcQJSf

Un comentario en: Entre el colegio y el Real Madrid

  1. Perfecta descripción de lo que suponía el inicio de la temporada futbolística para muchos de nuestra generación. Yo, personalmente, le añado que mis padres me llevaban al primer partido de liga en el Bernabéu, previa visita a la antigua ciudad deportiva para ver a los jugadores, la mayor ilusión posible y de los mejores recuerdos que tengo.
    Al final todo esto nos lleva a pensar en los que ya no están, y lo que han hecho por nosotros.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

homelistpencilcommentstwitterangle-rightspotify linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram