Quizá por habernos pasado el fútbol varias veces ya, este, a día de hoy, pasado el ecuador del siempre gris mes de noviembre, tiene poco interés para los madridistas. Hay que ser muy cafetero. La victoria contra Osasuna fue como las victorias de Pirro en Italia: duras, dolorosas y de consecuencias nefastas a largo plazo. Pero, en fin. Las evidencias apuntan desde el mismo mes de junio de este año a que faltan jugadores, está ya de más decirlo. El otro día un artículo en The Athletic apuntaba a la existencia de discrepancias en el seno del staff técnico del Madrid a cuenta del método Pintus, alabado en público y con jolgorio por los propios futbolistas durante la celebración de los últimos grandes títulos. La realidad es que desde agosto de 2023 hasta hoy se ha lesionado hasta el apuntador, aunque también que el Madrid, con el italiano a los mandos de la preparación física del equipo, gana mucho.
La plaga de lesionados se ha cebado con especial virulencia en la defensa. Militao, por dos veces, y David Alaba, los defensas titulares de La 14, se han roto la rodilla, el primero, dos veces en poco más de un año. Carvajal se tronchó la pierna, aunque en su caso la desgracia fue más cosa del infortunio. Si el año pasado la tragedia de Militao dio lugar a la consolidación de Rüdiger el Loco como gran central madridista en una Copa de Europa inolvidable, la de este año, ¿qué puede deparar?
Por un lado, el salto definitivo de Raúl Asencio. El canterano ofreció, la verdad, una impresión inmejorable contra Osasuna el otro día. Y a los chavales, por supuesto, hay que probarlos para ver de qué están hechos.
Por otro lado, que Tchouaméni justifique de alguna manera su fichaje rindiendo como central, opción a priori conservadora pero de garantías, y que, conociendo a Carlo Ancelotti, será la utilizada en cuanto el muchacho vuelva de sus molestias, al menos hasta el mes de enero.
Si el año pasado la tragedia de Militao dio lugar a la consolidación de Rüdiger el Loco como gran central madridista en una Copa de Europa inolvidable, la de este año, ¿qué puede deparar?
Porque una pregunta inquietante sobrevuela las mentes más escépticas: ¿tiene el Madrid dinero para fichar?
Mañana mismo podría llegar un central que se incorporara de inmediato a la disciplina del equipo, pero sólo en el caso de que ahora estuviera sin equipo. Las opciones están reducidas a una sola: Sergio Ramos. Pero a Ramos se opone la Brigada Pesada de los Virtuosos, que, como reacción química a la caspa mediática que mangoneaba en el Madrid antes del paso por el club de José Mourinho, ahora gobierna cual sanedrín de determinaciones innegociables la moral de los fichajes.
Se dice que Florentino no aprueba los regresos, salvo el de Zidane y el suyo propio. Como fuera, Matts Hümmels, central titular del subcampeón de Europa en Wembley, estaba libre como el viento el pasado verano, al terminar su contrato con el Dortmund. Si en junio Hümmels, que tiene veteranía y experiencia para regalar, habría venido que ni pintado, en este noviembre trágico, ni hablemos. Pero por lo que sea se decidió que de Bellingham hacia atrás el equipo estaba niquelado y que no hacía falta nadie, a pesar de la marchas de Kroos, de la que ha hablado todo el mundo, pero también de la de Nacho, de la que ya ha hablado menos gente. Y estoy convencido de que la decisión no la tomó un hombre de la trayectoria y los kilómetros en carretera de Carlo Ancelotti, aunque fuera él el encargado de venderla.
El Madrid no tiene, ni va a tener en mucho tiempo, lateral derecho, pues Lucas Vázquez es tan sólo un parche coyuntural y a las últimas pruebas me remito. Sin embargo, todo lo que suena en el mercado son laterales izquierdos: Davies y Miguel Gutiérrez, buenísimos ambos pero tan defensivos como Beckham de pivote stopper. La gestión deportiva de Florentino, aunque excelente, admite un margen para la crítica, sobre todo esta temporada, que da toda la sensación de haber sido pensada demasiado a la ligera, como con muchas otras cosas en la cabeza.
Si en junio Hümmels, que tiene veteranía y experiencia para regalar, habría venido que ni pintado, en este noviembre trágico, ni hablemos
El fútbol es un negocio que va a dos velocidades. Por un lado marcha el futuro, montado sobre los raíles del largo plazo. Ahí es donde parece estar desde hace mucho tiempo el Real Madrid, algunos diríamos que desde su misma fundación en 1902, pero sobre todo con Florentino, con el Florentino Pérez que volvió del purgatorio y retomó el control de un club a la deriva en 2009. Por el otro lado marcha el presente, único espacio temporal del fútbol en la mente de los aficionados. El presentismo absoluto gobierna en último término las voluntades de los dirigentes, por más que ellos, en sus planes estratégicos, estén en 2050: ningún proyecto aguanta una buena pañolada y eso lo sabemos todos.
A estas alturas de la película, engañarse sobre esto sería hacerse trampas al solitario. Presentismo, injusticia y crueldad son las tres características del fútbol como máquina social, adherida al hoy y desmemoriada por completo. Las últimas tres temporadas de Ancelotti como DT del Madrid, saldadas con dos dobletes Liga-Champions, le han valido para soportar sin muchos pitos dos goleadas monumentales, en casa y frente a los rivales históricos por antonomasia, Barcelona y Milan. Pero ahí se acabó la cosa. A la siguiente arderá Troya, ¿y cómo no va a arder si no hay quien la defienda?
Los ciclos en el fútbol contemporáneo no pasan de tres años, sin contar con raras excepciones: Simeone, que es el virrey de lo mezquino en el desierto de lo cierto que es el Atlético de Madrid, y Guardiola en Manchester, donde el buen hombre surfea la gran ola de la Historia montado en un portaaviones de oro y petróleo. El fútbol, como expresión de Occidente desde la Revolución Industrial, no iba a quedarse ajeno a la era de lo líquido, de la que todo es pasto ya, en este punto del proceso histórico postindustrial. Si yo mandara algo en la dirección deportiva del Madrid, me preguntaría si quiero agotar este maravilloso período que ya a todas luces caduca en una lenta agonía que nada, ni un poquito de la Creación, podría agrandar.
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Estimado Valderrama. En el Real Madrid hay unas 20 personas que cobran sueldos millonarios y que se dedican a prever que puede ocurrir en una temporada y muchos más de 20 dedicados a gestionar la cantera en un estado lamentable. Son esas personas las que deberían hacer previsto que Lucas es mayor para suplir a Carvajal y que este, por su edad, podía tener alguna ausencia prolongada. Esas personas podrían haberse dado cuenta de lo absurdo que es comenzar una temporada con dos céntrales sanos. Son las mismas personas que creyeron que a Kroos no hacía falta sustituirle o que los goles de Cristiano los marcaría Mariano. Pero claro., el año pasado hicieron lo mismo con Joselu/Benzema y les salió bien. Para que parar. Y esa es también la realidad del club. Aunque a algunos no les guste escucharla.
David es lo que apuntaba yo hace unos días mucha gente que se lo lleva crudo.
Muchos lameculos del Presidente aunque como dices a algunos no les gusta escucharlo
Y otra pincelada de Palomares, que creo que lo que busca aquí es que haya debate entre los que pasamos por aquí: el club parece instalado en el futuro, sobretodo Florentino Pérez... El club está instalado en el aquí y ahora,y Florentino lo que hace es apostar con la manga estrecha, hasta que ocurren dos imprevistos que le hacen perder los nervios: una que un futbolista le dé calabazas cuando está prácticamente "atado", el caso Mbappe. Ahí ya no hay manga estrecha, hay es por mis santos c******
El otro imprevisto es que el equipo no carbure en los primeros meses de competición y encadene derrotas y distancias con los rivales.
Ahí ya no hay manga estrecha, ahí ya hay destitución, carta de reproches al entrenador cesado por no sacar el máximo rendimiento a jugadores campeones de Liga y Champions, y vuelta al domicilio de Zidane o Ancelotti, el que esté libre en ése periodo para convencerle de que vuelva.
La dirección deportiva del club está supeditada a que los jugadores y el entrenador saquen lo mejor de sí mismos, y en la mayoría de veces aún siendo menos en número de plantilla que los rivales, y con más lesiones que los rivales potenciales de ganar los títulos. Suerte éstos últimos años que los jugadores no han querido hacer la cama ni a los entrenadores ni al club.
Estamos en las mejores manos posibles y a las pruebas me remito oí demás opiniones respetables todas ellas pero que no aportan nada ...a toro pasado todo el mundo torea..hala madrid y nada mas
La realidad es constituida por la suma de hechos y existencias . A partir de ahí las percepciones subjetivas harán mayor o menor foco en determinadas acciones. Para mí lo mas determinante y sobre lo que hay que incidir mayormente es en procurar participar en competiciones limpias y libres de adulteraciones por cuestiones no deportivas. Es imprescindible para que todo lo demás tenga sentido y surta efecto.
Sugerencias del autor desde una hipotética dirección deportiva:
Hummels: fichado en junio por la Roma, medio partido jugado, "suena" para Besiktas.
Ramos: rescatado y abandonado por "su" Sevilla sin pena ni gloria, sin contrato, entrena en su campo de naranjos y lo publica en redes media hora después de la lesión de Militao.
Me quedo con el ser superior y su no dirección deportiva.
Tanto Hummels como Ramos para fin de año vendría de lujo, ahora mismo el Madrid tiene a Rudiger y... Vallejo, nadie más porque Alaba aún no ha vuelto y cuando vuelva tendrá que ir poco a poco y haber cómo está, pues eso, mejor éstos dos que nadie.
Recordando, un día más, que los comentarios de Anarcomadridista y corazón tan blanco en este artículo, como el del resto de artículos, provienen del mismo individuo, Joan Llor. en. s,
Se inventa los nombres,crea correos electrónicos para esos nombres y se contesta a sí mismo, en un bucle infinito durante los siete días de la semana.
Un tipo que tendría que estar en una centro psiquiátrico, y que sin embargo, está internado en éste foro, por obra y gracia de quien lo permite, que además han conseguido que el resto de lectores que antes escribían, ya no vuelvan
Vaya cara de jalamangutos tienes en esa foto, menudo vicioso estás hecho.