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Volver al asfalto: maratones, viajes y galernismo

Volver al asfalto: maratones, viajes y galernismo

Escrito por: Jesús Bengoechea12 noviembre, 2022
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Hace ya 53 artículos bajo el seudónimo de Amiguete Barney (y 74 portanálisis también, pues nuestro protagonista pertenece al selecto colectivo de portanalistas de esta santa casa), me fijé en la incisiva y memoriosa escritura de Rafael Gómez de Parada. Lleva todo ese tiempo regalándonos su arte con generosidad, y ha decidido que ya es hora de que el nombre suplante al nick. Rafael es economista y trabaja como Director Financiero de la división de Servicios de Sacyr, pero su carácter polifacético le impide quedarse quieto, en muchos casos literalmente, como se verá. Entre otras cosas Rafa escribe, corre y escribe sobre lo que corre. Como prueba, su libro recién publicado, “Volver al asfalto”, que tendré el honor de presentar junto a él el lunes 14 de noviembre en Pangea (Príncipe de Vergara 26, en Madrid capital).

Volver al asfalto

No es el primer libro que publica. En el 95 publicó con Temas de Hoy La universidad me mata, un libro para la colección de narrativa de humor El Papagayo, que muchos recordaréis porque allí escribieron Iturriaga, El Gran Wyoming o Gomaespuma. Después realizó dos autoediciones para recaudar fondos para unos proyectos solidarios en Bolivia y Ecuador. Este último lo contó en un artículo que los galernautas eligieron como el mejor del año, En busca del madridista perdido en el valle del Chota. Uno de esos libros explicaba varios proyectos de diversas ONG en la zona, y le dio pie a acceder a la Fundación Real Madrid, de donde salió su debut como entrevistador en este portal (La Fundación Real Madrid en la mitad del mundo).

Libros Rafael Gómez de Parada

Lo que nos trae ahora es un proyecto de otra naturaleza, pero no por ello menos atractivo. Se trata de un libro de vivencias como maratoniano, lo que en su caso entronca inevitablemente con la literatura de viajes.

Rafael Gómez de Parada

¿El maratón como excusa para el trotamundismo?

Sí y no, supongo. El libro no habla solo de los maratones en sí, de las carreras que he tenido la suerte de correr por el mundo (18 maratones, 11 países diferentes), sino que me centro más en las ciudades, en la parte turística o en la curiosidad por lo que veo mientras recorro esos maravillosos sitios cerrados al tráfico y abiertos solo para nosotros. Y hablo mucho de las sensaciones y de todo lo que pasa por tu cabeza, no solo en esos momentos, sino también en los meses de entrenamiento previo. Esa es la época más complicada y ahí estoy dándole vueltas al coco siempre. Así, se convierte en excusa para el trotamundismo, pero también para el galernismo. Mientras entreno escucho podcasts (como El Radio de Richard Dees, entre otros), otras veces música y en ocasiones ideo o escribo mentalmente los post para mi blog o para La Galerna. Sobre todo le doy vueltas al coco cuando el sinvergüenza del editor de La Galerna me encarga algo. Recuerdo, por ejemplo, el artículo de la prima de Monchi o la Carta abierta a Tite. Puede que sea una versión madridista del Murakami runner y meditabundo: me ponía a correr con buena música y le daba vueltas a la manera de plantear una falsa entrevista a la prima de Monchi o al psicólogo del síndrome de Paulo Futre.

¿Cuándo comienza “Volver al asfalto”, suponiendo que los libros comiencen en algún momento?

El libro comienza en París el 29 de febrero de 2020. Yo estaba recogiendo el dorsal para el medio maratón que iba a correr con mis hijos al día siguiente, y se suspendió por ese virus de China que ninguno nos tomábamos en serio. Allí vi el último partido que se jugó en el Bernabéu en mucho tiempo, el Madrid-Barça del 2-0 y el gol de Mariano, donde escribí “París bien vale un Clásico”. Y el libro termina con el capítulo del maratón de Madrid 18 meses después, que también conté aquí (La Galerna en el maratón de Madrid) y en el que, por cierto, os anticipé que terminaba un libro y comenzaba otro maratón, el de la búsqueda de editor. Durante ese tiempo pasaron muchas cosas en mi vida, al igual que en las de tantas personas, y en cada capítulo voy dejando un pequeño recuerdo de lo que ese año y medio supuso en mi caso: lesiones, familiares afectados por el covid, limitaciones para todo. El título “Volver al asfalto” representa ese tesón, la perseverancia, la disciplina, todo lo necesario para volver y terminar de nuevo un maratón.

Mientras entreno escucho podcasts (como El Radio de Richard Dees, entre otros), otras veces música y en ocasiones ideo o escribo mentalmente los post para mi blog o para La Galerna. Sobre todo le doy vueltas al coco cuando el sinvergüenza del editor de La Galerna me encarga algo

Tienes una posición importante en una empresa destacada y, hasta la fecha, habías mantenido el anonimato. ¿Por qué “salir del armario” ahora?

La publicación del libro me parece un momento idóneo para asociar mi nombre al de ese Amiguete Barney que de vez en cuando os envía artículos sobre fútbol y sobre muchos otros temas, siempre con sentido del humor, o al menos lo intento. Y gracias a La Galerna el nick de Barney había adquirido cierta popularidad que ahora me puede ayudar. Por otro lado, me da bastante pereza el mundo de las redes sociales en todo lo referido a los llamados haters, gente a la que le encanta polemizar o insultar sin argumentos. Yo no tengo ningún problema en debatir de manera respetuosa, lo que no tengo es tiempo y desde luego no voy a perderlo en discusiones absurdas.

Me has dicho varias veces que, aunque en La Galerna lo más parecido a una carrera que hemos visto en nuestra vida sea la de Setién como ganadero, tu libro te resulta muy galernauta, y además estoy de acuerdo, pero ¿podrías explicar de qué manera lo es?

Cuando conocí La Galerna me encantó porque no hablaba solo de fútbol y baloncesto, o del Real Madrid, sino que de repente me encontraba artículos de cine, de música, de literatura, de autores nacidos antes incluso que el club que no sin cierta sorna La Galerna adoptaba como madridistas. Mi libro utiliza la excusa de los maratones para hablar de muchas otras cosas: de música, de cine, de la familia, el paso de la edad, la voz interior que nos acompaña… Todo encaja si se hace con estilo y buena sintaxis, como reza vuestro lema.

Rafael Gómez de Parada Café

¿Puedes explicar al lector de La Galerna por qué el recorrido de la maratón de Madrid ha sido sin duda trazado por un madridista?

Sí, se me ocurrió la última vez que corrí aquí en Madrid. Nada más empezar la carrera pasas junto al Bernabéu y estás radiante, pletórico, las piernas te responden. Por el contrario, cuando pasas junto al Calderón, sobre el kilómetro 36, tu cuerpo está como el estadio: puro escombro. Y tras todo el sufrimiento, como si de una remontada de Champions se tratara, terminas eufórico junto a Cibeles. Todo esto no puede ser casual, sino diseñado por un madridista. Sin duda.

Las descripciones de las ciudades que recorren el libro (o que el lector recorre contigo tratando de mejorar su tiempo de una a otra) resultan de una viveza encantadora, desde la colosal Roma a la anodina en el recorrido de su maratón Atenas, pasando por el New York de Sinatra. ¿Cuál ha sido tu aproximación a la hora de enfocar la narración de tus vivencias al trote en lugares tan dispares?

Para hacer amena la lectura, he tratado de asociar una característica a cada ciudad, y así no me centraba tanto en mi carrera, sino en lo que podía interesar al lector: Roma representa la belleza, Atenas es la historia, Nueva York y toda la pasta que se mueve, Praga y la cerveza, Berlín y el muro, Zaragoza y el agua…

Cuando conocí La Galerna me encantó porque no hablaba solo del Real Madrid, sino de cine, de música, de literatura. Mi libro utiliza la excusa de los maratones para hablar de muchas otras cosas: de música, de cine, de la familia, el paso de la edad, la voz interior que nos acompaña… Todo encaja si se hace con estilo y buena sintaxis, como reza vuestro lema

En todo momento dejas claro que no es un libro de instrucciones para correr maratones, es más, ponderas que te consideras autodidacta y que no sigues al cien por cien los consejos de curtidos corredores que han escrito al respecto. Esa heterodoxia es uno de los agrandes atractivos de “Volver al asfalto”, que no tiene pretensiones en ese sentido. ¿Estás de acuerdo?

Sí y no. El maratón es una prueba muy exigente que conviene respetar. Escribo mucho sobre la importancia del entrenamiento y la preparación previa. En el libro hablo con gran respeto de otros autores que han tratado el tema: Chema Martínez, Christopher McDougall, Murakami, Javier Serrano… Lo que ocurre es que no tengo tiempo o ganas para seguir todos los consejos (como dormir de ocho a diez horas o dejar la cerveza) y nunca utilizo el último material técnico de moda. Por todo ello, quizás, no he logrado bajar de las tres horas y media, pero me ganan pocos a la hora de disfrutar la prueba.

Como experiencia propia, ¿cuál ha sido el más enriquecedor de los maratones que has corrido? Y (no tienen por qué coincidir) ¿cuál es tu capítulo preferido?

No sabría qué decirte. Nueva York es el top, el sitio al que todos los maratonianos debemos acudir, pero por ejemplo, disfruté muchísimo en Roma, el primero que corrí en el extranjero. O en Budapest, una maravilla de recorrido. Y quizás el más enriquecedor en lo personal fuera el de Sunshine Coast, en Australia, porque mis hijos me acompañaron la primera mitad, disfruté al compartir 21 kilómetros con ellos. Mi capítulo preferido quizás sea San Petersburgo, donde se me ocurrió contar historias de la ciudad según pasaba por sus principales lugares.

En el libro haces varias referencias al fútbol y al baloncesto, y su aparente incompatibilidad con el entrenamiento de un maratón, ¿cómo se combinan deportes aparentemente tan distintos?

Me encantan los deportes de equipo, te aportan mucho, buen rollo, amigos, tercer tiempo, no quiero renunciar a ello. Y al final todo consiste en mantener un buen tono físico. Correr maratones me ha ayudado a seguir jugando al fútbol durante muchos años, hasta pasados los cincuenta, y quizás la dureza del fútbol me ha fortalecido para no haber sufrido casi lesiones en las carreras de fondo. Eso sí, los golpes de ambos deportes no ayudan cuando tienes que rodar una hora o más.

El Barça está vendiendo patrimonio futuro para mantener unos costes recurrentes enormes. La deuda del Madrid está asociada a un activo como el Bernabéu que generará una fuente adicional de ingresos. La deuda a corto y largo plazo de ambos es totalmente distinta, pero a veces te viene algún imberbe de esos que escriben todo en minúsculas, sin tildes, ¡sin la coma del vocativo!, y te dice que estudies economía

Cambiando de tercio, cuenta a los galernautas, desde tu posición de economista acostumbrado a codearse con presupuestos millonarios, qué sientes cuando algún tuitero compara las situaciones financieras de Madrid y Barcelona, como si tuvieran algo que ver.

La empresa en la que trabajo factura unos 1.000 millones de euros anuales, que es una cifra similar al presupuesto del Real Madrid y el Barça. La ignorancia es atrevida y he leído cada estupidez en Twitter que no merece la pena ni entrar a discutir. El Barça está vendiendo patrimonio futuro para mantener unos costes recurrentes enormes, con una masa salarial desorbitada. La deuda del Madrid está asociada a un activo como el Bernabéu que generará una fuente adicional de ingresos. La deuda a corto y largo plazo de ambos es totalmente distinta, pero a veces te viene algún imberbe de esos que escriben todo en minúsculas, sin tildes, ¡sin la coma del vocativo!, y te dice que estudies economía. En fin, no me molesto en contestar.

¿De qué modo tu condición de economista ha condicionado algunas de tus aportaciones a La Galerna?

De un modo u otro, he terminado trayendo a La Galerna todo lo que me rodea en la vida, incluida mi profesión. Escribí un artículo sobre la Bolsa y las temporadas de fútbol (Volatilidad madridista y blue chips azulgrana), y otro nada más firmar una operación financiera en mi empresa que nos trajo como locos durante meses. No fue una palanca, aunque el importe no esté muy lejos de las palancas laportianas. Son tantas las obligaciones, garantías cruzadas, requerimientos, etc. que se me ocurrió que podían ser aplicables al puesto de entrenador del Real Madrid y escribí unas particulares Obligaciones contractuales de Hacer y de No Hacer.

 

Entrevista: Jesús Bengoechea.

Fundador y editor de La Galerna (@lagalerna_). Autor de Alada y Riente (Ed. Armaenia), La Forja de la Gloria (con Antonio Escohotado, Ed. Espasa) y Madridismo y Sintaxis (Ed. Roca). @jesusbengoechea

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🎂Cumple 33 años el hombre que le enseñó a Bellingham lo que significaba «chilena», el hombre tranquilo que no flaqueará jamás ante un penalti decisivo, el gran @Lucasvazquez91

¡Felicidades!

Lamine Yamal es muy joven.

Enormemente joven.

¿Y?

#portanálisis

👉👉👉 https://www.lagalerna.com/lamine-yamal-es-muy-joven-y/

En el hecho de que @AthosDumasE llame a la que muchos llaman "Selección Nacional" la "selección de la @rfef" encontraréis pistas de por qué no la apoya.

La explicación completa, aquí

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Tal día como hoy, pero de 1962, Amancio rubricaba su contrato como jugador del Real Madrid.

@albertocosin no estaba allí, pero te va a hacer sentir que tú sí estabas.

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