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2-3: Start crying your heart out

2-3: Start crying your heart out

Escrito por: Andrés Torres11 febrero, 2025
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Un afortunado City sobrevive a sus errores, al dominio blanco y la sucesión de oportunidades perdidas por un Madrid mejor que se complicó solo, pero que gana por primera vez en el Etihad, doblega a Pep y pone un pie en los octavos de la final de la vieja Copa de Europa.

Además, cuando nadie lo esperaba, el duelo entre dos viejos adversarios, el astuto zorro de Reggiolo y Sant Pep de Santpedor, se inició con un sorprendente homenaje a don Javier Clemente Lázaro. Dias, Aké, Akanji, Gvardiol y Stones, cinco centrales, cinco, titulares en el once inicial de Guardiola al que sólo le faltó probar a Ederson, como lateral izquierdo como hiciera el de Baracaldo en tierras nórdicas.

Mientras Mbappé se cambiaba las botas, el Madrid compareció, infiel a su costumbre, con el colmillo afilado, presto a aprovechar el galimatías táctico blue. Pronto, muy pronto, Vini se escapó mano a mano ante el portero que lo derribó claramente en el área. El carioca parecía en aparente fuera juego, y subrayamos aparente, porque nunca nadie nos lo certificó en ninguna repetición 3D o recreación 360 en lo que constituye, a la fuerza, un nuevo ejercicio de fe ciega en el catecismo arbitral moderno.

Vini, en cualquier caso, parecía con duende esta noche. Pronto se deshizo de algún central en la medular con un caño y sirvió a Mbappé, que cruzó infructuoso para toparse con Ederson. El culmen, no obstante, del barroquismo llegó al instante con los arabescos con el que un tuya-mía de Vinícius y Mendy acabó con el portero por los suelos y el lateral francés estrellando el balón sobre algún otro central del City. El Madrid zarandeaba a los locales, Pep empezaba a estar tentado de rascarse compulsivamente la calva, todo eran buenas noticias para la parroquia merengue, salvo una: el resultado gafas (0-0).

Y entonces llegó Haaland.

A los 18 minutos, un pase profundo desde la izquierda de un omnipresente Gvardiol —que no sabemos si será el embrujo balcánico de su apellido, pero siempre nos cruje— permitió al gigante de los fiordos combinar con De Bruyne, que oteó el horizonte con su rostro tostado por el sol cual granjero de Oklahoma y envió largo y profundo dentro del área. Allí, de nuevo Gvardiol, otra vez y ante la desesperación de Asencio, sirvió un pase de pecho para que Haaland fusilara. Y cuando este cronista suspiraba por un partido lejos de las insufribles sesiones de VAR patrio, la UEFA nos deleitó con su propio espectáculo en busca de un presunto fuera de juego, y requirió todo un tiempo muerto para que sus delineantes, capataces, calculines, aparejadores y arquitectos varios decidiesen sobre la legalidad del gol del noruego. Un gol como la catedral de Trondheim, dicho sea de paso, más allá de este delirio cuántico que preside nuestros días de fútbol.

El Madrid trató de sacudirse el inesperado golpe mediante un latigazo en una losa de Vini al larguero, un disparo que golpeó en otro central tras delicado caño de Goes sobre, obviamente, otro central dispuesto por Guardiola, así como un intento lejano de un Ceballos que luce cada noche mayores galones de mariscal de campo. El City había sido reducido a un Eibar pero gobernaba el resultado para asombro —y herejía, suponemos— del guardiolismo.

Al final, los merengues, hoy de horrendo y funesto color butano, acabaron por acusar el impacto.

La pájara de Grealish, sustituido en el primer tiempo por Foden, anticipó los mejores momentos de los skyblue de Pep. El propio Foden probaba a Courtois mientras el Madrid, pelín depre, deambulaba atontado en busca del balón. Asencio, aguerrido, voceaba a sus compañeros en busca de una reacción.

Una respuesta que llegaría en el segundo tiempo, al que llegamos después de un misil tierra-aire de Valverde, dos intentonas de Mbappé y tras comprobar la fortaleza del menudo arbitro francés, Clément Turpin, que chocó involuntariamente con Haaland… y dejó por los suelos al coloso de las nieves. Oh la la.

Haaland disparaba a la cruceta nada más reiniciarse el encuentro. Pero fue un espejismo.

El Madrid, autoritario, comenzó a acogotar al City con un sinfín de ocasiones agravadas por el bueno de Rico Lewis, el voluntarioso jugador inglés más tierno que un pudinque sustituyó al descanso a un lesionado Akanji— al que Vinícius martirizó durante largos minutos en los que, sonados, los de Guardiola vagaban por la existencia.

Pero el gol se hacía de rogar. Lo intentaron de cabeza, con la zurda, con la diestra… y acabó llegando con la espinilla y tras una falta directa fallada por Fede. El esférico regresó a Ceballos que, inteligente, sirvió un balón interior al área donde, fulgurante, entraba solo Mbappé haciendo trizas el fuera de juego. Parecía gol seguro hasta que el astro francés remató con la espinilla. Afortunadamente, el balón bombeado se coló mansamente dentro del arco blue.

Empate rarísimo, pero más que merecido, y media hora para el final.

El Madrid se vino arriba con un City grogui y temerario perdiendo frecuentemente balones en la salida. Valverde, he´s here, he´s there, he´s fucking everywhere y jugando desde el lateral derecho, cruzaba fuera a un palmo del poste, Ederson salvaba la papeleta ante Jude y hasta los palos conspiraban en contra de la remontada blanca. Los hados no estaban con los de Carletto y a los 76 minutos una desafortunada e imprudente entrada de Ceballos, sobre un Foden que bailaba encima la línea tras burlar a Mendy, acabó con un irremediable penalti señalado por el francés.

Haaland desde los once metros hizo el 2-1.

Inyustisia, que diría Cristiano.

Pep agotaba sus cambios mientras Carletto, perezoso, ordenaba el ingreso de Modric y Brahim en el terreno de juego. Sólo faltaban cinco minutos. Providencial decisión. Fue precisamente el malagueño —no lo olviden— quien devolvió las tablas al marcador tras un cuando menos pintoresco saque de puerta de Ederson que propició una contra madridista y un disparo seco de Vini sin ángulo que despejó con el pecho el propio Ederson y que recogió Brahim para hacer el empate. No sería la última alegría de la noche ni el último regalo de algún central cityzen alineado por Guardiola.

En el descuento, Vini le birló la cartera a un desdichado Rico Lewis para marcharse solo ante un hoy muy ocupado Ederson, y lo superó con una vaselina defectuosa que recogió Bellingham con suspense para marcar el gol de la victoria y hundir hasta el infinito en el cuello de su anorak a Juanma Lillo, fiel escudero en el banquillo inglés de otro compungido y cariacontecido Guardiola.

Primera victoria en el Etihad en un partido en el que el Madrid mereció sentenciar una eliminatoria que, dada la caraja de unos y otros, permanece abierta. El Bernabéu dictará sentencia.

 

Getty Images.

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Fugitivo catódico y periodista de fortuna, perpetrador de LaTiradeAndrésTorres.com. Polivalente como Arbeloa, elegante como Modric, apolíneo como Cristiano y leñero como Benito. Señorío a medida.

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12 comentarios en: 2-3: Start crying your heart out

  1. El Madrid ha hecho muy buen partido, ha funcionado como bloque defensivamente tapando casi todos los espacios. Merecida victoria y destacar a un Bellingham imperial en la segunda parte . Buena crónica. Hala Madrid.

  2. Estilema top del artículo: "delirio cuántico" del VAR (hoy hemos jugado con el City como el gato de Schrodinger con los "marditos" roedores. Epic fail: Phoden, más conocido como Phil Foden. Casi nos "foden", pero no...

  3. Y sí, Yebrita, Asencio tiene carácter. Me ha gustado ver cómo "sergiorameaba" con el gigantón septentrional aka Haaland. Ya tiene una muesca importante en su pistola. Eso curte.

  4. "El Real Madrid jugó con su extremo derecho como lateral derecho, tenían un mediocampista de central junto con otro central de repuesto, y han ido a por el Man City y han ganado 3-2", he escuchado decir a Jamie Carragher en su programa. Un hombre que, desde luego, no nos ama con locura. Carlo añadió previamente que los 4 de atrás habían entrenado estos días juntos por primera vez. Pues eso: 3-2.

    Hay varias cosas que merecen la pena dejar aquí por escrito, porque estos días previos hemos vivido cómo Arabia quería a cada estrella del Madrid, entrenador incluido, y hemos leído cosas exageradas de supuestos 'aficionados' a los que, como siempre, la prensa les bailotea como quiere. Pues mira:

    "Siempre es muy emocionante hablar con el Real Madrid para renovar mi contrato. Tengo contrato hasta los 27 años, pero siempre he hablado de mi deseo de poder jugar aquí por mucho tiempo y hacer historia».
    Sobre la renovación y la oferta de Arabia, apuntó: "Yo tampoco sé nada, nadie ha hablado conmigo, tengo que hablar con el presi y ojalá pueda seguir aquí mucho tiempo, esta competición nos da algo más y quiero hacer historia''.

    Que la noticia la sacara un colchonero que cubre la actualidad del Real Madrid dos días antes de un enfrentamiento clave... no enciende ninguna lucecita en las mentes de muchos madridistas, desgraciadamente. Qué trabajo tan sencillo el de periodista deportivo.

    Por cierto, sobre la pancarta se leerá alguna risita de Guardiola en la rueda de prensa al acabar. Pues bien: solo le ha preguntado por ella la prensa hispana, tanto española como latina. La inglesa, después del partido, cero. Detalles de lo que tenemos aquí.

  5. Que alegría que se juegue al fútbol sin más no preocupados por el sinvergüenza de turno del cta que alegría y que pena que estos partidos no se jueguen cada semana con equipos de altura y con arbritos decentes con sus errores obviamente pero no con el sectarismo y la mafia de los clos medina hh de burgos y demás calaña y donde ningún equipo pague a los arbritos como hace el barcelona para adulterar la competición, aunque conociendo a éstos pájaros no me cabe duda de que al menos lo han intentado (ovrero deblekeer ayketyn) en fin ojalá llegue ya la superliga y que se coman las moscas el sevilla el betis el valencia etc etc

  6. Partido raro, trepidante, directo, lleno de fallos por las dos partes, pero también con muchísimos jugadores estupendos. Muy buena salida del Madrid, presionando y siendo intenso. Sorprendió al City de inicio y mereció empezar ganando. Luego vino el gol y el partido cambió. Durante el resto de la primera parte el equipo se desajustó y dejó de presionar. Todos los jugadores estaban muy lejos del balón y el City tocaba sin problemas. En la segunda parte volvimos a ajustar la presión y a tener ocasiones. Mbappe no termina de estar preciso de cara a puerta, casi siempre resuelve mal. El Madrid no le fichó para que decidiera ante el Valladolid, eso ya lo hacía Joselu, le fichó para estos partidos y la verdad es que me arroja dudas. Marcó un gol pero debió marcar tres. Así casi toda la temporada. En el medio me gustaron mucho Jude y Ceballos, en cambio a Camavinga lo vi irregular con la pelota. En los últimos minutos, penalizamos los fallos del City y nos llevamos el partido. La sensación es que los dos equipos no están bien, pero el Madrid tiene mejores futbolistas en todas las líneas. Tiene mucho mérito lo del Madrid, sin centrales titulares, sin laterales y con muchos problemas en la creación y en la presión. Otra vez, un equipo muy competitivo y solidario. Enhorabuena a todos. Este es el camino. Queda otro partido duro para la vuelta, aunque sigo pensando que lo más importante es la liga.

  7. Gran partido de Vinicius: el 2º gol viene como consecuencia de un rebote del portero después de un durísimo disparo suyo y el 3º todo el mundo lo vio.
    Dio un balón a Mbappé en el primer tiempo que debió ser gol.

    Además, marcó 8 goles en la fase anterior.

    Vini es el mejor del mundo. Cuando tiene que estar, aparece. Lo digo por aquellos que lo quieren vender con un lacito.

  8. Veamos la botella medio llena, se ha ganado... Pese a los franceses del equipo y a Ancelotti, que tenía en la cantera un central muy valido para salvar más resultados esta temporada y que, pese a no saber que en el fútbol se pueden hacer cambios antes del min. 85, esos cambios le salvan el cuello.
    Hoy lo normal hubiera sido un 2-5 o así, pero desde que se fue Cristiano el Madrid no tiene goleadores (salvo un tal joselu que estuvo de paso por aquí)

  9. Como apunte, decir que la pancarta era tb un guiño a un canción de Oasis (los hermanos gallagher son aficionados del city) y significa "deja de llorar tanto" que por ahí la están traduciendo "para de llorar", pues bueno, de momento quién llora son los del Abu Dhabi city, esperemos que en la vuelta lo sigan haciendo.

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