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Ancelotti, hombre tranquilo

Ancelotti, hombre tranquilo

Escrito por: Antonio Valderrama27 julio, 2021
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Quizá la única buena noticia hasta el momento en el Madrid haya sido la vuelta de don Carlo. Cuando llegó la primera vez, en traje azul oscuro, corbata gris, impoluta camisa blanca, cualquier guionista de Mad Men hubiera firmado su puesta en escena. Ocho veranos después Ancelotti sigue teniendo la misma cara. Se presentó en un Bernabéu patas arriba con el mismo traje, corbata azul ahora de figuras romboidales en plata y en oro, pero a Florentino se le nota la senectud y de fondo había un platillo volante. También hay cuatro copas de Europa más y ya no existe esa ansiedad bíblica de pueblo elegido en busca de su destino. En vez de aquella desesperación enfermiza por la Décima que flotaba en el ambiente en su primera llegada, ahora el Real parece sumido en una melancolía rayana en la abulia de un marqués arruinado, de vuelta, cansado de haberlo hecho todo y de que la vida no parezca aún acabarse, demasiado larga. Después de Kiev todo parece, en realidad, hecho en el Madrid, y el hastío lleva tres años instilándose entre cada rendija de la gran máquina madridista. Hasta el afán por construir un nuevo estadio parece ahora una cosa menor, como de otro tiempo antiguo y pasado de moda. Así las cosas, no obstante, Ancelotti parece el hombre ideal para coger el timón en un mar de leva semejante, porque conociendo el percal y con el contexto pandémico agravando la tiesura actual del club, al segundo empate a uno seguido en casa todo puede volverse súbitamente Troya.

Ancelotti presentación

Ancelotti destila italoamericanismo gangsteril denominación de origen Los Soprano. Resulta sencillo imaginar a Carletto con un chándal cutre, de piojito, marca Nisu, Acliclas o cualquiera de esas firmas pirata que han sembrado la niñez de los jóvenes crecidos en los 90 en el sur de España; saliendo de Satriale´s con un cuarto y mitad de prosciutto enrollado en un cartón, o cortando la punta de un habano mostrando a cámara su meñique engolado con una sortija cara y hortera. Don Carlo tiene papada mediterránea y conoce el mundo como hijo de campesino de la Emilia Romaña que es: esperando siempre lo peor, sabiendo que lo bueno siempre es efímero, y que precisamente por ello, es imprescindible, sobre todas las cosas, disfrutarlo. Aprendió el valor de la vida sencilla y tranquila con su familia en Reggiolo. Elaboraban y vendían parmiggiano reggiano y tenían que hacer acopio para pasar el invierno hasta que lo cobraban: la paciencia, para Carletto, es una virtud necesaria para la vida. De jovencito veinteañero se rompió las dos rodillas en apenas dos años, se perdió la única final de la Copa de Europa que ha jugado la Roma, en Roma; de treintañero, asistía a Sacchi cuando Italia perdió la final del Mundial de Estados Unidos; de cincuentón sufrió la peor derrota en una final, la de Estambul contra el Liverpool, y ya fue despedido una vez del Madrid por Florentino. No se me ocurre nadie mejor (después de Zidane) que este interno de los salesianos de Parma para «mantener la cabeza sobre los hombros cuando todos los demás a su alrededor la pierden» como dice Kipling en su poema, en el manicomio del Madrid.

Ancelotti Sacchi

Ancelotti se define a sí mismo como un géminis «de doble personalidad» porque «soy muy tranquilo fuera del campo y muy apasionado en el trabajo». No le gusta discutir, le dijo a Enric González en la JotDown cuando entrenaba al Madrid la primera vez, «con nadie: ni con los jugadores, ni con la familia. Prefiero dialogar y buscar soluciones». En esto, Zidane es su perfecto discípulo y Carletto, como se vio en su primera estancia madridista, encaja perfectamente en ese estilo pacificador que es, empíricamente hablando, la mejor manera de entrenar al Madrid desde Paco Bru. El chico que aprendió disciplina con los «severos salesianos» y el valor del tiempo en el rendimiento de las cosas y de las personas ha tenido siempre grandes maestros de vida: desde su padre hasta Arrigo Sacchi, de quien aprendió las nociones fundamentales del fútbol moderno; Berlusconi, que «lo organizaba todo»; Capello, Eriksson, Abrámovich, Florentino y, sobre todo, el destino, en el que, como hombre de fe, cree. Eso es lo que lo diferencia en esencia de los entrenadores totalitarios que creen poder hacer tabla rasa en el corazón de los futbolistas, que creen poder controlarlo todo. Ancelotti cree en la sabiduría acumulada, en la experiencia. Desde que salió del pueblo con quince años ha vivido en Roma, en Turín, en Milán, en París, en Londres y en Madrid. «La historia de los países resulta muy útil para conocer el carácter de sus ciudadanos. Eso lo tengo claro», le dijo a González, en una frase que dice más de él que todo su palmarés.

Ancelotti Capello

Ha bregado con los petromagnates qataríes, con un oligarca ruso, con el rostro de la Italia contemporánea y con el empresario español más importante del momento: el valor fundamental de Ancelotti no es ni táctico ni deportivo, sino humano. Tiene fama de ser un tipo que traga con lo que le echen, pero en verdad lo que es Ancelotti es un pragmático de manual, más epicúreo que estoico: disfruta de lo que tiene, piensa lo que hace y afronta lo que viene. «Creo que un entrenador tiene que valorar los recursos de que dispone. No puedes pedirle al club que compre jugadores que no puede comprar. No puedes imponer una estructura que no se adapte al club, y no puedes imponer un juego que no se adapte a las características de los futbolistas. Hay que lograr que todos, desde el presidente al último auxiliar, se sientan partícipes. ¿Eso es ser complaciente?» Le gusta hablar con el futbolista, escucharle y convencerle. En eso es como Zidane y como casi todos los grandes entrenadores que antes fueron futbolistas. Lo que vende, naturalmente, es todo lo contrario: el capellismo, la autoridad, que gusta al hincha, particularmente cuando hay dificultades. El futbolista como sujeto genérico suele ser objeto de desprecio por parte del aficionado, pero los auténticos sabios saben que sobre él se apoya todo el invento. «Al futbolista se le explica, se le dice la verdad».

Ancelotti Zidane

Cuando vino en 2013 Mourinho acababa de largarse al Chelsea entre ruido de explosiones y tierra quemada, víctima de la insana atmósfera que flota sobre La Castellana y que termina enmoheciéndolo todo. José se fue de aquí con 10 años más encima, abandonado a las bragas de cuello Adidas y el chaleco de albañil. Unas horas después, asomó por Stamford Bridge y lucía sonriente, moreno y con una magnífica americana. Ancelotti se ha sentado ya una vez encima de la trituradora de entrenadores de Florentino y cayó en ella, hecho trizas. Pero el carlettismo es una forma extraordinaria de antifragilidad mediterránea: en el crepúsculo de su carrera vuelve a un Madrid que se milaniza sabiendo que lo que está muerto ya no puede morir. Me es posible imaginar la liberación mental que debe suponer conocer de primera mano qué significa caer bajo el pulgar del emperador, seguir vivo y tener una segunda oportunidad. ¿Qué es lo peor que le puede pasar a Ancelotti, que Florentino lo eche? Eso ya le ha pasado. En una temporada sin ilusión, sin fichajes, de continuismo grisáceo y con un Bernabéu que parece la Acrópolis que saqueó Lord Elgin, lo más interesante será ver a este don sobrevivir entre cestas llenas de serpientes, desafiando la amargura del mundo con su joie de vivre.

 

Fotografías: Imago

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Madridista de infantería. Practico el anarcomadridismo en mis horas de esparcimiento. Soy el central al que siempre mandan a rematar melones en los descuentos. En Twitter podrán encontrarme como @fantantonio

9 comentarios en: Ancelotti, hombre tranquilo

  1. Que historia más bonita.
    Pero claro esa es la historia que tú hiciste. Ahora debe afronta la historia más difícil.
    LA HISTORIA QUE DEBE HACER

  2. Buenos días, considero a la película El Hombre Tranquilo, como una de las 10 mejores peliculas de todos los tiempos, pero no deja de ser un cuento chino, sobre una Irlanda que nunca existió, a un servidor le gusta más otra pelicula de Ford, ( buena película, pero que no llega al nivel de el hombre tranquilo ) que es como la vida misma, nada de milongas, la realidad pura y dura
    ¡Qué verde era mi valle!. se llama la película, a buen entendedor,
    Saludos blancos, castellanos y comuneros

  3. A mí me parece que el señor Valderrama escribe como los ángeles. Precioso. Luego ya la realidad, veremos cómo será.

  4. Preparémonos para lo peor y esperemos lo mejor, en cierta manera eso es puro madridismo. No pinta muy bien el panorama socio-político furgolero. Me temo que the tinglao cambia de estrategia, pero no de objetivo, y la próxima temporada no tendrán que recurrir a las escandalosas e impunes acciones tan arbitrales como arbitrarias. Los iscos, marcelos, hazards y bales harán que los "àrbitres" y los vareros vayan más descansados. Es evidente que todo está peligrosamente preparado para satisfacer los instintos vengativos de los eternamente consentíos-indultaos.
    Aquí uno que seguirá en la línea del boicot ,decidido ya la temporada pasada, a todo este grotesco esperpento.

    Menos mal que siempre nos quedará la Galerna donde abundan los estupendos y los escritores.
    La anécdota personal es que haya leído este artículo todavía con el buen sabor que me ha dejado un trozo de grana padano, muy parecido en cuanto a gusto y textura al parmigiano reggiano.

  5. Que buen artículo, enhorabuena.

    Con permiso, solo querría añadir que con Ancelotti, el Madrid (el Madrí, como escribía siempre Gistau) jugaba realmente bien y volvimos a disfrutar del buen futbol (además de la Champions), y sus declaraciones fueron siempre tan señoriales como él.

  6. "esas firmas pirata que han sembrado la niñez de los jóvenes crecidos en los 90 en el sur de España".... vaya tela Sr. Valderrama, no digo lo que pienso para no insultar

    1. Intentando templar su enfado y su amor por Andalucía, me parece que hay un error de transcripción, o simplemente ha sido un lapsus, y deduzco que el sr Valderrama quería referirse al sur de Italia.

  7. Porque para ensalzar a Carletto se ataca a Mou desde que se fue dejando al equipo despierto y preparado para ganar las 4 copas de europa la unica defensa al Madrid fue un CARAY y si dejo al equipo despierto lo mismo que Capello lo hizo para la septima

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«En ese instante, nuestro turco preferido levantó la cabeza en un gesto súbito, casi imperceptible, y vio Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Estambul».

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Ayer se conmemoró el 59º aniversario de la Peña Ibáñez (@Pmibanez1966). El acto congregó a ilustres madridistas como Mijatovic o @biriukovbistro

La Galerna estuvo representada por @JesusBengoechea y @AthosDumasE, quien firma la siguiente pieza.

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«Con el 0-3 culé hubo lío en Bomberos/Las Rozas. Escucharon un alarido fortísimo, liberador, las sirenas se excitaron. La RFEF se había reunido y festejó el gran momento: por fin el Barça va segundo. ¡Viva!».

✍️@Guaschcope

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Propone @Guaschcope en su «Mira, chato» de hoy que el saque de honor del España-Brasil del 26 de marzo en el Bernabéu lo realice Brahim.

¿Qué os parece la idea?

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Heroica resistencia del Atleti.

Perdieron, sí, pero qué admirable Atleti vimos anoche, casi como si su razón de ser en esta vida no fuera única y exclusivamente perjudicar al Real Madrid.

#Portanálisis

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