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Mi debilidad bajo el aro: Rafael Rullán

Mi debilidad bajo el aro: Rafael Rullán

Escrito por: Athos Dumas2 julio, 2024
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El pívot silencioso

 

Fue el primero de los baleares ilustres que visten de gala la historia del Real Madrid de baloncesto, muchos años antes de las llegadas del menorquín Sergio Llull y del mallorquín Rodolfo ‘Rudy’ Fernández.

Don Rafael Rullán, nacido en Palma de Mallorca en 1952, es al mismo tiempo una de las mayores glorias del madridismo, no en vano 32 títulos oficiales le contemplan, y, a la vez, uno de los menos conocidos de su generación, quizás porque siempre fue uno de esos líderes silenciosos que tanto han marcado la historia del legendario club blanco.

Tan solo le supera en trofeos conquistados su gran maestro Clifford Luyk, con 33, y ambos son los que más veces han ganado la liga española de baloncesto, con nada menos que 14 conquistas, por delante de las 13 de Wayne Brabender y las 12 de Emiliano Rodríguez y de Juan Antonio Corbalán.

Rullán, Brabender y Ramos

Rullán recaló en el Real Madrid en el verano de 1969, a sus 17 años, en una de aquellas célebres ‘operaciones altura’ que se inventó otra gloria madridista, don Pedro Ferrándiz, a finales de los años 60, en las que se pretendía captar, a través de anuncios en radio, prensa y televisión, jóvenes con una estatura superior al metro ochenta centímetros para que probaran en el deporte de la canasta.

Rafael Rullán fue uno de esos líderes silenciosos que tanto han marcado la historia del legendario club blanco

Rullán tuvo la inmensa suerte de aterrizar en un equipo muy ganador, tanto en España como en Europa, e inició sus pasos bajo el profesorado de Ferrándiz en el banquillo y de Luyk en el parqué. De Clifford aprendió a moverse en ambas bombillas, a pelear por los rebotes desde sus 2 metros y 7 centímetros, y los fundamentos en ataque, donde su gancho era casi tan excelso como el del nacido en Siracusa. También destacó en el tiro desde media distancia, 3 o 4 metros, donde llegó a ser tan certero como el mejor alero. Sin duda, el haber sido compañero tantos años de los Brabender, Walter y Corbalán en tantos entrenamientos en del pabellón de la Ciudad Deportiva hicieron del mallorquín un tirador más que temido por las defensas rivales.

Rafa Rullán

Encadenó Rafa Rullán 8 ligas de carrerilla, desde la temporada 69-70 hasta la 76-77, además de 7 copas de España en ese periodo (tan solo dejó de ganar la de 1976), y eso contando tan solo con 25 años de edad.

También fue baluarte decisivo en la Copa de Europa de 1974, conquistada con sudor y esfuerzo ante el Ignis de Varese de Dino Meneghin (10 años seguidos llegaron los italianos a la final), en un duelo que se repitió hasta la saciedad en aquellos tiempos: sin duda, Meneghin y Rullán eran los mejores pívots de Europa, una vez que empezó el crepúsculo de Luyk.

Dino Meneghin y Rafa Rullán

Aquella final supuso la 5ª copa de Europa para los blancos, 6 años después de la 4ª, y fue conquistada con un tanteo de 84-82 en Nantes, con soberbia remontada incluida en el segundo tiempo. Los blancos tan solo emplearon a 7 jugadores en la final, el quinteto titular formado por Vicente Ramos, Brabender, Walter, Rullán y Luyk, a los que sumaron minutos los dos bases Corbalán y Carmelo Cabrera. Rullán contribuyó con 14 puntos al triunfo madridista, y destacó bajo los tableros y anotando, siendo con Brabender (22 puntos) y con Cabrera (16) los más destacados de su equipo.

Fue la primera de sus 3 Copas de Europa. Repitió título en 1978 ante el mismo rival (y el mismo Meneghin), aunque ahora se apellidaba Mobilgirgi en lugar de Ignis. En dicha final destacó sobremanera el gran Walter Szczerbiak, que machacó a los italianos en Múnich (75-67) con sus 26 tantos.

Meneghin y Rullán eran los mejores pívots de Europa, una vez que empezó el crepúsculo de Luyk

La tercera en el haber de Rullán fue en 1980, en Berlín, ante el fabuloso Maccabi de los Berkowitz, Aroesti, Perry, Williams, Boatwright y Silver (dirigidos por el mítico Ralf Klein). Fue aquella la mejor actuación jamás lograda por Rafa. Se convirtió en el máximo anotador de los blancos, con 27 puntos, y dio un recital en ambos aros. Estuvo muy bien acompañado por el otro pívot, el americano Randy Meister, con 21 puntos. En dicha final jugó unos importantes minutos nuestro querido Joe Llorente, por entonces un veinteañero que suplió al base titular Corbalán.

En paralelo a su magnífica trayectoria en el Real Madrid, Rullán fue puntual durante más de una década a su cita con la selección española, alcanzando más de 160 partidos. Fue también decisivo en la histórica medalla de plata del Europeo de 1973, disputado en Barcelona, compartiendo el poste alto con Luyk, además de con Luis Miguel Santillana y Miguel Ángel Estrada. España batió a la temible —y recién proclamada campeona olímpica en Múnich— Unión Soviética en semifinales (80-76), para caer dignamente ante la Yugoslavia de Novosel y de los Kikanovic, Slavnic, Dalipagic y Cosic por 67-78. Brabender fue proclamado mejor jugador del torneo y también destacaron los bases madridistas Vicente Ramos y Carmelo Cabrera.

Rafa Rullán con España

Rullán dejó la selección a los 30 años, en 1982, para centrarse en sus labores de capitanía en el club de Concha Espina —heredó el brazalete en 1983, tras la retirada de Brabender— hasta 1987, cuando, tras 18 temporadas como jugador —récord que acaba de igualar este año Sergio Llull y que lo superará la temporada que viene—, dejó el club con un palmarés excepcional y legando una impronta de jugador de equipo tremendamente eficaz, solidario, fajador y con un enorme talento para anotar y capturar rebotes. Fernando Romay, que fue uno de sus más exitosos sucesores, siempre habla de Rafa Rullán como uno de sus mejores maestros.

Rafa Rullán fue un jugador de equipo tremendamente eficaz, solidario, fajador y con un enorme talento para anotar y capturar rebotes

Hasta hace unos pocos años, Rullán ejerció puestos directivos en la asociación de veteranos del Real Madrid, alcanzando a ser, hasta 2018, su presidente. Este narrador tuvo la inmensa suerte de compartir mesa y mantel con varios miembros de aquella junta directiva —Vicente Paniagua, Vicente Ramos, José Manuel Beirán, Fernando Romay y José Luis Llorente— y pudo percibir la inmensa bonhomía de Rullán, su sabiduría —dentro de su parquedad a la hora de comunicarse—, su modestia y su impecable educación, gozando del respeto de todos sus compañeros y haciendo francamente agradable el almuerzo de aquel día.

32 títulos le contemplan desde sus 2 metros y 7 centímetros. Pero Rullán, en la historia del Real Madrid, va mucho más allá de ese guarismo de victorias y de esa talla prodigiosa. Es sin duda una de las leyendas del balón naranja más valiosas en los 93 años de historia que tiene ya el más laureado club de baloncesto de toda Europa.

 

Getty Images.

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5 comentarios en: Mi debilidad bajo el aro: Rafael Rullán

  1. Sin duda alguna uno de los grandes pero grandes de verdad de nuestro baloncesto lo vi jugar yo de jovencito y fue él y los de su generación los que me engancharon a este bello deporte..gracias Rafael

  2. Rafa pura personalidad balear. Cerrado pero educado, amable y gran persona. Ese tipo de personas que cuando toma confianza se convierte en el mejor amigo posible para siempre. Sus lanzamientos triples desde la esquina tambien fueron importantes en sus ultimas temporadas. Pude ver un entrenamiento en el Palau Blaugrana para una fase final de Copa del Rey y le vi lanzar y meter 10 triples seguidos de gancho. Linton Townes alucinaba...

  3. Don Rafael Rullán, historia pura del Real Madrid de Baloncesto. Tiene usted muy buen gusto, Don Athos. Mi jugador favorito era y será por siempre, Don Fernando Martín Espina.

  4. Baloncesto setentero, que empezó fastidiandome porque interrumpía mi programación infantil, los jueves a las siete, pero que luego me acabó gustando, porque entre la tesitura de apagar la tele y hacer deberes o ver el basket, escogía lo segundo.

    Me quedo de la época con dos anécdotas.

    La primera está poco escrita, y es que después de fallar Prada tres tiros libres contra el Varese y quedar el Madrid eliminado, el público lanzó almohadillas por un momento, para poco después tributar una cerrada ovación al Emerson Pallacanestro Varese. El público, muy entendido, intuía que El gran rival de los últimos diez años ya era un viejo león con poca vida. Y, efectivamente, no se equivocaban. El Varese perdería la final contra el Bosna del gran Mirza, y ya nunca más se le vio por el pabellón.

    La segunda ya es en los primeros 80, cuando el macabeo Earl Williams saltó la grada porque había recibido un monedazo. Su colega Perry saltó también, pero a pararlo, en mi opinión, pero expulsaron a los dos.

    Qué tiempos, y que duelos de alto voltaje, a vida o muerte.

    El público apenas asistía a las rondas preliminares, donde era fácil escuchar al gran Tiri, pero cuando venía "lo gordo", abarrotaba el recinto.

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🎂Cumple 33 años el hombre que le enseñó a Bellingham lo que significaba «chilena», el hombre tranquilo que no flaqueará jamás ante un penalti decisivo, el gran @Lucasvazquez91

¡Felicidades!

Lamine Yamal es muy joven.

Enormemente joven.

¿Y?

#portanálisis

👉👉👉 https://www.lagalerna.com/lamine-yamal-es-muy-joven-y/

En el hecho de que @AthosDumasE llame a la que muchos llaman "Selección Nacional" la "selección de la @rfef" encontraréis pistas de por qué no la apoya.

La explicación completa, aquí

👇👇👇

Tal día como hoy, pero de 1962, Amancio rubricaba su contrato como jugador del Real Madrid.

@albertocosin no estaba allí, pero te va a hacer sentir que tú sí estabas.

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