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Vinícius y la multitud

Vinícius y la multitud

Escrito por: Hank19 marzo, 2024
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Soy consciente de que la gran mayoría de lectores de Ray Bradbury le recordarán principalmente por su obra Fahrenheit 451, o incluso por sus Crónicas marcianas, pero el escritor estadounidense fue también un excelente creador de relatos cortos. Entre ellos, hubo uno que siempre me llamó poderosamente la atención. Se titula La multitud. Es un relato corto, cortísimo (se lee en unos diez minutos) y resulta asombroso comprobar la multitud, valga la redundancia, de lecturas que pueden sacarse de este pequeño cuento macabro e incluso su extrapolación a la sociedad actual y, más concretamente, al fútbol español.

En La multitud, tras sufrir un accidente de tráfico, el protagonista de la historia (Spallner) comienza a obsesionarse con la presencia de ese morboso gentío que tiende a reunirse alrededor de los accidentes, que cuchichean y opinan sobre lo sucedido, que dan su veredicto viendo únicamente el resultado del accidente, sin necesidad de haber presenciado cómo se pudo producir el mismo. Además, cuando Spallner comienza a investigar diferentes accidentes, comprueba con espanto que en esa multitud se encuentra siempre la misma gente.

Multitud

En la liga española, esa multitud también está presente en cada partido del Madrid. Nadie sabe cómo han llegado a su puesto de trabajo, pero ahí están, semana tras semana opinando con enfermizo interés sobre cada polémica que ellos mismos crean sobre el delantero del Real Madrid, Vinícius Jr. Curiosamente, también comentan únicamente el “accidente” de Vinícius. Su memoria selectiva, ayudada por la ausencia de imágenes clarificadoras cortesía de Mediapro (censura digna de Fahrenheit 451, dicho sea de paso), tiende a omitir la cantidad de faltas que ha recibido, los empujones e incluso agresiones que le han propinado anteriormente y los gritos racistas que lleva teniendo que escuchar desde el mismo calentamiento.

La multitud sólo habla de lo que quiere hablar, igual que el reportero de turno encargado del seguimiento a Vinícius (desconozco si hay otros compañeros de profesión dedicados a esta misma tarea con el resto de jugadores en el campo, entiendo que sí) sólo muestra las imágenes que peor dejan al atacante brasileño, aunque para ello tenga que manipular el sonido de las mismas. Nunca se ven en esos vídeos las semanales muestras de cariño que tiene Vinícius con los aficionados de cualquier grada, por poner un ejemplo.

el reportero de turno encargado del seguimiento a Vinícius sólo muestra las imágenes que peor dejan al atacante brasileño. Nunca se ven en esos vídeos las semanales muestras de cariño que tiene Vinícius con los aficionados de cualquier grada

Y es que, no en vano, una de las lecturas que sacó el maestro del terror, Stephen King —gran admirador y colega de Bradbury— sobre La multitud es que esta siempre tenía un papel clave en lo que podía acontecerle al accidentado. Si la multitud decía que el accidentado tenía buena pinta, sobrevivía. Si opinaban lo contrario, este fallecía. Aunque para ello en ocasiones tuvieran que intervenir personalmente sobre el desafortunado.

En el fútbol español sucede algo similar: la particular “multitud” que puebla los medios de comunicación ha adquirido una repercusión brutal sobre la opinión que van a tener los aficionados (incluso los propios madridistas) y hasta los colegiados, aunque a estos les haga menos falta, sobre Vinícius o cualquier otro jugador, aunque únicamente observamos este tipo de escrutinios sobre jugadores del equipo blanco. La empatía y piedad que se tienen con otros compañeros no hallan lugar cuando el escudo que defiende un jugador es el del Real Madrid.

Vinícius en Mestalla

Cuando a Vinícius se le dan collejas, empujones, pisotones o patadas y este acaba por revolverse (generalmente porque el colegiado no las castiga con la merecida dureza) se hace énfasis únicamente en la acción del extremo carioca. Y así es cómo la multitud incide en la sabiduría de las masas y se ha convertido a Vinícius en poco menos que M. el vampiro de Düsseldorf, un tipo al que se señala, vilipendia, insulta e incluso se le desea la muerte desde las gradas como si de un criminal se tratase.

En el relato de Bradbury no se profundiza acerca de la personalidad de los miembros de la multitud, pero para eso está la prensa española, que cada jornada hace gala de la máxima expresión de uno de nuestros deportes nacionales favoritos: hablar cuando uno es el menos indicado para hacerlo. Los que demandan sosiego a Vinícius Jr. por explotar después de recibir golpes, faltas e improperios estando en el elevado estado de estrés o tensión que genera la alta competición son aquellos mismos que son incapaces de mantener la compostura que le exigen al brasileño estando sentados tranquilamente manteniendo una determinada conversación con compañeros de profesión. No digamos ya exfutbolistas como Bernd Schuster, quien se permite el lujo de aconsejar a Vinícius acerca de su comportamiento con la grada cuando el suyo no fue precisamente idílico. Ejemplos como estos los tenemos a patadas, si me permiten la expresión.

Schuster corte de mangas

Seguramente Vinícius pueda mejorar su comportamiento. Seguramente los rivales también puedan tener un comportamiento más deportivo con el crack madridista y evitar no ya patadas o choques, pero al menos sí agresiones y provocaciones. Seguramente los colegiados también puedan arbitrar mejor cuando el Real Madrid está de por medio. O quizás no, ¿quién sabe? Lo que sí deberíamos saber a estas alturas es que no es razonable aceptar de buena gana las lecciones de esta particular “multitud” de los medios españoles. Esos mismos que tratan al Real Madrid con una vara de medir diferente a la que tratan al resto de equipos.

Los que demandan sosiego a Vinícius Jr. por explotar después de recibir golpes, faltas e improperios estando en el elevado estado de estrés o tensión que genera la alta competición son aquellos mismos que son incapaces de mantener la compostura que le exigen al brasileño estando sentados tranquilamente manteniendo una conversación con compañeros de profesión

¿Es lógico que tengamos que aceptar que Vinícius es un provocador o un mal deportista porque nos lo dice una persona que todavía no ha superado que al rival del Real Madrid en Champions le anularan un gol totalmente ilegal con el reglamento en la mano, pero que en cambio suspiraba aliviado de que al Barcelona no le hubieran pitado un penalti claro por pisotón? ¿O tenemos que escuchar acaso a un exárbitro pedir una roja a Vinícius por un empujón cuando una semana después está hablando de pisotones interpretativos, de los cuales negaba su existencia hace unos años, para justificar que no pitaran ese penalti al equipo culé?

Quizá alguno tenga ya tan interiorizada a la multitud que no se da cuenta de que esta guerra ya la hemos vivido con anterioridad en numerosas ocasiones. Hubo muchos que tragaron con que Mourinho era un impresentable que se cargaba el ambiente en la selección española y llenaba de tensión los clásicos mientras que enfrente había un ser de luz que miccionaba colonia y entrenaba a unos verdaderos santos que no rompieron un plato en su vida. Eso decía la multitud mientras Messi disparaba con todas sus fuerzas contra el primer anfiteatro del Bernabéu un balón que ya había salido del campo ante el sospechosamente repentino mutismo de uno de los integrantes de la multitud mencionado anteriormente.

Cristiano era otro provocador, chulo y arrogante. Bale tenía una hernia, no hablaba ni una palabra de español y se iba del estadio antes de que se acabaran los partidos. Déjenme contarle un secreto: acciones moral o deportivamente reprobables se las puedo encontrar yo al 90% de los jugadores si me proporcionan una cámara y un permiso para realizarles un minucioso seguimiento durante los 90 minutos de cada partido. Pero curiosamente, la multitud sólo generaba (y genera) ruido alrededor de las personas que más ayudan al Real Madrid a ser el club más grande del mundo. Puede que no se hayan percatado, pero con Bellingham ya han empezado y con el parisino está al caer.

La multitud sólo generaba (y genera) ruido alrededor de las personas que más ayudan al Real Madrid a ser el club más grande del mundo. Puede que no se hayan percatado, pero con Bellingham ya han empezado y con el parisino está al caer

Es una pena, en cambio, que la multitud no sea tan minuciosa cuando los empujones o agarrones del cuello los realiza otro jugador, cuando las protestas airadas las lleva a cabo el jugador al que mayor número de agresiones le he visto en un campo de fútbol o cuando un jugador menta “la concha de su madre” a un árbitro y esto no se considera un insulto. It’s a fucking goal sí lo es, por supuesto, y a estos jugadores jamás se les ha hecho el seguimiento y tratamiento furtivo que han recibido Vini, Cristiano o Bale.

El que quiera detestar a Vinícius está en su derecho, faltaría más. Como también debería estar en su obligación moral tratar de ver el retrato completo antes de pensarse si hacerlo. Vinícius no deja de ser un chaval que no llega a los 25 años, que ya tiene la vida resuelta y que ya ha logrado deportivamente más de lo que la gran mayoría de jugadores va a conseguir en su carrera. Esto bastaría para subirle los humos a cualquiera, pero el cóctel no acaba aquí.

Vini

También es un chaval que desde su llegada ha soportado con entereza una presión inhumana, aguantando las risas, humillaciones y payasadas de medios de comunicación e incluso de compañeros cuando los goles no le entraban. Es un chaval que desde el primer minuto, antes de que le diera tiempo a ser un provocador, ha recibido patadas, agresiones y hasta mordiscos.

Y es un chaval que se ha sobrepuesto a todo eso para triunfar en el mejor club de la historia, ser decisivo en la consecución de la mejor Champions League que han visto nuestros ojos y que ahora tiene que lidiar con los insultos racistas de varias gradas, las provocaciones, patadas y agresiones de sus rivales y una prensa/multitud incendiaria que magnifica lo malo que pueda hacer y oculta lo que motiva estos actos o las acciones bonitas de Vinícius.

En ocasiones como esta basta con ver quién está en el otro lado para saber que uno está en el lado correcto. Podéis estar en el lado opuesto a Vinícius, por supuesto. Pero entre Vinícius y la multitud, yo tengo bastante claro de qué lado estar.

 

Getty Images.

17 comentarios en: Vinícius y la multitud

  1. Estupendo, Dani, como estupendo es el relato de Bradbury. Esto de las masas manipuladas y los medios manipuladores también tiene su equiparación en Orwell, las imágenes sesgadas y los Dos Minutos de Odio alentados por los que dirigen la manada.

    1. A Bradbury se le puede usar perfectamente también con Fahrenheit 451 el día que hablemos de la censura y eliminación de imágenes clave por parte de Mediapro…

  2. Ayer, no hoy, poco antes de la 6 de la mañana Parrado, en radio Marca, ha dando rienda suelta a su aversión a Vinicius. Este infame periodista antimadridista es un paradigma de su profesión. Por cierto, creo que Messi no recibió tarjeta tras ese balonazo que se ha "borrado" de los programas deportivos. Si lo hubiera hecho Amancio, Juanito, CR7 o Vini Jr ...

    1. No la recibió, en efecto. De hecho, el colegiado Muñiz Fernández, si no recuerdo mal, estuvo más pendiente de proteger al propio Messi de lo que le estaban diciendo los jugadores del Madrid que de amonestarlo o, qué sé yo, de preocuparse por el estado de la persona que recibió el balonazo. Si hubiera sido alguien del Madrid, como dice usted, los medios habrían hecho numerosos reportajes y diversas entrevistas a la persona agredida.

  3. Estupendo artículo Hank, todo depende del prisma que le queramos poner, yo lo generalizó al Madrid en España, los antimadridistas (y hablo sólo de los que no son aficionados de equipos rivales directos) siempre me van a recordar la acción donde el Madrid es favorecido o presuntamente favorecido por el árbitro pero cuando es perjudicado ahí desaparecen, un ejemplo ésta temporada es "y el partido del Almería que" pero no dicen nada de tres partidos contra el aleti, ni de los dos contra el violencia, ni contra el sevilla, ni contra el Getafe...

    1. Precisamente la prueba de lo “mucho” que favorecen al Real Madrid en España es que este año todos los antis van a tirar del mismo partido (el del Almería) para probar su tesis.

  4. BRAVO! No se puede explicar mejor toda la situación de Vinicius que con este artículo.
    De hecho, las últimas veces que he estado en el Bernabéu he visto claramente como este clima vomitivo influye excepcionalmente en el pipero medio consumidor de Marca/AS/GolTV y su consideración hacia Vinicius con comentarios como "Vinicius, dedícate a jugar y a callar". De hecho, en mi opinión, hasta la gestión de Ancelotti y jugadores como Nacho o Lucas, muchas veces dejándole a los pies de los caballos públicamente y dando carnaza a los antimadridistas no es correcta. Vinicius, obviamente, tiene cosas que mejorar, pero todo lo que el entrenador o sus compañeros tengan que decirle, de puertas hacia adentro. Debería haber una defensa inquebrantable del jugador ante este sistema podrido hasta el tuétano. Sinceramente, creo que a veces, incluso, sus compañeros, tienen la sangre muy fría a la hora de defenderle.

    Hala Madrid!

  5. Magnífico foco aplicado al relato siniestro de unos medios de comunicación siervos de SU SEÑOR y que han olvidado una parte importante de su profesión , su función pública, informar al ciudadano para que este pueda decidir en libertad y no maniatado por informaciones sesgadas.

  6. Totalmente de acuerdo con el artículo.Lastima que Carvajal ayer en Cope,dejará a su compañero a los pies de los caballos, quizas sería mejor no tener jugadores del Real Madrid en la supuesta selección española, que en mi opinión,no lo es tal, sino un chiringuito dirigido por los que todos sabemos.

  7. Al final, tiene razón Pepe Herrero cuando dice que el Madrid no debería tener ningún jugador susceptible de ser llamado por la Selección, porque cada vez que van allí, no hacen más que meter la pata en sus declaraciones, dando pié a que los que siguen "el relato" se vean con más argumentos para decir que tienen razón.

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Tweets La Galerna

Se pasó ocho años @antoniohualde despotricando de Bale porque no hablaba español. Ahora le parece que Bellingham en cambio bien... aunque tampoco habla español.

Sin embargo, creo que le entiendo, aunque no comparta su texto.

Estamos ante un escenario -en fútbol y baloncesto- que puede hacer de 2024 el mejor año deportivo de nuestras vidas.
Concentración, humildad y ¡a por ello!
¡VAMOS REAL!

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