Las mejores firmas madridistas del planeta
Inicio
Opinión
Men of the match: el mediocampo del Madrid

Men of the match: el mediocampo del Madrid

VALORA ESTE ARTÍCULO
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas

Ayer disfrutamos, y sufrimos, un regio partido de fútbol. Es indudable que Real Madrid y Manchester City son los dos mejores equipos de la actualidad. Ambos son capaces de competir a velocidades de crucero inalcanzables para el resto, aunque cada uno lo consigue de manera diferente: el Madrid es como un coche obligado a ganar todas las carreras pero sometido a multitud de normativas anticontaminantes que necesita optimizar al máximo la limitada gasolina disponible; el City es monster car model 115 inmune a cualquier restricción medioambiental o de consumo de combustible.

Más allá de errores connaturales al desempeño de cualquier actividad, el Madrid jugó bien. No es sencillo, ni psicológica ni futbolísticamente, sobreponerse y darle la vuelta a un gol en contra en casa en el minuto dos contra el Manchester de Guardiola, y hacerlo en menos de cuarto de hora. Incluso el encuentro apuntaba más a un 3-1 que a un 2-2 cuando Foden se sacó de la pernera un gol magistral. Pero en fútbol, y en cualquier ámbito, es absurdo elucubrar con hechos que no han sucedido, y menos aún con merecimientos subjetivos, de momento sigue ganando quien más goles marque, no quien parezca que los va a marcar.

El mediocampo del Madrid fue el principal responsable del buen juego blanco

De ese buen juego blanco tuvieron gran parte de responsabilidad los tres mosqueteros que ayer conformaron el mediocampo del Real Madrid: Kroos, Camavinga y Valverde. Aunque la buena colocación de todos y el sacrificio incluso de los menos brillantes, como Jude, también ayudaron al buen desempeño.

Toni Kroos

Toni Kroos es puro Real Madrid, al igual que el equipo, ha sido dado por muerto en varias ocasiones durante los últimos años y cada vez resucita con más fuerza. Esto sucede porque realmente nunca ha perecido, pero los hinchas somos obscenamente volátiles —y a menudo crueles— en nuestros juicios.

Uno puede colocar a Kroos en el medio centro, en el interior, indicarle que se incruste entre los centrales o que parta desde una posición más adelantada, da igual, cuando está en el campo es el jefe y, como tal, manda. Sin alharacas.

Kroos ordena siempre con sobriedad, aunque de forma manifiesta. Ayer, sin embargo, ejerció la autoridad aún más sutilmente, con una precisión táctica excelente y brillando en el apartado defensivo. Recuperó balones con denuedo y luego, como es costumbre, falló muy poco, apenas dos pases en todo el encuentro, con lo que supone eso, en todos los sentidos, en el ámbito de un enfrentamiento contra el City en fase eliminatoria de Champions. Fue un deleite silencioso, el escándalo se lo dejó a Camavinga.

Toni Kroos fue un deleite silencioso, el escándalo se lo dejó a Camavinga

Eduardo es especial, es imposible no caer rendido ante él. Si Kroos es un Mercedes clásico de los sesenta, Camavinga es el mejor muscle car americano, pero, además, dotado con la capacidad de tomar curvas vertiginosas de la que estos carecen.

Si a Terence Hill le llamaban Trinidad, a Camavinga, exuberancia. Ayer ofreció un espectáculo sublime. Con Eduardo en el campo parece que hay 13 o 14 jugadores del Madrid, se multiplica como un gremlin aderezado con agua.

Camavinga

Hace dos temporadas, ya fue determinante en la remontada imposible contra el propio City, pero ayer se consagró definitivamente. Además de jugar como quiso, efectuó dos aportaciones al equipo indispensables en encuentros de esta exigencia: la primera y más obvia fue el gol, nadie es decisivo en Champions por casualidad, y no hay nada más categórico en fútbol que el gol; y la segunda es haber conseguido presionar y defender como un jabalí supersónico durante todo el encuentro sin ser amonestado, sobre todo si se tiene en cuenta el arbitraje consumado por François Letexier.

El tercero en discordia es Fede Valverde, bendecido con la capacidad avasalladora de las grandes masas de agua en movimiento. El uruguayo hace tiempo que se consagró definitivamente, pero a diferencia de otros años en los que su aportación al equipo era más vistosa, esta campaña ejerce una labor estructural indispensable.

Fede Valverde está bendecido con la capacidad avasalladora de las grandes masas de agua

Fede cimenta el juego del Real Madrid y además ofrece las prestaciones de un turbo de geometría variable cuando se le demanda en ataque. Valverde es un centrocampista de amplio espectro con una influencia en el juego absoluta. El Halcón hace tiempo que es un jugador diferencial, uno de los mejores medios del mundo.

Por si fuera poco, coronó su partidazo con un tanto superlativo, Fede reventó el balón con la fuerza de todo lo que tiene dentro, que es mucho. Se la había colocado perfecta un Vini —era su segunda asistencia—, capaz de ofrecer prestaciones determinantes sin necesidad de estar jugando especialmente bien, hecho que le diferencia positivamente de otras grandes estrellas. Un gol capital para mantener las esperanzas de clasificación.

Fede Valverde y Luka Modric

El partido fue una gozada y pone de manifiesto lo necesario de crear una competición como la Superliga. El resultado no fue malo, lo realmente nefasto habría sido perder. Menos factibles parecían los goles de las remontadas de la Catorce que los que necesita el Madrid en Manchester y se consiguieron. Al fin y al cabo, los de Ancelotti solo necesitan hacer una cosa mágica que es ganar, casualmente lo que mejor se le da históricamente.

Si el Madrid solo hubiese ganado eliminatorias sin dificultades en las que era claro favorito, ¿cuántas Champions tendría ahora?

Es preciso resaltar que ayer, quizá por primera vez en las tres últimas eliminatorias, el Madrid ató en corto al City y este pudo generar menos peligro del acostumbrado. Tampoco conviene olvidar que de los tres goles del conjunto citizen, el primero fue un error propio fragrante; el segundo, una maravilla poco habitual y el tercero, casi un milagro. Tal vez 8 de cada 10 partidos como el de anoche acabarían con victoria blanca pero, tal cual se ha dicho antes, estas elucubraciones son estériles, o, como diría Camacho, si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta. Aunque sirven para ponderar las probabilidades de victoria merengue en Manchester y, por tanto, de clasificación para semifinales de Champions.

El equipo blanco, además, siempre ofrece su mejor versión cuando se enfrenta a la máxima exigencia, la que se encontrará el 17 de abril en el Etihad Stadium. Si el Madrid solo hubiese ganado eliminatorias sin dificultades en las que era claro favorito, ¿cuántas Champions tendría ahora?

 

Getty Images.

Foto del avatar
Redactor jefe de La Galerna.

Tweets La Galerna

Cuento en @lagalerna_ el asombro que me produce que los rivales sigan atribuyendo a la suerte nuestras victorias y que piensen que no jugamos a nada. Por mí, y seguro que por Carletto, que sigan igual.

@lagalerna_ Mil gracias a vosotros por compartirlo! ⚽💪🏼 Y millones de gracias a @Gemayema sin ella, esto no hubiera sido posible. 🤍🤍

homelistpencilcommentstwitterangle-rightspotify linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram