José Luis Sánchez: “El Madrid es favorito salvo accidente, pero los accidentes ocurren”

José Luis Sánchez entra desde hoy en el exclusivo grupo de personas que han sido entrevistadas más de una vez por La Galerna. Nos sobran los motivos, como diría Sabina, pero el más inmediato es la publicación de su libro “Miedo en la cara del rival”, así como las puras ganas de conocer sus impresiones a pocos días de la gran Final de Wembley. El libro es un recorrido personalísimo por el último (casi) cuarto de siglo de historia blanca desde la perspectiva de un periodista que lleva todo ese tiempo siguiendo al equipo blanco, muy especialmente en finales europeas como la que ya asoma tras la esquina.

Está muy bien este recorrido de la historia madridista contemporánea desde la óptica de uno de los periodistas que más de cerca la ha atestiguado. Se lee muy rápido y con gusto. ¿Lo escribiste con la misma celeridad y alegría?

Tardé bastante en estructurarlo. Al final lo organicé cronológicamente, no sólo porque era lo más sencillo, sino porque todo lo que cuento va ligado a mi propia peripecia profesional. Una vez fijada la estructura, lo escribí con fluidez. Tengo buena memoria para momentos y vivencias.

Has cubierto, con la que viene ahora, ocho finales, la primera de ellas en 2000, cuando ganamos la Octava y tú estabas en el departamento de comunicación del club. Has traído indudable buena suerte al equipo. No te perdonaríamos que lo estropearas ahora.

Intentaremos no hacerlo. Mi trayectoria cubriendo al equipo es la mejor demostración de que los madridistas somos unos privilegiados.

En tu libro hay reivindicaciones que no pocos abrazamos. Por ejemplo, al referirte a la Décima, dices “con Sergio Ramos como salvador y Gareth Bale como ejecutor”.

Es que el gol de Ramos es el del empate, pero el que encarrila la victoria es el de Bale y esto se olvida. En el libro hablo bastante del fichaje del galés y de lo que supuso. Es el mejor ejemplo de lo injustamente vilipendiado que puede llegar a ser un futbolista del Real Madrid. En cualquier otro club tendría su estrella o su estatua como una de las grandes leyendas de la institución. Creo que el Madrid le protegió, me parece que estuvo a la altura de la leyenda que es. El único crimen de Bale era jugar al golf. No salía por la noche ni iba a fiestas. No se iba a esquiar ni montaba en moto acuática y lo subía a las redes sociales. Su delito era el golf.

Bale es el mejor ejemplo de lo injustamente vilipendiado que puede llegar a ser un futbolista del Real Madrid. Estuvo a la altura de la leyenda que es

Bueno, también estaba el sambenito de que no hablaba español.

Cosa que era mentira. Claro que lo hablaba. Pero no quería hablarlo en público, para que no se tergiversaran sus palabras. Lo mismo hacía Beckham, que off the record usaba contigo el castellano, pero cuando se pronunciaba públicamente prefería el inglés, cosa normal.

En el libro hablas muy bien de Beckham en el trato personal.

Tengo un alto concepto de él, derivado del trato que tuvimos. Siempre fue muy cercano y un profesional intachable. Es el jugador más educado y respetuoso con nuestra profesión de los que he conocido, también el que mejor entendió, ya hace veinte años, de qué va este negocio. Entendió el fútbol como la idea de abrirse al mundo para poder convertirse en el icono mundial que fue y es.

Supongo que tendrás anécdotas suyas.

Una noche, tras un Madrid-Barça que ganamos, me confió que tenía el tobillo reventado. Su cara se veía desencajada. Pero todo esto no le impidió, al doblar la puerta que conducía a zona mixta, tragarse el dolor y departir con los medios con la mejor de sus sonrisas. Teníamos muy buena relación. A veces me utilizaba para responderle preguntas sobre la historia del club. Claro, yo era un profesional del Real Madrid. Por ejemplo, aparecía por allí un veterano no demasiado conocido, y él me preguntaba quién era y con quién jugó. Se involucraba. Forjó un sentimiento madridista que es llamativo en alguien que se había criado en otro grande del fútbol mundial como es el Manchester United, que por entonces, recordémoslo, miraba a la cara al Real Madrid. Coincidimos en algún evento hace no demasiado y estuvo muy afectuoso.

¿Cómo valoras su paso deportivo por el Madrid?

Fue bueno, aunque habría sido mejor de no haber coincidido con una etapa ya demasiado crepuscular del resto de galácticos. Lo cual me trae al actual Madrid. Cuando se llama “los nuevos galácticos” a tipos como Vinícius, Bellingham y Camavinga, no se repara en que estos “galácticos” son de media ocho o nueve años más jóvenes que aquellos. Luego, aparte, tuvo el problema con Capello.

Visto ahora, en perspectiva, no hay quien entienda dicho problema. ¿No era el inglés un profesional ejemplar?

Ya lo creo. Pero Capello era muy suyo. Entendió que un jugador que ha anunciado que se marcha al término de la temporada es como si ya no estuviera.

Absurdo. Nunca lo entenderemos ni los capellistas. Sería como decirle ahora a Kroos que no va a jugar la Final de mañana.

Efectivamente, pero Capello era enormemente estricto y le sentó muy mal el anuncio de su fichaje por Los Angeles Galaxy. Y Beckham aceptó su situación con una profesionalidad sobresaliente, a pesar de que el italiano le hacía entrenar aparte. Los compañeros tuvieron que intervenir. Salgado. Roberto Carlos.

El propio Roberto Carlos confirmó que lo había hecho en el documental sobre Beckham. “Fabio, piénsatelo. Le necesitamos”.

Y se lo pensó, lo readmitió en el equipo y dio unos últimos meses de estancia en el Madrid sobresalientes, resultando muy importante en la Liga del Clavo Ardiendo. Beckham habría ganado más cosas si hubiera llegado antes al Madrid.

No estaba previsto que empezáramos hablando de los británicos en el Madrid. ¿Ves esos rasgos de ejemplaridad de Beckham en Bellingham?

Sin duda. Bellingham es hijo de la admiración que despertaban los Galácticos allá por donde iban. Es un confeso fan de Zidane.

Y tú, ¿eres un gran fan de aquellos Galácticos?

Era una maravilla verlos jugar, aunque es cierto que su cosecha de éxitos es notablemente inferior a la que hemos registrado en la última década. Su caída fue de hecho estrepitosa desde que perdieron aquella Final de Copa con el Zaragoza, y ello originó la dimisión de Florentino.

El otro día, en una charla con Joe Llorente, tuve una epifanía muy simple pero en la que no había caído antes. Este momento de gloria se lo debemos a dos personas, Florentino y Ancelotti, que vienen de dos etapas anteriores en el club. Ambos tuvieron sendos paréntesis, y esta nueva etapa es mejor para ambos. ¿Aprendieron ambos de sus errores ¿Hablamos de dos aprendedores natos?

Sin duda. Ambos tomaron nota de sus errores, y así de bien le va al Madrid. Florentino Pérez tomó a Bernabéu como modelo, pero yo creo que ya le ha superado. Lo creo firmemente. Los últimos años son insuperables institucional, financiera y deportivamente. Su paréntesis, en efecto, le hizo comprender que debía orientar de otra manera su relación con los jugadores. Menos mal que volvió, porque lo que tardas en construir un lustro se puede ir por el desagüe en un par de meses, como vimos.

Florentino Pérez tomó a Bernabéu como modelo, pero yo creo que ya le ha superado. Lo creo firmemente. Los últimos años son insuperables institucional, financiera y deportivamente.

Dices que Florentino ha superado ya a Bernabéu. Yo creo que el gran visionario es Bernabéu, pero que seguir los pasos al visionario en el mundo actual, y replicar su éxito, tiene casi más mérito que haber sido el visionario.

Puede ser, aunque Bernabéu también lidió con un entorno hostil, contra una antimadridismo desatado. Ya lo decía él: “España es un país de envidiosos, y el antimadridismo es el precio que tenemos que pagar por haber tenido tanto éxito”. De todos modos, es verdad que Florentino lidia con un antimadridismo institucional contra el que tiene mucho mérito luchar: UEFA, Federación, Tebas… El Barça pagando a Negreira durante 17 años. Tebas permitiendo las palancas del eterno rival. La Supercopa negociada por el capitán del FC Barcelona junto a la Federación.

Hablas de Piqué. ¿Quieres que te pregunte por los audios en los que usa a Rubiales para desviar fondos de la EUFA a su bolsillo?

Es una vergüenza y apenas ha tenido repercusión en los medios españoles. Pero te hablaba del enorme mérito de lograr todo lo que está logrando Florentino. En la época de Bernabéu no existían los clubes estado. Por cierto, 115 cargos contra el fair play por parte del City y nos dicen que habrá sanción pero que no se sabrá cuál es. Cualquier sanción que no sea deportiva será una broma.

También has mencionado a Negreira. ¿Se hará justicia algún día?

Es muy difícil. Lo justo sería un descenso de categoría y la retirada de todos los títulos ganados con Negreira. Pero, independientemente de que se haga justicia o no, esa mancha les va a acompañar toda la vida. Ya está pasando una cosa que ya no tiene mancha atrás: cada vez que el barcelonismo trata de sacar pecho por aquellos éxitos, alguien les recuerda que se lograron bajo la influencia de los pagos a Negreira. El juicio público lo han perdido.

Volvamos a Florentino. ¿Cuál es su secreto?

Que para Florentino primero es el club, luego el club y por último el club. Cristiano dijo que se quería ir y la respuesta fue: “Ahí tienes la puerta”. Lo mismo con Ramos, Özil, Di María… Todos se arrepienten. Ahora, Florentino ha conseguido que a los futbolistas les importe mucho menos el dinero. Mira a Bellingham, a quien Guardiola tuvo al teléfono durante horas para convencerle de que fichase por el City, club que le ofrecía todo el dinero del mundo, sin éxito. Camavinga y Tchouaméni dijeron que no al dinero del PSG. Ganan dinero, pero renuncian a muchísimo más por jugar de blanco, y es el resultado de la imagen del club que ha logrado proyectar el presidente. Mbappé sabe que va a renunciar a muchísimo dinero por venir. Pero también es consciente de todo lo que va a generar por la vía de patrocinios a resultas de unir su marca a la del mejor club de la historia.

Sin embargo, parece que hay un madridismo para quien esta renuncia aún no es suficiente para perdonarle el desplante, o lo que fuera, de hace dos años.

A todos nos dolió. El madridista no perdona esa mancha en el orgullo. Pero creo que hay situaciones de la primavera de 2022 que nunca se contaron. Las cantidades de dinero y otros activos para los padres que se manejaron no podemos ni concebirlas. Las presiones por parte del gobierno francés son conocidas. Era prácticamente un niño, 23 años. Ese verano hay situaciones que trascendían la capacidad de aguante del chaval.

Lo justo con el Barça sería un descenso de categoría y la retirada de todos los títulos ganados con Negreira. Pero, independientemente de que se haga justicia o no, esa mancha les va a acompañar toda la vida

¿La Superliga, el gran sueño de Florentino, triunfará?

Soy optimista. Hay reuniones relevantes por detrás del telón, pero es muy difícil derribar el statu quo imperante. Fíjate lo difícil que es acabar con la corrupción de la Federación. A nivel internacional sucede lo mismo. Fíjate que la FIFA está en el proyecto de una Superliga en África, pero no ha mostrado la misma sensibilidad para Europa. ¿Por qué? Porque en el fútbol europeo se mueve muchísimo más dinero y por tanto hay muchos más intereses creados.

Hay gente que augura poco futuro a la Superliga porque “al final te cansarás de ver continuamente partidos del Madrid contra el Bayern”.

No, te cansas de ver partidos de equipos turcos contra el Sporting de Braga, con todo el respeto. De grandes partidos no te cansas, como no te hartan tampoco los grandes partidos de baloncesto de la Euroliga, que es un rotundo éxito y es el modelo a seguir.

¿Cómo ves la Final de mañana?

Debería ganar el Madrid salvo accidente, pero los accidentes ocurren. Mira al Leverkusen.

¿Qué sería un accidente?

Un accidente es una expulsión temprana, o una lesión de alguien importante, o un penalti del que no te repones. Pero también un apagón generalizado, o sea, que el equipo no se encuentre. Estas cosas en fútbol pasan. Sin embargo, ya se han subido el Tourmalet y el Alpe d´Huez. Tendría narices que nos estrelláramos en un puerto de segunda categoría, dicho sea con todo el respeto, tan cerca de la meta. Pero cuidado, puede pasar. El Dortmund es un buen equipo, pero no uno que te deba exigir dar lo mejor de ti para poder imponerte.

Bueno, que te peguen tres o cuatro balonazos en el poste propio es un accidente. ¡Pero uno que les pasó ante el PSG! O sea, es posible ganar gracias a una combinación de tus méritos con algunos accidentes. A ellos les ha pasado.

Claro que lo es. Hay gente que se está acordando de cuánto costó ganar la final contra el Leverkusen en 2002, a pesar de que llegábamos con la vitola de ser superiores, y dicen “cuidado, que no nos pase lo mismo”. Pero aquel Real Madrid era muy distinto a este. Aquel Madrid era excelente, pero no tenía ese vigor físico. Este en cambio es una apisonadora. Le aguantas quince minutos, treinta, sesenta. Al final se vale de Vinícius, o de Bellingham o del que sea, pero te pasan por encima. Camavinga. Valverde. Tienes a Rüdiger, que es una garantía atrás. Has recuperado a Courtois. Hay muchos argumentos, demasiados, como para pensar en un disgusto. Pero todo puede ser.

¿Hay otro libro en marcha?

Estamos en ello.

Entrevista: Jesús Bengoechea.