El cliente de Negreira es ese personaje que cuando pierde a las cartas tira la mesa, culpa al crupier y exige repetir la mano con las cartas marcadas. Es un club que, desde hace años, transita por el fútbol europeo como quien intenta llegar a casa borracho sin GPS: dando tumbos, sin memoria y convencido de que el que se equivoca es el camino.
La última muesca de esta tragicomedia tiene nombre propio: Mundial de Clubes. Ese torneo que la FIFA ha remodelado y que reúne este año a 32 equipos. Un escaparate internacional, competitivo, lucrativo, exigente. Y ahí, claro, el cliente de Negreira. No por un capricho. No por una mano negra. No por una conspiración judeo-merengue desde las oficinas de Chamartín. No.
El club ese del que usted me habla no jugará el Mundial de Clubes porque no se clasificó. Punto.
Durante el ciclo evaluado por la FIFA —temporadas 2020/21 a 2023/24—, el equipo azulgrana ha tenido un rendimiento europeo propio del Bayer Uerdingen. Dos salidas consecutivas de la fase de grupos de Copa de Europa. Ridículos continentales contra Benfica, PSG, Inter, Bayern, Eintracht, Roma y un Manchester United en chándal, entre otros. Derrotas, excusas y una relación con la Copa de Europa y con la Europa League digna de película de sobremesa: la empiezan con ilusión y la abandonan con una carta de ruptura.
Y claro, sin méritos en el campo, ¿qué se les ocurre? Exacto: pedir por escrito a la FIFA entrar como suplente del León mexicano, que se cayó del cartel. A ver si cuela. A ver si nos invitan. A ver si nos dan mesa sin reserva.
El club ese del que usted me habla no jugará el Mundial de Clubes porque no se clasificó. Punto
El club que presume de ser més que un club pidió entrar por la puerta de atrás. Como quien no ha sido invitado a una boda, pero se presenta con chaqueta prestada y una sonrisa ensayada. Y cuando la FIFA, en un extraño pero reconfortante momento de sensatez, les dijo que no, que ese lugar correspondía al Los Angeles FC, comenzó la operación “restemos valor al torneo”.
De repente, la prensa afín (ese club de fans con sueldo que aplaude sin cesar todo lo que suena a culé y aúpa a los olimpos del balompié a cualquier chaval de La Masía que medio despunta) se subió a la ola del desprecio. Portadas llenas de sarcasmo, tertulianos con la ceja arqueada y frases recicladas como “es un engendro sin sentido”, “está hecho para que gane el Madrid”, “No lo juego los campeones de las mejores ligas” o la joya conceptual: “es un torneo que carga demasiado a los jugadores”.
Claro, claro. Lo carga... pero solo si no está el cliente de Negreira. Porque si la FIFA les hubiera dicho que sí, estaríamos viendo reportajes de Piqué narrando la historia del club desde el Big Bang, vídeos de Laporta con banda sonora de Hans Zimmer y titulares como:
“El Barça vuelve al mundo para reinar”
“Nuestro ADN ya está en Nueva York”
“Lamine, el emperador adolescente”
Pero no. La FIFA dijo “no” y entonces, el relato se volvió esquivo, resentido, patético. Lo que antes querías jugar con entusiasmo ahora lo llamas “torneo sin sentido”. El mismo torneo que pediste, ahora lo desprecias. Y todo el mundo lo ha visto. Hasta los del Escalerilla (qué habrán hecho los pobres…).
Lo que antes querías jugar con entusiasmo ahora lo llamas “torneo sin sentido”. El mismo torneo que pediste, ahora lo desprecias. Y todo el mundo lo ha visto
Pero claro, cuando un club pasa décadas pidiendo respeto y transparencia mientras pagaba más de 8 millones de euros al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros para comprarse literalmente el sistema arbitral completo Y AÚN NO HA PASADO NADA, que no se olvide, cuando no les han desposeído de los títulos fraudulentamente obtenidos, cuando no les han expulsado del fútbol profesional y cuando no han perdido perdón por lo que hicieron, uno entiende que el sentido del ridículo se lo dejaron olvidado en una caja fuerte de la calle Arístides Maillol.
Porque eso también hay que decirlo: cuando el club más investigado de Europa por corrupción arbitral exige entrar en un torneo que no ha merecido, uno ya no sabe si reír o hacer crowdfunding para regalarles vergüenza ajena.
¿Cómo puede un club que ha estado pagando sistemáticamente al número dos de los árbitros durante 17 años pedir un comodín deportivo?
¿Cómo puede un club investigado por corrupción continuada en el deporte, que ha sido incapaz de rendir en Europa durante diez temporadas consecutivas, exigir un hueco entre los mejores clubes del planeta?
La respuesta es simple: porque están acostumbrados a la impunidad más impune y porque el relato les ha hecho creer que todo se puede justificar. Que lo suyo nunca es derrota, sino conspiración. Que no se equivocan, sino que se les ataca. Que los goles en contra no son errores, sino montaje.
Un club que ha convertido el victimismo en táctica, el “y tú más” en argumento, y el bochorno en línea editorial.
Y lo peor es que no lo esconden. Esta semana, mientras el Real Madrid se prepara para debutar en el Mundial de Clubes como quien saca traje nuevo, ellos publican tuits riéndose del torneo, como el niño al que no le han elegido para el equipo de clase y decide patear el balón al río.
Todo esto no sería grave si no fuera tan repetido. Porque el barcelonismo no sólo no aprende, sino que insiste en disfrazar su mediocridad reciente de injusticia universal. Han pasado de la élite europea a la autocompasión digital. De Xavi a X, la red social. De Wembley 92 a “me bloquearon por decir la verdad”.
Mientras el Real Madrid se prepara para debutar en el Mundial de Clubes como quien saca traje nuevo, ellos publican tuits riéndose del torneo, como el niño al que no le han elegido para el equipo de clase y decide patear el balón al río
Y en medio, Negreira. Ese elefante en la habitación que ya no cabe ni en el estadio. Ese agujero moral que han intentado tapar con storytelling, con ofendidismo institucional, con artículos sobre dictaduras imaginarias. Pero ahí sigue. Como una llamada perdida de la UEFA. Como una mancha de grasa que no sale del escudo.
Y ahora, fuera del Mundial de Clubes, quieren que lo demás tampoco brille. Porque si yo no estoy, no vale. Porque si yo no gano, no importa. Porque si yo no juego, que se cancele.
Pero el fútbol, señores, no es TikTok. No se borra lo que no te gusta. No se inventa un filtro para los fracasos.
Y aunque pongáis cara de dignidad ofendida, la realidad es esta: no estáis en el Mundial de Clubes porque no habéis hecho nada para estar. Punto.
Y pedirlo por carta, para luego despreciarlo en redes, no es estrategia.
Es el comportamiento de quien no sabe perder... ni callar.
Les dejo deseando que nuestro equipo comience con éxito su andadura por esta nueva competición y recordándoles que ser del Real Madrid es lo mejor que una persona puede ser en esta vida… ¡Hala Madrid!
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Dejar de formar parte de algo grandioso no debe ser fácil. De hecho, no lo es. Algo así me pasó cuando dejé de vivir en Roma. Pasé allí el tiempo suficiente como para sentirme parte de la ciudad, incluso llegué a ser ciudadano romano. Algo que hace siglos era sinónimo de alcanzar el éxito y la prosperidad. Amo Madrid, pero Roma… es Roma.
Un buen día todo terminó, tocó hacer las maletas y volver a casa. Uno no suele darse cuenta de lo que va a echar de menos las cosas hasta que las pierde. Mi regreso a España coincidió con el éxito de la película La Grande Bellezza. Independientemente de que te guste Sorrentino y el argumento del film, es innegable que la película ofrece un constante disfrute de la enorme belleza de la ciudad. Al final, cuando el director nos hace volar por encima del Tíber, una angustiosa sensación de pérdida se apoderó de mí. De repente, caí en la cuenta de que aquellos atardeceres (y algún amanecer), el omnipresente rumor del agua, la mezcla de olor a helado, queso fundido y al mejor café, los altares improvisados a la Virgen, sus omnipresentes ruinas milenarias, las estatuas parlantes que aún siguen teniendo voz, el imponente barroco, sus leyendas, su caos organizado, el poder del Vaticano, las terrazas del Tíber en verano… todo seguiría sucediendo, aunque yo ya no estuviera allí. Reconozco que era un pensamiento algo arrogante por mi parte. Como si la ciudad me debiera un gesto de despedida. Lo sé, no tenía sentido. Pero me dolió pensar que todo lo vivido, para la ciudad, no significó nada. Y en verdad era así.
Estos pensamientos me vinieron a la mente recientemente al acordarme de Carlo Ancelotti. En estos días de extraña pretemporada adelantada, con nuevo entrenador y carrusel de fichajes pre Mundial de Clubes, se me hacía raro ver que todos los focos apuntaban a Xabi Alonso, a Trent, a Huijsen y, ahora, a Mastantuono. La gente sólo hablaba ya del “nuevo Madrid”. Para rematar, vi a Ancelotti dando órdenes a Vinícius, pero vistiendo la canarinha. Entonces me pregunté: ¿Qué ha pasado? ¿Cómo ha podido suceder todo esto tan rápido? ¿Qué estará pasando por la cabeza del míster?
Al igual que el Imperio romano, el Real Madrid paga a sus héroes con gloria. Carlo Ancelotti la alcanzó y por eso siempre será recordado. Espero que nunca le quepa la menor duda. Ci mancherai, míster
Carlo también dejó Roma hace muchos años, donde fue leyenda como futbolista. Supongo que la experiencia le serviría para aprender cómo son las despedidas de los lugares y entidades emblemáticas. Para mí, Roma es a las ciudades lo que el Real Madrid es al fútbol. Es la capital de todo. El “caput mundi”. Al igual que pasó conmigo, Carlo se fue y toda la ciudad seguiría funcionando, sin detenerse para mandar un “arrivederci” siquiera. Como sucede ahora mismo con el Madrid. Por eso, por si a Ancelotti le estuviera asaltando la sensación de que el Real Madrid ha pasado su página demasiado rápido, yo quisiera decirle que le echaremos de menos. Porque aparte de un gran tipo es el entrenador con más títulos de la historia del club. Que todos los éxitos que seguro llegarán en los próximos meses también serán en parte gracias a él por enseñar a ganar a unos chicos tan jóvenes. Y que cuando lleguen momentos difíciles, en partidos o eliminatorias, pensaremos que todo puede ser posible gracias a esa genial locura que era su Real Madrid.
Al igual que el Imperio romano, el Real Madrid paga a sus héroes con gloria. Carlo Ancelotti la alcanzó y por eso siempre será recordado. Espero que nunca le quepa la menor duda. Ci mancherai, míster.
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En La Galerna hemos decidido analizar los posibles fichajes del Real Madrid desde dos ópticas distintas, ciencia contra arte, probeta versus poema.
Hemos sometido a análisis los mismos nombres para dos analistas de distintas (digamos) tendencias. Nombre por nombre, la materia gris de Alberto Cosín y la materia ¿verde? de Fred Gwynne han emitido sus veredictos de acuerdo a sus criterios, ciertamente disímiles.
De hecho, ambos comenzarán por explicar someramente en qué consisten dichos criterios. Luego, procederemos futbolista por futbolista a la luz de ambas acreditadas lupas.
A la hora de examinar posibles fichajes del Real Madrid, o los jugadores que ya han sido contratados por el club, utilizo criterios subjetivos y personales tras ver diferentes partidos de ellos durante la temporada. Analizo sus cualidades técnicas, su desempeño táctico o sus aptitudes físicas a lo largo de su carreras en los diferentes equipos en los que han jugado.
El “Análisis del buzo de fontanero enfocado al desarrollo deportivo”, conocido en la escuela del conductismo por el Método Gwynne, tiene sus orígenes en “La teoría de la jeta” de Santiago Bernabéu.
Bernabéu creía que para fichar a un jugador eran tan importantes los rasgos de su cara, su fisonomía, como sus habilidades futbolísticas. En esos rasgos residía el carácter, la personalidad, la actitud necesaria para jugar en el mejor equipo del mundo.
He intentado seguir su modelo y, desde el mayor de los respetos, perfeccionarlo con las infinitas posibilidades que nos brinda la tecnología, la IA, el panenkismo y los nuevos tiempos futbolísticos.
Para puntuar (0-10) a un jugador tengo en cuenta (o no) los siguientes parámetros:
Wikipedia: Ahí está todo, simplemente hay que saber interpretarlo. Nombre, fecha de nacimiento, trayectoria, estadísticas. ¿Para qué vas a fichar un delantero si ha marcado 8 goles en las dos últimas temporadas?
Cara: Hay que fijarse en lo que se ve y en lo que no se ve. En algunas ocasiones la primera impresión es la que cuenta, en otras hay que ir más allá. Ver lo que hay detrás de esa sonrisa hierática, de esa expresión bobalicona o de esos ojos de besugo es una cuestión de practica o de mirarse al espejo.
Boca abierta: La boca abierta y los brazos simiescos suelen ir de la mano, son complementarios. Hay que buscar muchas imágenes del fichaje y hacer una media de la abertura de la boca, tanto en esfuerzo como en parado. Más que rasgos fisionómicos son una actitud ante la vida, una forma de ser. Tienen que ver con la adolescencia, con esa época en la que la sangre fluye más por la entrepierna del jugador que por su cerebro, con esos años en los que los brazos llegan hasta las rodillas y la boca, siempre abierta, emite sonidos guturales ininteligibles. Mi mujer, profesora y experta en la evaluación de estos individuos, me suele comentar que estos rasgos se magnifican cuando se ven forzados a responder cualquier pregunta.
—Mikel, ¿puedes despejar la X de la ecuación?
Y Mikel, ahí, en la pizarra, mirando a mi mujer, con cara de acabarse de despertar, los brazos largos como remos y la boca abierta, dice algo como…
—Uhm.
(Nota importante: la adolescencia en algunos jugadores puede sobrepasar los 47 años).
Buzo fontanero: la prueba del buzo del fontanero es como la prueba del nueve, no es definitiva, pero te acercará mucho a la verdad. Antes de fichar a un jugador hay que imaginárselo vestido de fontanero, con su mono azul de arriba abajo, su caja de herramientas colgada al hombro y una llave inglesa, o grifa, en la mano.
Olvídate del uniforme, no visualices al jugador con la indumentaria del Real Madrid. Hacer eso es engañarte a ti mismo, es imbuir al posible fichaje de un aura que todavía no le pertenece.
Tienes una fuga en el baño, has llamado al fontanero, suena el timbre de la puerta, abres y te encuentras a, pongamos, Cubarsi, o a Ábalos, que esto vale también para políticos. No sé, piénsalo. No son jugadores, son fontaneros. Mira su cara, los brazos, el buzo con la leyenda “Desatascos Mercado” a la espalda. ¿Tú les dejarías entrar a tu casa a arreglarte el baño? ¿Son de fiar? Pues eso mismo pasa con los fichajes. Imagina, visualiza y decide. ¿De qué te vas a fiar más, del buzo de fontanero o de ese video panenkita de Amazing Skills, Goals & Assists?
Puntuaciones del 0 al 10.
Un central de gran proyección que ya es realidad es lo que ha fichado el Real Madrid con el hispano-neerlandés. Elegido entre los mejores zagueros de la Premier en un curso en el que no empezó como titular, pero lo acabó consolidado e idolatrado por la afición del Bournemouth. Huijsen es un defensa diestro de origen, pero que terminó por ser ambidiestro a causa de la insistencia de su padre para utilizar la zurda. Puede jugar en los dos perfiles y domina como pocos con balón. Le gusta mucho anticipar, sale de posición con valentía a la disputa y goza de gran lectura del juego. Por arriba, casi roza los dos metros, es un valladar.
Seguramente, el Real Madrid va a tener al mejor defensa con balón desde Fernando Hierro. Incluso un poco por encima de Sergio Ramos. Su capacidad para filtrar balones y superar líneas es magnífica. Tiene también en precisión para cambios de orientación en largo con las dos piernas y ya se le ha visto conseguir asistencias de gol desde la zaga. Una de las posibles dudas es su intensidad. Hay partidos en los que sí la ha demostrado y en otros en los que ha dejado más dudas, como el día del Manchester City, en el que en varias acciones pecó de blando. Es una cualidad clave para ser defensa madridista y triunfar en la casa blanca.
Wikipedia: -2. Que pases por la Juve y la Roma, dos equipos italianos, no te fiche ninguno de los dos, y acabes en el AFC Bournemouth, un club al que nadie ha visto jugar en su vida y solo conoce Alberto Cosín, computa por un -2.
Cara: Me da que con Bernabéu no pasaba el filtro. Dudo. 5
Boca abierta: 7.
Brazos simiescos: 6,2
Buzo fontanero: la factura la va a rellenar correctamente, no te va a soltar, así de sopetón, un “hay que sanear” que te va a dejar con una angina de pecho a punto de caramelo. Huijsen va a ser un trabajador honesto. Eso sí, el baño quedará como un bebedero de patos, exactamente igual que antes de su llegada. Es un completo inútil, tirarás el dinero. Tu cuñado, el quita que tú no sabes, te lo dejaría igual y no te cobraría nada. 4,9.
Nombre: Dean Donny Huijsen Wijsmuller: -5. Nunca, jamás, hay que fichar jugadores holandeses. Especialmente a los del Ajax, esos son los peores. Es este caso, y teniendo en cuenta que ese Wijsmuller puede ser algún antepaso descarriado de Tarzán, le he valorado con un -5. La generosidad nunca está de más. Ser malagueño y no holandés le ha salvado de una quema mucho mayor.
Se llama Dean Donny, ¿cómo coj… vas a ser central del Real Madrid llamándote Dean Donny? parece el nombre de un Donuts o de un nuevo Satisfayer.
¿Has probado el nuevo Dean Donny con sabor a maracuyá?
HUIJSEN "Tarzán" Wijsmuller.
Nota media: 2,22.
Índice corruptor: -1.
TOTAL: 1,22.
VALORACIÓN: VENDER al Mónaco.
El lateral ferrolano ha tenido una progresión impactante en la temporada 2024-25. Pocos podían predecir un futuro como este hace apenas año y medio, cuando estuvo en el Granada y era el suplente habitual de Carlos Neva para Paco López y ‘Cacique’ Medina. Carreras conoce ‘La Fábrica’ y podría volver a vestir de blanco en pocos días. En el Benfica ha demostrado ser un lateral sólido, fuerte, que defiende hacia adelante, mejorando cada vez en este aspecto por su valentía y decisión, sin perder un ápice de proyección ofensiva en sus subidas al ataque. Sobresale también por su conocimiento del juego y sentido táctico al interpretar lo que debe hacer en cada momento por su carril. Fuerte en los duelos, saltó a la palestra en los medios un buen marcaje que le hizo a Lamine Yamal en la Champions League. Tiene un buen manejo y contacto de balón con la pierna izquierda, zancada en carrera y es sutil para poner centros y asistencias. También su altura de 1,86 es un plus para las jugadas aéreas. Además, su versatilidad le permite jugar como carrilero o incluso de central en una línea de 5, como se ha podido ver en varios encuentros con el Benfica.
Tras no cuajar la operación Alphonso Davies, 50 millones por el gallego, tal vez pueda ser un coste algo elevado, pero es un lateral de enorme futuro y que ya tiene experiencia europea. El Real Madrid necesita un jugador con vitola de titular por la banda izquierda y Carreras tiene muchas características para triunfar en el Bernabéu. Ahora solo le faltaría demostrar que no le pesa la camiseta del conjunto blanco. Es una elección del gusto de Xabi Alonso
Wikipedia: evaluación complicada. Me veo obligado a hacer la media para tomar una decisión:
Nombre: Álvaro Fernández Carreras. Bien. 6
Lugar de nacimiento: gallego, de Ferrol. Igual que Franco Mastantuono. 4,6.
Trayectoria: Real Madrid Cadete, crece, Real Madrid Juvenil, crece más, lo ficha el Manchester, lo cede a un equipo inglés que no existe, lo cede al Granada, que sí que existe, lo cede al Benfica, que, además de existir, es el mejor equipo de Portugal. 4,4.
Estadísticas: 44 partidos esta temporada. 3 goles y 5 asistencias. Hay que mejorar. 4,7.
Media wikipedia: 4,9.
Cara: 7. Espabilado.
Boca abierta: ni fu ni fa. Más bien fa. 5,1.
Brazos simiescos: 7,6.
Pelo: 1,4. AY. ¿Ese repeinado de los 80 es un homenaje a Sergio Ramos, a Los Pecos o a Pancho de Verano Azul?
Buzo fontanero: Todavía es novato, su padre, harto de que haya repetido cuarto de la ESO, le ha dicho un “hasta aquí hemos llegado”, le ha plantado el mono de “Fontanería Consuegra” y se lo ha llevado de aprendiz el sábado a las seis de la mañana. Yo le abriría la puerta, va por buen camino, llegará a tener su propio taller: 7.
Nota media: 5,5.
Índice corruptor IA: -0,5.
NOTA FINAL: 5.
El valenciano es otro de los laterales izquierdos que ha sonado como refuerzo madridista. Su principal ventaja es que ha sido el lateral de Xabi Alonso en el Bayer Leverkusen y lo conoce a la perfección. Un lateral internacional y campeón de la Eurocopa con España y con mucha experiencia en Alemania y Portugal. Grimaldo es un lateral ágil, concienzudo tácticamente y con enorme vocación ofensiva. Su golpeo con la izquierda es, sin duda, uno de los mejores del mundo en su posición, rivalizando con el italiano Dimarco. Un futbolista muy regular que con los años también ha mejorado su eficiencia defensiva. Puede jugar tanto en defensa de cuatro, como lo ha hecho en la selección española, como de carrilero. Su corta estatura de 1,71 le pone en una situación parecida en aspecto físico a Fran García.
El debe que puede tener para fichar por los blancos es el combo de precio + edad. En septiembre cumplirá 30 años y su precio de traspaso ronda los 30 millones de euros. Una operación que el cuadro madridista no suele hacer, ya que busca perfiles más jóvenes para amortizar los fichajes. Por calidad y situación del mercado actual en cuanto a los laterales izquierdos, Grimaldo tiene calidad contrastada para jugar en el equipo merengue.
Wikipedia: 7,8. Ha pasado por las categorías inferiores del Valencia y del Barcelona. Militar en el Barcelona, o ser muy culé, contrariamente a lo que la gente cree, es algo positivo. No hay ningún jugador en la historia que haya pasado por los dos clubes y no haya acabado siendo más madridista que Bernabéu. La grandeza les alcanza.
Cara: 6. Te derrite con su mirada. Juraría que me paró en un control y me hizo la prueba de alcoholemia hace unos meses. Bien.
Boca abierta: 5.
Brazos simiescos: 7,1.
Buzo fontanero: 1. Le doy con la puerta en las narices y le denuncio a la Guardia Civil por usar la tijera cortatubos con la tubería del gas.
Total media: 5,38.
Índice corrector: +2.
TOTAL: 7,38.
FICHAR.
El jugador de River es el último producto salido de la inagotable cantera argentina. El Real Madrid lleva más de un año sondeando su fichaje y en las últimas semanas ha vuelto a sonar con fuerza. Parece que el chico solo quiere vestir de blanco y descartaría otras opciones económicas superiores. Mastantuono, actualmente, se desenvuelve volcado a la parte derecha en el ataque millonario, aunque también ha tenido momentos en zonas más interiores. Su mejor cualidad es su calidad técnica y su pierna izquierda. Es un jugador más ágil que veloz, hábil, con despliegue ofensivo, regate en espacios reducidos y de ritmo con la pelota. Recibe y gira bien entre líneas, y posee visión para filtrar balones y dar el último pase al espacio para asistir. Su disparo desde cualquier distancia es fantástico y es un especialista en los tiros libres y sacando todo el balón parado.
Una duda respecto a su fichaje por el Real Madrid es si su perfil puede ser parecido al de Arda Güler y su compatriota Nico Paz. Ahora tiene más vocación ofensiva, pero no es descartable que en Europa y con los años baje su posición a áreas más retrasadas y del mediocampo. También deja interrogantes su acoplamiento a un fútbol más intenso, físico y rápido como es el europeo. Le puede faltar algo de velocidad para jugar tan arriba en el viejo continente, visto su papel actual en Sudamérica, en el que hay más espacios para desarrollar su estilo de juego.
Wikipedia: 9’4. Inmaculada. 17 años y ya titular en River Plate.
Cara: 8,7.
Boca: 8.
Brazos simiescos: 8.
Buzo fontanero: 9.
Nombre: 10. Franco Mastantuono. No perdamos la oportunidad de que nuestros queridos portanalistas gocen de esos juegos de palabras que tanta gloria nos han dado. Mi única pena es que no se apellide también Guruceta. Franco Guruceta Mastantuono sería perfecto. Las insignias de Oro y Brillantes regaladas al caudillo, las recalificaciones del Camp Nou, la Medalla de Oro, la estrecha connivencia entre Franco y el Barcelona tendrá por fin el homenaje tan deseado y merecido.
¡GOL, GOL DE FRANCO AL BARCELONA!
No descarto que más de un culé llore de la emoción.
TOTAL: 8,85.
FICHAR.
Artículo escrito por Alberto Cosín y Fred Gwynne.
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El ser humano aprende a una edad temprana que en la vida todo tiene un final. La fuerza de la costumbre nos educa casi tanto como la inevitable marcha de la vida, ese mecanismo oculto que obedece a las leyes escritas por la naturaleza. Por ello, aunque nos cueste, la despedida del ser querido tiene un ritual en la vida de nuestra tribu. Desde decir adiós a un ser querido hasta la ruptura amorosa, el ser humano convive con la pérdida de forma obligatoria. Hay religiones que dan una explicación o una base teórica para transitar el duelo. En literatura, el subgénero de la elegía ha parido obras inconmensurables que nos educan y conforman. Sin ir más lejos, en nuestra lengua la elegía ha dado frutos universales como las célebres Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique o la archiconocida composición de Miguel Hernández a su amigo Ramón Sijé. Piezas únicas que nos enseñan a transitar por un episodio de la vida que cuesta y sobrecoge.
Inevitablemente, en el deporte tenemos otra oportunidad para aprender a despedirnos de las personas. El fútbol no deja de ser una escuela de vida y cuando asistimos a la despedida de nuestros ídolos, algo de nosotros se apaga con ese adiós. Es el ciclo de la vida, el trago amargo después de tanta dicha. Para los madridistas, ese último capítulo se produjo el pasado sábado. La despedida que todo el madridismo dio a Carlo Ancelotti y a Luka Modric pasará a los anales del club. Todo el Santiago Bernabéu puesto en pie para rendir honores a dos de nuestros héroes más laureados. Millones de espectadores en todo el mundo estuvieron unidos a los hinchas que poblaban las gradas del estadio. Por supuesto, el amor por dos de nuestros hijos predilectos nos une en un destino universal. Así se despide a las leyendas.
Lejos de vivirlo de forma traumática, el club ha sabido dosificar las emociones. Pasadas unas horas se oficializó la llegada de Xabi Alonso. El fichaje del técnico vasco era un secreto a voces, pero ver materializado el deseo en la mismísima realidad siempre alegra a los corazones. El donostiarra llega tras haber logrado el mayor éxito deportivo en la historia del Bayer Leverkusen. A pesar de su corta carrera como entrenador, Alonso suscita el consenso de la crítica y el público. Desde el mourinhista hasta el panenkita, todo el mundo del fútbol respeta a Xabi Alonso.
Siendo el fútbol un mundo tan exacerbado, la llegada de un entrenador que unifique a una masa social es buena cosa. Tanto es así que en los últimos meses me sorprendía ver a propios y extraños esperando a Alonso como quien espera la parusía. Tantos años viendo fútbol y todavía hoy me fascina el entusiasmo natural y sincero. El fútbol debe ser un refugio contra la tormenta, un bastón para caminar. A veces olvidamos que lo más importante para el aficionado es el disfrute. O, al menos, debería serlo.
Siendo el fútbol un mundo tan exacerbado, la llegada de un entrenador que unifique a una masa social es buena cosa
Algo de todo esto vino a decir Xabi Alonso en su presentación como entrenador del Real Madrid. Durante su puesta de largo, Alonso soltó: "Quiero encender a la afición porque así nuestra fuerza será imparable". Más allá de su excelente discurso, esta referencia directa destaca por su propio peso. No me parece baladí que el entrenador de un equipo quiera que sus aficionados se enorgullezcan del mismo. Es un primer paso muy esperanzador.
Y si bien es cierto que Ancelotti ya forma parte de la selección de fútbol de Brasil, con Luka Modric aún tenemos una última cita. El centrocampista croata tiene en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA la ocasión perfecta para una dulce despedida. Si Dios quiere, el último partido de Modric con la camiseta del Real Madrid será el próximo domingo 13 de julio. Marcharse en una final es puro Real Madrid. Pero igual, pase lo que pase, el destino querrá que nuestros caminos se vuelvan a unir. Por eso, admirados Carlo Ancelotti y Luka Modric, nos volveremos a ver.
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-Courtois: NOTABLE. No se le exigieron milagros, pero paró las que había que parar.
-Lucas Vázquez: APROBADO. Sin excesivos problemas por su banda y alguna buena incorporación.
-Fran García: APROBADO ALTO. Firme en defensa y ayudando en la creación.
-Asencio: APROBADO ALTO. Pétreo.
-Alaba: APROBADO. Discreto hasta la lesión.
-Tchouaméni: APROBADO ALTO. Sostuvo bastante bien el equilibrio como centrocampista. También sobrio como central.
-Valverde: APROBADO ALTO. Batallador.
-Güler: NOTABLE. Deslumbrante primer tiempo, más apagado en el segundo.
-Brahim: APROBADO ALTO: De más a menos, como el equipo.
-Vinícius: NOTABLE. El máximo creador de peligro del Madrid hasta que fue reemplazado.
-Endrick: APROBADO ALTO. Dejó grandes muestras de calidad.
-Camavinga: APROBADO. Compensó el atolondramiento que le acompaña durante gran parte de la temporada con alguna incursión meritoria. Rezando por su lesión.
-Ceballos: APROBADO. Discreto.
-Bellingham: SUSPENSO. No entró en juego los minutos que tuvo.
-Rodrygo: SIN CALIFICAR.
-Ancelotti: APROBADO. Planteó un gran primer tiempo, pero el equipo se le desmoronó en el segundo, pese a que pudo ganar.
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Hacía un tiempo que este humilde cronista, bípedo implume, no aparecía por estas páginas de La gloriosa Galerna. Cavilaba apenas un día atrás sobre esta ausencia sobrevenida por causas propias de la vida, mientras me percataba de la cura de humildad implícita, pues ni siquiera el insigne editor, Jesús Bengoechea me reclamaba, mucho menos los lectores, que tampoco uno aspira tanto. Sin embargo, ayer mismo, la ocasión la pintaron calva, de forma sobrevenida, en uno de esos giros ligeros del destino que cuajan en anécdotas que uno recuerda toda la vida.
El responsable indirecto del sucedido fue el citado Bengo, que me cursó una invitación imprevista, aunque mayor relevancia tuvieron los Summers: David, escribidor y cantante de canciones memorables, coreadas y bailadas por media humanidad; y su hijo Dani, tan hábil y sensible con las cuerdas de su guitarra como con las de su garganta. De casta le viene al galgo, de tal palo tal astilla, y honra merece quien a los suyos se parece cabrían como anillo al dedo del momento, pues el retoño del titán nos ofreció su talento en un recital memorable junto a su socio musical, Álvaro de Juana.
En el Búho Real, no podía ser en otro sitio, ese nombre sugerente de la nocturnidad y ese adjetivo que acompaña nuestros anhelos deportivos, bailamos y coreamos clásicos del rock´n roll y saboreamos sus temas propios —como el que titula esta pequeña historia—, ésos que Dani escribe con papel, bolígrafo y guitarra. También cupieron versiones españolas para el regocijo de los presentes que abarrotamos el local, entre otros, el famoso El Imperio contraataca de Los Nikis.
Y aquí, en este momento es donde esta sencilla narración adquirió su enjundia, mínima comparada con la relevancia de los asuntos medulares de la existencia, pero con las coincidencias precisas para llamar la atención de los presentes, básicamente Jesús Bengoechea (al que nombro por tercera vez, y juro que jamás volveré a nombrarle tanto, pues está lejos de merecerlo) y el narrador.
Resultó que Emilio, la voz de los Nikis en los ochenta, subió al escenario para cantar junto a Álvaro y Dani su himno más recordado. Aun con el paso de los años, su timbre resulta inconfundible, estridente para llamar la atención de las conciencias libérrimas. Precisamente, uno de los versos del Imperio refiere la victoria de nuestra selección sobre la de Yugoslavia por “veinte puntos arriba”. No es que uno quiera presumir, que a estas alturas es una conducta que engendra escasos beneficios, pero un servidor pisó la cancha del citado encuentro. Y así se cerró el círculo del relato: madridistas insignes, los Summers; música, clásicos y vigentes; y el abrazo que nunca antes se había producido entre el intérprete de un cantar épico-sarcástico y uno de los guerreros que, vaya a saber usted por qué, terminó junto a sus compañeros en el verso de una canción.
Fotografías Jesús Bengoechea y Getty Images
Última jornada de la primera fase de la Champions League y el Real Madrid visita Guingamp, donde juega sus partidos como local el Brest. Los franceses irán con todo a un choque en el que tienen opciones de entrar en el top 8 si ganan a los blancos. Un encuentro histórico en el que reciben al rey de la competición. El técnico Eric Roy no dispone de Jonas Martin, Massadio Haidara, Jordan Amavi, Julien Le Cardinal y Bradley Locko por problemas físicos para el partido. En su habitual formación de 1-4-3-3 el once probable es el formado por Bizet en portería; Lala, lateral derecho, Pereira Lage en el izquierdo; Ndiaye y Chardonnet como centrales; en el medio, Magnetti, Fernandes y Favre; por la derecha, del Castillo, por la izquierda Sima; en punta, Ajorque.
Equipo correoso y complicado de vencer en su feudo en esta Champions. Se puede adaptar a distintas ideas, pero es probable que en los primeros minutos salga con fuerza, realice una presión alta e intente dificultar la salida de balón blanca. La línea defensiva se colocará muy alta mientras que los medios apurarán en zona de tres cuartos y los jugadores de banda ahogarán por los carriles. Con el paso de los minutos, y en función del resultado, lo normal será ver a un equipo que replegará en bloque bajo siendo compactos y buscará reducir los huecos entre líneas, dejando más libres las bandas para que a los madridistas le cueste atacar y se atasquen ante una defensa cerrada.
Pueden buscar una salida pausada y a ras de césped o directamente un balón largo para ganar las segundas jugadas. Por tanto, se saltan en muchas ocasiones la línea del centro del campo y la conexión es zaguero-punta. En el caso de recibir una presión intensa de los adversarios utilizan el recurso de los balones largos, normalmente con los dos centrales como ejecutores. El plan es que Ajorque, que es un jugador que trabaja bien de espaldas y que domina el juego aéreo, se pelee con los centrales, baje el cuero y descarguen a los centrocampistas que vienen de cara o prolongue para la velocidad de los futbolistas de bandas. Una premisa de Roy es no generar pérdidas cerca de su área que puedan desembocar en ocasiones de peligro para su marco.
En el último partido contra el Shakthar, su habitual solidez defensiva se vio resquebrajada y los ucranianos le generaron muchas ocasiones de gol. No ha sido la tónica de la competición en la que se han mostrado duros, fuertes y expeditivos atrás, a diferencia de su rendimiento en la Ligue 1. Es un equipo con un sistema defensivo eficiente, con una defensa contundente, que no se complica y que recibe ayudas contantes. Además, en las transiciones repliegan bien, fundamentalmente por las bandas. Por último, en el juego aéreo tienen potencia en ambos centrales, pese a no ser excesivamente altos, y en el medio, Camara, como stopper, suele incrustarse entre ellos para ayudar en esta faceta.
El acierto de cara a gol es uno los éxitos europeos del Brest. Ante un equipo como el blanco buscará mucha contención y contragolpes rápidos. Explotar los espacios que pueda dejar el Real Madrid cuando pisa el campo contrario con muchos hombres y los laterales abiertos. El objetivo será encontrar a jugadores de calidad, como Sima y Ajorque, con la posibilidad de correr. El Brest ha demostrado ser un equipo que puede sorprender y que ante su gente se crece y no ve nada imposible. El Real Madrid debe conceder pocas opciones para ello, porque entonces se convierten en todavía más peligrosos. Especial atención también en la zona ofensiva y de construcción a futbolistas como Del Castillo y Faivre.
Equipo pragmático, disciplinado y efectivo el que ha construido Roy. Un conjunto adaptable a distintos planes de juego según en función del rival y también si juega en casa o a domicilio. El juego directo forma parte de su ADN y lo dominan a las mil maravillas, pero también son capaces de construir y jugar con la pelota y de buscar la contra en velocidad y aprovechando los espacios. Frente al Real Madrid, si no dispone del balón, se espera que el Brest juegue mucho de forma directa, con pases largos y aéreos, basando mucho de su éxito en Ajorque, y también robando y saliendo rápido, principalmente por las bandas en pocos toques y muy directo.
Ajorque es un delantero gigante, inconmensurable por arriba y que es complicado de defender gracias a su 1,96 m. El francés, cedido por el Mainz, es el máximo realizador de equipo en lo que va de temporada, aunque curiosamente no ha marcado todavía en la Champions, pese a realizar más de una notable actuación personal. A pesar de su estatura, engaña porque tiene un notable nivel técnico y un toque sutil. No es demasiado rápido, pero sabe utilizar su cuerpo, aguanta el balón, descarga muy bien de cara, y su mayor peligro es el juego aéreo al ser un excepcional cabeceador. Mucho trabajo para Rüdiger y Asencio o Tchouaméni.
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En Madrid ya puede lucir hoy un sol esplendoroso que si un ejército desalmado se encarga de contaminar los registros meteorológicos más consultados y dejar por escrito que hoy diluvió, dentro de 15 años, un señor de Marruecos o una señora de Pekín estarán convencidos de que el 10 de enero de 2025 Noé navegó por la Castellana. Y algunos recordarán incluso haberlo visto saludar desde el arca con la manita.
Hay un arte donde el nombre del FC Barcelona brilla inscrito en letras de oro: el arte del falso relato. Y tiene mérito, no es sencillo travestir la verdad de manera tan burda y que funcione tan bien durante tantos años. El último ejemplo, la definición de villarato que aparece en Wikipedia si uno introduce el término en Google.
El término villarato fue acuñado por Alfredo Relaño para definir tanto el periodo de mando como la particular forma de ejecutarlo de Ángel María Villar al frente de la RFEF. Y también su proceder característico con los intereses del FC Barcelona.
En este tiempo, entre otros hechos singulares recopilados por el propio Relaño, el Barça se retiró de la Copa porque sí. Corría el año 2000, como el partido de ida lo había perdido contra Atleti por 3-0 y para el de vuelta muchos de sus holandeses habían sido convocados con su selección y además contaban con algún lesionado, les venía mal jugar. Podrían haberlo hecho porque superaban el mínimo de integrantes de la primera plantilla necesarios, siete, y además ya gozaban de La Masía, paradigma de la bondad en el mundo. Sin embargo, el capitán Guardiola, adalid de los valors, escenificó la espantá ante Díaz Vega y millones de televidentes. ¿La sanción teórica? Un año sin participar en la Copa del Rey. ¿La real? Ninguna, porque Ángel María los indultó. Villarato magnánimo.
En 2003, el club cliente de Negreira andaba preocupado porque había que compaginar la participación en un partido de liga de Ronaldinho con el descanso necesario del jugador y un encuentro con Brasil. El villarato volvió a funcionar de maravilla y Ángel María hizo lo preciso para que el partido contra el Sevilla se jugase a las 00:05. Y se jugó. Con Del Nido (antes de entrar en la cárcel) en el palco junto a un Laporta al que además le venía de maravilla, porque el encuentro terminaría cuando las discotecas están en su mejor momento de la noche.
No conviene olvidar el asunto del cochinillo, la botella de cristal y el resto del ajuar que lanzaron a Figo y a sus compañeros madridistas en el Camp Nou. Se ordenó el cierre del estadio, aunque todos sabían que jamás tendría lugar. El Barça siguió el paripé y recurrió a la justicia ordinaria, a pesar de que entonces había un pacto para no hacerlo. Mientras tanto, la RFEF modificó el artículo 118 de sus estatutos y el cierre se convirtió en sanción económica. 4.000 euros. Probablemente menos de lo que Jan se gastaba en cava una noche cualquiera en Luz de gas. El villarato seguía carburando.
Roberto Carlos sufrió un Mecherazo en el Camp Nou que le causó una brecha. Ahí directamente no hubo ni cierre ni multa. Si no iban a cumplir la sanción, ¿para qué ponerla? Villarato eficiente que ahorraba tiempo y complicaciones.
En otra ocasión, el FC Barcelona decidió que Xavi y Puyol no fuesen a una convocatoria con la selección española (¿tendrían en cuenta este mérito para conceder el Príncipe de Asturias al Sr. Hernández?), adujo que estaban lesionados, porque había partido de Supercopa contra el Espanyol menos de cinco días después del encuentro internacional. Un futbolista que no acude a una convocatoria con su selección por lesión no puede jugar con su club hasta cinco días después. Xavi y Puyo jugaron. Los periquitos reclamaron y el villarato se encargó de que no pasara nada.
Hubo más, por supuesto. Y no solo hubo más, sino que el villarato sufrió una aceleración a partir de 2004. En las elecciones a la RFEF de ese año, tanto Madrid como Barça comunicaron que iban a apoyar al candidato que se enfrentaba a Villar, Gerardo González. Sin embargo, Laporta cambió a última hora de parecer, seguramente aconsejado por Gaspart, ya por entonces vicepresidente de la Federación, que le diría que al Barça le iría mejor apoyando a Ángel María. Y así fue. Los años han demostrado el FC Barcelona obtuvo enormes réditos de aquella traición de Laporta. Lo reconoció uno de sus vicepresidentes, Alfons Godall. El villarato también sabe pagar favores.
Tras hacerse público que el Barça pagó millones de euros a Enríquez Negreira, vicepresidente de los árbitros, durante lustros, Relaño escribió que no solo había villarato, sino que además estaba engrasado.
Todo ello aderezado, según el auto del (olvidado) caso Soule, con “administración desleal, apropiación indebida, estafa, falsedad documental y corrupción entre particulares”.
Como es patente, ninguno de los greatest hits del villarato ha beneficiado al Madrid, más bien al contrario, puesto que como principal rival del Barça le perjudica cualquier decisión arbitraria a favor del club culé.
Pero, como se ha dicho antes, el Barça es el maestro del falso relato, y se las ha ingeniado para que al teclear en Google “villarato” y pulsar enter o darle con el dedito a la pantalla, aparezca la definición de marras.
Afirmar que el villarato favorecía a los dos clubes más grandes de España, Barça y Madrid, es como defender que la criptonita beneficiaba tanto a Lex Luthor como a Superman.
El Barça se cree el mejor, pero no lo es. No aceptan este hecho mesurable, por tanto, dedican tiempo y esfuerza a construir un falso relato que, inevitablemente, les resta fuerzas en el desempeño por ser el mejor. Mientras tanto, parafraseando a Valdano, el Madrid no pierde tiempo construyendo relatos porque está muy ocupado ganando.
No sé cuáles son los pasos necesarios para corregir esta falacia virtual, pero igual hay que recordarle a la Wikipedia quién es el Real Madrid.
Courtois: bien. Jugó de defensa casi todo el partido ante la inoperancia ofensiva del Mallorca.
Lucas Vázquez: aprobado alto. Su calificación sube merced al buen centro que colocó en el tercer gol.
Tchouaméni: notable. Bien el francés atrás y mejor aún en la salida de balón. Pudo marcar en un gran chut lejano. En un lance aéreo con Larin en la segunda mitad, sufrió un violento golpe en la cara que lo desplomó. Aunque se levantó, parecía grogui y fue sustituido por Asencio.
Rüdiger: notable. Inexpugnable.
Mendy: bien. Sin muchos problemas.
Valverde: notable. Ya no se entiende un Madrid sin él.
Camavinga: sobresaliente. Portentoso. Aquí, allá y acullá. Cubre más campo que el techo del Bernabéu. Lo mismo saca las castañas del fuego en defensa que arma juego que dispara a puerta.
Bellingham: sobresaliente. De nuevo fue determinante, su gol desatrancó un partido que comenzaba a adquirir un cariz feo. De nuevo se vació en defensa y en ataque. De nuevo el Madrid juega cuando Jude juega.
Rodrygo: bien alto. Celebró su cumpleaños con gol y victoria.
Vinícius: bien alto. Partido heterogéneo a pesar de haberse desprovisto de su horrendo peinado. En su descargo cabe decir que no ha de ser nada sencillo aguantar junto a un ser vivo como Maffeo, que nos regaló uno de los mayores fingimientos que se recuerdan (el tipo que decía que iba a noquear a Vini en 10 segundos). Durante bastantes minutos Vini no jugó bien, sin embargo, rompió el partido con la jugada por la derecha que acabó en el tanto de Jude. Después se animó y pudo anotar un golazo.
Mbappé: notable. Comenzó eléctrico y fue dando chispazos durante todo el partido. Realizó varias jugadas típicas de ese Kylian nazariano que tanto nos gusta.
Asencio: sobresaliente. Partidazo sellado con un besito de despedida a Maffeo, que lo estaba insultando gravemente.
Ceballos: aprobado. Cumplió su función, aunque perdió un balón peligroso que no creó problemas porque anduvo al quite el omnipresente Camavinga.
Brahim: notable. Jugó muy poco tiempo, pero bien. Provocó el segundo gol, tranquilizando de ese modo el final del partido.
Ancelotti: notable. Alineación y cambios sensatos.
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Voy a ser honesto con ustedes: este texto inicialmente iba a ser desarrollado como una sátira con un nivel supremo de ironía en la que instruía a Vinícius acerca de cómo comportarse en el terreno de juego para evitar tarjetas y sanciones como la de Mestalla, y para ello le instaba a amoldar su comportamiento al de jugadores que, según mis investigaciones pasadas, no vieron esas sanciones que sí ve nuestro atacante brasileño, como era el caso de Luis Suárez, el jugador al que más agresiones, protestas vehementes al colegiado y entradas de roja he visto realizar sobre un campo de manera impune; o Mascherano, jugador con carta libre para escapar de tarjetas por protestas, continuas faltas o incluso acordarse de la concha de la hermana o madre de un árbitro, si me disculpan la ordinariez.
Sin embargo, eso sería eludir el germen de todo este desagradable asunto, que no es otro que el hecho de que, le provoquen más o menos los rivales, le insulten desde la grada los “aficionados” a este deporte o le persigan y le traten inequitativamente los miembros del CTA, el castigado siempre va a ser Vinícius, víctima tanto de un sistema que sabe perfectamente cómo aprovecharse de él y de su sangre caliente, como del escarnio público que, mucho me temo, no va a dejar de acecharle desde las sombras de las gradas y las radios en ningún momento.
¿Es posible que Vinícius pueda revertir su actitud sobre el campo para evitar que situaciones como la de Mestalla se traduzcan en sanciones? No es que sea posible, es que es necesario. El brasileño, actualmente The Best y reconocido como mejor futbolista del mundo por cualquiera que sepa verdaderamente de este deporte y que no deje que cualquier fobia le enturbie el juicio, ha llegado a serlo amén de su increíble mentalidad y su afán por mejorar. Resulta imperativo que el atacante carioca enfoque su anhelo de mejora en el control de sus emociones, porque las situaciones que las desencadenan no van a cesar, al menos en gran medida, hasta que este consiga mitigar sus reacciones.
Resulta imperativo que el atacante carioca enfoque su anhelo de mejora en el control de sus emociones, porque las situaciones que las desencadenan no van a cesar, al menos en gran medida, hasta que este consiga mitigar sus reacciones
Escribió George Martin en el primer libro de Canción de hielo y fuego lo siguiente: “permite que te dé un consejo, bastardo. Nunca olvides lo que eres porque, desde luego, el mundo no lo va a olvidar. Conviértelo en tu mejor arma, así nunca será tu punto débil. Úsalo como armadura y nadie podrá utilizarlo para herirte”.
Me parece una cita más que pertinente para recomendarle a nuestro jugador, ya que el caso Vinícius existe porque el brasileño lo permite. Sobre Vinícius siempre se van a verter todo tipo de insultos e improperios desde las gradas, igual que sobre Figo, Cristiano Ronaldo y muchos otros antes que a él, pero será la reacción de Vinícius la que determine su sino en favor o en contra. Sin embargo, los rivales actualmente provocan a Vinícius buscando su reacción, sabedores de que la van a encontrar, y aquí es donde erra gravemente el brasileño, pues en el momento en que empiece a contener la misma, los contrarios dejarán de buscarle de esa manera con tanta frecuencia al no encontrar resquicio en su armadura. Si sus rivales no hallan la ventaja deportiva de una tarjeta al brasileño en sus reacciones, cesarán en sus intentos por pura ineficacia.
Esa armadura de Vinícius puede ser una sonrisa, como la de su compatriota Ronaldinho, que hizo de ella su respuesta para todo y la utilizó como arma para, junto con su incuestionable magia y calidad, conquistar al mundo del fútbol. La sonrisa como respuesta a la adversidad podría ser un motivo de empatía para el aficionado medio con Vinícius, si no fuera porque no viste la camiseta blaugrana, que seguramente sea el verdadero quid de la cuestión que atañe al odio que recibe el brasileño. Quizá la sonrisa de Vinícius como réplica a los reveses no surta el mismo efecto que la de Ronaldinho, pero al menos se lo pondría más difícil a sus odiadores.
Porque Vinícius no es Ronaldinho, ni Suárez, ni Mascherano. No tiene la vía libre de estos dos últimos para ejecutar cualquier acción desprovista de honor deportivo sobre sus rivales, ni tampoco de responder a las mismas que enfrenta prácticamente cada fin de semana. Juega en el lado bueno de la historia en lugar de en el del equipo que tenía contratado al vicepresidente del CTA, y aunque no sabemos si el Barcelona sigue pagando o influyendo en el estamento arbitral actualmente, por lo visto y oído en la reunión de colegiados a Medina Cantalejo, lo que está claro es que el sistema sigue prácticamente igual que cuando el club azulgrana pagaba: los árbitros que perjudican al Barcelona (expulsión de Flick) son rápida y públicamente escarmentados para que el resto de trencillas conozcan inequívocamente adónde apuntan los intereses de su jefe.
Si Vinícius quiere contestar a las provocaciones debe hacerlo con su fútbol, que es el que verdaderamente hace daño y genera el odio de sus rivales
La invariabilidad de la actitud del CTA y de los odiadores oficiales de Vinícius hace que lo único que esté en su mano sea trabajar, como sólo él sabe hacerlo y de la manera que le ha llevado a ser hoy el mejor jugador del mundo, para evitar darle a este rebaño la excusa de balar en su contra. Porque, caiga mejor o peor a sus rivales o al colectivo arbitral, la dura y hosca realidad que tienen que afrontar es que Vini está en la cima del fútbol. Y la realidad que tiene que afrontar el brasileño la plasmó también George Martin en su saga: “el león no debe preocuparse de la opinión de las ovejas”. El rugido de un león puede ser aterrador, aunque esté enjaulado, pero el verdadero terror lo provoca con sus zarpas y colmillos. Si Vinícius quiere contestar a las provocaciones debe hacerlo con su fútbol, que es el que verdaderamente hace daño y genera el odio de sus rivales. Si responde como en Mestalla, el daño se lo estará haciendo a sí mismo y, por ende, al Real Madrid.
Es momento de cerrar filas en torno al brasileño, recurrir su injusta expulsión por la fraudulenta forma de la misma (el balón estaba en juego y de nuevo se escamotearon las imágenes que demostraban que la acción de Vinícius en realidad fue reacción) y buscar en sus compañeros a un Casemiro que lo proteja de los rivales en estas acciones (Rüdiger ayer lo salvó de una sanción mayor), pero también es hora de que Vinícius sea consciente de la responsabilidad que tiene al portar nuestra camiseta y de lo mucho que necesita el club de él sobre el campo.
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