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Un jugador, una canción: Mendy

Un jugador, una canción: Mendy

Escrito por: Nanook The Eskimo30 enero, 2020
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Un jugador, una canción

Ferland Mendy - Graceland

No sabría definir qué les da ese carácter, pero hay canciones que son pintiparadas para conducir. Especialmente si nos estamos enfrentando a un trayecto largo, una correcta selección de los temas que deben sonar para acompañarnos en el camino es un extraño tipo de arte, o al menos como tal debería estar considerado. No contemplo seleccionar tempos lentos por el excesivo relajo que llevan aparejado, con la consiguiente aparición de la siempre peligrosa somnolencia. Descarto los temas de metal pasado de rosca a velocidades absurdas, porque si bien son perfectos para ser berreados en forma de agudos imposibles o de graves guturales y garantizar que no nos da el sueño, los BPM (beats por minuto, unidad en la que los metrónomos miden el tempo de una pieza) muy elevados tienen la propiedad física de aportar peso al pie del conductor cuando cae encima del acelerador, motivo este por el que con un disco de, por ejemplo, Slayer, es muy fácil que nuestro vehículo alcance velocidades dignas de un meteoro a la vez que nuestro carnet de conducir se queda con menos puntos que un equipo entrenado por Jémez.

En el término medio, como siempre, está la virtud, y ahora escribo sobre experiencias personales, el rock sureño americano, el buen soul o el country rock son perfectos compañeros a la hora de devorar kilómetros. Los tres vienen de un país edificado sobre el automóvil, donde cualquier trayecto de menos de seis horas se considera un paseo, así que concedamos a los músicos estadounidenses cierto crédito a la hora de escribir canciones para conducir, aunque sea sólo por su idiosincrasia.

Conducir con la música oportuna, no solo en cuanto a los ocupantes del vehículo, sino al número de coches alrededor, es una experiencia relajante. Tuve la enorme suerte de poder viajar recientemente por el sur de EE. UU. en dos viajes diferentes. Fue impactante ver cómo se aparecía a la derecha de la carretera, serpenteando en paralelo a ella, el colosal río Mississippi, momento en el que recordé el tema de Paul Simon Graceland, que da título al álbum del mismo nombre, tan enorme como el mencionado río. Me embargó primero la emoción de estar AHÍ, para luego invadirme la sensación de placidez, buen rollo y de tranquilidad que transmite la canción y el guiño para entendidos de su primer verso. “Mississippi Delta, shining like a National guitar”. No tiene sentido salvo si sabes que el blues nació en la zona del delta del Mississippi, que se ha tocado en muchísimos casos en guitarras de metal llamadas resonadoras, iguales que la de la portada del Brothers in arms de los Dire Straits, y que uno de los más importantes fabricantes de guitarras resonadoras es National Guitars. Ahora cobra sentido, ¿verdad?

La placidez a la que me he referido, esa certeza de que al final las cosas van a salir bien me la evoca ver a Ferland Mendy ocupando el lateral izquierdo del Real Madrid. El francés tiene una manera de jugar que, aunque poco ortodoxa en algunos momentos, aporta tranquilidad. Físicamente resulta insuperable y mejora las prestaciones defensivas ofrecidas por los dos mejores laterales izquierdos de la historia del fútbol, cuyas trayectorias el Real Madrid tuvo el tino de saber solapar: Roberto Carlos y Marcelo. El primero corregía la alegría de sus subidas, bien para centrar, bien para dar muy buen uso a su tremendo disparo, que dejaban su costado desguarnecido con una velocidad impresionante. En el momento en que perdió esa punta de velocidad llegaron los problemas, primero para Hierro, que ya carecía del dinamismo requerido para tapar la banda. En cuanto se marchó Makelele, que era quien hacía muchas de esas coberturas, las costuras, que ya empezaban a verse, directamente se rompieron, quedando para la historia el experimento de Walter Samuel, que vino como muro y no llegó a biombo, pues era central lento de los que brillan si están muy arropados, pero sufren en campo abierto.

Obviando el lapso breve de Miguel Torres y del gringo Heinze alternando labores de central con las de lateral, la banda izquierda pasó a ser terreno de Marcelo. Con una técnica de jugón de fútbol sala, el brasileño sembraba el caos en las defensas contrarias, si bien descuidando su espalda. En óptimo estado de forma, Marcelo, aún con sus despistes, es indiscutible, pero en momentos en los que el físico no está perfecto, su espalda es una autopista de seis carriles para el extremo derecho rival. Mendy es el futbolista complementario a Marcelo. Defensivamente es inexpugnable, y desde el punto de vista físico ya hemos visto a rivales salir rebotados al chocar contra él, así que su solidez parece probada. Lógico es que siembre dudas en cuanto a su capacidad de generar peligro para el rival con sus subidas, pero, como primera providencia, ha apuntalado su jurisdicción y la banda izquierda del Madrid es zona asegurada en defensa. Lógico sería pensar que con la potencia física que ya ha demostrado y con el poso de unos cuantos partidos en el equipo, palíe mucho esas áreas de mejora.

Desde que ha llegado, Mendy no ha dado un solo problema y, parece mentira que llame la atención, es un tipo sonriente. Sonríe cuando está en el banquillo, sonríe cuando juega y no ha dado muestras de entregarse a extravagancias estéticas. Dada la sensación de estar encantado de jugar en el Real Madrid, cosa que algunos jugadores no han exteriorizado en su vida. En una palabra, Mendy transmite buen rollo, tiene sólo 24 años y ya es un tipo muy competente en su puesto. No veo una sola razón para ver al Madrid, ver que Mendy está en la banda y no resuene Graceland en mi cabeza mientras tengo la certeza casi absoluta de que, al final, las cosas van a salir bien.

 

Un jugador, una canción

1-Sergio Ramos – Dazed and confused

2-Karim Benzema – Aint’t that a kick in the head?

3-Luka Modric –  Dark Side of the Moon

4-Lucas Vázquez Neon

5-Raphaël Varane -Suck my kiss

6-Rodrygo Goes – Shout it out loud

7-Toni Kroos Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band

8-Gareth Bale - Master Of Puppets

9-Nacho - Overkill

10-Isco - Dance of Eternity 

11-Valverde -The Trooper

12-Thibaut Courtois - Layla

13- Ferland Mendy- Graceland

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Tweets La Galerna

Se pasó ocho años @antoniohualde despotricando de Bale porque no hablaba español. Ahora le parece que Bellingham en cambio bien... aunque tampoco habla español.

Sin embargo, creo que le entiendo, aunque no comparta su texto.

Estamos ante un escenario -en fútbol y baloncesto- que puede hacer de 2024 el mejor año deportivo de nuestras vidas.
Concentración, humildad y ¡a por ello!
¡VAMOS REAL!

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