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Luis Valle: del Madrid republicano a ascender a la UD Las Palmas

Luis Valle: del Madrid republicano a ascender a la UD Las Palmas

Escrito por: Alberto Cosín26 enero, 2024
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Un nexo de unión entre el equipo madridista y el canario lo encontramos en la figura de Luis Valle. Futbolista blanco en la II República, tras emigrar a Francia durante la Guerra Civil regresó años después a su tierra para ser el técnico que ascendió a la UD Las Palmas por primera vez a la élite del fútbol español.

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria el 18 de junio de 1914, pertenecía a una familia muy distinguida de la ciudad. Su padre, Bernardino Valle Gracia, fue alcalde de Las Palmas de Gran Canaria y diputado de la provincia canaria. Su abuelo, Bernardino Valle Chinestra, era un reputado compositor y director de orquesta. En su infancia jugó mucho en la Playa de las Canteras, con amigos y con su hermano Joaquín, que también fue futbolista, perteneció al Madrid amateur y acabó siendo una leyenda del Niza y máximo goleador histórico (211 tantos).

Su primer equipo fue en Primera Regional el Athletic Club de Las Palmas, una entidad antecedente de la actual UD Las Palmas. Poco después llamó la atención del Real Club Victoria, con el que disputó algún encuentro amistoso frente al Alavés o el Donosti, pero la familia se mudó a Madrid al lograr su padre un escaño por el PRDF (Partido Republicano Democrático Federal) tras las elecciones de 1931. Es allí, en la capital, donde tendría su idilio con el cuadro merengue, pese a que tuvo una oferta cuantiosa del Valencia (6.000 pesetas de ficha y 600 de sueldo).

Sus primeros pasos fueron un año en el Castilla FC, un equipo que no tenía vínculo con los madridistas pero en el que se fogueaban jóvenes promesas. Allí pronto destacó por su calidad y talento. Valle ocupaba un puesto muy difícil en la época, el de mediocentro. Una posición muy valorada al extremo que se decía que, si un conjunto tenía un buen mediocentro, tenía “asegurado” medio equipo. Las reseñas sobre su juego describen a un futbolista con un gran sentido del juego, una técnica depurada, una colocación inmejorable y un toque de balón maravilloso que daba a sus pases una alta efectividad. Jugador reposado y sereno no poseía un físico portentoso (con sobrepeso en ocasiones), pero lo suplía con temple y una intuición privilegiada en el césped.

Luis Valle en el Castilla

El canario Hilario Marrero, jugador blanco de la época, habló con Hernández Coronado y recomendó su llegada. De cara al curso 1932-1933 el Madrid FC adquirió sus servicios con ficha profesional en el primer equipo. Junto a su hermano, futuro abogado, frecuentaba la Residencia de Estudiantes al cursar la carrera de Medicina que completaría años más tarde. De futura promesa madridista pasó a realidad en pocas semanas.

Con apenas 18 años alcanzó la titularidad arrebatándosela a Leoncito y se convirtió en un fijo para Mr. Firth durante su primera temporada en la élite. Formó la media merengue junto a Pedro Regueiro y Gurruchaga en una temporada en la que revalidaron el título de Liga del año anterior. Su rendimiento positivo tampoco pasó desapercibido para el seleccionador José María Mateos, que lo llamó para vestir la camiseta roja en una minigira europea. Debutó en Belgrado contra Yugoslavia el 30 de abril de 1933, en sustitución de un mito español como Gamborena.

Luis Valle con la selección española

Un momento que no olvidó el resto de su vida, como declaró en sendas entrevistas a El Eco de Canarias y MARCA en 1972. Valle explicó en el medio canario que “salí relevando a Ayestarán. Como preseleccionado fui llamado cuatro veces más”. En MARCA detalló que “teníamos un equipo formidable, uno de los grandes equipos que ha contado España en su historia. En la medular compusimos el trío Cilaurren, yo y Marculeta. Empatamos que siempre es un buen resultado y quedé satisfecho de la labor realizada”. Su carrera madridista le marcó y contó en el periódico canario que el Real Madrid es el equipo de sus amores “en segundo término; primero está la UD Las Palmas”. Mientras que en el diario deportivo se deshizo en elogios hacia sus compañeros merengues Luis Regueiro y el trío Zamora, Ciriaco y Quincoces. Del ‘Corzo Blanco’ dijo que “fue un jugador sensacional, de dos pies; con larga zancada, corriendo en línea recta y disparando con dureza”. Mientras que del portero y los dos defensas manifestó que eran “formidables. ¿Ha habido algo mejor que Zamora, Ciriaco y Quincoces, que hasta los chiquillos de hoy lo cantan de corrido sin haberlos visto jugar?”.

Luis Valle, futbolista blanco en la II República, tras emigrar a Francia durante la Guerra Civil regresó años después a su tierra para ser el técnico que ascendió a la UD Las Palmas por primera vez a la élite del fútbol español

La siguiente temporada repitió protagonismo luchando por el puesto con Leoncito, con el que se repartió minutos. Entre la Liga y la Copa sumó trece encuentros oficiales y consiguió su primer tanto como madridista. Fue, además, en un partido de relevancia ante el Barça en Chamartín. Los blancos golearon por 4-0 a los azulgranas y Valle superó al arquero culé tras recoger “la pelota en un lío que se formó en la puerta al tirarse un saque de esquina y tiró a media altura desde cerca, batiendo a Cruz”, según se escribió en el diario La Libertad. El Madrid FC no pudo conquistar su tercera Liga seguida, pero sí alzó la Copa. Valle tuvo minutos en dos encuentros, en la vuelta de 1/8 frente a Osasuna en casa y en la ida contra el Athletic Club en Chamartín.

Valle frente al BarcelonaGol de Valle contra el Barcelona

En sus dos últimas temporadas en la capital su papel en el equipo decreció de forma importante. Paco Bru prefirió en su puesto a Bonet y se le acumularon problemas musculares en forma de rotura de fibras. Todo ello influyó para apenas disputar tres choques de Liga entre la temporada 1934-1935 y 1935-1936. Resultó más habitual verlo jugar amistosos o duelos del Regional Mancomunado como ante el Racing de Santander, el Zaragoza, el Athletic de Madrid o el CD Logroñés en 1934 y el Valladolid y el CD Nacional en 1935. En total, su bagaje merengue fue de 68 encuentros, dos goles y siete títulos: una Liga, dos Copas y cuatro Mancomunados.

En junio de 1936, se publicó en medios como La Libertad que el Madrid FC había acordado otorgar la libertad a jugadores como Félix Quesada, el magiar Kelemen y Valle. Sin embargo, lo cierto es que continuó en la plantilla y fue uno de los jugadores que integraron la lista confeccionada por Hernández Coronado para disputar el Campeonato Catalán, un torneo que no pudieron jugar por el veto del FC Barcelona. En septiembre también apareció en una convocatoria para un amistoso contra el Hércules e incluso su padre, Bernardino, con la guerra civil ya en plena efervescencia, efectuó gestiones para que los madridistas realizasen una gira por Francia, Bélgica, Suiza y Rusia. Finalmente, no se pudo llevar a cabo y el cuadro blanco suspendió cualquier actividad deportiva.

Quesada, Valle y Regueiro

La familia Valle, con el avance del conflicto bélico y dada la significación política de inclinación frentepopulista y republicana de Bernardino, salió en estampida hacia el exilio y se acomodó en Francia. Luis Valle estaba cursando el cuarto año de Medicina y dejó el club blanco, pero no el fútbol, puesto que vistió las camisetas del Racing París, durante unos meses en el curso 1936-1937, y el Niza en las siguientes nueve campañas. En el equipo de la Costa Azul coincidió con su hermano Joaquín y con dos antiguos compañeros en el Madrid republicano: Ricardo Zamora y Pepe Samitier. El balompié lo compagina, además, con la impartición de clases de español en el país vecino y la fabricación de zapatos para obtener más recursos económicos. Su carrera se extiende hasta 1946, cuando juega sus últimos partidos. En el Niza deja huella y suma más de 180 duelos oficiales entre Liga y Copa y más de 100 amistosos. Además, empezó a entrenar a Las Águilas con solo 27 años. Las dirigió desde 1942 a 1946 en un total de 110 encuentros en lo que fue su primera experiencia en los banquillos.

Luis Valle en Niza

A finales del año 1948, tras más de una década en el exilio, volvió a España. En un principio pensó establecerse en Madrid o Barcelona, pero finalmente regresó a casa e instaló una consulta de pediatría en Las Palmas después de concluir la reválida de Medicina en la capital española. Al pisar suelo nacional fue detenido y acusado de desertor por no realizar el servicio militar. Estuvo preso en un calabozo, pero gracias a la ayuda de un familiar con poder en el Régimen recibió la libertad vigilada. También fue culpabilizado de masón, algo que nunca interesó a Valle y que no tuvo más recorrido.

Luis Valle en Las Palmas

Su pasión por el fútbol le hizo reincorporarse al deporte como técnico de la UD Las Palmas en 1951, apenas dos años después de la creación del cuadro canario. Los amarillos militaban en Segunda división y clasificados en tercer lugar accedieron a la promoción de ascenso. Es en ese momento cuando Valle sustituyó en el banquillo a Ángel Arocha tras la enorme polémica por la marcha de este. Por delante, una dura fase con seis equipos en liza, el 2º y el 3º de los dos grupos de la categoría de plata y los dos equipos de Primera de puestos de promoción.

Luis Valle da un nuevo aire al conjunto, que realiza un torneo casi impoluto. Solo pierde en las visitas a Zaragoza y Málaga y el resto de encuentros terminan con victoria. El día histórico es el 8 de julio de 1951, cuando derrotan a los malacitanos dirigidos por su amigo Ricardo Zamora en el Insular por 4-1 (Peña, Manolín, Tacoronte y Polo fueron los autores de los goles) y ascienden por primera vez a Primera división. Luis Valle, que fue paseado a hombros por sus jugadores, declaró que “estoy orgulloso de mi labor, no por lo que represente para mí, sino para Canarias, para nuestro fútbol y porque la confianza depositada en mí no ha defraudado, aunque he tenido mucha suerte. Y mi mayor alegría en estos momentos es el haber igualado a mis valiosísimos predecesores, a los que les corresponde también su gran parte en este triunfo que han conseguido nuestros jugadores”.

La temporada siguiente en la élite del fútbol español es ilusionante pero también complicada. Valle, con su colega y exmadridista Hilario Marrero de segundo, completa todo el curso, pero no logra que el equipo se mantenga en Primera. La UD Las Palmas finaliza en penúltimo lugar a tres puntos de la salvación. El objetivo de cara a la campaña 1952-1953 es regresar a Primera y Valle sigue en el cargo. Sin embargo, su estancia es breve y en la jornada 3 presenta su dimisión de manera irrevocable. No sería su última experiencia en el banquillo canario porque en la temporada 1953-1954, con el equipo en los puestos altos de la tabla, volvió como interino un encuentro. Fue el técnico puente entre Luis Jesús Navarro y Saturnino Grech. En la jornada 16 dirigió a la UD Las Palmas en la derrota 2-0 ante la Balompédica Linense.

Después de su paso por el banquillo continuó en la UD Las Palmas como secretario técnico y también ejerció labores de formación con los juveniles. Además, fue director de la Escuela de Entrenadores y un célebre conferenciante exponiendo grandes historias del fútbol en Canarias.

Luis Valle

Falleció como consecuencia del mal de Parkinson el 18 de junio de 1974 a los 60 años. El medio El Eco de Canarias creó entonces un premio en su nombre que galardonaba la deportividad en equipos juveniles.

 

Fotografías: archivo Alberto Cosín

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Apasionado del balompié, me hubiese gustado ver en directo a las figuras de los años 30, 40 y 50. Gato y madridista, en mi primera visita al Santiago Bernabéu pude contemplar a Diego Armando Maradona.

2 comentarios en: Luis Valle: del Madrid republicano a ascender a la UD Las Palmas

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Tweets La Galerna

Se pasó ocho años @antoniohualde despotricando de Bale porque no hablaba español. Ahora le parece que Bellingham en cambio bien... aunque tampoco habla español.

Sin embargo, creo que le entiendo, aunque no comparta su texto.

Estamos ante un escenario -en fútbol y baloncesto- que puede hacer de 2024 el mejor año deportivo de nuestras vidas.
Concentración, humildad y ¡a por ello!
¡VAMOS REAL!

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