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República Democrática Cholista de Corea

República Democrática Cholista de Corea

Escrito por: Fred Gwynne7 julio, 2022
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Soy Min ho Dong-yun, líder supremo de la República Popular Democrática de Corea, secretario general del Partido del Trabajo de Corea, presidente de la Comisión Militar Central, presidente de la Comisión de Defensa Nacional, comandante supremo del Ejército del Pueblo Coreano, miembro del Presidium del Comité Permanente del Politburó, cholista y aficionado del Atlético de Madrid.

Sé que a ustedes, pútridos capitalistas acostumbrados a preocuparse más de sus rentables negocios que del sufrimiento de sus semejantes, todo esto se la trae, perdonen esta expresión tan malsonante, floja, pero cuando les cuente que hoy, en un arrebato de cólera, después de llamar por teléfono a la Oficina de atención al cliente del Atleti y hablar (es un decir) durante más de cuarenta minutos con una voz metálica, oprimí el botón rojo, el del juicio final, el que lanza todas mis ojivas nucleares en dirección al dilatado esfínter de sus fofos culos occidentales, igual empiezan a prestarme la atención que merezco.

Yo, antes de ver la luz y hacerme colchonero, era aficionado, masajista, capitán, jugador ocasional, director deportivo y presidente del Seongwon Sports Club, un equipo fundado por mi padre, que en gloria esté, en 1957. Ser del Seongwon era una religión, una forma de ser, pero no me traía más que disgustos. Fusilé a veinte entrenadores (entrenador arriba, entrenador abajo) y ni aun así conseguimos clasificarnos para la Champions League. Sus actitudes fascistas, contraviniendo mis órdenes tácticas e insinuando públicamente en la Hon gang'ang T’ellebijyon que nuestro glorioso equipo (ganador invicto de todas las ligas disputadas desde 1957 en nuestro país) no podía clasificarse para esa competición, me sacaban de quicio, me carcomían tanto que tuve que presentarme en el ente y fusilar al director general, a cuatro subdirectores, dos regidores y un cámara por permitir tamaño atentado contra la moral de nuestro pueblo. Donde nuestros técnicos veían una realidad geopolítica (la pertenencia de nuestro equipo a una liga asiática y, por ende, la imposibilidad de disputar la Champions League europea) yo solo veía una preocupante falta de actitud, una excusa como otra cualquiera para no cumplir con el trabajo encomendado. Al principio la pagaba con los jugadores, pero no daba resultado, me quedaba solo con tres o cuatro en el campo y así, por muy inferiores que fuesen los capitalistas, era imposible ganar. El mal, a pesar de que en 1994, en la prerronda de la preanteclasificación de la Champions asiática, llegamos a disputar un partido frente al poderoso Laykyaungg birmano, se fue extendiendo. Los valores, antaño personalizados en la rectitud de mi padre, han desaparecido. Hoy, la juventud, a pesar de la prohibición de usar internet, está mucho más preocupada por bailar break dance o piratear los nuevos capítulos de Colombo que por labrarse un buen futuro.

Soy Min ho Dong-yun, líder supremo de la República Popular Democrática de Corea, secretario general del Partido del Trabajo de Corea, presidente de la Comisión Militar Central, presidente de la Comisión de Defensa Nacional, comandante supremo del Ejército del Pueblo Coreano, miembro del Presidium del Comité Permanente del Politburó, cholista y aficionado del Atlético de Madrid

Mi vida como líder supremo era, no les voy a engañar, un fracaso. Ningún gobierno me recibía, la economía se hundía cada día un poco más y yo me pasaba los días deprimido, despatarrado en el sofá, mirando con nostalgia viejas explosiones nucleares en atolones del Pacífico y comiendo Cheetos y alitas de pollo sin medida. Una pegajosa tarde de verano, hace más o menos quince días, después del visitar la página de Pornhub para comprobar si en el apartado de “coreanas” habían especificado norte o sur, decidí hacerme una cuenta anónima en Twitter. La idea ya me rondaba la cabeza, pero aquel día, después de ver las depravaciones de @seulsex69, no lo dudé. Mi intención era llevar las imágenes al Politburó, analizarlas concienzudamente (sobre todo la parte de la pitón y la batidora) y mostrarlas en la televisión pública como ejemplo de la decadencia de occidente.

Con mi cuenta ya operativa encontré, hace más o menos una semana, un tuit de @cholistalista que cambió mi vida (y las suyas):

“Contra todo y contra todos. No nos pueden entender”

Ahí vi la luz, compréndanme, esa frase era el resumen de mi existencia. El Atlético de Madrid era mi alma gemela: un club, igual que mi amado país, aislado, masacrado por el resto de potencias, de palo en palo, solo, sin que nadie le entendiese. Yo no cabía en mí de gozo, se me habían pasado hasta las ganas de fusilar. Dos días más tarde, por si esta revelación no fuera suficiente, me enteré de que el Atlético era “El equipo del pueblo”. Mira, yo ahí ya me volví loco del todo:

—“¡SOY DEL ATLETI! ¡SOY DEL ATLETI!”, gritaba alborozado por los pasillos del palacio.

Creo que esta ha sido la semana más feliz de mi vida. Aprendí que la historia nos debe una Champions, monté con mis hermanos culés en la nueva Xavineta, me hice Cholista y antimadridista. Vendí un par de misiles defectuosos en el mercado negro, mandé fabricar miles de camisetas rojiblancas con la leyenda “Colchón o muerte, venceremos” y las repartí entre mi pueblo. Estaba tan ilusionado que llamé por teléfono al politburó y cambié de nombre al país, ahora somos, aunque los medios internacionales se empeñen en silenciarlo, la República Democrática Cholista de Corea.

En fin, a lo que íbamos, que he presionado el botón hace un ratito, y entre el retardo, la combustión larga, la mecha corta y la burocracia interna, les quedan como un par de horas para poner sus asuntos en paz con Dios. Y todo por una maldita llamada. Yo quería ser socio y busqué el número de “Atención al cliente del Atlético de Madrid”…

—En estos momentos todos nuestros operadores están ocupados. Le atenderemos lo antes posible.

(Música. Himno Atlético de Madrid)

—En estos momentos todos nuestros operadores están ocupados. Le atenderemos lo antes posible.

(Atleeeeeetic, Atleeeeeetic, Atlééééético dee Maaaaaadrid…)

—En estos momentos todos nuestros operadores están ocupados. Le atenderemos lo antes posible.

(Atleeeeeetic, Atleeeeeetic, Atléééé´tico dee Madriiiiiiid, Atleeeetic, Atleeeetic, Atléééééético deee Madriiiiiiid jugaaaando, ganaaaando, peleas como el mejor…)

Después de escucharlo 18 veces ya me había aprendido el himno de memoria. Sentía cierta inquietud.

—En estos momentos todos nuestros operadores están ocup… clock…

—Hola, le damos la bienvenida al Atlético de Madrid, con el fin de mejorar la atención al socio, grabaremos y analizaremos esta llamada. Puede informarse sobre nuestra política de privacidad y el ejercicio de sus derechos en atleticodemadrid.es/privacidad. Por favor, pulse en el teclado o díganos de uno en uno los doce dígitos de su carnet de socio.

—No soy socio, precisamente les llamaba para pedir la información…

—No le hemos entendido. Por favor, explícanos brevemente el motivo de tu llamada.

—Quiero ser socio del Atlético de Madrid.

—Por favor, pulse en el teclado o díganos de uno en uno los doce dígitos de su carnet de socio.

—Soy Min ho Dong-yun, líder supremo de la República Popular Democrática de Corea, secretario general del Partido del Trabajo de Corea, presidente de la Comisión Militar Central, presidente de la Comisión de Defensa Nacional, comandante supremo del Ejército del Pueblo Coreano, miembro del Presidium del Comité Permanente del Politburó y voy a fusilar a tu madre, a tu padre y a toda tu jodida familia.

—Si su llamada está relacionada con información sobre nuestros productos PULSE 1; si su llamada está relacionada con una gestión de su póliza de socio PULSE 2; si su llamada está relacionada con una petición pendiente PULSE 3; si su llamada está relacionada con su opinión sobre la nueva camiseta PULSE 4; en caso contrario, espere.

(Música. Himno del Atlético de Madrid).

En ese momento ya tenía un kalashnikov en las manos y apuntaba al teléfono. Me temblaba todo el cuerpo. Pulsé el 1.

—Si su llamada está relacionada con un cambio de domiciliación bancaria PULSE 1; si su llamada está relacionada con una pérdida o robo de su carnet de socio PULSE 2; en caso contrario espere.

Pulsé el 1 de nuevo, el dedo me temblaba en el gatillo.

(Porque siempre la afición se estremece con pasión… un equipo de verdad que está tarde llenará… Atleeeeetic Atleeeeetic Atléééético de Maadriiiiiiiiiiiiiid…)

—Buenas tardes, le atiende Ainaris, ¿en qué le puedo ayudar?

—Bu… buenas tardes —dije balbuceando—, les llama… ba para hacerme so… cio.

—¿No es usted socio?

—No.

—Disculpe, pero este es un servicio exclusivamente para socios. Tiene que llamar al 7774… click… piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Se había cortado. La llamada se había cortado. Caí de rodillas y solté el AK47. Me extendí sobre la alfombra persa, me puse en posición fetal y empecé a chuparme el dedo gordo. Con la congoja instalada en la comisura de mis párpados me eché a llorar desconsoladamente. Dormí.

Al despertar las luces de palacio estaban encendidas y la noche había caído. Salí a uno de mis enormes balcones corridos y vi, desde la altura que me otorgaba mi rango, como se extendían por las colinas las luces de mi pueblo. Las estrellas tintineaban. Poco a poco la frustración se fue tornando en ira. Recogí el fusil de la alfombra y le descerrajé medio cargador al teléfono y otros ocho al salón. Dejé las paredes, las estatuas, los cuadros, los espejos y los muebles hechos añicos, no veía, la furia guiaba mis pasos. Cuando me quise dar cuenta estaba en el Cuarto de Control Supremo, levanté la tapa de seguridad y pulsé el botón rojo. Sí, lo hice, desaté el juicio final, el apocalipsis. Y no me arrepiento, la estrella que menos brilla a veces muere con más intensidad. He sido cholista y colchonero una semana. He sido feliz, mi vida ha merecido la pena. Sé que no tardarán en sonar las alarmas. El cielo de todo el mundo se cubrirá de gloriosas estelas surcando rumbo a sus vidas, a sus casas. A tomar por culo el Atlético, el Real Madrid, la Xavineta, el Cholo, Corea, Occidente y La Galerna. No van a quedar ni los náuticos.

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Soy un hombre hecho a mí mismo. El problema es que me sobraron algunas piezas. SOL O CONTIGO. Persigo playas.

4 comentarios en: República Democrática Cholista de Corea

  1. Otra vez don Fred, simplemente espectacular ... que genial se la da la joda.. Lo he leído de madrugada en Chile y, simplemente, no paraba de reír. Gracias por alegrarme el día, a mí y a tantos más. Un abrazo.

  2. El calor ablanda las meninges. Cuando uno ya tiene cierta predisposición (genética o cultural), si encima le añaden un factor exógeno como la calda...el resultado puede ser estremecedor.

    "Colchón o muerte" . Descacharrante.

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"Cada jugador del Madrid luce una camiseta firmada por Di Stéfano, pero esa rúbrica no se borra ni con todo el sudor o el jabón del mundo. Es indeleble."

El mejor resumen de todos los éxitos pasados, presentes y futuros.

Gracias, @JesusBengoechea

Lección de táctica, de estrategia, de gestión de grupo: el Madrid venía de empatar en el Bernabéu y se recordaba el 4:0 de hace un año.
Esto de @lagalerna_ es importante. Y justo. Carlo Ancellotti ha ganado 4 Champions como entrenador

“Curiosamente, se está vendiendo que lo

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