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Petrovic: 35 años de la Recopa de los 62 puntos

Petrovic: 35 años de la Recopa de los 62 puntos

Escrito por: Alejandro Delmás14 marzo, 2024
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35 años de Atenas, 14.3.1989: Drazen Petrovic, 62 puntos-Oscar Schmidt, 44... y Recopa para el Real Madrid

 

Bienvenidos a un viaje en el tiempo, a 35 años atrás. A la tarde-noche del martes 14 de marzo de 1989, en el 'Stádio Eirinis kai Filías', 'Estaio de la Paz y la Amistad', en Faliro, El Pireo, Atenas, y a la noche-madrugada del 14 al 15 de marzo de ese mismo 1989, dentro del vuelo de vuelta del 'charter' de Iberia que, desde Atenas, transportaba de vuelta al equipo de baloncesto del Real Madrid (ya coronado campeón de la Recopa de Europa de baloncesto ante 'La Snaidero' de Caserta) más directivos, periodistas, y unos pocos aficionados muy selectos.

Palabras de Oscar Schmidt, el 'capocannoniero' del Caserta, en 'Movistar', estos días y a quien suscribe, no hace tanto, el día en que nos hicimos esa última fotografía que aquí se ofrece (y será preciso recalcar que Oscar, 'Mano Santa', acompaña cada afirmación sobre las canastas de Petrović en El Pireo, 'otra, otra', otra'... con un golpe o puñetazo, mano sobre mano, 'pom, pom, pom'. Y cuando se refiere a que sus 44 puntos 'parecían nada, vabene', lo suele acompañar con un gesto de desprecio o desdén también con la mano, algo así como 'vaya usted a paseo, no moleste, señor'): "Puede que esa final de Recopa que disputamos nosotros ('la' Snaidero) y el Real Madrid haya sido el mejor partido que se ha visto en una final europea. 'Qué partidazo'. Y Petrović... yo no había visto a nadie meter más de 40 puntos en un partido, pero él hizo 62. Metía otra, otra, otra... hasta 62. Y yo había metido 44, pero eso parecía nada, nada, 'vabene'. Nos quitaron la alegría de ganar un gran título como ése".

Alejandro Delmás junto a Oscar Schmidt

[José Luis Llorente, base internacional del Real Madrid, medalla de plata olímpica en 1984 con España, en 1984, en Los Ángeles y uno de los jugadores madridistas que intervino en esa gran final de Atenas, Real Madrid-Snaidero Caserta, nos describe personalmente y ahora mismo cosas y detalles sobre Schmidt —206 centímetros de altura— y su formidable juego de ataque: "Oscar no era solamente el tiro de tres puntos en sí, donde ha sido uno de los más grandes tiradores que yo he visto. Era el tiro de tres y, como era alto, muy alto, también hacía mucho como 'poste', de espaldas a la canasta. Incluso era capaz de tirar y meter triples en movimientos como de 'poste', ya que, como sabes, en aquella época, la distancia de la línea de tres al aro era inferior (6,25 por 6,75 metros hoy). Entonces, al sacar el tiro de tan arriba, Oscar no necesitaba casi ni fintar, como en el triple que nos empató el partido de Atenas al final del tiempo, frente a Pep Cargol. Con todas estas condiciones, pues defenderle era algo que se hacía bastante difícil"].

Oscar Schmidt: "Puede que esa final de Recopa que disputamos contra el Real Madrid haya sido el mejor partido que se ha visto en una final europea. 'Qué partidazo'. Y Petrović... yo no había visto a nadie meter más de 40 puntos en un partido, pero él hizo 62

Y en Atenas, Faliro, Pireo, ese martes 14.3.1989, muy pocos meses después de los 55 puntos de Oscar en septiembre de 1988 —con Brasil, claro— en los Juegos de Seúl a la España olímpica de Antonio Díaz-Miguel (récord olímpico de anotación a día de hoy, aunque España venciera a Brasil por 118-110) estalló un asombroso e inolvidable partido ante más de 12.000 espectadores que abarrotaban el Estadio llamado 'de la Paz y la Amistad', hoy integrado y bien cuidado en el 'Complejo Olímpico de Faliro'. Se trató del duelo casi singular de un Petrović tan 'Mozart' como 'Diablo' croata de Sibenik frente a la 'Mano Santa' brasileña de 'Schmidt', el tirador de antebrazo como el muro de un búnker.

Pocos días antes, siempre marzo de 1989 y en vísperas de la final de Atenas, el que aquí firma pudo presenciar un entrenamiento de tiro de Oscar, en el mismo 'Palamaggió' de Caserta, junto a su señora Maria Cristina Victorino (todo, con fotos de Miguel Ángel Forniés); y ahí pudimos verificar al tacto que el antebrazo derecho de Oscar era durísimo, como una pieza de obús, como un tronco o como la acorazada pared de un búnker o casamata.

Oscar Schmidt

"Esto', este antebrazo, es de tanto tirar de lejos, no hay más, es así", juraba el propio Schmidt, que en 1985-86, después de probarse con los New Jersey Nets de la NBA (que le habían 'drafteado' en 6ª ronda de 1984, con el número 131) había firmado un precontrato con el vicepresidente Mariano Jaquotot para incorporarse al Real Madrid, poco después de la marcha de Mirza Delibasic.

Sólo que por ese mismo tiempo empezaron a resplandecer el propio Dražen Petrović y un tal Arvydas Romas Sabonis. En vista de lo que se veía venir, el presidente Ramón Mendoza se planteó que podía esperar a cualquiera de los dos y que 'ya se vería' lo de Oscar.

 

Mano Santa y Demonio

 

Este 'choque de trenes' en El Pireo, Atenas, de 'manos santas' o de demonios, de Croacia y de Brasil, produjo al fin el récord de anotación colectiva en una final europea —230 puntos, 117+113, a favor del Real Madrid, en su segundo título de Recopa, tras el de 1984—, un récord no superado hasta ahora. Y además, la plusmarca individual de anotación, los famosos 62 puntos de Dražen Petrović a los que tampoco nadie se volvería a acercar en una final europea.

En vísperas, 'AS' (vía Julián Enrique Ojeda) había titulado su información previa con declaraciones de jugadores y técnicos madridistas: "Del Caserta nos preocupan sus tiradores y Oscar". Según corrobora el propio José Luis Llorente, en 'Movistar',  'nuestra postura era intentar minimizarle (a Oscar) en la medida de lo posible; empezó con él Johnny Rogers, y además teníamos también a Pep Cargol, que era un jugador muy duro'.

Johnny Rogers y Oscar Schmidt

Casi como símbolo de la curiosidad 'celeste', de los cielos atenienses, se produjo un apagón eléctrico total que dejó a Atenas incluso sin la luz de los semáforos en las dos horas previas al partido. Pero el Real Madrid de Lolo Sainz, que dominaba por 60-57 en el descanso y por 85-73 al paso por el minuto 28 entró en cortocircuito ante el despliegue de zonas que había ido proponiendo el dinámico Marcelletti (3-2, 2-3, 1-3-1 'presionante', de todo hubo), y que la obsesión atacante de Petrović había sido incapaz de descifrar.

En el descanso del Pireo, Lolo Sainz había alentado y arengado a Petrović para que tomara responsabilidades a tope, algo que el propio Sainz reconocería tiempo más adelante. Fue de este modo (confirmado por el propio Manuel Sainz Márquez, nacido en Tetuán): "Se te ha fichado y estás aquí para que ganaras finales como esta, para eso. Necesitamos tus puntos y si hace falta, sé egoísta, que no te importe".

En el descanso de la final, Lolo Sainz a Petrovic: "Se te ha fichado y estás aquí para que ganaras finales como esta, para eso. Necesitamos tus puntos y si hace falta, sé egoísta, que no te importe"

Según Chechu Biriukov, bastante años más adelante y en 'JotDown': "Dražen sólo sabía jugar de una manera: si la gente no lo recuerda, yo sí. Él también fallaba mogollón, jugaba sólo de esa manera, ‘yo hago, yo entro, yo tiro, yo meto, que al principio te podía destrozar, pero que luego le cogían el truco, como ya se lo habían sabido ver en la Liga de Yugoslavia, y no encajaba con Fernando Martín, que nos equilibraba dentro de la zona y era otro ego importante".

Pero Fernando Martín Espina, que no cesaba de pedir el balón a Petrović ni de recriminarle las decisiones arriesgadas —que incluían pérdidas— en ataque, había salido a jugar con artritis traumática en la articulación de la mano derecha más cercana al dedo pulgar, que llevaba vendada y que le limitó a una producción de 11 puntos con 5/12 en tiros de campo y 1/5 en tiros libres, además de 7 rebotes (6+1).

Fernando Martín y Oscar Schmidt

Dato olvidado con el tiempo. Gracias a la panoplia de zonas de Marcelletti, que había tomado el banquillo de la 'JuveCaserta' de manos de Bogdan Tanjevic ('Boza' era el que había llevado a Oscar a Italia, desde Brasil), 'la' Snaidero destrozó al Real Madrid en la cuenta de rebotes: 47 capturas para Caserta (con 21 rechaces sólo en ataque. Para Sandro Dell'Agnello, 12 en total; el pívot búlgaro ex-NBA Gheorghi Glouchkov, 11; Gentile, 10), el total 'casertino' de 47 rebotes, más del doble que los 22 del Real Madrid, con 20 en defensa, dos en ataque.

Más allá y más arriba de todos los planes ofensivos e ideas defensivas de Lolo Sainz y 'su' Real Madrid, aquella tarde de brujas, dioses, adivinos y apagones, a la sombra no tan alejada del Partenón (ni del Monte Olimpo), 'Mano Santa' Oscar, el cañonero brasileño de Natal, Rio Grande do Norte, produjo 44 puntos para 'la' Snaidero Caserta de su patrón Giovanni Maggiò. Fue en serie de 11/30 en tiros de campo (6/11 en triples)… y 16/17 en tiros libres.

Más allá y más arriba de todos los planes ofensivos e ideas defensivas de Lolo Sainz, aquella tarde de brujas, dioses, adivinos y apagones, a la sombra no tan alejada del Partenón, 'Mano Santa' Oscar, el cañonero brasileño de Natal, produjo 44 puntos para 'la' Snaidero Caserta

A falta de ocho segundos para los 40 minutos reglamentarios, con empate a 102 tras monumental triple de Oscar sobre Pep Cargol —el 'arma definitiva del Real en defensa', recuérdese— y sólo a unos cinco metros de quien aquí firma, Petrović, que mutaba casi a voluntad de 'Mozart' en 'Diablo', se halló en un tris de mandar la Recopa a Caserta al perder el balón de modo letal en el postrero, agónico ataque del Real después del 102-102 (triple de Oscar sobre Cargol).

Tenso y agarrotado como casi nunca en su carrera profesional, Petrović entregó la 'pelota de partido' a Sandro —'Sandrokan'— Dell’Agnello, lo que se tradujo —via Vincenzo Esposito— en un tiro no tan desesperado de tres para Ferdinando Gentile, sobre la mismísima sirena. El base zurdo Ferdinando, 'Nando' Gentile (34 puntos, 12/23 en tiros de campo, 5/10 en triples, algunos, como los dos últimos, desde media pista y en las narices del propio Petrović) casi no pudo lograr lo que se diría 'release', soltar el balón.

Pero, con el tiempo expirando, Nando Gentile —precisamente, nacido en Caserta— sí consiguió extraer una falta clarísima de Chechu Biriukov, que de hecho llegó a señalar el árbitro principal, el afamado griego Kostas Rigas; el otro árbitro era el yugoslavo Kurilic.

Gentile frente a Petrovic

En el corazón de la tensión ateniense, entre miradas desesperadas de dioses y 'cariátides', y de Fernando Martín a Petrović, [autor de 12 de los 14 últimos puntos del Madrid en el tiempo reglamentario], el metódico Rigas se fue a consultar con la mesa y anuló la falta del productivo Biriukov (20 puntos, 7/11 en tiros, 4/5 en triples), que conllevaba tres tiros libres.

Pero esa falta a Gentile de José Biriukov Aguirregabiria, que emergió en la Escuela Moscovita 'Trinta', hijo de un taxista de Moscú y de una niña vasca de la Guerra (más adelante, Biriukov se bautizaría en Madrid, a fin de poder contraer matrimonio religioso), ya había caído fuera del minuto 40. La maldición se mudaba a Caserta. 'Aun hoy entiendo que la falta de Biriukov fue dentro del tiempo. Yo debí de tirar tres tiros. Creo que Rigas se volvió atrás por simple miedo', analiza Gentile ante las cámaras de 'Movistar', a día de hoy.

En la prórroga, Dražen Petrović volvió a desenfundar la batuta y la peluca empolvada de Mozart, dejó el 'Ojo del Diablo' bajo la piel y facturó 11 de los 15 tantos madridistas en la prolongación: 117-113. "Ha sido el mejor partido de mi vida", transcribió 'El País' (Luis Gómez, que aún vive) como palabras de Petrović, allí mismo, en la pista de 'La Paz y La Amistad' (?).

Romay, Petrovic, Martín y Llorente

Luego, el calculador superclase croata —al que uno llegó a llevar dólares en Zagreb, en 1987— matizó con palabras no tan sibilinas, aunque sí tan seguro de sí mismo como siempre fue: "Bueno, no sé realmente si este ha sido mi mejor partido, pero lo único que me importa aquí es el triunfo. Biriukov y Johnny Rogers (NB: Rogers, 7/10 en tiros de campo; 14 puntos en Atenas luego ojeador en la NBA) han ayudado mucho al equipo con su fenomenal comienzo. El último balón lo perdí porque dudé si entrar a canasta o pasar a Biriukov. Todos han visto que la prórroga la jugué sin que esa pérdida afectara para nada a mi juego".

Por su parte, y ante las cámaras de Televisión Española (comentarista/narrador, Ramón Trecet), Fernando Martín Espina, 'Gran Hermano' en el vestuario madridista, soltó una declaración heladora: "¿Yo? Yo no he ganado nada; el equipo, el equipo en todo caso". Aquí, uno que lo oyó: ("Este equipo del Real Madrid debe ganar jugando en equipo, y para que gane jugando en equipo ha de repartir y jugar con los pívots, que para eso son internacionales, y no tiene por qué desequilibrarse por excesos en el juego exterior", había declarado Fernando Martín ya dentro de esa misma temporada o Liga 'de Petrović': 1988-99).

Petrović: "Ha sido el mejor partido de mi vida". Luego matizó con palabras no tan sibilinas, aunque sí tan seguro de sí mismo como siempre fue: "Bueno, no sé realmente si este ha sido mi mejor partido, pero lo único que me importa aquí es el triunfo

'Esta tarde, el Partenón está para nosotros en El Pireo", había dicho Petrović al propio Ramón Trecet al mediodía, de regreso al cuartel general del Hotel Hilton y después de un paseo matinal por la Acrópolis. Tras los enteros, trepìdantes 45 minutos en pista en el 'Estadio de La Paz y la Amistad', Dražen Petrović firmó sus históricos —épicos— 62 puntos en esa final de Recopa con 20/30 en tiros de campo [12/14 en tiros de dos, 8/16 en triples, 14/15 en tiros libres]... y sólo un rebote más una asistencia y dos balones perdidos. ‘La Snaidero sólo se rinde a un Petrovic monstruoso’, titularía 'La Gazzetta dello Sport'.

Pero el cortocircuito por implosión o 'explosión de luz blanca' iba a sobrevenir tras esa visita relámpago al Olimpo de El Pireo, casi desde el mismísimo vestuario —donde ya Fernando Martín y Dražen habían tenido palabras más o menos fuertes— y desde el mismísimo vuelo 'charter' de regreso a Madrid, cuando Mendoza reclamó señaladamente a Petrovic, entre murmuraciones de las filas traseras, para que interviniese con José María García desde la cabina del piloto, a miles de metros sobre el Mar Mediterráneo [Mendoza: "Este tío, Dražen Petrović, es la hostia,  va a ser para el baloncesto de España y del Real Madrid lo mismo que Di Stéfano fue para el fútbol"] y fue justo a partir de ahí cuando aquel Real Madrid campeón de Copa del Rey 88-89 y ya también de Recopa se deshizo en sus turbulencias internas, hasta perder, en mayo, la llamada 'Liga de Petrović' en el Palau Blaugrana.

Esto ya sucedió ante el gran 'e-qui-po' barcelonista de 'Fray' Alejandro García Reneses, quien había rechazado en 1986 ('por calidad humana que no se ajustaba al equipo') el precontrato adelantado de Petrović con el Barça, y todo, bajo el arbitraje draconianamente implacable con el Real del difunto bilbaíno Juanjo Neyro y —algo menos— del segoviano Paco Monjas.

Petrovic

Como casi no hay que repetir, el Real Madrid de Ramón Mendoza, Lolo Sainz, Petrović y los hermanos Fernando y Antonio Martín Espina acabó literalmente masacrado por Neyro, con cuatro jugadores en pista (Llorente, Quique Villalobos y los 'juniors' Javi Pérez y el hoy fallecido Carlos García Ribas) en el quinto y último partido de esa final —Barcelona, 3-2—, el 25 de mayo de 1989, Palau Blaugrana.

Uno, que ha conocido a ambos semidioses —vale, es mejor 'dioses'— del baloncesto, puede asegurar que el respeto de Dražen Petrović a Oscar, a quien Dražen sólo llamaba 'Schmidt' era de lo más saludable, hasta un punto de admiración tal que pocos jugadores de la época podían disfrutar en la estimación del 'Mozart' de Sibenik: 'Schmidt ha hecho esto, Schmidt ha hecho aquello... vaya jugador que es Schmidt".

Petrovic y Schmidt

Uno, que ha conocido a ambos semidioses —vale, es mejor 'dioses'— del baloncesto, puede asegurar que el respeto de Dražen Petrović a Oscar, a quien Dražen sólo llamaba 'Schmidt' era de lo más saludable

Sin embargo, y como Franco Marcelletti quería una 'squadra' más física y que no tuviera un único punto focal o de referencia en ataque, Oscar Bezerra Schmidt sólo duraría en Caserta un año más, hasta el fin de la temporada 1989-1990. Aquí fue cedido al Fernet-Branca Pavia, en Segunda División italiana, ('A-2'), al que ascendió y donde promedió en tres temporadas, hasta 1993... ¡¡40,5 puntos por partido!!

 

El 'Denkendorf Memorial'

 

El 30 de noviembre de 1991, con el Pavia ya en 'A-1', Oscar estableció el actual récord individual de puntos en la máxima categoría del 'pallacanestro', la Serie A de Italia, al despacharse con ¡¡66 puntos!! al Auxilium Torino. Todas esas proezas le convirtieron en el ídolo de un adolescente nacido en Filadelfia en 1978, Kobe Bean Bryant, cuyo padre, Joe 'JellyBean' Bryant rindió con notable éxito en Italia entre 1984 y 1991: Rieti, Viola Reggio Calabria, Pistoia, Reggiana...

Entre 1993 y 1995, después de los Juegos de Barcelona (ahí fue donde Scottie Pippen le pisó y le dijo: "Así jugamos en la NBA, si no quieres venir no vengas") Oscar y su señora Maria Cristina, que le pasaba el balón '500 o 1.000 veces' en cada sesión de tiro, ya se habían hartado del trajín de Italia, cogieron a sus hijos, Felipe y Stephanie y se fueron a España, al Fórum de Valladolid, donde Schmidt coincidió en el plantel con su actual presidente, Mike Hansen.

Oscar Schmidt en el Fórum Valladolid

Aquí, en Valladolid, Oscar imitaba a 'Chiquito de la Calzada', del que se hizo 'fan', almorzaba siempre en 'El Corte Inglés' de Valladolid (ubicado donde estuvo el viejo Estadio 'José Zorrilla') y alentaba a Hansen, exbase en Louisiana State con Shaquille O'Neal (y el futuro madridista Stanley Roberts), compañero de habitación en los viajes, a que mejorara y usara cada vez más su tiro.

En Liga ACB, 'Schmidt', 'Mano Santa', llegó a conectar 8/8 en triples, en Málaga, ante Unicaja. Regresó a Brasil y se retiró en 2003, en el Flamengo. Superó un duro tumor cerebral entre 2011 y 2022. "Yo morí al parar de jugar; tenía un balón dentro en la cabeza, pero ese balón era un tumor grande".

En 2013, Oscar Schmidt fue entronizado en el 'Hall of Fame' del baloncesto profesional, en Springfield, Massachusetts, junto a Michael Jordan, 'Magic' Johnson, Pedro Ferrándiz, Antonio Díaz-Miguel o Pau Gasol, y se lo dedicó así a su novia y esposa, Maria Cristina Victorino: "Quiero agradecer a mi amiga, a mi novia. Si no hubieras estado a mi lado, hoy yo no estaría aquí. Llevamos juntos 38 años y espero estar contigo hasta que muera".

En 2013, Oscar Schmidt fue entronizado en el 'Hall of Fame' del baloncesto profesional, en Springfield, Massachusetts, junto a Michael Jordan, 'Magic' Johnson, Pedro Ferrándiz, Antonio Díaz-Miguel o Pau Gasol, y se lo dedicó así a su novia y esposa, Maria Cristina Victorino

Fue precisamente John Reed, un ciudadano de Portland enterrado entre los muros del Kremlin, el autor de 'Diez días que estremecieron al mundo'. De haberse hallado en Atenas aquel 14 de marzo de 1989, Reed (de la ciudad en cuyo club NBA jugaron Fernando Martín y Petrović) quizá habría venido a titular: 'El día que estremeció al baloncesto mundial'.

Petrovic y Martín

"Este tío, Dražen Petrović, va a ser para el baloncesto de España y del Real Madrid lo mismo que Di Stéfano fue para el fútbol". Aquella sentencia de Ramón Mendoza en el vuelo de vuelta de Atenas a Madrid se disipó para siempre en la oscura, lluviosa autopista alemana 'Autobahn 9', Berlín-Múnich, cerca de Denkendorf, a 20 kilómetros al Norte de Ingolstadt, el 7 de junio de 1993.

En la ominosa tarde de ese día, Dražen quedó noqueado mortalmente sin remedio dentro del 'Volkswagen Golf' que conducía su entonces novia, la modelo Klara Szalantzy (luego, esposa de Oliver Bierhoff), después del choque en 'aquaplaning' contra un camión atravesado sobre la pista. Así y ahí dejó el 'Mozart' del baloncesto europeo su vida sobre el asfalto deslizante de la 'Autobahn 9'.

Aparte de su propio mausoleo en el cementerio de Mirogoj, Zagreb, aún resiste junto a la 'Autobahn 9', a 20 kms. al Norte de Ingolstadt, un memorial en piedra con una cruz y la fotografía del propio Dražen Petrović ('Dražen Petrović Denkendorf Memorial'); todo, bastante desolado y en mitad de la nada junto a la 'Autobahn', con esta inscripción, en croata y en alemán: "Esta piedra proviene de Šibenik en Croacia, la ciudad natal de Dražen, de la fortaleza de San Mihovil". Y se trata, casi como en 'El Nombre de la Rosa', de una ruda, estricta y estoica placa de piedra situada junto a la cruz con la foto de Dražen Petrović; aquél que iba a ser para el baloncesto de España y del Real Madrid 'lo mismo que Di Stéfano fue para el fútbol'.

 

Fotografías Alejandro Delmás y Getty Images

Alejandro Delmás
Periodista deportivo de dilatada experiencia.

3 comentarios en: Petrovic: 35 años de la Recopa de los 62 puntos

  1. El mejor jugador europeo de la historia por mucho que haya habido tanto europeo haciendo grandes cosas en la NBA en los últimos 25 años o así.

  2. Una final memorable, ganada -¡cómo no!-, por el Real Madrid. Óscar Schmidt Becerra y Drazen Petrovic . Para los fanáticos del baloncesto , solo con decir su nombre está todo dicho. Casi nada ...

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Se pasó ocho años @antoniohualde despotricando de Bale porque no hablaba español. Ahora le parece que Bellingham en cambio bien... aunque tampoco habla español.

Sin embargo, creo que le entiendo, aunque no comparta su texto.

Estamos ante un escenario -en fútbol y baloncesto- que puede hacer de 2024 el mejor año deportivo de nuestras vidas.
Concentración, humildad y ¡a por ello!
¡VAMOS REAL!

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