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La imperiosa necesidad de acertar

La imperiosa necesidad de acertar

Escrito por: Itxu Díaz29 mayo, 2021
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En esta hora de tribulación madridista, tengo para mí que lo del entrenador es lo de menos. Las posibilidades de sacar petróleo de la actual plantilla han quedado agotadas en estos meses. La frase más repetida es “bastante lejos hemos llegado”, que es por cierto un consuelo inédito en la historia del madridismo, y hasta yo mismo me he sorprendido pronunciándola con risible cobardía, aunque al instante cayera al suelo, roto en llanto y arrepentimiento, como San Pedro, que también era del Madrid (y sé que es horrible desvelarlo, pero me debo a los fans de mi periodismo de investigación: Judas era blaugrana). Lo cierto es que, sin títulos, no hemos llegado a ningún lugar, y las razones esta vez están en el campo, no en el banquillo. Que tenemos un buen equipo, pero no es suficiente.

Lo urgente es que el Madrid rehaga la plantilla con cierta honradez, comenzando por asumir que no podemos seguir contando como estrellas a futbolistas que siempre están a punto de hacer la mejor jugada, el mejor partido, la mejor temporada de su vida, pero que nunca pasan de ahí. Los veo y me recuerdan a aquello de Tono:

- Mi hija, aquí donde usted la ve, pudo haberse casado con un duque.

- ¿Y por qué no se casó?

- Porque no quiso el duque.

Modric Kroos Casemiro

Tenemos un centro del campo que es la envidia de todo el mundo, a un portero en un gran momento y a Benzema en un estado de forma glorioso, que ya es capaz de marcar goles solo mirando fijamente a la pelota, sin tocarla, como Uri Geller doblaba cucharillas. Pero en el resto del campo, incluyendo los banquillos, hay muchos agujeros que tapar, incluyendo uno monstruoso en el que duermen los otrora felices Marcelo e Isco.

Y, sin embargo, la verdadera emergencia es el gol; este equipo lo necesita como yo la cuarta piedra de hielo en el cubata. Tengo una pésima memoria, pero no recuerdo a un Madrid tan dependiente de los goles que eventualmente pueda marcar cualquiera que no haya sido concebido para hacerlo. Y la solución a esto, por desgracia, sigue siendo la billetera. No se conoce otro modo eficaz de hacerlo, si exceptuamos el secuestro a punta de pistola, pero, teniendo en cuenta que el capo Ceferino nos quiere fusilar solo por haber montado la Superliga, imagínate lo pesadísimo que puede ponerse si nos llevamos a Mbappé a la fuerza, después de haber amordazado a medio PSG. Y a propósito de las dudas: si tengo que elegir a uno, me quedo con los dos, pero algo me dice que con Mbappé tendríamos un fútbol más bonito, y con Haaland, uno más eficaz.

Mbappé Haaland

Admitamos, por lo demás, que esta temporada ha sido tristísima. Solo el Atlético de Madrid podría ganar la única liga, fuera de tiempos de guerra, que no se puede festejar en las calles, ni en los bares, ni nada. Es todo como muy rojiblanco. Pero el tiempo de excepcionalidad y tragedia ha terminado. La próxima temporada será importantísima para el fútbol internacional, más que nunca teniendo en cuenta la guerra político-deportiva en que estamos, en la que ganamos razones solo en la medida en que seguimos siendo los más poderosos. Después de todo, los equipos que no se coronen no estarán en condiciones de exigir nada. Así que lo que está en juego la temporada que viene no es solo deportivo. No se puede fallar.

Y junto a los necesarios fichajes, urge abordar con seriedad la preparación física. No podemos permitirnos otro año en el que un futbolista tose, y se rompe la clavícula; otro se agacha a recoger algo del suelo, y se desgarra los ligamentos; y otro remata de cabeza en un entrenamiento, y se le saltan los dos ojos, que además luego es una lata encontrarlos entre la hierba.

Zidane

Cuando todas esas piezas estén en su lugar, miraremos al banquillo. Y, si sabemos que no podemos ni soñar con Mourinho, ni siquiera con el bueno de Míchel, disfrutemos al menos la posibilidad de que venga alguien que sea del Real Madrid, o al menos, último consuelo, que el nuevo tenga la suficiente sangre en las venas como para no pasarse todo el partido aplaudiendo y dando abrazos mientras algún rival nos pasa por encima.

Resueltos todos estos asuntos –yo no querría ser Florentino en estos momentos-, algo me dice que la temporada que viene vamos a ver al mejor Real Madrid de los últimos años. Y algo nunca se equivoca.

 

Fotografías: Imago

Itxu Díaz
Del mar. Journalist and writer. @amspectator @NRO @thedailybeast @WestJournalism @amconmag @gaceta_es @mundo_cristiano. A la venta/Order now: http://cutt.ly/DhcQJSf

14 comentarios en: La imperiosa necesidad de acertar

  1. Otro artículo como los del señor Bengoetxea, de lógica difusa, que dice una cosa y la contraria. Hay mucha necesidad de acertar pero el acierto acaba reducido a Haaland o Mbappé. Hay mucha necesidad de acertar pero el acierto es que no se lesionen los jugadores y aquí viene la pila de chascarrillos. Hay mucha necesidad de acertar porque todo está muy mal pero hemos llegado muy lejos con lo que había y los agujeros han sido Marcelo e Isco. Para terminar con la soberana estupidez de que teníamos por entrenador un aplaudidor y un abrazador, y que a partir de ahora se va a jugar mejor. Y seguramente también se ganen 3 Champions seguidas, pero sin dar palmas en la banda.

  2. Buenas tardes, otra de las razones:
    Lo de Achraf es una pena pero es lo que hay cuando se toman decisiones incomprensibles sin ser aclaradas por parte de nadie. Por no albergar 6 partidos en el Bernabeu el pasado curso el Madrid decidió cerrar el grifo hasta tal punto como para no igualar 5 kilos de salario a un jugador propio (cuya posición resultaba extraordinariamente necesaria) sabiendo que no habría fichajes. Vamos, más miseria y tacañería imposible.
    Saludos blancos, castellanos y comuneros

    1. Lo de Hakimi define la política deportiva del club en los últimos 5 años; si ofrecen 40 millones vendo a cualquiera y me paso por el forro la política de cantera y apostar por jóvenes promesas. Perder a un jugador como Hakimi fue ridiculo. También lo de Llorente aunque en menor medida. Y lo peor es que salieron los voceros de la junta directiva diciendo que el jugador no quería ser suplente que si Zidane no lo quería. Mentira. Yo lo recompraba pero me jode pagar 60 millones por algo que era nuestro.

      1. Vamos a ver si nos aclaramos, la directiva dice algo y no me lo creo, lo dice una putrefacción hecha juntaletras y a piesjuntillas...

  3. Por hablar de LLORENTE. La gran cagada. Y aquí si que hay varios culpable . Unos mas que otros.
    Y todo por desavenencias con la familia Llorente.
    O vosotros o yo
    Pues el del yo que sepa que un alto porcentaje de culpa en el juego y título de liga se lo debe el Atleti al jugador que se considero apestado dentro del Madrid

  4. "Y junto a los necesarios fichajes, urge abordar con seriedad la preparación física. No podemos permitirnos otro año en el que un futbolista tose, y se rompe la clavícula; otro se agacha a recoger algo del suelo, y se desgarra los ligamentos; y otro remata de cabeza en un entrenamiento, y se le saltan los dos ojos, que además luego es una lata encontrarlos entre la hierba."

    Yo el departamento medico no tiene responsabilidad?

  5. No puedo estar más de acuerdo con los comentarios anteriores que ponen de manifiesto las grandísimas cagadas con los casos Llorente y Ahraf. Añadan el caso Reguilón como otra cagada suprema a la que los dirigentes del club nos tienen acostumbrados.

    Me pregunto que habrá demostrado Kubo en 2 temporadas en primera división que no demostrara Llorente en la mitad de partidos y además en el primer equipo.

    De verdad a veces pienso que si ponemos a un mono a fichar jugadores acierta más veces que toda esta gente (José Angel Sánchez, Juni Calafat, etc). Tenemos la paciencia de aguantar en el primer equipo a auténticos petardos o proyectos de buen jugador que no dan la talla (vease Asensio) y no apostamos por la calidad que tenemos en casa. No creo que haya que ser Maldini y ver hasta los partidos de la segunda división iraní para intuir que jugadores tienen nivel Real Madrid y cuáles no, viendo su evolución a lo largo de toda una temporada como en los casos que he mencionado.

  6. Asensio no tiene calidad, el mono ya sea chimpancé u orangután tiene curro, pero mucho.
    Hay uno en el city, este ficha 700 todos los años, muy baratos y chico no gana la Champions,pero claro es un abadlopitecus nordesteñus, una variedad de primate muy superior al chimpancé que tenemos que fichar.
    La sabiduría es lo que tiene, yo soy un mono jerezano y tampoco doy la talla.

  7. Los monosabios, cuando ficharon a D. Luca Modric se pusieron a dar aullidos, cuan mono aullador, pero hicieron una de mutis por el foro, cuan mono sibilino, este último asiduo y pertinaz adicto de las aguas misteriosas, casas con lucecitas , rebeldías mariscadoras y demás sufridoras y castas aficiones, ahora bien, siempre con cargo a cuentas ajenas, por aquello de la imparcialidad en sus próximos aullidos.

  8. Por cierto han dejado de visitar casas de lucecitas de un lado de la calle, para empezarlo a hacer justo a las que están al otro lado, de la calle, ossssea enfrente.
    El mono aullador es lo que tiene, ha hecho de la almohada su bandera.

  9. Vamos a ver. Yo creo que en estos tiempos de apretarse el cinturón por la bajada de ingresos, el Madrid ha estudiado las cuentas (compárese con otro más que un club) y ha vendido a dos jugadores, Achraf y Llorente a cambio de ¡80 kilos! que son en estos tiempos de escasez un porcentaje mucho mayor respecto al presupuesto real que 160 en periodos de ingresos "normales". Eso es irrechazable sobre todo si hay una política de seguimiento de la cantera con hombres tipo Blanco, Arribas, Miguel Gutierrez, Marvin, Chust...
    Precisamente, creo que la razón fundamental de la renuncia de Zidane es, en estos tiempos de obligada incorporación de cantera, el despegarse del molesto asunto de despedir a jugadores veteranos míticos del segundo mejor Real Madrid de la historia. Para un tipo tan empático como Zidane, es muy difícil dar el paso aunque vea que es necesario y obligado. Es por eso que en connivencia con el club, da un paso al lado para que algún otro sin lazos afectivos efectúe la transición.

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