Las mejores firmas madridistas del planeta
Inicio
Opinión
I like Tchoupin

I like Tchoupin

Escrito por: John Falstaff3 agosto, 2023
VALORA ESTE ARTÍCULO
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas

Me pasa Bengoechea un vídeo de Tchouaméni tocando el piano y vestido de corto, en lo que parece el vestíbulo de un hotel. No hay más contexto y no he querido averiguar nada más sobre ese vídeo. Para qué contaminar ese momento con el ruido del mundo. Es mejor así: Tchouaméni, el uniforme del Real Madrid, el móvil apoyado sobre el piano y las manos, grandes y negras, escribiendo poesía en el aire. No importa de qué música se trate, ni quién sea su autor. Es Tchouaméni convertido en Glenn Gould, tocando para sí mismo y regalándonos unas Variaciones Goldberg premiosas, calladas, palpitantes de vida y de melancolía. Un momento de hermosa languidez, puro, desconectado de la realidad, casi como salido de un sueño.

Tchouaméni es un morrosko de imponente presencia, pero hay algo en él que es cálido como la primera luz del alba. Un poco a lo William Munny, un justiciero implacable con las botas manchadas del polvo del camino y con el alma llena de cicatrices, pero capaz de transmitir ternura —concisa, seca, profunda— a la prostituta vejada. Tchouaméni vino a reemplazar a Casemiro, que no es empresa pequeña, y puede que no tenga la mirada noble de Nadal que caracterizaba al brasileño, pero le sobra calidad, mando y —antes lo intuíamos, ahora lo sabemos— sentimiento. Tchouaméni convierte el centro del campo en su jurisdicción y su presencia en la ley, pero también interpreta Canciones sin palabras con su fútbol de toque preciso, viril y refinado, temible y distinguido. Tchouaméni juega como toca ese piano del que nada sabemos, y alumbra insospechadamente la posición de medio centro defensivo con su fútbol recio y delicado. Y al hacerlo, convierte esa demarcación de brega, oscura y sombría, en una oportunidad para la belleza, que brota, improbable y risueña, de la honda negrura camerunesa, deshaciendo la oscuridad como el rayo de luz que se cuela por una rendija. Si algo nos enseña el piano de Tchouaméni, es que el francés está destinado a ser no sólo el puntal defensivo del rombo ancelottiano, sino el faro cuya luz habrá de guiar al Madrid a nuevas cotas de grandeza.

Tchouaméni juega como toca ese piano del que nada sabemos, y alumbra insospechadamente la posición de medio centro defensivo con su fútbol recio y delicado

Hay, así, mucho madridismo reconcentrado en esos breves segundos de vídeo lacónico, sencillo y sin pretensiones. Ahí está, para quien quiera verlo, la promesa de glorias futuras, el acierto de un fichaje cuya luz acabará imponiéndose (ya lo está haciendo esta pretemporada) a la alargada sombra de Casemiro, el eje que habrá de dar equilibrio a nuestro equipo durante los próximos años, y que lo hará sin renunciar a la belleza, a la luz y a la elegancia, porque qué es todo eso sino la esencia última del Real Madrid. Ya lo cantaba Gazebo: Remember that piano so delightfully unusual... I like Tchoupin.

En el prosaico mundo real me llaman Eduardo Ruiz, pero comprenderán ustedes que con ese nombre no se va a ninguna parte, así que sigan llamándome Falstaff si tienen a bien. Por lo demás, soy un hombre recto, cabal y circunspecto. O sea, un coñazo. Y ahora, si me disculpan, tengo otras cosas que hacer.

4 comentarios en: I like Tchoupin

  1. Me quedo con la comparación de Gould en la que se encuadraría perfectamente el nuevo centrocampismo madridista: vitalidad y personalidad propia vs la ortodoxia que representarían los guardianes de las esencias del "estilo" del noreste peninsular. Y espero que no se me enfade mucho allí donde esté -qepd- cierto notable periodista tan madridista como melómano y amante del Barroco y la interpretación historicista.

    1. No tengo ninguna de que el bueno de Eduardo Torrico, por muy militante de las interpretaciones históricamente informadas (como él solía llamarlas) que fuera, sabía apreciar en lo que vale el Bach de Gould, que por algo era no sólo un melómano de exquisito gusto, sino también un gran madridista. Es más, estoy convencido de que habría mandado a alguien a cubrir el recital de Tchouaméni para la revista Scherzo.

  2. Creo recordar , en la época donde era relativamente habitual algun enconado enfrentamiento entre autores galernistas, épico fue aquel a razón del "black lives matter", que hubo discrepancias a la hora de elegir al mejor compositor clásico. Y me parece que JF no tuvo duda alguna a la hora de destacar al más excelso. He celebrado la confección de este sofisticado texto, puix me ayuda distraerme de una actualidad-realidad del RM que percibo un tanto dolorosa.
    Tchouaméni me parece un gran futbolista, por sus cualidades físicas y técnicas, aunque me genera dudas su encaje. Aurélien viene de buena familia y la educación recibida es notable en muchos aspectos. Sin embargo, no siendo ningún reproche o desmerecimiento en modo alguno,no imagino ni a Valverde ni , pongamos por caso , a Casemiro en esos menesteres artísticos. Ahí lo dejo.
    (*) A Carvajal y a Fran García, tampoco.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Tweets La Galerna

Se pasó ocho años @antoniohualde despotricando de Bale porque no hablaba español. Ahora le parece que Bellingham en cambio bien... aunque tampoco habla español.

Sin embargo, creo que le entiendo, aunque no comparta su texto.

Estamos ante un escenario -en fútbol y baloncesto- que puede hacer de 2024 el mejor año deportivo de nuestras vidas.
Concentración, humildad y ¡a por ello!
¡VAMOS REAL!

homelistpencilcommentstwitterangle-rightspotify linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram