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El loro de Bernabéu

El loro de Bernabéu

Escrito por: Alberto Cosín14 septiembre, 2023
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No pasó desapercibida, en la entrevista que tuvimos el honor de hacer a Canário hace unas semanas, la simpática anécdota del viaje del Real Madrid a Río de Janeiro en 1961. Los blancos cruzaron el Atlántico tras concertar un amistoso contra Vasco da Gama en Maracaná. La expedición llegó cuatro días antes del partido y se les pudo ver paseando por la ciudad, por la célebre playa de Copacabana, y departir con los aficionados brasileños a pie de calle. Canário era el jugador más requerido por sus compatriotas, y estuvo muy solicitado durante toda la excursión. No en vano era el único brasileño que había sido titular con los blancos en la sensacional final de la Quinta Copa de Europa en Glasgow, el legendario 7-3 ante el Eintracht de Frankfurt, partido que ya nos había contado "desde dentro" el propio Darcy Silveira Canário en la serie "Así viví" de La Galerna.

No obstante, lo que más llamó la atención a nuestros lectores fue lo que Canário nos contó sobre el propio viaje en dirección a Río de Jainero. Durante el vuelo, Bernabéu se hizo acompañar en todo momento por el carioca, a quien no sólo asó a preguntas sobre su país natal, con objeto de estar bien informado al aterrizar, sino que se descolgó con una petición muy especial.

En efecto. El presidente quería comprarse un loro autóctono de Brasil, y Canario invirtió mucho tiempo y esfuerzo en hacerse con una mascota con pico que satisficiera a D. Santiago. buscando el ejemplar idóneo. Finalmente lo encontraron, tal y como refleja la prensa brasileña del momento, que nos confirma vía hemeroteca la veracidad de la historia de nuestro entrevistado, si bien con un matiz.

En Revista do Esporte hay una mención a un pájaro que se llevaba el conjunto blanco en su vuelta a España. El medio, sin embargo, asegura que era propiedad de Emil Osterreicher, secretario técnico merengue, y no del máximo mandatario blanco. En la nota se añade que el ejemplar es un “papagaio (falador) de Bahia”. Estos animales son de tamaño medio y robustos, con cabeza grande, alas anchas y redondeadas y cuya cola es corta. El pico es duro y el plumaje varía, pero en todos predomina el verde.

¿Se trata del mismo loro, o es que Osterreicher se hizo con otro para sí? No parece probable que la expedición blanca retornara a Madrid con dos papagayos, pues bastante lío burocrático parecía ser el facturar rumbo a España a uno de ellos, con sus papeles en regla y todo. Más bien nos inclinamos a pensar que la Revista do Esporte yerra al atribuir al secretario técnico la propiedad del alado amigo, y que se esté refiriendo al mismo ejemplar al que aludió Canário, es decir, el destinado a hacer compañía ni más ni menos que al gran patriarca merengue.

El hecho es que los periódicos locales no solamente nos confirman la existencia del guacamayo en cuestión, sino que certifican el testimonio de Canário (no deja de tener gracia nominal que el loro fuese facilitado por "un Canário") en el sentido de que el animal no viajó a Madrid acompañando a la expedición, sino que lo hizo en la bodega de la aeronave.

 

 

Obviamente, no nos hemos conformado con esta información, y hemos investigado de manera ardua con el objetivo de saber más sobre el loro, en el cual no hemos dejado de pensar ni un solo segundo desde que la anécdota nos fue revelada. Así somos los mitómanos, amigos.

¿Qué fue del loro? ¿Acabaría en la casita de Santa Pola de D. Santiago, como conjeturábamos durante la entrevista? No ha sido fácil hallar referencias a él en la prensa española desde la fecha de la vuelta de la expedición hasta (digamos) el fallecimiento de D. Santiago. Sin embargo, con mucho ahínco y dedicación hemos alcanzado un cierto grado de éxito en nuestras pesquisas, dado que no sólo hemos buceado en la hemeroteca, sino que también hemos contactado con personas cercanas a D. Santiago.

Uno de sus sobrinos, Ignacio Bernabéu, nos explicó que la familia tiene conocimiento de la existencia de aquella mascota, lo cual nos solazó como el máximo de los hallazgos, por supuesto, si bien sin excesivo nivel de detalle.

La bendita hemeroteca refrenda el testimonio de D. Ignacio y habla de un loro de nombre Pancho, al cual se refiere el propio D. Santiago con gran afecto en alguna entrevista. Se trata de un loro que, en efecto, el mandatario blanco tenía en Santa Pola. Si bien es imposible confirmar que Pancho fuera el mismo ejemplar que llegó de Brasil merced al denuedo de Canário, nos maliciamos, lógicamente, que muy bien podría serlo. Los pormenores tocantes al guacamayo, revelados maravillosamente por el gran hombre en el siguiente recorte, rozan la genialidad. En 1964, en una entrevista en Pueblo, el presidente madridista menciona al animal al que puso de nombre ‘Pancho’, como ha sido dicho. Además, aprovecha para aclarar que “no dice palabrotas como aseguran los graciosos. Es un loro bien educado”.

Avanzando en la búsqueda por periódicos españoles, localizamos una noticia en las que aparece más información acerca de Pancho, cuyo nombre suponemos le debía a Puskas y que vino de Brasil (o no, en el improbable pero no descartable supuesto de que hablemos de un loro diferente). La otra referencia encontrada es en 1968 en el diario MARCA. En otra entrevista a Bernabéu en su casa de Santa Pola, se describe que el mandatario “tenía a su lado a su loro Pancho, del que dice que por las tardes le anima mucho con sus gritos de “¡Hala Madrid!”.

¿Era Pancho el loro que vino de Brasil? ¿Cómo fue la vida de Pancho en Santa Pola? ¿Sobrevivió Pancho a D. Santiago y, de ser el caso, qué fue de él con posterioridad?

Por nuestra parte, la investigación no ha hecho sino comenzar. Conminamos a aquellos lectores que estén en disposición de ofrecer más información sobre Pancho y/o sobre el loro de Brasil (en el supuesto de que no sean el mismo) a ponerse en contacto con nosotros. Esta ya no es nuestra investigación, amigos, sino un vital y mancomunado esfuerzo de documentación al cual os invocamos.

 

Investigación: Alberto Cosín

Texto: Alberto Cosín, Jesús Bengoechea

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Apasionado del balompié, me hubiese gustado ver en directo a las figuras de los años 30, 40 y 50. Gato y madridista, en mi primera visita al Santiago Bernabéu pude contemplar a Diego Armando Maradona.

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Tweets La Galerna

"El VAR es irreversible y se defiende solo. Cancelarlo sería como eliminar Internet argumentando que ha desnaturalizado a la sociedad."

Tremendo artículo de calidad. Muy de acuerdo con casa letra del mismo.

Justicia y tecnología son esenciales tanto para la sociedad como para el fútbol. Una cámara de seguridad puede incomodar a algunas personas, pero sólo disgusta profundamente al ladrón.
En defensa de un VAR mejor.
Lujazo volver a escribir en @lagalerna_

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