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Control de daños

Control de daños

Escrito por: Antonio Valderrama22 marzo, 2022
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El Barcelona de Xavi laminó al Madrid de Ancelotti en la noche del pasado domingo. La derrota fue tan total y aplastante que el cuerpo se me quedó como en los viejos tiempos de Guardiola y Messi. Lo agudizó aún más lo inesperado del vapuleo. El Universo, que nos había regalado a los madridistas una alegría tan salvaje, desmedida y pura el día del PSG, nos pasó la factura de golpe y con muchos porrazos, porque nada es gratis en esta vida y mucho menos, lo bueno. Lo bueno siempre hay que pagarlo. Lo de la camiseta negra no auguraba nada bueno. Jugar de negro en el Bernabéu era una incitación a la tragedia, una burla al dios del fútbol, y más en ese negro japonés que conectaba directamente con 2015, el año del gran desplome carlettiano. Las sensaciones no eran buenas, flotaba en el ambiente una mezcla de euforia post-peseyé y de relajación por la ventaja en la tête-de-la-course. Todo parecía conducir en la previa a la catástrofe y la catástrofe se consumó para pasmo de todo el mundo, especialmente de los barcelonistas, que ya tienen un equipo con apodo (La Xavineta), la moral por las nubes y el sentido de la predestinación de los náufragos devueltos de súbito a la tierra por una ventolera.

Alaba Aubameyang

Cuando a uno le cae encima semejante chaparrón de mierda como el que le cayó el domingo al Madrid sólo tiene dos opciones: sumergirse en una espiral autodestructiva, flagelarse y clamar por un fuego que lo purifique acabando con todo, o limpiarse y seguir adelante. Esta opción “resiliente” me parece la más correcta dadas las circunstancias: a falta de 9 jornadas para el final del campeonato, el Madrid es líder con 9 puntos de ventaja con respecto a sus tres inmediatos perseguidores, Xavineta incluida. Lo cierto es que el domingo por la noche desperdició una oportunidad extraordinaria para segar de raíz la resurrección moral de una institución que lleva meses viviendo en un estado febril, en un delirio laportiano que no obstante la está llevando en volandas hacia alguna parte aún incierta, pero prometedora. Ese éxtasis de Laporta, la verdad, ha sacado al Barcelona de la catalepsia económica, deportiva y espiritual en la que estaba anonadado tras descubrirse el pastel de la bancarrota, la huida de Messi y la caída en la Europa League. Laporta ha articulado una respuesta a todo eso, una respuesta atrevida y desvergonzada, cierto es: una respuesta procaz, así como es él, como su propia naturaleza dionisíaca: pleno de entusiasmo irreal, lenguaraz, manirroto, ha contagiado a todo el mundo de su devaneo suicida. Su histrionismo está funcionando de desfibrilador, con él está levantando a un muerto. Eso hay que reconocérselo, por eso yo temía su vuelta. El tipo tiene algo, baraka, manderecha como se decía antes, lo que se quiera: su equipo, en diciembre, era un vertedero, y hoy emboca un título europeo y pone los ladrillos de una reconstrucción deportiva a medio plazo. Como la Liga española está prostituida, se le ha permitido endeudarse todavía más con el objeto de salvar la clasificación para la Champions, es decir de salvar en esencia los ingresos del año que viene. Pero eso no es culpa suya, sino del Gran Patrón, Tebas, y también del camellero de la Federación, el sheik Rubiales de la abia Saudí y feminista. Y en fichando de entrenador a una leyenda y en refrescando el ataque con mucho, mucho gol (gol barato y de segunda mano pero en efecto gol, y gol del bueno), Laporta ha invertido la dinámica. ¿Y qué es el fútbol sino un fluir continuo del ánimo? Ya lo dijo Valdano, ¡todo lo ha dicho ya Valdano!

Cuando a uno le cae encima semejante chaparrón de mierda como el que le cayó el domingo al Madrid sólo tiene dos opciones: sumergirse en una espiral autodestructiva, flagelarse y clamar por un fuego que lo purifique acabando con todo, o limpiarse y seguir adelante

Se dice hoy, cuando la herida está abierta, que el partido dejará huella. Que no importa lo que ocurra al final de esos 9 partidos que el Madrid-tiene-que-ganar, pues Ancelotti se inmoló ayer: que ya no puede ser nunca más entrenador de este equipo, que todo lo que haga a partir de ahora no vale para nada, que está más acabado que Pablo Iglesias. Bueno, con las tripas abiertas se dicen muchas tonterías. La derrota, además de inapelable, fue muy dolorosa. No hay palabras, el Madrid fue un espanto. La culpa, prácticamente siempre en la vida y por supuesto también en el fútbol (que es la vida reducida a la unidad mínima, la vida comprimida o representada, mejor dicho, a cámara superrápida), nunca es de uno solo. En el Madrid de Florentino, cuando se trata del entrenador, suele ser sin embargo casi siempre así: las debacles tienen nombre y apellidos de DT, algunas pocas veces también de jugadores, pero las responsabilidades jamás trascienden la frontera de la caseta. Hay un cordón sanitario que protege el palco de las enfermedades deportivas. Ahora bien: Ancelotti estuvo para correrlo a gorrazos y eso también hay que consignarlo. Jamás había visto a un hombre como él, uno de los entrenadores con más experiencia del mundo, sino el que más kilometraje acumula en la élite del fútbol internacional, perder el control del partido de una manera semejante, desarbolado por el dispositivo táctico de un novato que está debutando en Primera División. Era como si estuviera borracho y se hubiera tomado a broma el partido. Algo de eso también hubo y no sólo en Ancelotti. Nacho reconoció que salieron “relajados” por “la ventaja” en Liga.

Ancelotti

La ventaja no es infinita ni tampoco eterna y ese debería ser el principal punto a abordar por el staff de Ancelotti en este parón de selecciones. Se trata de no perder la cabeza. Nunca una fecha FIFA le vino tan bien al Madrid ni fue tan bien recibida. El Madrid necesita este respiro. Dice Ángel Del Riego, que es el mejor exégeta que tiene el Madrid, que el Madrid está hecho para alcanzar los clímax al final de las temporadas, nunca en el medio de éstas, y que a momentos álgidos, espiritualmente hablando, como el de hace dos miércoles, suelen seguir petardazos memorables. Éstos actuarían como una especie de homeostasis: regulan el equilibrio emocional del madridismo, lo calibran, por así decirlo. En este sentido, el Madrid tiene dos semanas para utilizar esta paliza y convertirla en gasolina con que alimentar la máquina para el definitivo sprint. El segundo Madrid de Ancelotti, por su perfil más bajo que el primero y su particular hibridación entre veteranos a punto de finiquitar su carrera en la aristocracia del fútbol y jóvenes explotando o por explotar, ha mantenido también cierta regularidad (mucho más gris que la de los años 13, 14 y 15) durante esta temporada, regularidad paquidérmica: ha encadenado varias series de solventes y pírricas victorias ligueras interrumpidas por inesperados batacazos: el Getafe, la Copa en Bilbao, contra el Barcelona, el peor de todos precisamente porque vino después del atracón de ilusión y serotonina más poderoso de lo que va de año. Con el mejor delantero del mundo, y el mejor portero de todos, un equipo cualquiera sumaría puntos a machamartillo aferrándose a cada partido como Gabriel Rufián a su escaño en el Congreso. El Madrid sigue siendo el segundo equipo menos goleado del campeonato y, todavía, el más goleador. De la última serie de 5 partidos en Liga, ha ganado 4: sólo Barcelona y Atlético de Madrid han hecho pleno. Juega fuera 4 de los 9 partidos que restan, y si bien tiene que visitar el Metropolitano y el Pizjuán, sus rivales también tienen que jugar entre sí.

El fútbol no tiene nada de racional, las supersticiones, como en los toros, son fuertes y decisivas

La Liga parece maldita para Ancelotti y eso aumenta el desasosiego, es una sospecha que ronda el buen campeonato doméstico de su Madrid desde el principio. El fútbol no tiene nada de racional, las supersticiones, como en los toros, son fuertes y decisivas. La Xavineta es una pompa de jabón que no para de crecer, desde el domingo parece un zepelín invulnerable, pero como oí hace poco “también se caen los aviones”. Lo estrictamente fáctico dice que el Madrid emboca la recta final de la temporada en los cuartos de final de la Copa de Europa y con el pelotón liguero a 9 puntos, faltando 9 partidos. También que Ancelotti ha llegado hasta aquí con apenas 13 futbolistas: las dos grandes fichas de la plantilla, por salario, reputación y expectativas, son dos exjugadores; el capitán está haciendo la gira de despedida de los toreros viejos y la cara b del equipo (Isco, Ceballos, Jovic, Mariano, Vallejo) es la quinta del cojo: ni siquiera hacen bulto. Que sea el mejor entrenador posible para el Madrid, nadie lo puede saber: el mejor parecía Zidane, lo más próximo a un “Ferguson” madridista, y se encargaron de quemarlo desde dentro, a pesar de su hoja de resultados. Si es cuestión de psicología y de supersticiones, al mando está un hombre que después de perder una final de la Copa de Europa en la que al descanso ganaba 3-0, volvió al mismo lugar y frente al mismo verdugo, dos años después, para desquitarse.

 

Getty Images.

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Madridista de infantería. Practico el anarcomadridismo en mis horas de esparcimiento. Soy el central al que siempre mandan a rematar melones en los descuentos. En Twitter podrán encontrarme como @fantantonio

9 comentarios en: Control de daños

  1. Vale, qué sí, qué sí... muy bien escrito. Pero mi decisión personal está tomada desde ayer noche. De aquí al final de temporada no voy a ver ni un partido más. Lo del domingo no tiene nombre, ni esperpento, ni bochornoso, ni insulto a la inteligencia...He dicho basta. Que gana la liga el Madrid... mejor. Que en verano viene Mbappé , 2 laterales de nivel -uno por lado- y un medio centro de categoría ...pues muy bien. Ya lo leeré en la Galerna.
    Por la caja tonta solo veré algunos partidos de baloncesto del Real Madrid . Soy todavía más de boicot que de ayuno intermitente.

    (*)Madridista, recuerda, the Tinglao también existe.

  2. Lo peor, la actitud ante el barsa pero precisamente porque el barsa para el Madrid ahora no es el rival de siempre. Eso provocó el desastre.
    Lo mejor, que Ancelotti va a acabar con el gafe de la Liga, a pesar del rubialato.
    Que los aviones también se caen, jajajajajaj

  3. A ver D. Antonio es que no vio los partidos contra el PSG pues quitando los ultimos 20 minutos del segundo partido a partir de la Benzenada fueron exactamente igual que contra el Varsa pero con menos goles pero el baño fue impresionante en Paris y aqui y Carletto mirando y mascando chicle, la verdad es que no sé en que pensaba el Presidente en fichar a un entrenador caduco y menos mal que tenemos a Pintus

  4. Ancelotti no puede ser entrenador del Madrid la próxima temporada. Mi impresión de ésta es que con Ancelotti ha sido un tiempo perdido. Ni ha recuperado a ningún jugador que parecía irrecuperable el año pasado (Jovic, Mariano, Hazard, Ceballos, Isco, etc.) ni ha intentado dar alternativa a chavales de la cantera que pintan muy bien (Miguel Gutiérrez, Arribas, Antonio Blanco) ni ha creado un estilo, ni se ha visto una evolución en el juego. La única diferencia con el Zidane del año pasado ha sido la irrupción de Vinicius y esto más parece una evolución lógica del jugador que la aportación hipotética del técnico. Salvo lo de Vinicius, el Madrid sigue exactamente en el mismo lugar que el año pasado: los laterales siguen siendo una rémora, la CMK sigue dictando el juego pesado, lento, como de otra época y Benzema está más solo que la una. El Madrid necesita un entrenador valiente, que asuma riesgos, que mire hacia el futuro. Ancelotti es justo lo contrario.

  5. A ver galernautas, ni toda la playa son piedras, ni todo el monte es orégano. Ancelotti, ha hecho muchas cosas buenas, y por ello ha conseguido una ventaja en Liga a estas alturas, que el 100000% de los madridistas hubiéramos firmado antes de la temporada, y lo sabéis, además de haber ganado la Supercopa. Por supuesto, que también ha hecho muchas cosas malas, las cuáles ya son subjetivas en cuanto a su valoración:
    . No juegan Bale, Hazard, Jovic...El año pasado, el problema era que no jugaban Vinicius y Rodrigo, en defecto de los 3 parásitos antes nombrados, y este año se ha impuesto la meritocracia en la delantera, eso es muy positivo! ya que se ha mandado una carta de amor a todos estos innombrables que solo vienen a poner la mano a final de mes. ¿Qué se les podría dar más minutos, para que los que si trabajan no se relajen? Seguro! Y así debería ser, para que nadie crea que tiene ganado el puesto, ¿cuántos minutos? no lo se, en el fútbol y en la vida en general, nada es más difícil que el equilibrio.
    . El equipo juega de forma conservadora y especuladora. Esto es muy malo, pues da la sensación de estar siempre a merced del rival, y de depender de un pelotazo a Vini o Karim. Si tan malo es, ¿porque juega así el Madrid? Bueno, no se si os acordáis, pero este no era el plan de plantilla de Ancelotti, que empezó jugando la liga con presión muy alta (bloque alto siguiendo la moda del argot futbolero) pero el equipo encajaba muchos goles, porque juega con 3 dinosaurios en el medio campo que si suben, no pueden bajar a tiempo. ¿Solución de Carleto? Cambio radicalmente a jugar en bloque bajo, el equipo pasó a ser el más sólido de la Liga por diferencia. Todo eran besos y risas en el Madrid, que ganaba por la mínima asiduamente, pues jugaba lejos de la portería rival, pero ganaba.
    . ¿De verdad no tenemos jugadores para jugar en bloque alto? Vaya si los tenemos! Valverde, Camavinga, Arribas...Y seguro que en la cantera hay más. ¿Por que no los usa Ancelotti? Porque es ultraconvservador, y si fuera por él no existirían los cambios en los partidos salvo lesión, y así ha sido en todos los equipos que ha entrenado!
    . ¿Tiene solución la forma de jugar de Carleto? Si, pongo la mano en el fuego de que tras lo que pasó en Bilbao e ida de PSG, fue la dirección deportiva la que le dijo de forma más o menos sutil: "Como volvamos a perder de esta forma tan pusilánime, encerrados atrás como mariconas, te vamos a mandar más pallá de la Toscana", y de ahí salió la presión alta contra Real Sociedad, con 4-1 para el Madrid, y el 3-1 contra el PSG.

    Carletoo, es un hombre experimentado e inteligente, y yo espero, que a pesar de los muchos errores que está teniendo este año, acabe con aciertos más notorios que estos fallos. Y ya puestos, que para el año venidero, la dirección deportiva le diga que la CMK la deje para partidos de veteranos, que si necesita fichajes para jugar con presión alta, que los pida, pero que si el Madrid pierde, sea porque el rival ha tenido más cojones que él, y no por estar encerrados atrás como cobardes.

    Verdad!

  6. "el mejor parecía Zidane, lo más próximo a un “Ferguson” madridista, y se encargaron de quemarlo desde dentro", esto fue el más feo de la era Florentino.

  7. El gran problema del Real Madrid, es que hay jugadores y son varios que no tienen nivel para jugar en el Real Madrid, vamos a empezar:
    Carvajal, Lucas, Nacho, Marcelo, Vallejo, Isco, asensio, Rodrigo, jovic Mariano, bale, Hazzard, me salen 12 minimo, así es imposible

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