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1-1: Cumpleaños y viacrucis feliz

1-1: Cumpleaños y viacrucis feliz

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Decían que José Ángel Sánchez no quería al Leipzig como rival en octavos y tenía razón, el Madrid ha terminado clasificándose para cuartos de final de la Champions pero sufriendo un viacrucis ante un gran rival.

Llegábamos a este partido de vuelta con el ajetreo que todo cumpleaños provoca, 122 años nos cumplía la criatura blanca, menos mal que el Bernabéu es amplio para colocar una tarta que pueda alojar tantas velas. Dicen que los partidos en día de celebración no suelen terminar bien, pero en este caso las malas noticias llegaron antes, por la mañana: dos partidos de sanción a Jude Bellingham por definir en inglés lo sucedido en Mestalla sin atisbo de agresividad ni menosprecio, pero, parafraseando a Bernabéu, el antimadridismo es el precio a pagar por ser los mejores. Quizá algún día se arrepientan de haber tratado así al Real Madrid.

Ancelotti apostó por un once con el centro del campo reforzado: Kroos, Tchouaméni, Valverde y Camavinga; y menos efectivos en la delantera: Vinícius; con Jude Bellingham ora centrocampista, ora delantero, libre para atacar donde y sobre todo cuando estimara oportuno en ausencia de Gil Manzano. El sacrificado de inicio: Rodrygo, que junto a Brahim se presumían como las principales balas en la recámara del banquillo.

Ancelotti

La primera presión del Madrid nada más comenzar el partido fue como la de un corcho de vino espumoso que sale disparado. Una vez disipado el efímero gas el encuentro se calmó y el Madrid ni fu ni fa. El primer ataque que intentó Vini fue detenido en falta por un recogido forzudo rubio llamado Schlager con aspecto de desayunar aizkolaris en su tinta, pero el colegiado no la sancionó.

En el minuto 9 Sesko se plantó solo frente a Lunin tras una carrera larga como un ataque de Oliver Atom en Campeones durante la cual todos pensábamos que era fuera de juego, pero ahora nunca se sabe si el árbitro de turno va a pitar antes, durante, después o nunca, y uno vive sin vivir en sí hasta que oye el silbato. Lunin realizó un paradón y acto seguido el trencilla señaló fuera de juego.

Decían que José Ángel Sánchez no quería al Leipzig como rival en octavos y tenía razón, el Madrid ha terminado clasificándose para cuartos de final de la Champions pero sufriendo un viacrucis ante un gran Leipzig

Poco después Vini remató con el hombro un centro templado de Tchouaméni. No se marchó muy lejos de la escuadra. Openda respondió, pero su tiro al segundo palo no encontró portería. Suerte, porque fue una gran ocasión para el Leipzig. El belga volvió a tener otra en el 15. El partido con más centrocampistas del Madrid y resulta que le estaban llegando con más facilidad. Kroos era el centrocampista más retrasado con Aurélien más adelantado que de costumbre. ¿Era el mejor día para cambiar el sistema?

A partir de ese momento pareció que los blancos estuvieran leyendo la presente crónica, porque durante los siguientes minutos consiguieron asfixiar los intentos alemanes de ataque. Kroos incluso se permitió fintar a Openda al borde del precipicio de la portería propia para sacar jugado el balón. Vini acababa de dejar otra delicatessen en el área contraria. Estaba abierto el club del gourmet.

Kroos

Pero fue un espejismo, el Leipzig seguía combinando con criterio y dando sensación de robustez bien dirigido por su técnico Marcos Rose, quien de no haberse dedicado al fútbol habría sido un magnifico galán de telefilm de semana de Antena 3. Los alemanes apretaban cada vez más y en el 40' Lunin se vio obligado a despejar con un mamporro una pelota peligrosa. En la siguiente jugada, el trallazo de —una vez más— Openda salió desviado apenas unos centímetros del palo derecho del meta ucraniano. El Madrid solo tenía un gol de ventaja y no lo estaba pasando nada bien. El Bernabéu pitaba.

Se había añadido un minuto al primer periodo y el colegiado decretó el final unos segundos antes, no quería complicaciones. El Madrid debía mejorar en la segunda parte si no quería sufrir. Las sensaciones no eran nada halagüeñas, a pesar de la cantidad de centrocampistas, los de Ancelotti no controlaban, jugaban plano y varios jugadores no ocupaban sus posiciones habituales. Insisto, ¿era el mejor día para cambiar el sistema? A Carlo tampoco le estaba gustando lo que veía porque retiró a Camavinga en el descanso y dio entrada a Rodrygo.

¿Era el mejor día para cambiar el sistema?

La segunda parte comenzó con tremendo susto, Lunin salió del área con poco criterio para robar el balón a Openda, que venía escoltado por Nacho. El 17 del Leipzig lo regateó, pero el meta madridista pudo rectificar y ya en el área se hizo con el balón.

En el 54 quien actuó sin criterio alguno fue Vinícius, que tras cometer una falta en el medio del campo decidió también empujar al rival cuando este se levantó. La cosa se quedó en amarilla. El partido cada vez pintaba peor. El Madrid parece siempre desenvolverse mejor cuando tiene las eliminatorias cuesta a arriba que a favor.

El Leipzig presionaba más, tenía más fuerza, más actitud y jugaba mejor que el Madrid, cuyo logro superior hasta el momento era mantener el empate a cero. Justo entonces una buena combinación entre Carvajal y Rodrygo terminó con una gran intervención de Gulácsi a disparo de Goes. ¿Despertaría el Madrid?

Pues sí, porque poco después robó un balón Kroos en defensa, se lo entregó a Jude quien filtró de maravilla a Vini para que el siete marcase un golazo con la derecha. Contragolpe made in Mou. Se resarcía así el brasileño del mal partido que había realizado hasta entonces. 1-0. Minuto 65.

Vinícius

Pero el gol espoleó al Leipzig. Primero, a punto estuvo de marcar tras un error en el pase de Carvajal y, poco después, Orbán anotó de cabeza anticipándose a Nacho a centro de Raum. 1-1. Minuto 68. La alegría había durado un suspiro. El Madrid se había despertado para acto seguido volverse a dormir.

Los de Ancelotti seguían mal, apenas podían contener al Leipzig mientras Tchouaméni y Kroos se cargaban con amarilla. Modric sustituyó a este último en el minuto 77. Rodrygo iría a la banda y Valverde más al centro.

En el minuto 80, un taconazo de Vini brindó una buena oportunidad a Jude, pero el defensor anduvo más rápido y le birló el cuero. Mientras tanto, Lunin paraba todo lo que le llegaba, porque el Leipzig, mejor que el Madrid, no dejaba de bombardear la portería blanca.

El Madrid parece siempre desenvolverse mejor cuando tiene las eliminatorias cuesta a arriba que a favor

En el minuto 84, Bellingham dejó su lugar a Joselu, cuyas prestaciones aéreas podían ser aprovechadas en ambas áreas. En el 86' la tuvo, pero no se desenvolvió con la velocidad necesaria para conseguir rematar encimado por dos defensores.

A falta de dos para el 90 Rodrygo gozó de una ocasión inmejorable, se escabulló hasta dentro pero su disparo fue débil y a los pies del guardameta.

Restaban 4 minutos de tiempo añadido y el Madrid hacía equilibrios sobre la resbaladiza piedra del precipicio de cuartos.

En el minuto 91, Dani Olmo la posó en el larguero y el infarto fue general. El Madrid se defendía como podía mientras el Leipzig lo embotellaba.

Así se llegó al final. El viento de Galerna sopló las 122 velas de la tarta del cumpleaños del Real Madrid para celebrar también el apurado pase a cuartos de final de la Champions.

 

Getty Images.

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Redactor jefe de La Galerna.

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Se pasó ocho años @antoniohualde despotricando de Bale porque no hablaba español. Ahora le parece que Bellingham en cambio bien... aunque tampoco habla español.

Sin embargo, creo que le entiendo, aunque no comparta su texto.

Estamos ante un escenario -en fútbol y baloncesto- que puede hacer de 2024 el mejor año deportivo de nuestras vidas.
Concentración, humildad y ¡a por ello!
¡VAMOS REAL!

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