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Y el Bernabéu te amará

Y el Bernabéu te amará

Escrito por: Luis Montero Manglano20 agosto, 2022
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Vespasiano agonizaba. En su lecho de muerte el emperador miró a sus allegados y, con una sonrisa irónica, anunció: “creo que estoy a punto de convertirme en un dios”. Justo después, expiró.

El Madrid legendario de las cinco copas de Europa comenzó este verano su proceso de divinización. Desaparece poco a poco para trascender en la memoria y hacerse inmortal. No sé si estábamos preparados para ello. Cristiano, Marcelo, Bale… y ahora Carlos Henrique Casemiro; que ha sido el último en abandonar el Bernabéu en rompimiento de gloria.

No es fácil dejar el Real Madrid arropado por el amor casi unánime de los madridistas —digo “casi” porque siempre hay gente peculiar por el mundo que no ama a Casemiro, no le gustan los besos o jamás se ha reído en una película de Billy Wilder—. Ni siquiera ser una leyenda te garantiza tal extremo. Iker Casillas se marchó casi a gorrazos, a Sergio Ramos se fue en medio de un atronador suspiro de alivio, más aplaudido por la prensa que por el madridismo, lo que nunca es buena señal, Cristiano Ronaldo —el mayor goleador de la Historia del club, ojo—, aún hoy, sigue en cierto modo suscitando más respeto que cariño entre los madridistas… Porque lo cierto es que en el Real Madrid es más fácil ganarse lo primero que lo segundo.

No es fácil dejar el Real Madrid arropado por el amor casi unánime de los madridistas —digo “casi” porque siempre hay gente peculiar por el mundo que no ama a Casemiro, no le gustan los besos o jamás se ha reído en una película de Billy Wilder—.

A José Mourinho el madridismo le debe mucho. Él nos trajo el armazón sobre el que se armaría el equipo de las cinco copas de Europa: Modric, Varane, Casemiro… y, antes de marcharse abruptamente, dejó señalado a un galés orejudo que hacía magia en el horizonte. “A este, presi, tráete a este y ya tienes casi todas las piezas. Tan solo te quedará sentarte y contemplar cosas asombrosas.”

Un día, Mourinho llamó a Casemiro a su despacho: “mañana vas a jugar como titular porque juegas mucho y eres muy bueno —le dijo—. Tranquilo. No tengas miedo: tú, en el primer balón, sal a muerte y el Bernabéu te amará”.

Pocas veces una profecía se ha cumplido de forma tan plena y exacta.

Casemiro debut Betis

¿Qué tributo se le puede dar a Casemiro? ¿Qué hay que el Real Madrid pueda darle como muestra de ese amor? No lo sé. Ayer, medio en serio medio en broma, reflexionaba sobre la idea de que el club podría crear un cuerpo autónomo de nobleza y otorgar su primer título a Carlos Henrique Casemiro. Tal vez podríamos nombrarlo Archiduque de la Final de Cardiff con Grandeza de Vestuario. Aunque “archiduque” también se me queda corto. En el imperio bizantino existían los “megadoux”, megaduques, que se acerca un poco más a lo mínimo que merecería Casemiro, pero tampoco es suficiente.

La corte de Constantinopla cobijaba una raza especial de nobles: los porfirogénitas. Nacidos en la púrpura. El nombre viene de una sala del Sacro Palacio Imperial cuyas paredes estaban forradas de ese color y en la que las mujeres de la familia imperial daban a luz. Sus hijos, los “nacidos en la púrpura”, eran los únicos que tenían derecho a vestir prendas de ese valioso y carísimo tinte. Usurpar ese privilegio estaba castigado con la pena de muerte.

Un día, Mourinho llamó a Casemiro a su despacho: “mañana vas a jugar como titular porque juegas mucho y eres muy bueno —le dijo—. Tranquilo. No tengas miedo: tú, en el primer balón, sal a muerte y el Bernabéu te amará”

Creo que a Casemiro podríamos nombrarlo “megadoux porfirogénitos legeindarios”. Nacido en la púrpura de la sala de trofeos del Santiago Bernabéu y con el privilegio exclusivo de llevar el número 14 a la espalda.

Casemiro celebra gol en Cardiff

Pero pienso que eso tampoco es suficiente. Quizá ni siquiera sea necesario. Imagino a Casemiro leyendo esta propuesta y sonriendo de medio lado con su expresión de hombre cabal. “¿Para qué quiero títulos y honores?”, pensaría quizá. “Ya tengo todo lo que un hombre puede necesitar en esta vida: soy amigo de Luka Modric y de Toni Kroos”. Y tendrá razón. Hay pocos privilegios que superen a ese.

No sé cómo despedir a Casemiro. Todo me parece insuficiente y, al mismo tiempo, exageradamente inapropiado para alguien cuya humildad natural avergonzaría a un santo anacoreta. En sus ocho años como madridista, Carlos Henrique Casemiro nos ha dado profesionalidad, respeto, cariño y entrega. Los garethistas, además, nunca olvidaremos las veces que cuando Bale saltaba al campo en medio de un concierto de pitos, él se colocaba a su lado y, cada vez que hacía una jugada, mirando a la grada levantaba las manos para aplaudir de forma ostensible. Ese es Carlos Henrique Casemiro. ¿Cómo se agradece eso? ¿Qué hay en el mundo que pueda simbolizar el respeto y el cariño que sentimos por uno de los hombres más honestos, nobles y decentes que ha pisado jamás el césped del Bernabéu? Y que, por si fuera poco, además es un futbolista sobresaliente.

Casemiro ha sido la roca del centro del campo del Real Madrid. Una montaña de piedra sobre la que saltaba Toni Kroos para conquistar los cielos con su mirada de halcón mientras Luka Modric danzaba por el césped como un océano salvaje, como un río entre los peñascos. Y allí estaban los tres elementos: agua, tierra y viento; y el fuego en la grada del estadio cuando los tres restallaban como una incontenible fuerza de la naturaleza.

Hemos perdido la roca, pero sintámonos afortunados porque aún nos quedan el viento y el océano. Casemiro se marcha y el fuego se apaga. Es otoño en el Bernabéu.

 

Getty Images.

Luis Montero Manglano
Novelista. Editor. Profesor de Historia del Arte.

6 comentarios en: Y el Bernabéu te amará

  1. ¡ Como no vamos a amar a Casemiro !
    Miércoles, 14 de abril de 2021 en el mitico estadio de Anfield se juega el partido de vuelta de la CL. En la ida , en Valdebebas, el R.Madrid había ganado 3-1 y los ingleses encajaron muy mal la derrota y se quejaron de todo lo habido y por haber.
    Desde el principio utilizaron la intimidación y el matonismo y cerca del minuto 20 , Milner le hace a Benzema una entrada terrorífica, en el centro del campo, con el único motivo de intimidar y que pudo lesionarle de gravedad. El árbitro, un bujarron holandes llamado Kuypers que afortunadamente para el deporte está retirado, se pone de perfil y a favor de obra y deja la jugada sin amonestar. En la jugada posterior la defensa de Liverpool adelanta un balón por la banda y allí corre el citado Milner para recibirlo pero en ese momento, viniendo del centro , aparece una especie de bólido blanco que saca al jugador del campo y lo envía al área técnica de su equipo. El banquillo se levanta y se va a por Casemiro pero este no se acobsrda y les planta cara hasta la llegada de compañeros encabezados por Militao.
    El bujarron ahora si saca tarjeta, pero no importa el mensaje ya estaba enviado y era claro "si queréis guerra , tendréis guerra".
    Algo similar paso en un partido ante el Atlético con un tal De Paul, al que también tuvo que poner en su sitio.
    Estos son los intangibles que no aparecen en las estadísticas y que hacen que un jugador sea querido por la afición y adorado por sus compañeros y es parte de lo que vamos a perder con la marcha de Casemiro.
    Esperemos que algún otro (Militao, Alaba, ) tome el relevo por el bien del equipo.

    1. Las dos cosas son compatibles. Su amor por el Madrid lo ha demostrado con creces, ahora trata de asegurarse un porvenir aun mejor, nada que objetar ni condenar. Al menos para mi.

  2. Como dice Tito Floren Casemiro se ha ganado el derecho a decidir su futuro, Case que te vaya lindo (como dicen en México), te deseo lo mejor

  3. Poderoso caballero es don dinero. Menos poemas, pájaros y flores y más sentido dela realidad. Juanito en su época o Modric en la actual no se fueron del club para jugar en un equipo menor y una competición menor solo por dinero. Ellos si merecen un artículo así, Casemiro no. El trabajo que ha desempeñado ya se le ha pagado, con dinero igualmente.

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