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La intensidad como excusa

La intensidad como excusa

Escrito por: Quillo Barrios10 marzo, 2020
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El Real Madrid volvió a pinchar -ha ganado uno de los últimos cinco partidos- y a algunos jugadores les faltó tiempo para decir que faltó intensidad en el Benito Villamarín. Se trata de un mantra manoseado en exceso durante los últimos años. La excusa perfecta para no hablar de nada y salir medianamente airoso de preguntas incómodas. Cambias intensidad por actitud -o las juntas- y te queda el mismo relato.

Por suerte, el madridismo, o gran parte de él, ha dejado de comprar este intento de argumento. Ya no cuela. Los que ven cada semana al Real Madrid entienden que no se puede reducir todo a una cuestión anímica, menos todavía en un encuentro como el vivido ante el Betis, ya que el equipo tenía que ganar sí o sí para recuperar el liderato. Imposible no tener actitud y/o intensidad en un partido tan importante.

Mi sensación es que los jugadores y Zidane se sienten incapaces de abordar el verdadero problema que los envuelve cuando la garra, la tensión competitiva y la solidez defensiva no llegan. Hablamos de un Real Madrid que ha pasado de ser casi una roca a mostrarse descosido y desquiciado en menos de un mes. Lo de febrero parecía un bajón, pero en realidad era un spoiler. En cuanto el equipo no se ha mostrado junto y solidario, las carencias han quedado expuestas con nitidez.

Reconozco que no vi venir este desplome, lo cual me convierte en un ventajista al escribir estas líneas. De hecho, hace semanas tenía claro que ganaríamos la Liga y lo dejé escrito en esta misma página. Sin embargo, y pese a que sigo viendo al Real Madrid ligeramente favorito por delante del Barcelona -cómo estarán los culés para que pueda decir esto-, me preocupa el rechazo que transmite el propio club blanco a la hora de analizar los problemas desde el punto de vista futbolístico en lugar del emocional.

La derrota en Sevilla no fue por falta de intensidad o escasa actitud. Tampoco la sangría copera ante la Real Sociedad. Mucho menos el 1-2 contra el Manchester City en Champions League. Ni el 1-0 en el Ciudad de Valencia. Ni el 2-2 en la visita del Celta. Quitando este último caso, el resto tiene un denominador común: fútbol. O falta de él.

En el Villamarín, sin ir más lejos, el equipo no logró imponerse a un Betis que estaba como un flan, pitado por sus propios aficionados e incapaz de sumar tres pases seguidos. La única vía de escape parecía ser la de hacer llegar el balón a Vinicius y que pasase algo. Guión muy pobre para un aspirante al título. El equipo se fue desnaturalizando tanto que la segunda parte se convirtió en algo tétrico. El segundo gol del Betis es buena prueba de ello. Casemiro espera la pelota en tres cuartos, Mariano flota en fuera de juego y Militao se cuela entre Benzema y Lucas Vázquez en la banda derecha. Es Karim el que, haciendo de lateral derecho (¡!), pierde la pelota buscando a Sergio Ramos. Desorden absoluto y fatal desenlace. La anarquía en su estado más salvaje. Sergio Ramos intentó llegar, pero no pudo. Courtois tapó, pero no fue suficiente. La intensidad no tuvo nada que ver. La actitud, tampoco. Hubo un pésimo posicionamiento de los jugadores y una lectura no menos buena por parte de los mismos. Táctica y futbolísticamente horrible.

la intensidad no tuvo nada que ver en el 2-1 del betis

No supo reaccionar el Real Madrid. Puso corazón, bombardeó el área del Betis y llegó a arrinconarlo en los últimos minutos, pero más por corazón y empuje que por juego. Y es que, Zidane volvió a apostar por un dibujo desesperado que nunca le ha salido bien. Pobló el área verdiblanca y vació el centro del campo y la segunda línea. Casemiro y Valverde se quedaron solos mientras Benzema, Mariano, Vinicius y Sergio Ramos -delantero improvisado- esperaban envíos laterales. No fue algo puntual. Por desgracia, se repite cada vez que el partido sale mal. El plan B del Real Madrid es la fe, y pocas veces basta con él.

Tras nadar -mal- para morir en la orilla, los jugadores se retiraron cabizbajos y acudieron a la intensidad para explicarlo todo. ¿Por qué no arreglan un mal endémico como el exhibido en el segundo gol del Betis? ¿Por qué se suceden los partidos en los que Benzema hace de mediocentro creador facilitando así el trabajo a la defensa rival? ¿Qué sentido tiene poblar el área contraria si no tienes a nadie que haga llegar balones limpios y tampoco un sistema que invite a ello? ¿A qué se juega cuando no está Kroos? ¿Por qué Mariano ahora y no hace tres semanas? Tantas y tantas preguntas y tan pocas respuestas. Ojalá fuera culpa de la intensidad. Ojalá pudiéramos decir que el equipo no quiere. El problema es que quiere, pero no puede. O no sabe.

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Pucelano de nacimiento y amante del Real Madrid. Asegura tener la virtud y el defecto de decir siempre lo que piensa. Siempre situará a Zinedine Zidane por encima del resto. Mourinhista, no cree en la objetividad y sueña con ver a su equipo levantar otras diez Copas de Europa. @quillobarrios

10 comentarios en: La intensidad como excusa

  1. De disparate en disparate en esta crónica. Es un disparate citar a Mariano y sobre todo a Valverde en esta crónica. Uno salió tarde y el otro tardísimo como para cambiar nada. F. Mendy debió de salir en el 45 ( suponiendo que ZZ quisiera probar algo con Marcelo ). Es un disparate culpar a Benzema de cometer un error en el pase. El 90% de sus pases son buenos. El rectificador de errores ( Ramos), no pudo hacerlo esta vez y, gol. Pasa en fútbol.
    Es un disparate ver, ver y volver a ver a un hombre que llega solo por el lateral derecho, hasta 5 o 6 veces en 15m. ( Lucas ) y que sus centros vayan indefectiblemente al primer defensor del Betis para que destroce el esfuerzo colectivo de la manera más sencilla. No debe de centrar el que no lo hace bien. Es una ley del futbol. La posición de Modric debió de ser corregida. Un Modric próximo a Lucas para recibir y centrar, hubiera facilitado dos cosas: un bético menos en la olla, y centros con más calidad. Nuestro segundo entrenador no debe verlo. Cambienlo.

    1. Yo no creo que Benzema sea el culpable directo de la derrota por el fallo. Eso le pudo suceder a cualquiera. Pero resulta extraño que el principal delantero esté iniciando un ataque en campo propio cuando necesitas marcar gol para ganar el partido.

  2. Creo que se está analizando una racha de partidos malos como una temporada cuando es un bache de forma, que veremos si dura o no en el tiempo. Se está centrando todo en algo que le sucede a todos los equipos del planeta, cuando el análisis que habría que hacer cada jornada es los 10 a 15 puntos que se han perdido por decisiones arbitrales en contra, y los 9 o 12 puntos que ha ganado así el VARsa. Sumad en una dirección y en otra y veréis la distancia de puntos que sale. Sale la mágica cifra de 20 puntos en marzo, la distancia que suelen llevar estos años de atracos pasados sobre nosotros a estas alturas y que les da la liga al corrupto equipo del VARsa. Mientras no se haga ese análisis jornada tras jornada, todo lo que digáis de intensidad y demás queda desvirtuado.

    Parece que a todos se os ha olvidado como "ganó" el VARsa el sábado pasado.

      1. RoVando como los últimos 20 años. Eres tan mascota del Madrid, que si nos fuéramos a otra liga no os quedaría más remedio que haceros del PSG o del Porto. Lo peor es que sabéis que nada de lo que ganáis vale nada, ni lo celebráis. El año pasado ni hubo celebración y los anteriores atragantadas por las Champions. Así es vuestra patética existencia.

        Pero que te voy a decir si estás en un diario madridista presumiendo de atracos.

  3. Buen artículo. Parece que la mayoría empieza a entender el problema que supone jugar sin delantero centro, especialmente cuando no tienes centrocampistas que aporten gol ni extremos que marquen diferencias. Obviamente Benzema no es el culpable. El equipo se debería haber reforzado con un goleador de máximo nivel. Jovic era una promesa que se compró por 60 millones para que fuera suplente de Karim. Podía haber roto a estrella pero en realidad es como la mayoría de los fichajes del Madrid desde hace años: low cost. Por ese motivo al final juegan los mismos de siempre, porque lo que se fichan son suplentes o jugadores con nivel inferior a los que ya tenemos. Lo increíble es que con los números que tenemos estemos jugándonos la liga. Pero ahí estamos. Y es una oportunidad que, tal y como estan nuestros rivales, no se nos debería escapar. Espero que Zidane rectifique y vuelva a jugar con los mejor que tenemos (courtois, carvajal, mendy, varane, ramos, casemiro, kroos, valverde, isco...). y arriba habrá que probar con Jovic y/Mariano. No hay otra. Si tenemos problemas de gol, saquemos a los delanteros que tenemos. Si Benzema es innegociable pues que salga uno de los dos para que le acompañe aunque eso suponga prescindir de Vinicius o de Isco. De todas formas el problema del gol no es solo de un nombre. Hace falta que los medios terminen las jugadas, que tiren a puerta, que filtren pases... en definitiva que sean más verticales. Y también que los laterales y extremos centren bien, algo que no ocurre tan frecuentemente como debería.

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