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José María Peña: el primer jugador profesional

José María Peña: el primer jugador profesional

Escrito por: Alberto Cosín26 diciembre, 2015
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El profesionalismo en el fútbol está instaurado desde hace muchas décadas. En Inglaterra por ejemplo comenzó en 1885, en Italia en 1929, en Argentina en 1931 y en España se aprobó en 1926. Entre los primeros futbolistas profesionales en el balompié hispano figuran Ricardo Álvarez, Feliciano Rey y Tejedor del Racing madrileño, mientras que en el Real Madrid lo fue José María Peña junto a Miguelón, un centrocampista firmado del Racing Sama de Langreo.

Vizcaíno de Getxo, Peña nació en 1895 y pronto destacó en varias especialidades deportivas además del fútbol, como el atletismo y el remo. En su época de atleta fue un afamado corredor de 110 vallas llegando a ser campeón de España en varias oportunidades. Mientras que en el balompié destaco como un medio derecha de físico portentoso, gran fuerza, potencia, brega e inexpugnable en el juego aéreo.

Sus inicios y donde desarrolla la mayor parte de su carrera es en el Arenas de Getxo, club al que llegó muy joven tras despuntar en el Bambino F.C. En el equipo blanquinegro vivió el ciclo dorado de la entidad en los años 10 y 20 cuando se codearon con los mejores conjuntos del país. Tuvo como compañeros a históricos de la talla de Vallana, Careaga, Pagaza o Sesúmaga que en pocos años ayudaron al Arenas a conseguir tres Campeonatos del Norte, un Campeonato de Vizcaya y una Copa del Rey en 1919 tras vencer al F.C. Barcelona en la prórroga. Además Peña disputó otras dos finales de Copa en la que la suerte le fue esquiva. Mientras que en 1917 los vascos sucumbieron ante el Madrid, en 1925 los azulgranas vengaron su derrota de seis años antes con una victoria por 2-0 en Sevilla.

jose maría peña

A su llegada al Madrid con 31 años, en 1926, cautivó pronto a la afición y a Santiago Bernabéu que le entrenó en su primera campaña. El que años después fuese máximo mandatario blanco llegó a declarar en una ocasión que “había conocido jugadores de todas las clases y estilos pero ninguno como Peña, un portento de jugador, de atleta, de hombre y de amigo”. En el conjunto merengue se hizo con un puesto en la media donde tuvo como compañeros a Prats y Esparza con los que formó un trío muy célebre. Los primeros títulos que añadió a su palmarés fueron cuatro Campeonatos de la Región Centro y un Trofeo Mancomunado. Precisamente esos triunfos regionales permitieron a los blancos acceder a la Copa, llegando a dos finales consecutivas en 1929 y 1930.

En la edición de 1929, con Peña en el once se eliminó a Oviedo, Logroño, Racing de Madrid y Athletic antes de verse las caras con el Español en la final, partido mítico conocido como la “Final del Agua” que se disputó en un campo de Mestalla embarrado. Los madrileños lucharon hasta la extenuación pero no pudieron con un conjunto periquito que venció por 2-1. Por su parte en 1930 dejaron en el camino al Patria Aragón, Arenas, Valencia y Español para enfrentarse en el partido por el título contra el Athletic. Peña de nuevo fue titular en la media con sus dos socios, pero la historia del año anterior se repitió con los bilbaínos que ganaron con gol de Unamuno en el tiempo extra.

El guechotarra, que en la gira del Madrid por Sudámerica de 1927 estuvo cerca de ser engullido por unos tiburones en Yucatán, también tuvo la oportunidad de estrenarse en el Campeonato de Liga con la camiseta blanca en la primera edición del torneo. Esa temporada jugó los 18 encuentros y además vio puerta en dos ocasiones, ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano y el Real Unión en Irún. Peña se mantuvo indiscutible dos cursos más en los que el club madridista terminó en mitad de la tabla. Su última temporada fue en 1931-1932, año en el que perdió un sitio a favor de ‘Leoncito’. Únicamente tuvo minutos contra el Athletic, Espanyol y Real Unión en casa y su ex equipo, el Arenas en Ibaiondo. Aun así colaboró en el primer gran éxito liguero del Madrid, que con un papel fantástico de todos sus integrantes se hizo con el título de forma invicta y tras sumar 28 puntos.

Bernabéu: "“había conocido jugadores de todas las clases y estilos pero ninguno como Peña, un portento de jugador, de atleta, de hombre y de amigo”

Al dejar la casa blanca no colgó las botas, pese a tener 37 años, y disfrutó una experiencia como entrenador-jugador en el Celta. En Vigo pasó tres buenos cursos en los que logró el Campeonato de Galicia en 1934 y se quedó cerca de ascender a Primera en 1935, después de ocupar el tercer lugar de la promoción de ascenso. Jugó varios encuentros por las bajas del cuadro celeste y la última vez que saltó al campo fue frente al Sabadell en Vallecas el 21 de marzo de 1934 en duelo copero de dieciseisavos.

Además del nivel de clubes, también sobresalió en la selección española. En total disputó 21 partidos entre 1921 y 1930, una fantástica cifra en un tiempo con menos encuentros que en la actualidad. Debutó de la mano del triunvirato Berraondo, Ruete y Castro en un choque amistoso ante Bélgica en San Mamés que tuvo como goleador a Paulino Alcántara. Contó con la confianza de otros seleccionadores como Pedro Parages o José María Mateos y estuvo presente en grandes triunfos del equipo nacional de la época como el 3-0 a Francia en Atocha del año 1923, la victoria por la mínima frente a Austria en Viena en 1925 o el doble éxito contra Hungría, primero en Budapest por 0-1 en 1925 y en segundo lugar al año siguiente por 4-2 en Vigo.

También participó en los Juegos Olímpicos de París en 1924 donde España, con un equipo excepcional, cayó en la primera ronda frente al combinado ‘azzurro’, en una tarde de infausto recuerdo para el excepcional defensa Vallana que se marcó el gol clave en propia puerta. Una de las últimas ocasiones en que Peña vistió la zamarra roja fue en una fecha histórica para el fútbol español. En 1929 Inglaterra visitó el Metropolitano y regresó a las Islas con la primera derrota de la historia ante un equipo del continente. Peña que actuó en el centro del campo junto al madridista Prats y el realista Marculeta completó un notable encuentro que se llevó el cuadro español por 4-3 para el jolgorio de los aficionados madrileños. Un año más tarde jugó ante Italia y Portugal en dos choques que España ganó por la mínima y cerró su trayectoria internacional.

En su etapa posterior a la de jugador se pasó a la banda para entrenar a distintos equipos. Tras su periodo en el Celta probó suerte después de la Guerra Civil en el Oviedo, Osasuna, Sporting de Gijón y Gimnástica de Torrelavega.

En los últimos años de su vida una enfermedad le obligó a ser ingresado en una residencia y para ello pidió ayuda económica al Real Madrid, que satisfizo sus necesidades. Falleció en 1988 en Getxo a la edad de 92 años.

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Apasionado del balompié, me hubiese gustado ver en directo a las figuras de los años 30, 40 y 50. Gato y madridista, en mi primera visita al Santiago Bernabéu pude contemplar a Diego Armando Maradona.

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Tweets La Galerna

"Cada jugador del Madrid luce una camiseta firmada por Di Stéfano, pero esa rúbrica no se borra ni con todo el sudor o el jabón del mundo. Es indeleble."

El mejor resumen de todos los éxitos pasados, presentes y futuros.

Gracias, @JesusBengoechea

Lección de táctica, de estrategia, de gestión de grupo: el Madrid venía de empatar en el Bernabéu y se recordaba el 4:0 de hace un año.
Esto de @lagalerna_ es importante. Y justo. Carlo Ancellotti ha ganado 4 Champions como entrenador

“Curiosamente, se está vendiendo que lo

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