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Avida dollar

Avida dollar

Escrito por: Antonio Valderrama27 junio, 2023
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Como cada verano, el tema es Mbappé. Mbappé es el nuevo Gibraltar, el entretenimiento mediático estival. Como los españoles ya casi no tienen sentido de nación, lo que queda de España es el Madrid. Y el Madrid vertebra hasta los tórridos veranos. Si al principio el affaire Mbappé evocaba los clásicos duelos al sol del primer Florentino por los grandes galácticos, ahora, de tanto alargarse en el tiempo, de tanto repetirse como el ajo la misma comedia y de tanto dar vueltas sobre la puritita nada, la cosa ha perdido cualquier clase de chispa. Uno escucha el nombre de Mbappé y bosteza. Es un coñazo a un futbolista pegado, un coñazo superlativo. De entre las informaciones “nuevas” con que youtubers y lamelibranquios de toda laya nos fustigan cada día, se pueden espigar sin embargo algunas cosas ciertas. De todo este vodevil, lo único claro es la codicia.

De todo este vodevil, lo único claro es la codicia

De Mbappé y de su clan, por supuesto. La codicia, queda atestiguado desde la noche de los tiempos, es uno de los más poderosos motivos por los que el Homo sapiens, bípedo implume para Platón, hace las cosas y toma decisiones. Para Platón, el gobierno ideal de los hombres es uno, compuesto de gente estupenda, en el que nadie cobra un duro. Pero Platón, que era muy listo, subestimaba los instintos atávicos de las personas. Por eso cuando lo pusieron a cargo de un gobierno real, en Sicilia, la cosa resultó un tremendo petardazo. Platón era del linaje de los utopistas. Fayza Lamari, que es la madre de Mbappé y la que según los entendidos le lleva el business, no tiene pinta de ser una idealista, ni su hijo tampoco. La experiencia de todos estos años atrapados en la pantomima del sí pero no de su fichaje me llevan a pensar que, en realidad, Mbappé no cree en más utopía que la que se pueda contar en billetes y domiciliar en el banco. En este aspecto muestra el saludable pragmatismo del hijo del arrabal, del chico que, desde los márgenes de la gran París, ha puesto la Torre Eiffel de rodillas ante él.

Mbappé es el nuevo Gibraltar. Uno escucha el nombre de Mbappé y bosteza. Es un coñazo a un futbolista pegado, un coñazo superlativo

Por lo visto, la cosa, a junio de 2023, se resume en que, a un año de quedar libre de su contrato con el PSG, el muchacho no quiere renovar pero tampoco perder dos jugosos estipendios, uno firmado ya y otro por firmar: en torno a, dicen, 150 millones de euros limpios de polvo y paja en concepto de (jeje) “bonus de lealtad” por haber extendido en 2022 su relación contractual con el PSG, y una cifra similar que recibiría (o exigiría) del Madrid por “llegar como agente libre”. Es decir, que Mbappé quiere melón y tajada en la mano.

Mbappé con Francia

En total, 300 kilos, redondeando. No me negarán que no es para pensárselo. Se rumorea que Kylian quiere irse al Madrid y que, por tanto, el PSG quiere venderlo. Pues al fin y al cabo los qataríes siguen siendo, en el fondo de sus caparazones de oro, hombres del desierto, chalanes, ladrones y comerciantes. En buena lógica no están dispuestos a perder a su mejor dromedario de balde, con el “daño reputacional” que se dice ahora en la jerga de los vendehúmos, que ello supondría. A estas alturas uno ya no tiene manera de saber si ahora es cierto que Mbappé se quiere venir o si es otra mascarada para sacarle más perras al emir de Qatar. Tan bueno es como actor que, con su cara de niño viejo, arrugada, de Tortuga Ninja, nos engañó a todos al principio haciéndonos creer que soñaba desde chico con jugar en el Madrid, que hablaba todas las noches por Skype con Florentino y que todo era un precioso cuento de hadas con un único final posible. Vivimos atrapados en la historia de amor de Zidane y la servilleta, pero estos son otros tiempos.

el muchacho no quiere renovar pero tampoco perder dos jugosos estipendios, uno firmado ya y otro por firmar: en torno a 300 kilos, redondeando. Es decir, que Mbappé quiere melón y tajada en la mano

Hay indicios, no obstante. Mbappé se asoma a un momento crucial en su carrera. La treintena se acerca y el PSG sigue siendo una plaza de segunda. Su carrera se ha estancado y sólo él tiene la culpa. Como Picasso o Dalí, prefirió el olor del dinero. Mbappé es otro de esos genios avida dollar que no se mueven si no hay un cheque de por medio. Su codicia y su enorme, monstruoso talento, están cambiando cosas en la industria del fútbol. Como Mbappé juega, realmente, en el Kylian Mbappé FC, ha introducido con fuerza la noción americana del agente libre que aquí sólo conocíamos por referencias del inextricable sistema salarial y contractual de la NBA. Mbappé es, en esencia, una americanización del fútbol, al menos su punta de lanza. Pero como pasa con casi todo lo que se importa de América en bruto, en Europa se aplica como el coño de la Bernarda, pues la NBA es un circuito cerrado regulado por un organismo central que gobierna todos los aspectos de la competición. Cosa que, por supuesto, en el soccer europeo no existe.

Mbappé

Mbappé es dueño de sí mismo y está muy bien que lo sea. La carrera de un futbolista es corta y él, desde luego, la está rentabilizando al máximo por el lado pecuniario. Si se piensa bien, fue Florentino el que puso de manifiesto el inmenso poder emancipador que tenían las superestrellas para jugar donde quisieran y saltarse a la piola los contratos. Pero como dice Ángel Del Riego, para jugar en el Madrid hace falta, en el fondo, el corazón puro de un niño, una mirada elevada sobre las cosas que, por ahora, Mbappé ha demostrado no tener.

como dice Ángel Del Riego, para jugar en el Madrid hace falta, en el fondo, el corazón puro de un niño, una mirada elevada sobre las cosas que, por ahora, Mbappé ha demostrado no tener

Tomemos varios ejemplos. Zidane. Cristiano. Modric. No se puede decir que Cristiano supeditase, en su corazón, la idea de sí mismo a la idea del Madrid. Pero esa fue, en verdad, la fuerza motriz de su arrolladora leyenda. La reivindicación personal desmedida. Bien, en el fondo tiene el mismo cariz ancestral que la codicia, pero es más romántica. Era un niño grande luchando a solas contra el Universo. Zidane renunció a una cantidad extraordinaria de dinero por vergüenza torera, pues así lo habían educado unos emigrantes argelinos, como la madre de Mbappé. Modric, se dice, ha renunciado a un tren cargado de dinero árabe por un año más danzando en la cumbre con la camiseta blanca. De Bellingham también se dice que rechazó ofertas disparatadas de clubes-Estado. El Real es un universo autoconsciente regido por sus propias e insondables normas.

Al final de El tesoro de la Sierra Madre, Bogart, que interpreta a un personaje cuya avaricia lo lleva a cometer actos de oprobio sin nombre, acaba muerto y desvalijado precisamente por seguir el ejemplo de muchos compañeros de Cortés en la Noche Triste y pensar en el oro antes que en su propia vida. El viento del desierto acaba confundiendo los billetes con la arena, y todo se queda en nada, que es el nombre de pila del olvido. Mbappé, que es un niño perfecto de su tiempo, debería ponerse estas noches de verano algunas de las películas de John Huston.

 

Getty Images.

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Madridista de infantería. Practico el anarcomadridismo en mis horas de esparcimiento. Soy el central al que siempre mandan a rematar melones en los descuentos. En Twitter podrán encontrarme como @fantantonio

8 comentarios en: Avida dollar

  1. Me cuesta creer que Mbappe vaya a renunciar al año que le queda en el PSG (le paga mucho más de lo que cobraría en Madrid) y al dineral de su prima de fichaje el año que viene. Es demasiado dinero.

  2. Que Florentino es un extraordinario gestor lo saben hasta los sadhus de la India. Lo digo por experiencia propia. En 2018 uno de estos personajes, sentado en unas escalinatas de una localidad próxima a Benarés, al saber que venía de Madrid me habló de Cristiano y Florentino. "Good sale!", me espetó. En ese momento no sabía si hablaba con un asceta hindú o con un tertuliano del chiringuito. Por mi cabeza cruzó la imagen de Pedrerol viendo al viejo barbudo y desdentado, con su túnica naranja y su turbante, y decidiendo inmediatamente ficharlo para el programa. Hubiera sido una bomba.
    El problema de ser tan bueno y de que todo el mundo te lo reconozca es creértelo demasiado. Y no tener cerca a alguien que un buen día te suelte "Floren, te estás equivocando". Yo desde luego a Butragueño no me le imagino ejerciendo esa función. Y el resto de integrantes de la dinojunta pues... ni idea.
    Pero lo cierto es que condicionar tu planificación de fichajes para la delantera, durante tanto tiempo ya, a los caprichos del niño tortuga... es como poco arriesgado, y linda con la negligencia. Es que incluso aunque acabase aterrizando en Chamartín la semana que viene, habría que tener en cuenta de qué tipo de persona hablamos. A poco que le fuese bien deportivamente (al menos a él, no necesariamente al equipo), tendríamos asegurado al menos un episodio anual de tensión, renovación al alza o huida, como protagonizó Messi durante varios años en el Barça. El ejemplo de las barbas peladas del vecino (luego recrecidas con distintos tipos de ingeniería financiera) tendría que ser un aviso. Pero ya veremos...

    1. A ver, el Madrid de Florentino siempre o casi siempre ha esperado a los últimos días de mercado para hacer fichajes estratégicos. Eso nunca ha importado al presidente. En este caso no va a ocurrir porque la liga francesa empieza antes y el PSG tendría que fichar. Sigo pensando que no se va a hacer por la negativa del jugador a marcharse antes de 2024. El Madrid va a esperar un poco más y si no pues ya se verá. Me imagino que ficharán a alguien porque cualquier otra cosa sería de locos. Pero vamos, que me lo creo todo.

  3. Florentino segun algunos es muy inteligente pero el NIÑATO ya se la jugó una vez y se la va a jugar otra además en dos vertientes una por la pasta y otra porque como el pasado año la estructura del equipo fue nefasta este año si todo lo.supedita a los caprichos del TRAIDOR acabaremos llamándo a la puerta de Mariano para que vuelva

  4. La habituación suele inducir al no reconocimiento e incluso al desagradecimiento. Un poco de ello puede producirse al leer los magníficos artículos rubricados por Valderrama . Escribe como le sale de las gónadas .Con una persistencia pasmosa. Parece fácil. Quizás a él le resulte así. El caso es que ,con la excusa de un culebrón summeriano , el hombre nos aporta una serie de cuestiones más trascendentales, en mi opinión, que el hecho de que el innombrable venga ahora, en el 24, o nunca, al Real Madrid. Su analogía con Gibraltar...lo de que los españoles ya casi no tenemos sentido de nación, me parece muy apropiado. Entre otras bien tiradas.

  5. Estupendo artículo de Antonio Valderrama, que pone de relieve el problema de contratar a quien antepone su codicia a cualquier otra causa o sentimiento. El fichaje de Mbappé sería un colosal error de Florentino Pérez que arrastraría por el lodo al Real Madrid, porque traicionaría todos los principios que nos han hecho sentirnos orgullosos de ese escudo. Lo haría, además, contra la voluntad de una gran parte del madridismo, que no puede identificarse con un ser tan egocéntrico y desleal.
    Muy acertado también el comentario de Burgundio y es que el Florentino Pérez, que acertó con la oportuna venta de Cristiano, cuando antepuso sus intereses a los del club, puede sufrir un batacazo (y el Real Madrid con él) por culpa de esta obsesión. En este caso, Florentino Pérez, tal vez dolido y espoleado por los anteriores rechazos del jugador Mbappé, me está recordando al capitán Ahab, que en su loca persecución de la ballena blanca, perdió su barco y sacrificó su vida y la de su tripulación.

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