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Joaquín, el que nunca llegó

Joaquín, el que nunca llegó

Escrito por: Jesús Bengoechea27 marzo, 2021
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Dijo el poeta que todas las muertes son la misma muerte. Lo mismo puede decirse de los parones de selecciones: son todos el mismo aunque las fechas traten de mover a equívoco. A fin de entretenernos en este nuevo y nefando parón —que es el de siempre—, emprendemos esta serie titulada “El que nunca llegó”, en la que cada autor galernauta ha escogido un gran jugador que le habría gustado ver de blanco y que, a veces a pesar de las especulaciones, nunca llegó a recalar en el Madrid.

 

Odio los chistes, pero ninguno tan malo como ese que dice que Joaquín no jugó ni jugará en el Madrid. El chistoso oficial del reino ha sido (aún es) un extremo eléctrico, exquisito y pleno de personalidad. Joaquín tiene muchos chistes pero solo tenía una jugada, y sin embargo su capacidad para hacernos disfrutar con el fútbol era (es) mucho mayor que la que atesora para los chistes. Calidad es mejor (y hasta más) que cantidad, qué mejor prueba queréis.

Joaquín cuenta muy bien los chistes y los que cuenta suelen ser buenos, pero yo sigo odiando los chistes como concepto. Espera un momento, atiende que voy a ser gracioso. Voy a contarte una historia y al final te vas a reír. No, oiga, esto no va así. El humor es espontaneidad, y el hecho de que algunos chistes funcionen solo representa la excepción de la regla. Joaquín tiene gracia espontáneamente y también cuando anuncia que va a tener gracia, es decir, cuando cuenta un chiste. ¿Cómo se dirá “saben aquel que diu” en andaluz?

Odio los chistes, pero ninguno tan malo como ese que dice que Joaquín no jugó ni jugará en el Madrid

Cuando juega, Joaquín hace el equivalente futbolístico a contar un chiste, en el sentido de que anuncia lo que va a pasar. Ahora ya no es “te voy a contar una historia y al final te vas a reír”. Ahora es “mira, esto va así, voy a llegar a la línea de fondo así me pongas tres tíos encima, voy a regatearme a los tres y voy a poner un centro tan bueno a la frontal del área pequeña que va a ser gol a poco que el que esté ahí para rematar no sea un completo piernas”. Su chiste es viejísimo, tan viejo como el extremo diestro a la vieja usanza. Es el perro Mistetas hecho jugada, pero sigue funcionando como el primer día. Ya sé que Joaquín sabe hacer otras cosas en el campo, pero la repetición sistemática (y con éxito) de esa jugada es precisamente lo que me fascina. Gordillo —otro bético ilustre pero que en este caso, ay, sí jugó también en el Madrid —  tenía una parecida por la izquierda, aunque con menos dribbling. Que Joaquín no haya seguido los pasos del Gordo es una anomalía histórica de primera magnitud, un quiebro al destino esta vez para mal, una extraña resistencia de las cosas a llegar a la línea de fondo tal y como está escrito. Joaquín debió ser blanco y no precisamente del blanco valencianista, yo ya no sé cómo decirlo.

Roberto Carlos Figo Joaquín

Joaquín pudo haberle hecho mucho bien al Madrid en muy diversos momentos de su larguísima trayectoria. Pero debió, sobre todo, haber sido el sustituto de Figo cuando este se marchó. Ahí debieron concretarse las aspiraciones del propio Joaquín de vestir de blanco. El del Puerto de Santa María es más vikingo que usted y que yo, jamás lo ha ocultado, y este detalle no hace sino acrecentar el sindiós. ¿Cómo es que no vino entonces? En medio del declive del primer galacticismo, fuimos a jugar al Villamarín, y Joaquín nos pintó la cara de todos los colores. Volvió loco por su banda a un tal Roberto Carlos, no sé si os suena. En el pospartido, Florentino se cruzó con él, no sé si en un pasillo. El presidente fue el único madridista del cual no pudo escaparse el bético aquella noche. “Fenómeno, ¿cuándo te vienes con nosotros?”, le soltó, y hasta hoy. Nunca. Nunca se vino con nosotros. ¿Por qué? Qué sé yo. Quizá haya alquimias que solo operen servilleta mediante. La seducción o es sutil o no es seducción, y los pasillos de los estadios de fútbol no obran los milagros de las cenas de gala. Las cenas son glamour; los pasillos, acoso. Intento aventurar explicaciones para este sinsentido: Joaquín nació para jugar en el Madrid, por utilizar la frase del propio Florentino, y sin embargo no lo hizo ni lo hará. Dame mayúsculas más grandes para escribir que este chiste no tiene ni puta gracia, Hulio.

 

Fotografías: Imago.

 

Índice de El que nunca llegó:

Capítulo 1: Futre, el que nunca llegó

Capítulo 2: Dominique Rocheteau, el que nunca llegó

Fundador y editor de La Galerna (@lagalerna_). Autor de Alada y Riente (Ed. Armaenia), La Forja de la Gloria (con Antonio Escohotado, Ed. Espasa) y Madridismo y Sintaxis (Ed. Roca). @jesusbengoechea

7 comentarios en: Joaquín, el que nunca llegó

  1. A Joaquín, creo yo, le paso lo que a muchas figuras futbolistas españolas que podían haber interesado al Madrid. Equipo de origen en pie de guerra, ofendidos por el interés, y al Madrid ni agua. Por eso es más fácil fichar fuera

  2. No jugó ni jugará en el Madrid porque no tenía ni tendrá nunca la mentalidad y hambre necesaria para ello; en su día lo quisieron fichar todos: el Madrid, el Barça, el Chelsea..., y él prefirió quedarse en Sevilla para seguir desayunando las magdalenas de su mami que dar un salto adelante en su carrera e irse a un grande de Europa, y así le pasó que lo máximo a lo que pudo acabar aspirando fue el Valencia.

  3. Joaquín seguro que no fichó por los mismos motivos que no ficharon Mendieta, Villa, Silva y un largo etc,: porque sus clubes boicotean al Madrid. Por la típica envidia española.

  4. Me reía más con las payasadas de gañote gómez que con las de joaquin. Escribo en pasado, porque hace años que rehuyo cualquier charlita que pueda dar cualquiera de los dos.

    Joaquin no vino a la capital por la parienta. Hubo en la capital una comida con Butragueño , Benito Floro y representante/s donde se acordó el traspaso que finalmente , por mor de la que te dije, no se produjo. Se lo agradezco profundamente. Me alegro de que Joaquín no haya pertenecido a la disciplina blanca.

  5. Joaquín, Vicente y Villa nunca debieron escaparse de nuestras redes.
    Todavía recuerdo al asturiano haciendo un partido de escándalo en el Bernabéu, el solito contra toda nuestra defensa. Por cierto, no siempre jugó en el halvelda unión deportiva.
    Los otros dos fueron la mejor pareja de extremos de aquella época, bajo mi punto de vista

  6. Pues a mi se me hubiese gustado que lo hubiésemos fichado.... Siempre le tiró lo blanco.
    Fue un grandisimo jugador y demuestra que es un gran profesional.... Lo sigue demostrando a día de hoy con la edad que tiene.

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