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Envenenado por el Real Madrid

Envenenado por el Real Madrid

Escrito por: Quillo Barrios25 noviembre, 2015
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Estuve pasando el fin de semana en La Seca. A mi padre se le antojó una escapada a una Casa Rural cercana a Valladolid y allí nos fuimos toda la familia -perro incluido, por supuesto-. Yo acepté pese a ser consciente de que el sábado se jugaba el Real Madrid-Barcelona y me iba a tocar verlo en territorio hostil. Digo esto porque La Seca es el pueblo en el que nació Eusebio Sacristán, culé reconocido y que hasta hace poco estuvo entrenando al filial del Barcelona. El camarero del bar al que fuimos me dijo que Eusebio no había hecho nada por el pueblo desde que empezó a ganarse la vida con el fútbol. “Viene alguna vez a ver a sus padres y poco más. Es como si no existiéramos”, me comentó. Aún así, él mismo reconoce que el simple hecho de que un vecino triunfase en el Barcelona sirvió para que muchos se hicieran culés.

Llegamos al bar cuarto de hora antes del comienzo del Clásico y ya casi no había sitio. Nos pusimos en la barra, situada a la izquierda nada más entrar. Delante, unos cuantos metros poblados por sillas desordenadas al lado de mesas que más bien parecían estorbar para un acontecimiento así. Muchas camisetas del Barcelona y sólo dos del Real Madrid. Mis sobrinos, ajenos a todo, corrieron y saltaron por los únicos sitios en los que no había una silla, una persona o una mesa. Me hubiera gustado ser ellos, más que nada porque lo vivido en ese bar no fue plato de buen gusto.

viendo al madrid en un bar

El partido no llevaba ni cinco minutos y ya se notaba que la tarde no pintaba bien. Los culés del bar aplaudían y gritaban cuando Neymar se hacía con el balón cerca del área rival. Yo deseaba hacer lo mismo con Cristiano Ronaldo y compañía, pero los atacantes del Real Madrid se distanciaron del resto como si fueran los amigos del novio en la boda y no tuvieran relación alguna con la familia.

Al descanso se llegó con 0-2, pero no era ese típico 0-2 que tú piensas que el Real Madrid puede levantar en la segunda mitad. Sinceramente, yo me conformaba con no encajar una goleada de escándalo. Veía al equipo tan partido, entregado, apagado y roto anímicamente que consideraba imposible una remontada. Y, por desgracia, así fue. De hecho, la segunda parte fue todavía peor que la primera. El Barcelona hizo dos más, Luis Enrique sacó a Messi para hacer el mayor daño posible y a Munir para regodearse. Hasta Piqué se olvidó de sus tareas y fue hacia arriba en busca del gol más dañino -por ser el de la manita y por ser suyo-. Un drama todo. Para redondear la tarde, además, unos cuantos aplaudieron a Andrés Iniesta por todo lo que le ha dado al Real Madrid. La camisa de fuerza siempre debería estar preparada en el Santiago Bernabéu.

El bar de La Seca era una fiesta. Los pocos madridistas que estábamos guardamos un triste silencio mientras los culés pedían más y celebraban cada pase/regate como si fuera otra puñalada en el corazón de un Real Madrid arrodillado. Hicieron sangre con el gol fallado por Cristiano Ronaldo y se mofaron con cada fuera de juego mal medido por Sergio Ramos. Aplaudieron los pases de Modric hacia ninguna parte -muchos de ellos porque no tenía a quién dársela- y rieron cuando la realización decidió cebarse con Rafa Benítez. Eso no lo vivieron los jugadores. Lo vivimos tú y yo.

Esta plantilla, experta en hacer camas -han pasado a un nuevo nivel y ahora la hacen incluso antes de empezar a perder- y por encima del bien y del mal tuvo que aguantar una bronca del Bernabéu y quizá un mal rato, pero no la vergüenza que sintió un aficionado merengue rodeado de culés. El cachondeo, los “olés”, las risas, las mofas, los cánticos, los saltos. Eso no lo soportaron. No se vieron impotentes y con ganas de huir y apagar el teléfono para que nadie molestase. Si hubieran sentido por un momento lo que sentimos millones de madridistas, quizá habrían tirado de coraje en el partido en el que el madridismo te perdona la derrota, pero no la dejadez. Que el Barcelona te gane tiene un pase. Que lo haga con tu complicidad, no.

Sin embargo, y tal y como comenté el martes en Twitter, estoy envenenado por el Real Madrid y no me cambiaría por un culé en la vida. A los sentimientos no se les puede engañar. Dentro de mí el madridismo se mueve con una libertad extraordinaria. ¿Sabéis en que lo noto? En que el sábado lo pasé muy mal en aquel bar de La Seca, pero volvería a él una y mil veces más aunque me dijesen que el desenlace va a ser el mismo.

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Pucelano de nacimiento y amante del Real Madrid. Asegura tener la virtud y el defecto de decir siempre lo que piensa. Siempre situará a Zinedine Zidane por encima del resto. Mourinhista, no cree en la objetividad y sueña con ver a su equipo levantar otras diez Copas de Europa. @quillobarrios

6 comentarios en: Envenenado por el Real Madrid

  1. ¿Cómo hace la cama una plantilla? ¿Jugando mal adrede? ¿Corriendo poco? ¿Haciendo lo que les da la gana en vez de seguir las indicaciones de su entrenador? Si es así, ¿cuántos lo hacen: 2, 5, todos? Nunca he conocido un club ni un vestuario por dentro y me gustaría que alguien explicara estas cosas. Y nombres. También me gustaría que se dieran los nombres de los culpables, para que puedan sentir el repudio de los madridistas, se llamen como se llamen. Ahora muchos dicen que es Cristiano el cáncer del Madrid. Si es el caso, ¿les dice CR a los demás que no corran o que jueguen de determinada manera y pasen de lo que dice Benítez? En cuyo caso, ¿por qué no le mandan a freír espárragos? En fin, que soy un mar de dudas.

    1. Participo de sus dudas, Carlos, y a título personal me desmarco de la afirmación volcada en su artículo por mi querido y admirado Quillo. Me parece una acusación aventurada, sin que decir esto suponga negar que puede suceder.

  2. Cierto, Jesús, porque si se afirma será porque se sabe que ocurre. Y si se sabe que ocurre, sería bueno explicar los pormenores. Si no, nos estaremos quedando en el tópico. Me ocurre lo mismo cuando se habla del ruido mediático que acompaña diariamente al Madrid. ¿En qué medida afecta todo ese ruido a una plantilla de superprofesionales a la hora de entrenar o jugar un partido? Para mí es un misterio. Cierto es que el estado de la prensa deportiva en este país es lamentable y muy cierto también que el Madrid se lleva la peor parte. Pero... Meana, Lama, Burgos y demás, ¿no deberían ser un acicate para los jugadores del Madrid más que una rémora? En fin, paro aquí, que ya son demasiadas preguntas.

    1. Amigo Carlos, claro que afecta a los jugadores lo que se dice en los medios, no hace falta ser un super psicólogo para entenderlo. Los jugadores por muy profesionales que sean, son al fin y al cabo seres humanos y como tales se comportan. Por supuesto que leen la prensa y ven la TV, puesto que allí es donde se reseñan las "hazañas" que llevan a cabo en los terrenos de juego, es muy humano el regodearse en los éxitos alcanzados...¿y qué encuentran en esos medios cuando los leen, escuchan o miran?...un ataque furibundo y canallesco, además de premeditado.
      Que miran lo que escriben o dicen personajillos como los Meana, Lama etc., es un hecho, lo podemos constatar por la forma en que se comportan, por ejemplo CR7 no hablando con la prensa, Dani Alves vetando a Marca y As, Guti mandándolos a coger amapolas etc, etc, etc.
      Que esa opinión de los medios debería ser un acicate es algo que comparto, pero solo los fuertes de mente pueden enfrentar ese tratamiento recibido y no todos los jugadores tienen esa fortaleza.
      Y para terminar, los medios cumplen a la perfección el cometido para el cual fueron creados: generar una matriz de opinión pública. Ahora pueden venir todos los románticos deontológicos a darme palos, pero les aconsejo que no olviden a Mr. William Randolph Hearst y su "obra".
      Como digo, los medios cumplen en España, su cometido a cabalidad, generando una matriz de opinión pública contraria a nuestro club, y lamentablemente una enorme cantidad de madridistas sigue como borregos las pautas generadas por los medios y eso sí que le hace daño a los jugadores, al club, al presidente y a todo Dios relacionado con los intereses de nuestro equipo.
      ¿Pruebas de ello? la sarta de cretinos aplaudiendo a Iniesta y silbándole a los nuestros, silbidos que esta vez se merecieron, pero que en otras múltiples ocasiones no.
      Sí Carlos, los medios influyen y mucho! y hay que combatirlos...como decía Mitrídates cuando se enfrentó a Roma, para derrotar a una legión romana necesito tener mi propia legión romana.
      Hay que hacerles la guerra, y ha de ser sucia, como la que esos medios nos hacen, que el coro de buenitos no se rasgue las vestiduras, no hay guerras limpias.
      Gracias a Dios como sucede casi siempre, una matriz de opinión, da origen a otra que le es contraria, es deber de medios como éste en el que escribo hoy, propagar y difundir esa matriz.
      Se puede hacer de forma beligerante o asépticamente como lo hace la Galerna, que cada uno elija el estilo que mas le cuadre, pero el fín debe ser el mismo, y el Club debe hacer lo mismo!!! creo que dispone de los medios para hacerlo.

  3. Buenas noches D. Quillo, me ha dejado usted estupefacto al contarnos detalladamente la composición
    futbolística del pueblo castellano de La Seca, en la no menos castellana provincia de Valladolid,
    mi asombro llega a niveles siderales cuando el motivo de que gran parte del aficionado al futbol de La
    Seca se haya hecho seguidor de un club catalán, por el simplón motivo de que un buen jugador de
    futbol, D. Eusebio Sacristán, ( pero nada del otro mundo), desarrollase su carrera en el club catalán
    Esté fenómeno tiene explicación, pero no voy a desarrollarla porque en el fondo me da vergüenza
    Saludos blancos y comuneros

    1. Un aplauso comunero. Tiene nombre y no muy bonito. Tiene nombre y demuestra como funciona la psique humana. Pero es que en la lectura de este artículo, que no deja de ser el relato de un episodio cotidiano, te das cuenta en que basan-mos muchas veces nuestro juicio y/o opinión. Por un lado vemos ese criterio "provinciano" o cuasi "mafioso" de la identificación de "es uno de los nuestros" y por lo tanto vamos con él. Por otro el de dar como buena una teoría indemostrable simplemente por el hacho de que esta me hace sentir a gusto con mis filias y mis fobias.
      En estas dos posiciones intervienen lustros de ADOCTRINAMIENTO por parte de la opinión publicada. El "es bueno porque es español", el "es bueno porque es canterano", el justificar los comportamientos de los MÍOS y condenar al linchamiento a los OTROS. Y en el autor, Quillo Barrios, demuestra en su opinión sesgada y sin nada que la respalde, el tener adherido a su pensamiento las teorías de la prensa. Le recomiendo que intente exorcizar este mal

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