La ocasión obligaba a lo máximo y la tropa de Chus Mateo se acercó al suyo. Con tensión desde el comienzo, una gran dirección del Facu Campazzo colocó a sus compañeros en la vía correcta, en el sentido preciso. La cierta carencia de presión defensiva se solventó para maniatar al rival alemán, al tiempo que el ataque fluía con pases en dirección al mejor situado. Un ejercicio sobre el potencial que atesora un equipo que está sufriendo la temporada, en esencia, por las lesiones como mal continuo y por alguna irregularidad de sus hombres clave.
Sin embargo, ayer retornó el Hezonja de las grandes ocasiones con una exhibición de sus virtudes que son muchas y sorprendentes por su naturalidad. Cuando Mario se convierte en Súper, el baloncesto parece un juego de niños de cinco años, sencillo para cualquiera que se acerque a practicarlo. Pues “¡que me traigan un niño de cinco años!”, que diría Groucho Marx. También Musa tuvo una buena noche, así que la anotación quedó determinada.
Quien cada día está más sereno y certero en ataque es Alberto Abalde que está cumpliendo un gran final de temporada. El ferrolano defiende con fuerza y pasión y se entrega a este cometido, no siempre suficientemente recompensado, de forma que entre su acierto y su presión, se está convirtiendo en cimiento del equipo, lo que es mucho decir tratándose del Real Madrid, pero un servidor lo cree firmemente.
También Serge Ibaka ha mejorado sus prestaciones, ocupando más espacio, moviéndose con rapidez e intimidación, convirtiéndose en el perfecto suplente del gigante de Maio, Walter Tavares, que parece haber bajado un poco el pistón tras unos partidos estratosféricos. Tranquilos, que sólo ha dado un paso atrás para tomar impulso.
Quien cada día está más sereno y certero en ataque es Alberto Abalde que está cumpliendo un gran final de temporada. El ferrolano defiende con fuerza y pasión
En definitiva, el equipo aparece restaurado, tras un gran esprín final en el que sólo ha fallado el día del París, más por la ansiedad en busca del triunfo y el desorden consecuente. El rendimiento invita así al optimismo, con los lesionados recuperados. Toquemos madera por Andrés Feliz, enorme en estos últimos tiempos, que arrastra un problema entre la musculatura y el hueso de una pierna.
Nadie quería al Real Madrid como rival en los play-off y ayer volvieron a demostrar por qué. Sencillamente, porque tiene de todo, y mucho, y sólo nos queda confiar en que las mentadas irregularidades de alguno de sus líderes se aparquen hasta el final de temporada para que un año más toquemos la gloria. No será fácil e insisto que se habrá de dar lo mejor, pero no seré yo quien dude de un equipo que nos regala partidos enormes como el que disfrutamos ayer. ¡Vamos a por el Olympiakos!
El ogro será el Olimpiakos. Esperemos que el equipo actúe con tanta solvencia como ayer contra el Bayern. De no ser así será nadar para morir en la orilla
HALA MADRID Y NADA MAS
Este equipo sigue mostrando caracter y orgullo cuando toca.
Esperemos conseguir lo improbable, porque se han ganado el respeto y confianza en poder hacerlo.
Hala Madrid...y nada más!!!
Habrá que romper una estadística negra contra Olympiacos para poder pasar