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El decimoprimer mandamiento: Jugarás al golf

El decimoprimer mandamiento: Jugarás al golf

Escrito por: Padre Suances4 noviembre, 2019
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En las últimas semanas han tomado los medios (y aún diría los céntimos, por su baratura y práctica inutilidad) una banda de músicos desafinados que quieren hacernos creer que tocan música celestial. Es más, ellos piensan que tocan las trompetas de Jericó y que las murallas del Bernabéu van a derrumbarse sobre sí mismas a su mero son.

Los leitmotiven (por el mismo precio, en la Galerna se aprenden plurales en alemán) más usados estos días por nuestros patrios plumillas en dichas sinfonías orbitan en torno a tres polos gravitacionales que ejercen una irresistible atracción sobre estos seres que a todos nos conmueven, a saber: que Bale tiene días libres, que Bale juega al golf a veces y que Bale no invita a los periodistas a comentar sus supuestos padecimientos. Todo ello salpimentado con las anécdotas, el Shanghai Shenhua, que no deben faltar en una aceptable media verdad para darle la vidilla propia de la realidad, aunque sea una realidad taxidermizada, con ojos de cristal y relleno de escayola.

De estos tres polos quiero decir alguna palabra apoyado por la Palabra, claro. Yo, si estoy solo, valgo bien poco.

Bale tiene días libres y hace lo que quiere con ellos: el Éxodo y el Deuteronomio, ni más ni menos. Van contra el Deuteronomio. Tela marinera. El tercer Mandamiento. ¿Podemos poner un pero al tercer Mandamiento? Yo no me subo a un carro donde no dejen tener en paz los días libres que a uno le corresponda. Les recomiendo que hagan lo mismo, queridos Galernautas, y más aún si en esos días se acuerdan un poco de Dios. No hay mucho más que decir.

Bale no invita a los periodistas a comentar sus supuestos padecimientos: más allá de las razones dadas por Gareth acerca del derecho a la privacidad, derecho reforzado además en cuestiones de datos sanitarios, debemos acordarnos del mandato del Señor en el Evangelio de Mateo cuando envía a sus apóstoles a contar al mundo lo que han vivido durante esos tres años centrales de la Historia Universal (y no me refiero a las tres Champions seguidas). Dice el Señor: “Y si no os reciben ni quieren escuchar vuestras palabras, al iros de esa casa sacudid hasta el polvo de vuestros pies”. Bale no hace más que obedecer el mandato evangélico. ¿Ha habido voluntad de entender, de conocer a Bale? Si ha sido la hernia, los cien millones tirados, el álalo. Ahora pretenden familiaridades al calor de un té y conocer las disposiciones testamentarias del galés. Pues va a ser que no.

Bale juega al golf: reconozco que este hecho es el que menos claro está en las Escrituras y aún en el Magisterio de la Iglesia o en la Tradición, pero preguntando a un hermano sacerdote estadounidense con el que coincidí mis meses en Perú he llegado a lo que creo que puede ser una justificación satisfactoria. O al menos un punto de partida para una disquisición más sesuda que cualquiera de los Galernautas golfistas puede expandir, detallar y apuntalar con mayor maestría que este pobre cura. Mi buen amigo es presbítero en Minesota en una parroquia dedicada a San Patricio (en Estados Unidos son legión) y juega al golf. Cuando le pregunté me sorprendió la carcajada al otro lado del Skype y la cara de satisfacción que se le ponía. Me dijo, -Luis, querido, el golf es el deporte maestro, la prueba infalible de cristiandad. Ante mi mutismo y supongo que cara de pánfilo, continuó, -la persona que puede meterse en el rough solo, con el conocimiento de que solamente Dios puede ver lo que hace allí, y pega a la bola sin moverla, exactamente donde ha caído, es la persona que te servirá fielmente y con su mejor disposición, es una persona de Dios.

Ciertamente el razonamiento me enamoró y lo he incorporado inmediatamente a mi repositorio cataquético.

Que juegue al golf, queridos no hace de Bale un peor madridista, ¡hace de él un mejor hombre! Y, ay de quien aleje a uno solo de los hijos de Dios de aquello que los hace mejores.

PD: ante mi insistencia sobre más detalles salvíficos en la práctica del golf, mi querido americano confesó: la frase sobre la conveniencia de este deporte no era suya, sino de ese monumento llamado P. G. Wodehouse. No creo que eso le reste validez, ¿verdad?

 

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No soy la respuesta madridista a mi querida amiga Sor Lucía Caram. Hay planteamientos tácticos mezquinos que entusiasman el corazón de Dios.

8 comentarios en: El decimoprimer mandamiento: Jugarás al golf

  1. Qué bendición tenerlo de nuevo en estas páginas, Padre!
    Si hasta me dan ganitas de aprender a jugar al golf, claro que a mi edad! Todo sea por la Fe y el Real Madrid.

    Gracias por su prédica.

  2. Hay que recordar que el mejor deportista español de todos los tiempos tiene como su hobby principal en su tiempo libre el golf , es D Rafael Nadal Parera y no conocemos ninguna crítica periodística a dicha afición.

  3. Buenísimo el portanalisis de hoy del padre Suances, se le echaba de menos, Padre..y lo que más me ha gustado, la ausencia de las portadas en papel de la demagoga prensa ¿española deportiva? antimadridista

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