A estas alturas de las eliminatorias por la liga Endesa una verdad cierta se impone sobre el resto. Cuando el Real Madrid pone en juego todo su potencial es el mejor equipo. Lo vimos ante el Unicaja y lo volvimos a ver ayer ante el Valencia, cuando el conjunto de la ciudad del Turia tuvo el partido en su mano tras una racha de juego extraordinario.
También queda claro que a estas alturas de curso Chus Mateo ha tomado el pulso a su equipo y viceversa. Su figura se está reforzando en este final de temporada, con planteamientos muy ajustados a las virtudes de los rivales.
Se da la circunstancia de que algunos de los jugadores madridistas claves han retomado su mejor forma en este final de temporada. Uno es Tavares, tan rápido y resistente como en sus mejores días. Su consistencia permite al equipo defender de muchas maneras y el dominio de su zona defensiva da opción a sus compañeros a presionar en la línea de tres. Así, la única opción viable para los rivales es intentar el tiro de tres puntos, pues cuando se internan en la zona se topan con la muralla blanca. Aun así, el juego del Valencia es tan rápido e imprevisible y les gusta jugar tanto en transición que, cuando están en racha, son imparables.
El otro jugador que está rayando a su mejor altura es Campazzo, rápido, imaginativo en ataque y rocoso en defensa.
Su forma y la de Andrés Feliz son tan determinantes que Mateo se ha decidido a disputar los momentos cruciales del partido con dos bases. De esta forma, el Real Madrid puede jugar rápido, de forma imprevisible, al tanto que su defensa se mantiene sólida. A pesar de ser jugadores “bajitos“, ambos son grandes defensores y pueden lidiar con oponentes de talla mayor.
A estas alturas de las eliminatorias por la liga Endesa una verdad cierta se impone sobre el resto. Cuando el Real Madrid pone en juego todo su potencial es el mejor equipo
Muy destacable también es el asentamiento de Usman Garuba, versátil en defensa, capaz de defender a jugadores más altos y más pequeños que él. Esta versatilidad le otorga al Real Madrid más opciones de quintetos diferentes, porque puede acompañar tanto a Tavares como convertirse él en el cinco del equipo. Además, se muestra más confiado en ataque, y ayer transformó un triple providencial en la prórroga. Por último, y por más veces que suceda, no deja de sorprendernos, Sergio Llull. En sus primeras apariciones en el partido no estuvo demasiado afortunado, volvió a la cancha para jugar los últimos segundos de los 40 minutos primeros. Muchos de los que estábamos presenciando el partido pensábamos que el balón terminaría en manos del escolta madridista, como así fue. Y, aunque no había conseguido anotar hasta ese instante, logró la canasta del empate que permitió al Real Madrid continuar con la opción de la prórroga.
Esta eliminatoria se está pareciendo mucho a la previa contra el Unicaja, tanto por la cierta similitud entre el estilo de juego de ambos rivales, como por el transcurrir de los partidos. El primero, claro para los blancos; el segundo, con una clara mejoría de los aspirantes. Y también sabe sobreponerse cuando las cosas parecen más difíciles. Vamos ahora a un tercer partido en una cancha caliente como la de Valencia contra un equipo que habrá ganado confianza por el buen juego desarrollado en Madrid, a pesar de la derrota, y porque ha sabido encontrar las grietas en el actual campeón. No se presentan fáciles los próximos encuentros, pero en vista de los antecedentes y de lo sucedido, el Real Madrid se presenta como claro favorito para revalidar el título.
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Desde que llegó Pablo Lolaso el Madrid tiene una estabilidad que ya quisiera haber tenido en la primera década del siglo XXI, en años como éste que para Europa no le daba le da para rascar liga esperemos, que el oso no está cazado aún.