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Roberto, el del palomar

Roberto, el del palomar

Escrito por: Mario De Las Heras3 julio, 2018
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A mí Roberto Palomar, sólo lo de Palomar en realidad, me trae curiosos recuerdos. En mi pueblo (esto de “en mi pueblo” es una cosa muy de Palomares), cuando yo era adolescente, había un hombre que se llamaba Calixto, pero todos le decían “el del palomar”: Calixto, el del palomar. Yo nunca vi a Calixto en persona, de modo que siempre quedó en mi pensamiento como una persona solitaria, como un tipo desgraciado confinado allí en las alturas, al que todo el mundo nombraba o decía conocer y nadie conocía. Calixto era una especie de Eduardo Manostijeras que vivía allí oculto, en lugar de en una vieja mansión, en el palomar. Desde entonces, yo asocio palomar con tristeza, con atrezo gótico, con canciones lentas de The Cure y con Johnny Depp, que antes molaba y ahora justo lo contrario.

Menos mal que he encontrado a Roberto. Él ha cambiado todo ese imaginario melancólico de pubertad. Ahora cada vez que oigo “palomar” me entran ganas de bailar como Gene Kelly bajo la lluvia mientras tarareo por dentro: “I’m singing in the palomar, just singing in the palomar...”. Imagínense cuando además lo leo. Después de leer a Roberto Palomar voy a todas partes como haciendo claqué. Ayer mismo leí su último artículo y mi mujer me dijo, muy dulcemente: “¿Se puede saber qué haces?”, y yo le respondí con una sonrisa, mientras apuraba mis talones (punta, tacón, punta, tacón), que no podía evitarlo, que acababa de leer a Roberto Palomar, y entonces ella dejó todo lo que estaba haciendo (gazpacho, en este caso) y bailamos juntos claqué por toda la casa.

Luego abrimos la puerta y bajamos las escaleras. Por el camino nos encontramos con una vecina que se quedó mirándonos, muy sorprendida. Mi mujer le dijo: “¡Mi marido ha leído a Roberto Palomar!”, y en ese momento la vecina, Irene, soltó sus bolsas y se unió a nosotros. Más adelante, ya en la calle, nos topamos con el portero, Ernesto, quien, dejando las tijeras de podar sobre la jardinera, exclamó: “¿No habréis leído a Roberto Palomar?”. Yo asentí al mismo tiempo que saltaba sobre un banco y me ponía de puntillas sobre una pierna, y entonces Ernesto empezó a dar vueltas sobre sí mismo con un talento de Nureyev. Su manojo de llaves atado al cinto volaba y tintineaba. Al volver a saltar sobre el suelo, levanté la vista hacia los edificios y vi a la gente, mujeres y hombres y niños y ancianos bailar y cantar en las ventanas y en los balcones, decían: “What a glorious feelin’/ I’m happy again/ I’m laughing at clouds...”.

Yo sé que esa ola se extendió (y sigue extendiéndose), pues cuando ya, exhaustos, nos tuvimos que detener en mi vecindario, se podía oír a lo lejos toda esa melodía de felicidad, igual que cuando el público canta en los conciertos. Yo calculo que a estas horas la ola de júbilo debe de estar por Barcelona, cerca ya de cruzar los Pirineos. Y no era para menos. El eco del artículo de ayer de Roberto Palomar (palomardenuestravida, como Iniesta) se merece atravesar los Pirineos y los Apeninos también. Yo creo que incluso alcanzará los Cárpatos y es posible que allí se quede un tiempo hasta lograr que Drácula baile claqué. Yo estoy convencido de que no le costará demasiado. Ese artículo es alborozo puro, y además yo creo que a Drácula le gustará mucho. Es de un humor draculiano, de gran éxito en el mundo de las tinieblas. Burdo, lo llamarían en nuestro mundo.

Burdo y malvado es el gozoso artículo de Roberto. Ideal para Dráculas, atléticos revenidos, barcelonistas recalcitrantes, valencianistas profundos, sevillistas de relumbrón y demás criaturas de la noche. Ese artículo merece el Nobel de la Paz de los artículos. Cautiva al mundo y al inframundo por igual. Se titula: “Florentino, Lopetegui, Rubiales: muchas gracias”. Yo así de primeras, con esto sólo, me imagino abrazado al conde, allí en Transilvania, con unas cervezas en la mano y cantando grandes éxitos de Roberto Palomar. El artículo de Roberto invita a hacer locuras de juventud. Comienza diciendo que Florentino Pérez “entró en la selección como un cuatrero”. No me digan. A mí eso me anima a poner un tablón sobre el abismo del castillo de mi colega Drácula y jugar a cruzarlo sin soltar la cerveza mientras los atléticos revenidos, los barcelonistas recalcitrantes... me jalean desde el borde.

Qué hacer luego al leer: “Siguió Lopetegui, desleal y falto de ética...” Pues tirarse al vacío y esperar a que te recoja a tiempo un vampiro volador para continuar la juerga. Lo de “falto de ética” me hace pensar que a lo mejor estoy borracho en medio de mis ensoñaciones. El regocijo casi me asfixia. No puedo respirar al recordar aquello de Roberto: “Mourinho sería el típico personaje que se daría a la fuga después de causar un atropello...”. Lo de “falto de ética” sigue retumbando en mi interior hasta que leo que a Rubiales lo califica de “atropellado y con el gatillo fácil”. Ahí está flojo, hay que reconocerlo.

Me sereno un poco. Rubiales le gusta. Lo noto. Debe de ser por eso de los valores, le habrá tocado la patata. Pero está tratando de camuflar esa atracción poniéndolo en un falso mismo plano que al cuatrero y al desleal. Me vuelvo a partir de la risa. Los jugadores son unos negligentes. Me subo a la reja del castillo con mi bro Drácula para tirarme luego sobre los no muertos igual que desde la fuente de San Fermín. Soy un guiri desatado en los Cárpatos, gracias a Roberto Paloma, que canta: “Florentino estará silbando y mirando al techo, Lopetegui ya está donde quería y Rubiales tiene que buscar seleccionador...”.

Me lanzo desde la reja sobre las criaturas de la noche, que ahora entonan “Paquito”, excitados de tanta mentira y maldad y felicidad. Yo, a pesar de la bebida, me sonrojo ante ciertas expresiones: “...marrón de proporciones bíblicas...”, “Cada visita al punto de penalti fue un trayecto al cadalso”, la “triste figura” de De Gea, “(Rubiales) CONTRIBUYÓ a deshacer un proyecto por su FALTA DE TRANQUILIDAD”... Los lobos aúllan y la noche se acaba. Un resplandor en el horizonte. Drácula y los demás (atléticos revenidos, barcelonistas recalcitrantes, valencianistas profundos o sevillistas de relumbrón) se vuelven a sus ataúdes y cubículos completamente trompas y felices. Me he quedado solo. Roberto lo ha vuelto a hacer. Roberto, no les des las gracias a Floren, a Lope o a Ruby. Yo te las doy a ti por este día y por esta noche, qué momentos (“I walk down the lane/ with a happy refrain/and singing, singing in the palomar... Daba, do do do do...) y brindo con mi vaso de plástico de calimocho aguado porque sean muchas más.

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Ha trabajado en Marca y colaborado en revistas como Jot Down o Leer, entre otras. Escribe columnas de actualidad en Frontera D. Sobre el Real Madrid ha publicado sus artículos en El Minuto 7, Madrid Sports, Meritocracia Blanca y ahora en La Galerna.

8 comentarios en: Roberto, el del palomar

  1. Sr. De las Heras, sinceramente dudo de que el personaje merezca un artículo de su excelente pluma. El nivel del glosado es tan terráneo, que da, como mucho, para escribirlo con un arado.

  2. Es una lastima que "individuos periodistas" como éste no estén donde se merecen. Sí se dedicase a arar los surcos estarían torcidos.

  3. En mi pueblo siempre hay algo que abunda dentro de los palomares. También lo podemos encontrar en abundancia en el recinto que los circunda y habitualmente hay grandes canidades por encima del mismo. ¿Sabéis lo que es?

    Un pista: no son palomas.

  4. Roberto Palomar... ¿no es el personaje que escribe columna en Marca todos los lunes salvo el siguiente a la 13ª? Ese lunes sí que no le gustó nada de nada.

  5. Soberbio artículo. Me has hecho reír aunque lo que quería era llorar al ver tanto periodismo rastrero y partidista que solo sirven a sus propios odios y envidias. Has estado genial, gracias, gracias, gracias

  6. Fantástico artículo. Me has hecho reír en vez de llorar al ver ese periodismo mezquino que solo obedece a su odio, su envidia o su partidismo. Ha sido genial. Gracias, gracias, gracias

  7. Pero si este tio,cuando el Real Madrid ficho a Zidane,de entrenador para el primer equipo dijo textualmente en su articulo"es como si ponen un MANIQUI DEL CORTE INGLES"textual.
    ¿Uds.creen que alguna vez,ha rectificado?
    Ni de coña,es uno de los que escriben en prensa,el MAYOR ENEMIGO QUE TIENE EL REAL MADRID.Yo de este tio,veo el titular,algunas veces,pero el resto,no lo leo ni de coña.
    Pero no todo va a ser negativo,me alegro un monton,cuando el Real Madrid gana la CHAMPION n°13,por ejemplo,¿que careto se le queda a este dinamitero?¿de que tema podra escribir ese aciago lunes?
    Que pena que para poder estar en un puesto de trabajo,haya que hacer un papel,tan rastrero.
    Saludos desde mi GRAN CANARIA Y HALA MADRID.-

  8. Siempre es un placer leerle, aunque el motivo del artículo sea un Palomar, "gru, gru", que diría Miki Nadal, necesitado de limpieza.
    Saludos.

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