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El Real Madrid también es baloncesto (II)

El Real Madrid también es baloncesto (II)

Escrito por: José Luis Llorente Gento18 octubre, 2017
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EL REAL MADRID TAMBIÉN ES BALONCESTO (PRIMERA PARTE)

(...) Así pues, la sección de baloncesto se añadió como una más a la estructura del club, sin que en marzo de 1931 ningún signo dejara entrever su brillante futuro. El baloncesto, que se había incorporado con cierto retraso al movimiento deportivo español por su origen norteamericano, era solo uno entre tantos deportes que buscaban abrirse paso en España. Sin embargo, caló con rapidez tanto en el área mediterránea como en los países del este de Europa, ya que su cancha de reducidas dimensiones ponía en marcha un juego dinámico al tiempo que facilitaba su práctica en invierno.

De esta manera, el baloncesto comenzó a popularizarse en los colegios españoles a principios de los años 50, justo cuando apareció un personaje que varió el rumbo de la historia del Real Madrid: Raimundo Saporta. Dice la leyenda que Santiago Bernabéu contactó con la Federación Española con la intención de celebrar un torneo internacional de baloncesto que sumar a los festejos de celebración del 50º aniversario del club. En la entidad le recomendaron a un joven vicepresidente que la estaba embarcando en nuevos y prometedores proyectos. Después de una corta reunión acordaron dar vida al certamen, del que Bernabéu solo puso como condición que no fuese deficitario. El requisito no pareció preocupar demasiado a su interlocutor que en seguida aceptó el envite.

No era de extrañar. A la hora de rendir cuentas, el audaz organizador pudo exhibir no solo la gran repercusión que tuvo el torneo en los medio de la época, sino algo que el presidente ni siquiera había imaginado: beneficios. Saporta había dejado su tarjeta de presentación en  la que decía, siempre voy más allá de lo que nadie espera. Impresionado por la habilidad del joven directivo, el mandatario madridista le propuso incorporarse al club a lo que, siempre prudente y calculador, el solicitado respondió:  “Pero don Santiago, yo no tengo ni idea de fútbol”. “No importa, aquí de fútbol ya sabemos muchos”, le respondió Bernabéu. Saporta se mantuvo fiel al hombre que le había ofrecido ser parte de la entidad, hasta tal punto que, cuando a la muerte del prohombre del Real Madrid todo el mundo lo señalaba como su sucesor, declinó ocupar su lugar por seguir la  recomendación del propio Bernabéu “Sufrirás mucho en ese cargo”, le aconsejó Don Santiago. En más de una ocasión, le oí decir con toda naturalidad que Bernabéu le había traído al Madrid y que con él se iba.

Un relato sobre los orígenes del madridismo

Por fortuna para esta humilde crónica, el baloncesto era el deporte favorito del protagonista de estos párrafos, un juego que se practicaba en el Liceo Francés. Judíos sefardíes procedentes de una París indefensa que aguardaba la inminente invasión nazi, la familia había recalado en Madrid y el chico en el citado centro escolar. Cuando Bernabéu lo incorporó a la sociedad, le atribuyó, entre otras muchas, la responsabilidad de la sección. Ciertamente, por entonces suponía una tarea menor, comparada con el destino del fichaje de Di Stéfano y con su activa participación en la creación de la Copa de Europa de fútbol. El club fue un decidido impulsor del proyecto del diario francés L´Equipe de crear una competición que aglutinase a los mejores equipos del continente. La agudeza del prometedor directivo y su conocimiento del idioma lo convirtieron en pieza clave de la gestación de la competición

Pero dejemos el balompié y volvamos al baloncesto, que es lo que nos ha traído hasta aquí. Asentado en la Federación Española y proyectado hacia la FIBA por sus funciones en el Real Madrid y en el Banco Exterior de España, el dirigente madridista, tras haber concebido la Liga Nacional, comenzó a fraguar su gran obra: una competición internacional que replicara a la del fútbol y de la que el club blanco se convirtiera en protagonista. Su visión se cumplió con creces. El equipo de baloncesto sucedió al de fútbol como dominador europeo en los años 60 y 70, hasta que en la temporada 79-80 consiguió su séptimo torneo continental.

Pero no solo en resultados imitó al balompié. Saporta impuso una férrea disciplina interna para construir un grupo modélico. Consciente de que la prioridad del club era el once contra once, la sección sustentaba su permanencia dentro de la entidad en el logro de resultados satisfactorios y en un comportamiento ejemplar de la plantilla. De esta forma, el conjunto de baloncesto se convirtió en una réplica de su hermano mayor. Los jugadores tenían que dar muestras de buena educación, de lucha permanente y de respeto a todo lo que le rodeaba. Un escándalo o una mala racha deportiva podía dar al traste con el futuro de la sección, de la que Saporta era su mayor valedor en la Junta Directiva. Con frecuencia surgían rumores de su desaparición, aunque visto con el paso del tiempo, quizá la amenaza no fuera tan real y solo una táctica más del inescrutable directivo para mantener alerta a toda la plantilla.

Con el tiempo, el resto de las secciones fueron desapareciendo por problemas presupuestarios, pero la de baloncesto permaneció hasta hoy para mayor gloria de la entidad. Desde su creación, este deporte ha sido un embajador fiel del club y de los valores que representa, el propósito para la que fue creada. Cuando el equipo conquistó su quinta copa de Europa al derrotar al Ignis de Varese de Meneghin en Nantes, el diario LÉquipe-el germen de la competición sobre la que el club ha erigido su leyenda-tituló en portada: “El Real Madrid, fiel a su tradición”.  Un titular que condensa la historia de una sección.

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Escritor. Conferenciante. Columnista. Exjugador del Real Madrid y la Selección Española de Baloncesto. Se pasa la vida remontando.

3 comentarios en: El Real Madrid también es baloncesto (II)

  1. Recordaras los estupendos TORNEOS DE NAVIDAD, una fiesta en el viajo Pabellón, eran Don RAIMUNDO SAPORTA, nada menos, con Lolo Sainz y compañía, todos a lo largo de tantos años; llegamos a una etapa en nuestras vidas donde recuerdas con fuerza lo que te emocionó y lo transmites a tus hijos al punto de decirte: mamá y tu veías esos partidos? te conoces a todos? pero la madres no saben de eso y no eres marciana? claro que los jugadores de ahora me pillan mayor aunque me esfuerzo por buscar la asociación entre Doncic y Petrovic...etc.(soy la madre del cancunense)
    Gracias Joe, perdón por ese toque de antaño.
    Un abrazo

    1. Bonito artículo de nuevo. Recuerdo con cierta nostalgia aquel torneo de Navidad. Concretamente uno en el que me topé en Madrid con la selección de la URSS de Tatchenko, Belostenny, Iovaisha, Kurtinaitis... todos aquellos nombres que tanto miedo daban.

  2. Buenas, gracias Llou por otro gran artículo y recordarnos al gran Saporta.
    Por otra agradecerte y me hizo gran ilusión y sorpresa, el detalle de mandarme un correo.
    Si no es pedir mucho realiza un artículo, sobre la causa de abandonar el Madrid la primera vez.
    Yo también como el comentario anterior echaba de menos el trofeo de navidad.
    Un saludo.

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