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La 34 ya está aquí

La 34 ya está aquí

Escrito por: La Galerna16 julio, 2020
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El Real Madrid, campeón de la Liga 2019/2020

Enhorabuena, madridistas. La 34 ya está aquí. Un puñado de nuestros más habituales colaboradores, y otros que no lo son tanto, nos dan sus primeras impresiones. 

 

Siro López: “La Liga de las reivindicaciones”

La podríamos llamar la Liga de las reivindicaciones. Reivindicación, en primer lugar, de Zinedine Zidane, a quien se le escatimaban méritos a pesar de haber ganado 3 Champions y una Liga, y de quien se decía que había heredado un equipo ya muy hecho. Por si había alguna duda, ha reconstruido un equipo derruido que la pasada temporada prácticamente se arrastró por Liga y Champions. Con esos mismos mimbres (con la excepción de algún gran fichaje como Hazard, con el que por desgracia, por añadidura, apenas ha podido contar) ha demostrado que es un técnico como la copa de un pino. Es ya uno de los entrenadores más grandes de la historia del Madrid y del fútbol europeo.

La otra gran reivindicación, evidentemente, es la de Karim Benzema. De cara a todos aquellos que aún lo ponían en duda, ha dado un puñetazo encima de la mesa y, junto con Ramos, se ha erigido en el gran líder de este equipo campeón. Creo que esto, definitivamente, ahuyentará a los haters que aún le quedan al gran delantero francés.

 

David Álvarez (Real Madrid TV): “Una Liga de equipo”

El Madrid gana esta Liga porque ha sido brillante cuando ha podido serlo y eficaz cuando no.

Ha peleado, ha apretado los dientes en las malas y ha sido sacrificado y solidario. Un camaleón con mucha capacidad de adaptación a lo que ha ido tocando. Es una Liga de EQUIPO en el que el escudo ha estado por encima de situaciones personales, desgracias y parones.

Desde luego, es para estar bien orgulloso.

 

Manuel Matamoros (La Galerna): Una mirada bonapartista

De la 34ª Liga del Madrid recordaré la determinación de Sergio Ramos. Un capitán que, consciente de que nadie busca en el campo de batalla los galones que puede conseguir en una antesala, ha desdeñado públicamente —«me habría dedicado al tenis»— los premios individuales, para en su función de capitán dar al Madrid una ventaja considerable, libra por libra, frente al capitán del enemigo, debilitado por la adulación, que lleva pegada a la oreja como los perros las garrapatas.

Recordaré a Karim y Thibaut. Benzema, el mejor delantero de la Liga, capaz de perfeccionar técnica y tácticamente la expresión, que siempre fue exquisita, de un juego enriquecido —ya desde la temporada anterior— con un temperamento recio y una capacidad de liderazgo que muchos no sospechábamos en él. Courtois, arbotante del baluarte defensivo con sus intervenciones de estética desgarbada algunas veces, pero de eficacia sobresaliente casi siempre.

Recordaré una ausencia. La del público en las gradas. Perdieron nuestros visitantes la ventaja que les regala el gentío ensoberbecido, ebrio de halago mediático, que castiga al equipo cuando los partidos se complican, agravando notablemente su dificultad. Y los partidos se complicaron, claro.

En la determinación de su capitán, quizá, encontró el equipo la palanca de otro cambio decisivo: El de la actitud de unos hombres hechos a alcanzar la gloria, una, y otra, y otra, y otra vez, en las plazas más grandes, jugándosela siempre frente a los toros más bravos. O sea, chapados a la antípoda mística del rito dominical en que consiste la Liga la mayor parte del año. A la vuelta del confinamiento, vimos a los nuestros convencidos de que la primera virtud de un soldado es la constancia para soportar la fatiga, y el valor es sólo la segunda. Una convicción sin la que no es posible ganar ligas.

Pero como sólo es duradera la disciplina que se adapta al carácter de la nación, era imprescindible templar el carácter colectivo, misión en la que la actitud de un general querido vale más que la mejor arenga. Zinedine Zidane diseñó el plan de campaña pensando que nada refuerza tanto a un batallón como el éxito. Y les dibujó una escalera al cielo. 11 escalones, a conquistar de uno en uno, con el valor de finales. Para ascender solo vale ganar. El Madrid de la 34ª estaba más trabajado, se dirá. Vimos, es cierto, un equipo más adaptado en su maniobra a neutralizar sus debilidades y potenciar sus fortalezas. El Madrid de Zidane ha desarrollado las habilidades tácticas precisas para aplicar con éxito los mismos principios que Napoleón aprendió de César, y éste de Aníbal, y el cartaginés de Alejandro: mantener reunidas las propias fuerzas, no ser vulnerable en ningún punto y trasladar con rapidez todas las fuerzas propias a un punto dado, para, incluso con un ejército inferior, tener siempre más fuerzas que el enemigo en el punto que se ataca o es atacado. En eso, dijo Napoléon, estriba el arte de la guerra.

 

Nacho Peña: "La coralidad fue clave"

El primer factor clave es Thibaut Courtois. Ha sido por fin el portero que estábamos esperando ver, el que deslumbró al mundo convirtiéndose en el mejor en el Mundial 2018. Y ahí están los resultados: 19 partidos sin encajar y próximo Trofeo Zamora, algo que no conseguía un guardameta del Madrid desde que Casillas lo lograra hace una década. Un portero de esta magnitud y con confianza te puede hacer ganar una Liga a poco que el resto del equipo acompañe.

Después, está la coralidad. Pensábamos que al Madrid le faltaba gol, pues aunque Benzema está de dulce Mariano y Jovic son jugadores de un perfil mucho más bajo. Y, si bien es cierto que la cifra de goles marcados no es enorme, sí lo es él grado de aportación goleadora a nivel global, con 21 jugadores distintos anotando, récord absoluto.

Leído está lo de Zidane, a quien ya casi no le quedan bocas que callar. Ha demostrado que no es solo un alineador y ha hecho claudicar incluso a quienes se atrevían (manda narices) a discutirle después de 3 Champions consecutivas. Ha alcanzado su madurez como entrenador.

En cuanto a jugadores, la columna vertebral ha sido Courtois-Ramos -Varane-Casemiro-Benzema. Esa pareja de centrales vive al alimón su momento de plenitud. Casemiro es el punto de referencia y lo barre todo. Benzema está a un nivel estratosférico.

 

Jesús Alcaide (Real Madrid TV): "A por el siguiente reto"

Era justo y necesario que el Real Madrid  se proclamara campeón de Liga. Fue el mejor tras el confinamiento con unas cifras de récord y un fútbol equilibrado y solidario . Ornamental  y lujoso en momentos como la primera parte de Granada  o la segunda ante el Valencia, y siempre riguroso y sacrificado, hasta el punto de haber firmado números defensivos poco habituales en un equipo históricamente volcado en ataque.

El fútbol es la más importante de las cosas menos importantes. Pero es un bálsamo que ayuda a olvidar los malos momentos. Aunque sea por un rato. Como el resto de  la sociedad, el deporte y el Real Madrid han sufrido los embates de una terrible pandemia que aún se siente. En un ambiente tan complicado, con horarios imposibles, casi sin descanso, el Madrid volvió a ser fiel a su leyenda. En las condiciones más adversas siempre responde. Y siempre gana.

Pero antes del confinamiento ya había sido el mejor aunque la clasificación no lo demostrara . Errores arbitrales que por fortuna no se reprodujeron en el último tramo y, para variar, fueron silenciados por el entorno mediático, mantuvieron en la carrera al gran rival. Pero la poderosa zancada final del Madrid impuso justicia. Zinedine Zidane, el mago Merlín que todo lo puede, ya tiene su título número 11. Florentino  Pérez, Rey Arturo en Camelot , el número 46 . Y los caballeros de la redonda y blanca tabla, con el capitán Ramos al frente, ya piensan en el siguiente desafío. La decimocuarta. Vamos allá. No tenemos otra cosa mejor que hacer.

 

Juanma Rguez. (esRadio, Marca, El Chiringuito): "Se equivocó Zidane".

Se equivocó Zinedine Zidane. Sí, sí, se equivocó. Se equivocó porque uno de los motivos fundamentales que esgrimió en su día para marcharse tan abruptamente después de conquistar brillantemente La Decimotercera fue precisamente que era incapaz de sacarle más rendimiento a estos jugadores y a la vista de La Trigesimocuarta está que Zidane, como comenzaba diciendo, se equivocaba. Hay más claves en este éxito coral que Champions relucen en las vitrinas del estadio Santiago Bernabéu pero, por encima de todas ellas, intuyo que sobresale una: la piña. Zidane lo ha vuelto a hacer, ha vuelto a unir (salvo a algún verso suelto) a su vestuario en pos de un triunfo colectivo, ha vuelto a convencer a sus futbolistas de que un equipo más estajanovista también era posible y, de paso, aunque sea por supuesto lo menos importante de todo, me ha dejado retratado. Asumo el retrato con gallardía y, por supuesto, y aunque sea sin Gareth Bale, me alegro tanto como el que más se alegre del triunfo de mi equipo, el que llevo y llevaré siempre cosido entre la vena cava superior y el tronco pulmonar, en el centro mismo de la aorta de mi corazón, como siempre tan irremisiblemente blanco.

 

Fantantonio (La Galerna): "Zidane es la razón"

En agosto del año pasado, Zidane se enfrentó a un problema. Sin Cristiano, su Madrid No metía goles. Para solucionarlo fichó a Hazard, siguió cuidando a Benzema, se trajo a Jovic, mimó a Vinicius...pero no fue suficiente. Y en octubre, cuando quedó dicho por los doctores de la Iglesia que Zidane, como entrenador, era un bluff, que había ganado antes por Ronaldo, por la suerte, que no había aprendido nada puso en marcha una idea brillante, de puro práctica: si no marcas, que no te marquen. Make it simple but significant, decía Don Draper. Esta CoronaLiga es, por encima de todo y de todos, suya. Zidane es el pragmatismo beréber, una sabiduría antigua que se centra en aprovechar lo que se tiene y no en lamentarse por lo que se anhela. Ha reinventado la Ley de Ockham en un tiempo de gurús y de palabrería, en la era de los espíritus irrenunciables y de los valores insobornables. Zidane gana una Liga única, difícil y especial pero sólo se consagra para los estúpidos. Su agonismo, imbricado en su concepción italiana del juego, su flexibilidad táctica y su conocimiento senequista del club lo elevan al podio de los mejores entrenadores del mundo. Y lo que es más importante, lo convierten en el Míster perfecto para el viejo y eterno Madrid.

 

José Luis Pizarro (Real Madrid TV): "Un equipo tan sabio como su entorno"

Las claves del éxito de este Madrid podrían analizarse en muchos términos.

No obstante y sabiendo del buen ojo cinematográfico y del paladar del director de este claustro de letrados que es La Galerna, me voy a poner las ‘lupas’ metafóricas del Séptimo Arte.
Además, voy a ser incluso purista, ya que este Madrid es el que mejor se ha sabido adaptar al medio que representa la jungla de una pandemia. Así como la película de culto “Dersu Uzala“ (1975), de Akira Kurosawa, este Madrid no ha necesitado más que de imágenes y una buena banda sonora, que ha sido la concatenación de buenos sonidos en todas sus líneas, para crear el impacto deseado en el espectador. Tanto en berrinches de los aficionados rivales como en aclamaciones entre los lugareños.
La explotación de los recursos naturales de la mencionada película son alegóricos de la gestión de Zidane que, como en este filme, se desarrolla como el hombre de las enseñanzas y del que aprende el mismo capitán Vladimir Arseniev.
Es por tanto tan inmensa la suma de virtudes que solo alguien como Monsieur ZZ -con ese imperial sentido común- puede llevar a la cima una vez más a un equipo tan sabio como su entorno.

 

Richard Dees (ElRadio): "Más vale jugar solo que mal animado"

Más vale jugar solo que mal animado. O desanimado.

No descubro nada si afirmo que el Madrid ha ganado la liga, remontando la exigua ventaja que le llevaba el Barça, por un regreso a la competición pleno de victorias tras el parón por la pandemia. El Madrid ha demostrado más fortaleza mental que sus rivales, pero nadie me convencerá de que, en condiciones normales, en el Bernabéu atestado de aficionados, algunas de esas victorias no se habrían producido. La del partido contra el Getafe, sin ir más lejos, en el que, el tristemente famoso runrún del Bernabéu, cuando no la pitada desaforada, habría jugado a favor de los visitantes.

Es triste, muy triste, pero es una realidad que, a lo largo de muchas temporadas, el Madrid ha jugado mejor, y hasta ha conseguido más puntos, lejos de sus hinchas, tan entendidos y exigentes ellos.

Es para hacérnoslo mirar, porque, a corto plazo, parece un problema serio e irresoluble.

PD: No le quiero quitar méritos tampoco a la camiseta que he vestido mientras veía todos y cada uno de los partidos postpandemia. La pobre, ya se sostiene sola en pie.

 

John Falstaff (La Galerna): "El Espíritu Santo viste de blanco y lleva el 9 a la espalda"

Para alguien que, como yo, ha reconocido muchas veces que no entiende nada de fútbol, es difícil ponerse a desbrozar las razones por las que el Real Madrid ha ganado esta Liga. En La Galerna sobran analistas -nacionales, internacionales, calvos, peludos e incluso sospecho que alguno con raya en medio- a quienes sobran conocimientos futbolísticos para dar cumplida razón de las claves secretas que han hecho campeón al equipo de Zidane (así que haga el favor de remitirse a ellos y dejar de perder el tiempo leyendo estas necedades mal hilvanadas). Por mi parte, y aun a riesgo de ahogarme en mi oceánica ignorancia, diré que yo creo que el Madrid ha ganado la Liga por muchos motivos, los cuales, a la manera de las tablas mosaicas del Sinaí, se resumen en uno: ha sido mejor que los demás. O sea, el Madrid ha sido fiel a su naturaleza, que no es otra que la de la de dejar atrás a sus rivales (sí, esto es una chulería que irrita mucho a nuestros adversarios, pero lo que la convierte en eso, y no en una bravuconada ridícula, es precisamente que hunde sus raíces en una verdad incontestable).
Por supuesto, el Madrid ha sido mejor que los demás como sólo él sabe hacerlo: sin jugar a nada. A mí me fascina y me divierte a partes iguales la capacidad del Real Madrid para conseguir títulos mediante el curioso expediente de concatenar una crisis de juego con la siguiente, a veces incluso en el transcurso de un mismo partido. Los aficionados menos avisados o más ingenuos de los equipos rivales se las prometen muy felices. El madridismo tuitero echa humo. Algún sesudo analista se atreve a titular desde la atalaya de su necia fatuidad que "Zidane no ha aprendido nada". Y Zidane sigue a lo suyo, que no es otra cosa que ser Zidane; o sea, no dejarse guiar por otro criterio que el suyo personalísimo y ganar. Porque Zidane es la quintaesencia del madridismo precisamente por eso: porque nunca juega a nada pero siempre acaba ganando. Esto nunca lo entenderán esos madridistas a la violeta tan ensimismados en sus propios prejuicios que son incapaces de apreciar la belleza que casi siempre ofrece Zizou. Ya ven ustedes, al final va a resultar que los curas tenían razón y el onanismo produce ceguera.
Así que éste es mi análisis: hemos ganado porque somos los mejores, porque no jugamos a nada y porque tenemos a Zidane. Ah, y también por el Espíritu Santo, que desde que el mundo es mundo viste de blanco y lleva el 9 a la espalda.

 

Antonio Hualde (La Galerna): "Una Liga para los que nos dejaron"

Las razones del flamante campeonato de Liga del Madrid son múltiples y diversas: el VAR, jugar sin público y Zidane, no necesariamente en este orden. Veamos.

VAR. Hasta hace no mucho, el Madrid sufría en las competiciones domésticas algunos arbitrajes calamitosos. Sin el VAR esos penaltis no cobrados, esos fueras de juego inexistentes o esas entradas de juzgado de guardia se diluían. Ahora, en cambio, a los árbitros no les queda más remedio que rendirse a la evidencia de las imágenes. Se pita con luz y taquígrafos, y eso irrita profundamente al antimadridismo. Hay aún esquirlas que pulir, pero bendito VAR.

Zidane. Pocos entrenadores en el mundo son tan admirados por sus jugadores. Zidane lo fue todo sobre el césped, y ahora desde los banquillos sigue haciendo sus “ruletas” y controles imposibles, aunque en la pizarra. Ramos, Benzema o Modric maravillan con un juego impropio de “treintañeros” -el croata corre cada partido como si no hubiera un mañana-. De igual modo la dosificación de Vinicius, los “descubrimientos” de Valverde y Mendy, sus variantes tácticas y esa estrategia de “guante de seda / puño de hierro” ante la prensa son de Balón de Oro.

Jugar sin público. Creo que el Madrid ha sido quien mejor se ha adaptado a este punto. Por lo general, ese antimadridismo al que antes aludía hace que el recibiendo en otros estadios sea especialmente hostil. Y el Bernabeu, por su parte, tampoco se ha distinguido por ser un feudo “acogedor”. Su público es de morro fino, poco dado a efusiones tan frecuentes en, por ejemplo, el Sadar o el Wanda Metropolitano. Guste más o menos, el ADN de la afición madridista impone que el jugador debe venir “querido” de casa, y que el que paga la entrada lo hace para disfrutar y no para dar mimitos.

En todo caso, el Madrid es campeón de la que sin duda es la Liga más especial de todas. Más que nada, porque muchos de los nuestros la celebrarán desde el cielo -Lorenzo Sanz, in memoriam-. Por ellos va.

 

Ramon Alvarez de Mon (La Galerna): "Por fin un gran título tiene a Benzema por protagonista principal"

Esta es la Liga del conjunto. Un equipo que acusaba la orfandad de su mejor jugador, el que facturaba los esfuerzos del equipo. Es la Liga de un equipo que en los dos años anteriores no estuvo ni cerca de ganarla. La Liga de un grupo al que se creía acabado, en la antesala de la jubilación. Es la Liga del Covid y del empeño del Madrid por ganarla a pesar de las dificultades. 10 de 10 a pesar de un calendario asfixiante y de no poder apenas contar con el fichaje estrella. Es la Liga del sistema defensivo sostenido por unos Varane, Ramos, Courtois y Casemiro que han estado impresionantes. Es la Liga de la responsabilidad, de un equipo adulto, que no acabado. Es la Liga que se merecía Benzema porque por fin un gran título lleva claramente su sello. Es la Liga en la que hemos descubierto a Mendy, Valverde y Rodrygo y la que vamos confirmando lo que será Vinicius. La Liga en la que Modric se ha ganado de nuevo nuestra admiración infinita y un año más de contrato, o en la que Kroos ha demostrado que no hay centrocampista de su nivel en el mundo. Es la Liga de todos, porque (casi) todos han contribuido con sus goles y entrega. Pero sobre todo es la Liga de Zidane, que de nuevo cogió a un equipo en ruinas y lo ha hecho campeón demostrando una dirección táctica que le coloca en la élite de su gremio. Lo has vuelto a hacer, Zizou.

 

Quillo Barrios (La Galerna): “Un sprint final arrollador”

Zidane, al que se le caen las Copas de Europa de los bolsillos, siempre ha defendido el valor de la Liga. Lo ha hecho incluso en momentos en los que el Real Madrid arrasaba y hacia historia a partes iguales en el Viejo Continente. Esta temporada ha vuelto a trabajar enfocando el proyecto en el torneo de la regularidad. Lo ha hecho de forma diferente a la temporada inolvidable 2016/2017, aquella en la que patentó una revolución en lo que a gestión de vestuario y minutos se refiere. En la presente campaña, Zidane ha apostado por la sobriedad, el pragmatismo y un estilo rocoso que parece mamado de su etapa en Italia. Ha construido un bloque fiable, comprometido y maduro que se supo reponer a los malos momentos de la primera para coger carrerilla y acabar protagonizando un sprint final abrumador. Años después, la Liga vuelve a las vitrinas y, junto a ella, la sensación de que este Real Madrid quiere iniciar un ciclo victorioso en España. Que así sea.

 

Paul Tenorio (esRadio, La Galerna, Real Madrid TV): "Zidane, el restaurador" 

El gran protagonista es Zidane. Por dos aspectos. En primer lugar, es la segunda vez que coge a un equipo deshecho y lo resucita. En la primera ocasión, lo llevó a las cotas más altas. Esta vez lo ha hecho campeón de Liga. No puede ser casualidad. Y en segundo lugar, por su faceta de entrenador, esa en la que algunos siguen sin darle crédito. Hemos visto al Madrid jugar 433, 4231, 4231 con la misma solvencia, defendiendo más arriba o más abajo, tocando y asociándose o atacando con más verticalidad, adaptándose a cada contexto. Su dirección de campo es cada partido mejor y sus alineaciones cambiantes un quebradero de cabeza para el rival y una fuente de descanso para los suyos. Además, ha tenido la feliz idea, ante la falta de gol, de apuntalar al equipo como bloque para terminar logrando el Zamora, algo que es labor de todos, no sólo de un gran Courtois. Y en sala de prensa lo borda. Es el entrenador ideal para el Madrid. (Nota: otro inminente texto de Paul Tenorio en La Galerna profundizara en las claves).

 

Alberto Cosin (La Galerna): "La palabra es competitividad"

El Real Madrid se ha proclamado hoy campeón de Liga por 34ª vez en una temporada larga e inusual por el parón por la COVID-19.

El equipo blanco ha cimentado las bases del título para mí en cinco aspectos:

1 - Competitividad

El curso pasado fue uno de los más decepcionantes en décadas en el Real Madrid y buena parte de su plantilla no rindió al nivel esperado. En esta temporada algunos futbolistas han vuelto a competir al máximo y se ha notado de manera positiva. Los ejemplos más claros son Varane, Casemiro o Kroos.

2 - Zidane

Con la vuelta del entrenador francés las aguas volvieron a su cauce en la parcela técnica. A la tan valorada gestión de egos y control del vestuario por parte de Zidane se ha unido este año un progreso evidente en el manejo táctico con innovaciones y recursos muy acertados y apreciables.

3 - Sistema defensivo

Una de las claves del éxito merengue ha sido la defensa. El equipo terminará como el equipo menos goleado del Campeonato y con Courtois que estuvo de sobresaliente todo el año como Trofeo Zamora. En un conjunto blanco sin grandes cifras goleadoras la defensa pétrea y sólida resultó fundamental para ganar encuentros sin recibir ningún tanto.

4 - Benzema

El delantero francés cumplió con una nota muy alta al igual que la campaña pasada donde fue uno de los pocos que estuvo a la altura. Es el motor del juego de ataque y además es el finalizador con unos guarismos que le han hecho disputar el 'Pichichi' a Leo Messi.

5 - Hambre y preparación postcoronavirus

Antes de la pausa por la COVID-19 recordamos a un equipo que se dejó tres puntos y el liderato en el Benito Villamarín. En la reanudación se vio a un equipo blanco muy bien preparado mental y físicamente. Once partidos y el objetivo de sumar 33 de 33 en un calendario de locos. Los jugadores estaban concienciados de que cada choque era una final y así lo demostraron.

 

Joe Llorente (exjugador Real Madrid, La Galerna, El Espanol, Onda Cero): "Muy sólidos y concienciados".

El equipo físicamente está muy bien. Se nota que han trabajado mucho.

Segundo. Han estado muy sólidos y muy concienciados. Como si supieran que ganando la mayoría de los partidos iban a quedar campeones.  Y que en una temporada tan corta no había ninguna ocasión ni ningún partido que desperdiciar.

Tercero. El Madrid tiene mejor plantilla que el Barcelona, mucho más compensada y con más banquillo.

Cuarto. Zidane ha ido rodando a los jugadores de forma adecuada para no desgastarles.

Quinto. Han ido cogiendo confianza con el paso de los partidos y ahora están mentalizados, con confianza y en un buen momento táctico y físico.

 

Juanpa Frutos (La Galerna): "Zidane lo ha vuelto a hacer"

La temporada comenzó con muchas dudas por lo ocurrido en la anterior. Dudas sobre rendimientos individuales. Cuando el rendimiento individual se supedita al del grupo, el equipo crece, y este se convierte en mucho más que la suma de individualidades. Y a la vez, cada jugador acaba brillando más.

Eso, nada menos, es lo que ha logrado Zidane. Lo ha vuelto a hacer. Ha conseguido motivar a cada jugador para mejorar como grupo en los aspectos que peor llevaba a cabo el equipo: sistema defensivo transparente, salida de balón de baja calidad, y ataque previsible

La principal clave es el compromiso defensivo del grupo. De repente, jugadores como Courtois, Ramos, Varane o Mendy, parecen inexpugnables. El equipo bate registros de goles en contra.

Ese mismo compromiso, y la mano del entrenador, ha mejorado muchísimo la salida de balón. Lo pudimos ver ante equipos que realmente la comprometen (Eibar y Getafe entre otros)

Como tercera clave, la incorporación de jugadores como Rodrygo y Hazard (aunque menos de lo que hubiéramos deseado por sus lesiones), el asentamiento de Vinicius, y sobre todo la enorme generosidad en el esfuerzo de Karim Benzema, ha mejorado el ataque. Aunque posiblemente debamos mejorar más en este aspecto.

La importancia de la amplia plantilla bien preparada físicamente con la que cuenta Zidane se ha podido ver en la fase post-pandemia. Mientras otros equipos no podían hacer apenas rotaciones, Zidane pudo hacer cambios significativos incluso de sistema de juego. A pesar de tener bastante menos descanso que los rivales, han conseguido que no se note.

Por último, en una fase post-pandemia en la que necesariamente la fatiga aparece y hace que las diferencias entre equipos se reduzcan, como se ha visto en los resultados tan apretados que se han dado, un reparto de las decisiones arbitrales más justo que antes de la pandemia ha sido suficiente para reflejar en la clasificación al equipo con la mejor plantilla, entrenador, y juego desplegado.

 

Mario de las Heras (La Galerna): “La erupción del Vesubio”

Del 33 de Larry Bird, Kareem Abdul- Jabbar (Magic Johnson no pudo seguir llevando su 33 de Michigan en Los Ángeles porque ya lo tenía Kareem) o Scottie Pippen, hemos pasado al 34 de Charles Barkley, Hakeem Olajuwon o Shaquille O’Neal. En cualquier caso, cifras y jugadores gloriosos. Lo de las Ligas va despacio en el Madrid, pero va llegando. El 34 es un número con el que el Barcelona, que viaja en moto desde hace más de una década para evitar los atascos y el retraso, ni siquiera sueña. Bueno, es posible que lo haya soñado, pero hoy un poco menos o un poco más, según se mire, observando como su némesis alcanza el anhelo, que al final es lo que ocurre siempre. Las dos últimas ligas del Real Madrid, ambas de Zidane, son dos ligas gigantescas, diamantinas, que han caído con todo su peso y todo su brillo para hacer retumbar el monótono y manoseado fútbol español. Hace más tiempo ya lo hizo la liga de Mourinho, ese hito esplendoroso, y también, por ejemplo, las explosiones de Capello. Es el sonido liguero del Madrid que ha traído de vuelta Zidane y que, para algunos pompeyanos es como la erupción del Vesubio. Muchos ya deben de andar a estas horas petrificados en gestos dolientes. Y son los mismos que llevaban semanas haciéndose los desdeñosos ante la creciente posibilidad del triunfo memorable hoy certificado. Esta Liga tan extraña, tan distinta, y no por ello menos Liga, se la ha llevado un Madrid que vino a jugar esta continuación de urgencia con la mirada fija en un punto y con el cuchillo entre los dientes avanzando a ras del agua como un cocodrilo. Este Madrid campeón, campeonísimo, vino a terminar la Liga como el joven Coetzee vivía en sus días de universidad. Tratando de demostrar que el hombre (que el Madrid) es una isla y que puede ganar hirviendo todos los domingos huesos con tuétano, judía y apio para preparar sopa que le dure toda la semana, comprando la fruta de temporada y colgando la leche que le sobra en una media de nailon para hacer queso. Así ha ganado el Madrid.

 

Benjamin Lopez (Real Madrid TV, Telemadrid): “Zidane no es dogmático”

Me piden los amigos de La Galerna que explique por qué el Real Madrid ha conseguido este año el campeonato nacional de Liga, por qué ha sido mejor que el resto de equipos españoles. "Unas 200 palabras", me dice el gran Jesús Bengoechea. La verdad es que me sobran 199 ¡Zidane! Esa es la razón fundamental, obviamente no la única, pero sí la primordial.

Creo que a lectores como ustedes no habría que explicarles más, aunque voy a hacerlo sobre todo para que Bengoechea no piense que me he buscado una estratagema para escabullirme de la tarea que me ha encomendado. Para llegar a la conclusión de que Zinedine Zidane es la piedra angular de este campeonato liguero podemos usar un simple método comparativo. El mismo equipo, porque básicamente es la misma plantilla, firmó la pasada temporada una Liga horrible, esa es la verdad. El francés ha sido capaz, otra vez, de revitalizar a esos jugadores a los que según el Sanedrín deportivo de nuestro país había poco menos que vender para carne. Sinceramente se me escapa qué es lo que hace para conseguirlo. No sé si es su carisma, el hecho de que haya sido una de las estrellas del firmamento futbolístico de todos los tiempos, sus conocimientos sobre este deporte, una amalgama de todo eso o qué demonios, pero Zizou ha logrado poner a todos en forma, probablemente más mental que física, para que den lo mejor de sí mismos.

Además de tener a toda la plantilla comprometida mentalmente con un proyecto común, lo que a mi juicio es vital para que el equipo funcione, el técnico madridista ha logrado adaptarse a la circunstancias a la perfección. Y lo ha hecho desde la modestia. No es un entrenador dogmático, de esos que orinan colonia, que creen que han inventado el fútbol y que sólo es posible jugar de una determinada manera, la suya. Zidane sabía que tras el coronavirus lo único importante era ganar. Daba igual hacerlo más bonito o más feo porque lo verdaderamente bello es ver el trofeo de la Liga en tus vitrinas. Y decidió ganar desde la defensa, siendo un bloque compacto, solidario, que supiera sufrir cuando fuera necesario y disfrutar cuando las circunstancias lo permitieran. Lo ha logrado con creces. Y hay que reconocérselo. A Dios lo que es de Dios y a Zidane lo que es de Zidane.

 

Sr. Paquito (La Galerna): “Una Liga que limpia amarguras”

Enhorabuena, galernautas. Felicidades a todo el madridismo por el trigésimo cuarto campeonato de Liga. Este trofeo deja un buen sabor de boca y limpia muchas amarguras. Por este motivo, es más importante ahora disfrutarlo que analizarlo, de modo que no les haré perder el tiempo.

Podría argumentar que el club ha llegado a un grado de madurez institucional mayúsculo, con unos mecanismos encabezados por Florentino que se anticipan y funcionan a la perfección, pero no lo voy a hacer.

Podría argumentar que Zidane y su cuerpo técnico obtienen el máximo rendimiento —incluido el mental— de la plantilla al modo que un ordenador realiza millones de operaciones algebraicas en pos de lograr la mejor combinación de factores para cada partido, pero no lo voy a hacer.

Podría argumentar que el compromiso, trabajo y unión de los jugadores ha sido irreprochable. Que el juego de muchos, como por ejemplo Benzema, Courtois, Ramos, Varane, Kroos, Casemiro, Modrić, Vinicius o Mendy ha dado un paso al frente y hacia arriba demostrando su jerarquía, pero no lo voy a hacer.

Podría argumentar que la responsabilidad de todo el club con la sociedad en una situación tan compleja como la actual, aportando soluciones y ni una sola queja, ha sido irreprochable, pero no lo voy a hacer.

Podría argumentar que es una característica intrínseca del Real Madrid luchar hasta el final por respeto a todos y no cejar en el empeño aun en las peores circunstancias, pero no lo voy a hacer.

De modo que no voy a escribir nada y les dejo tiempo para que disfruten, compartan y se beban esta copa tan deseada.

 

Miguel Cuesta: “Esta Liga sólo podía ganarla una familia, no un club de fútbol”

En esta temporada tan atípica el Real Madrid ha resultado campeón por el mismo motivo que lo ha sido en Europa en el pasado: Zidane.

Y no quiero personificar en él todo el éxito porque considero que el porcentaje de mérito lo tiene en su mayoría la plantilla. Si los jugadores no quieren, no hay nada que hacer.

Hablo de Zidane porque esta Liga de la pandemia sólo podía ganarla una familia y no un club de fútbol. Esta semana el técnico confesaba que le llamó la atención que en la vuelta tras el confinamiento muchos jugadores querían quedarse después de los entrenamientos a seguir ensayando. Eso es imposible si otra palabra que siempre va ligada al triunfo de un colectivo: compromiso.

Hemos visto cómo el Barça, líderes en la última jornada antes del parón, se desintegraba a nivel institucional y deportivo. La relación entrenador-equipo ha llegado al límite y eso se ha traducido en imágenes de desunión dentro del terreno de juego. Ambos equipos tienen grandes futbolistas pero sólo uno de ellos va en la misma dirección sin fisuras. Incluso teniendo jugadores que no están siendo protagonistas o que incluso están en la rampa de salida. Impecable, por cierto, la profesionalidad de quien no dinamita el esfuerzo del conjunto aunque no esté siendo parte activa del trabajo.

Podría hablar de los goles y talento de Benzema, el liderazgo de Ramos, la seguridad de Casemiro, la electricidad de Vinicius, la sonrisa de Asensio, la batuta de Modric, la eficacia de Kroos y de tantos protagonistas blancos que ha tenido la recta final de la 34. Pero ese análisis sería parcial e injusto porque alguien se quedaría fuera. Por eso hablo de Zidane y su labor, porque él no se representa a sí mismo, es la imagen que resume -sin dejar a nadie fuera- al campeón 2019/2020: el Real Madrid. La Liga de los Madridistas que jamás serán olvidados y que tendrán un asiento de honor en el Nuevo Santiago Bernabéu.

 

Nacho Faerna (La Galerna): “A pesar de parte de la masa social”

Hace un par de días, cuando sólo la lógica prudencia y la superstición nos impedían celebrar la Liga que por fin ha ganado el Madrid, había madridistas diciendo en Twitter que Zidane es un pésimo entrenador al frente de un equipo de cadáveres andantes. No me digan que no es maravilloso. Yo pensaba que no había nada más triste y patético que un antimadridista, pero me equivocaba. Hay gente para todo. Como ganemos también la Champions se queman a lo bonzo en Padre Damián. No habría fuegos más fatuos que los resultantes de esa combustión. Cenizos a las cenizas, polvo al polvo. Descansaríamos en paz, eso desde luego. Una de las pocas cosas buenas que nos ha traído la pandemia del coronavirus es que estas últimas jornadas de Liga los partidos se hayan tenido que celebrar a puerta cerrada. Dudo mucho que esta racha de victorias se hubiera producido teniendo que disputar la mitad de los puntos delante de los chiflados chifladores que abundan en las gradas del Bernabéu. Para ellos, nuestros jugadores no están para jugar, no ya en el Madrid, ni siquiera en un plácido retiro chino o catarí. De las manos del alineador Zidane deberían pasar directamente a las del director de casting de The Walking Dead. Así gana el Madrid, señoras y señores, a pesar de buena parte de su masa social, que tiene la sutileza y la fina inteligencia de otra Masa, la de Marvel, el increíble Hulk. ¡Muera la inteligencia!, gritan ellos. ¡Vivan los muertos vivientes!, respondemos. Ahora, a amargarles del todo lo que queda de verano ganando la Decimocuarta. ¡Hala Madrid!

 

JM Faerna (La Galerna): Poluciones y timbales

Ganar la Liga es un placer tranquilo. Entiendo que haya muchos que no lo entiendan, todos somos hijos de nuestro tiempo y en mi infancia que el Madrid ganara la Liga era una dulce rutina, una de esas que solo valoras en su justo término cuando faltan. Yo esta larga y extraña temporada he tenido una sensación casi constante y golosa de déjà vu, incluido aquel humillante episodio prologal, un  momento Kaiserlautern tan vintage como esa improbable torre de Hércules platera con pujos de custodia que daban con el Teresa Herrera. A mí también me gusta ganar por KO, no crean, pero esta manera de irse al trantrán es como desangrarse al revés. Algo tiene de polución nocturna; déjà vu, ya digo. Ver el VAR convertido en el Guruceta Player me complace singularmente, a diferencia de tanto madridista irritado: el Madrid gana y la turba gimotea o rezuma espumas por la boca, el consuelo de saborear de nuevo el mundo cabal sobre sus ejes precisamente en este año maldito. Si no hubiera Madrid habría que inventarlo, bendito sea. Estamos hechos a que el Madrid nos regale imposibles y eso es muy hermoso, pero también hay grandeza en este hacer lo que se debe, y nadie como Zidane, ese visionario cortado a nuestra medida como no había ocurrido desde Bernabéu, ha sabido entenderlo en esa obsesión tranquila por la Liga que desgrana comparecencia tras comparecencia sin que nadie se dé cuenta de que simplemente dice la verdad. Pero ¿quién ha dicho que haya que elegir? Yo me relamo plácidamente como un felino en plena siesta y espero a que los timbales en Etihad me saquen de mi dulce sopor mientras me ajusto la cinta de samurai en torno a la frente.

 

Athos Dumas (La Galerna): La fe, las finales y Dupont

La liga 34 ya es nuestra. Una liga ganada a base de fe, la fe que siempre ha transmitido Zidane a un grupo que, no lo olvidemos, estaba muerto en la primera semana de marzo de 2019, y que Zidane quiso volver a comandar pese a los oscuros augurios que presagiaban una temporada nefasta. O olvidemos que Zidane es el hombre de las finales, no ha perdido ninguna desde que dirige al equipo - no olvidemos que en la derrota en Supercopa de Europa 2019 era Lopetegui el primer entrenador- y, tras el confinamiento debido a la pandemia, Zidane siempre dijo que se trataba de 11 finales para ganar la Liga. Pues de las 10 que se disputaron, el equipo ganó las 10, con oficio, con concentración, con mucho trabajo. Es una Liga que pasará a la historia con un marcado acento francés, ya que además del técnico, las aportaciones de Benzema (21 goles), Courtois (“Zamora” madridista dice años después de Casillas en 2008), Varane (imperial toda la temporada), Mendy (nadie ha podido desbordarle durante la liga) y del enorme magisterio físico de Grégory Dupont, que ha mantenido un tono excepcional tras casi tres meses de parón forzado por la terrible epidemia. Junto a ellos, no se puede olvidar la fenomenal temporada del capitán Ramos, del mejor medio centro del mundo, Casimiro, de un Kroos resucitado, de un Modric que recordó al que ganó el Balón de Oro, y, en definitiva, al esfuerzo de los jóvenes como Valverde, Rodrygo, Vinicius, a la reaparición de Asensio...
Una Liga merecidísimo, que se tuvo que haber cerrado hace un mes, pero que finalmente llegó, y se pudo conquistar como equipo local en un estadio cuyo nombre eriza el vello de todo madridista: el Estadio Alfredo Di Stéfano.

 

Emil Sorel (La Galerna): Suena la Marsellesa

Cuando Zidane volvió a coger las riendas del equipo tras su breve lapso sabático, anunció crípticamente que “cosas” iban a cambiar. Los aficionados, siempre ávidos de caras y nombres nuevos, asumimos que se trataría de una revolución en la plantilla. Desde luego, el perfume era de final de ciclo, sin Cristiano Ronaldo en la plantilla y con los Jugadores Jerarcas de las cuatro Champions superando la treintena.

Sin embargo, llegó el verano y, aunque es cierto que se produjeron altas ilusionantes, apenas hubo bajas significativas. La pretemporada no fue buena y cundió el desánimo. Se venía de la peor temporada en muchísimos años y la dinámica instalada era negativa y pesimista. Parecía imposible que ese mismo grupo de jugadores pudiera volver a dar lo máximo. Zinedine nunca dudó y ahí radica la diferencia entre él y todos los demás: percibe cosas de manera especial y posee unos conocimientos técnicos y tácticos que el resto ni soñamos.

El marsellés entendió que la prioridad no era cambiar uno por otro, sino recuperar el brillo en los ojos, el hambre y la confianza en uno mismo. El galo dotó al equipo de un armazón táctico que le convirtió en una roca, en un equipo al que marcarle un gol era una utopía. Sin darnos cuenta, introdujo futbolistas diferentes en la rotación (Valverde, Mendy, pero también Vinicius y Rodrygo. Llegó el parón y Militao pareció ya un miembro de pleno derecho del Real Madrid) y no solo compitió, sino que ganó a todos los equipos de la parte alta de la tabla: Barcelona, Atlético de Madrid, Sevilla, Real Sociedad, Getafe...

 

Fred Gwynne (La Galerna): “ESTO NO HA HECHO MÁS QUE EMPEZAR”

Ustedes tan tranquilos, ahí, celebrando, abriendo el cava o tomándose un gin-tonic en el balcón para festejar la Liga 34, y yo aquí, con sudores fríos, cruzando los dedos después de cada frase, escribiendo horas antes del partido decisivo sobre los motivos por los que el Real Madrid se ha merecido ganar esta Liga…

Voy a repetirlo por si no han captado la gravedad del asunto. Tengo que escribir, gracias a la irresponsable petición de un iluminado con náuticos, sobre la victoria del Real Madrid ANTES de que se produzca, repito, ANTES.

Sigan, sigan festejando, disfruten, por mí no se corten, yo a lo mío, a escribir (¿No hubiese sido mejor, Jesús, y mucho menos doloroso, pedirme que me echase vitriolo gota a gota en la entrepierna?).

Ya me he cambiado de calcetines seis veces, tengo pesadillas despierto, veo a Villar saliendo de la cárcel, a Arminio soltando….

Floren se sirvió un cognac, sacó un Montecristo, le acercó la llama de su Dupont y lo encendió girándolo lentamente entre los dedos. Dio una calada, exhaló el aire y miró como las volutas se elevaban girando sobre sí mismas. Cogió su móvil.

…una carcajada gigante, a Toni Freixa al mando del VAR… perdonen un momento, me llaman por teléfono, no paren, ustedes a lo suyo, a emborracharse y hacer el amor, sigan, sigan…

-¿Sí?

-¿Fred?

-Hombre, Presi, qué oportuno, estoy temblando, tengo que escribir sobre los motivos de la victoria del Madrid en esta Liga y los nervios me atenazan, soy muy supersticioso, necesito ayuda.

-¿Tienes que escribir ahora?

-Sí, ahora, ya sabe, hay que tener todo preparado por los lectores, la inmediatez, chorradas de ese tipo, AIC, no sé si me explico.

-Bueno, hay un motivo que comentó Zidane en rueda de prensa hace unos días y creo que puede resumir todos los demás. Apunta: “EL MADRID ES EL MADRID, ES EL CLUB MÁS IMPORTANTE DE LA HISTORIA, Y ESO NO VA A CAMBIAR”. ¿Te vale?

-Mucho, y me ha recordado otra frase suya todavía mejor, es más, creo que es la que voy a utilizar en el artículo.

-¿Una frase mía?

-Sí, aquella que dijo que resumía lo que ha sido, es y será el Real Madrid a lo largo de todas las exitosas etapas de su historia. ¿No la recuerda?

-No, ahora no caigo.

-Apunta, Floren, esta frase es tu vida y la vida del Real Madrid:

ESTO NO HA HECHO MÁS QUE EMPEZAR.

 

 

 

35 comentarios en: La 34 ya está aquí

  1. ¡ Felicidades, madridistas !. Alegría contenida por precaución sanitaria y por respeto a las víctimas de está condenada pandemia.

    1. Grande Floquet. Sigo buscándote en Twiter para poder seguirte. Te admiro desde la sombra. Eres demasiado grande amigo! Enhorabuena! Disfruta!

      1. Gracias camarada. El sentimiento es mutuo. Reconozco mi total ausencia de las redes sociales. Solo me muevo en la Galerna y por el foro de MD; eso sí, con la misma motivación pero con objetivos diferentes. 🙂

  2. Una liga de equipo, de lucha y coraje, de superación. Un título importantísimo y necesario para poder realizar la transición entre la vieja guardia y el baby boom sin urgencias. Y un título que pone en su lugar en la historia del club a un crack infravalorado como es Karim Benzema. HALA MADRID!

  3. Hoy los criticos a Zidane y los críticos a Florentino, que por aquí campan, callarán.
    Pero volverán.
    A los madrilistas de verdad: Felicidades!!!!!

    1. Pues no callamos los críticos de Zidane.

      Con una plantilla soberbia, hemos ganado la Liga a pesar de las Zidanadas, porque enfrente hemos tenido a un Farsa infame, mediocre hasta decir basta. Lamentables los cambios de hoy. La Liga la han ganado los jugadores, que se han empeñado en ello. Y eso es lo que realmente maneja bien ZZ, tanto ego.

      Zidane tiene que dar gracias todos los días de que el Real Madrid se haya cruzado en su vida, tanto como jugador como entrenador. Es el Madrid quien lo ha hecho grande a él. Nunca en su vida hará campeón de Europa o de Liga a otro club que no sea el Madrid, como sí hizo el gran Mou.

      De Don Florentino, nada que decir. El mejor Presidente del mundo de largo.

        1. Visto así, tienes razón.

          Lo estoy disfrutando mucho, créeme. En todo caso, creo que era «obligado» ganar esta Liga viendo el nivel de nuestro máximo rival. Y creo que hemos tardado mucho en hacerlo por culpa de las Zidanadas. Es sólo una opinión.

          Y, si Zidanada tras Zidanada, el resultado es seguir ganando títulos, bienvenido sea. Pero creo que la Copa, por ejemplo, es un título que este año no se ganará por culpa de Zidane. La Champions también está en el aire, y creo que gran culpa es de Zidane.

          Insisto: no es más que una opinión.

  4. Siento no haberme leído el artículo. Prometo que mañana lo haré. Solo quiero decir una cosa sin mucha importancia. No la tiene. Los ciudadanos periododistas me avalan. Ok, lo haré:

    CAMPEONESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

    Ante toda la adversidad posible!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    La 34 Al CLub mas grande de la historia de este deporte!!!!!!!!!!!!!!

    Hala MADRIDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

    Disfrutad sensatamente de una victoria con sabor agridulce. Pero siempre hay que ser felices en esta vida. Enhorabuena a todos los amigos Madridistas!!!!!!

  5. Que suerte tenemos por ser del Madrid.
    Y lo que tenemos que aguantar, a demasiados idiotas todos los dias. Que les den y que sigan con su bilis.
    Floren, Zizou y Benzema...lo que les han machacado. Son cracks.
    Y queda lo mejor...
    Hala Madrid!!!

  6. Felicidades al Real Madrid y a todo el madridismo. A pesar de lo malo que es Zidane, de lo viejos que están los jugadores, de que Benzema no es delantero para el Madrid, de que Hazard vino gordo, de que Vinicius no las mete y Courtois es un coladero. Pese a que Florentino ha hundido al club y a que el Madrid sólo gana sin VAR y sólo gana con VAR. Para ser todo tan desastroso en este club, ya tenemos 2 títulos de los 3 que vamos a ganar esta temporada. Abrazo a todos los blancos y..... nos vemos en Lisboa.

  7. Pedazo de recopilatorio en tiempo exprés, olé, olé y oléeee. Y casi todos destacan a ese calvo maravilloso que ha formado este bloque compacto, sin fisuras, cuando tantos (muchos madridistas incluidos) le ponían a caldo. Hay muchos días que no entiendo sus decisiones, pero siempre acabo diciendo "¡qué sabré yo!", hasta el punto de tener aquí al más fiel del credo LQDZ. Pues eso, LQDZ siempre y ¡¡¡Hala Madrid!!!

  8. Felicidades a todos y a celebrar con responsabilidad. Supercopa y Liga. Temporada magnífica suceda lo que suceda en Manchester. Enorme el trabajo de Zidane cogiendo un equipo en derrumbe y llevandolo a la gloria una temporada después. Sensacional Ramos, Varane, Courtois, Casemiro, Kroos, el último tramo de Modric, las aportaciones de Valverde, Vinicius y Rodrygo... y por supuesto Benzema que ha vuelto ha realizar una temporada al máximo nivel, dándonos lo que mas necesitabamos: gol, implicación y liderazgo. A disfrutar todos. Hala Madrid.

  9. Como dice Fred, nuestro monstruo favorito, esto no ha hecho más que empezar.

    ¡¡Campeones oé, oé, oé, oé!!

    ¡Enhorabuena a todo el madridismo!

    ¡¡¡¡Hala Madrid!!!!

    Montones de abrazos para todos

  10. Una liga que si no me equivoco resulta imprescindible, pues el Barcelona comenzaba a acercarse demasiado a nuestro palmarés liguero. Esperemos que este trabajo de regularidad y de dar importancia a los partidos de los domingos, vuelva a ser una constante y no nos relajemos.
    Los pilares de esta liga, el trabajo en equipo , la solidez defensiva y la regularidad, y básicamente hay una columna vertebral que ha sostenido al equipo: Courtois, Ramos, Casemiro y Benzema como los jugadores más destacados. Las decepciones han sido Harzad, Jovic, Bale, James y alguno más.
    Aunque parezca mentira, el fútbol de ataque del equipo ha sido lo más flojo, y con tantos delanteros (Jovic, Mariano, Asensio, Rodrygo, Vinicius, Bale y Benzema), han faltado muchos más goles, con los cuales esta liga hubiese estado cerrada incluso antes.
    Sin duda Benzema como figura insustituible en ese ataque ha sido el Hombre de la Liga.
    Reconociendo que no soy muy Zidanista, enhorabuena también a Zizou por su gran trabajo de mantener unido a este grupo, basado en la solidez defensiva y con ganas de trabajar.
    Hala Madrid y felicidades a todos los madridistas

  11. Felicidades a todos los madridistas!!!! Y sí, estoy de acuerdo en que el factor "campos vacíos" ha sido decisivo para el triunfo. No hemos tenido que soportar a los antis fuera de casa ni a los piperos dentro. A éstos yo les pediría que dejen el pinganillo de la radio cuando estén en el Bernabeu, que no escuchen más a los embaucadores y trileros que les dirigen como marionetas. Despertad y pensad por vosotros mismos, abrid los ojos y disfrutad del mejor futbol que vais a poder consumir en toda vuestra puñetera vida. Hala Madrid siempre !!!!!

    1. Suscribo todo (White Tiger) ése es el gran problema que tenemos y como dice Richard Dees, algún partido no hubiéramos ganado de jugar con nuestro público en el Bernabéu.
      Felicidades a todos los Madridistas y galernautas!!!!!!!

  12. Muy buenas todas las reflexiones, pero me quedo sobre todo con la de Richard Dees: "Mejor jugar solo que mal animado".Suscribo una por una todas sus palabras y firmo debajo.De cara al futuro hay que cambiar eso: bastantes enemigos tenemos ya cuando jugamos fuera como para tenerlos también de locales.FELICIDADES A TODOS.SALUDOS AMIGOS MADRIDISTAS Y HALA MADRID

  13. El cambio de Courtois y la línea defensiva ha sido brutal. A principios de temporada eran un coladero, salían en conjunto a cagada gorda por partido, únicamente Mendy era inexpugnable, y de repente ese coladero se convierte en la frontera de Corea del Norte, y Courtois, que a principios de temporada estaba horroroso, se termina convirtiendo en Zamora con actuaciones memorables. La mano de Zizou, que no es "invisible" sino bien visible. Y con otra gestión de grupo revolucionaria.

  14. Por fin, la liga 34 cayó en nuestro zurrón.
    Enhorabuena a los jugadores, enhorabuena a Zidane, que amplía su calidad de mito madridista, y también a la directiva.
    Sobre los socios, de los que formo parte desde 1973, enhorabuena también, pese a la minoría de "exquisitos" que se creen el tendido del siete del Bernabéu, y a los que la canallesca alimenta en su creencia de que son el reducto que guarda las esencias del club, manteniendo la exigencia histórica, aunque lo que muestran es su falta de inteligencia.
    Por ello estoy muy de acuerdo con los comentarios de Richard Dees, de Matamoros y de Antonio Hualde en el sentido de que nos ha venido bien jugar sin público, tanto fuera como en casa.
    Ha sido una liga muy difícil por todas las circunstancias sucedidas en este 2020 nefasto.
    Y ha sido para mí una grandísima alegría porque es el primer título importante que gana el club en la era post Cristiano, y porque coincide con la decadencia evidente del club de la esquinita del nordeste, cuyo "astro argentino" ya no es suficiente para remediarlo todo.
    Otro buen augurio para el futuro, siempre que no se imponga Tebas con su nostalgia del antiguo VAR, es que el VAR post confinamiento ha funcionado bien, y en general ha sido justo con el Madrid. Sólo pido que eso siga así, y no volvamos a las andadas.
    Saludos y felicidad para todos los madridistas.

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