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Motivos de un sentimiento

Motivos de un sentimiento

Escrito por: Manuel Matamoros8 febrero, 2019
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Hay madridistas, como mi amigo Alfons, catalán de Badalona, para los que el Atleti no existe. Hombre, existir, existe. Lo mismo que existen el Elche o el Recreativo de Huelva. No forma parte de su imaginario, quiero decir. Le niegan la categoría de rival del Madrid. Y les parece inverosímil que a algunos nos duela menos la derrota en un clásico que en un derbi.

Alfons, un tipo cosmopolita que vivió algunos años en las fronteras del imperio británico, antes de instalarse en Madrid, dice no haber visto a ningún atlético de los que le hablo a pesar de llevar dos años trabajando aquí. No los encuentras ni en Madrid, sostiene con candidez fingida quien de sobra sabe que en el viejo 1, 2, 3 de Ibáñez Serrador una pareja de amigos residentes en Madrid se podría haber forrado enunciando, a 25 pesetas la respuesta, nombres de indios acampados en los medios deportivos madrileños. De Marchante a Matallanas, y sin salir de la M, de Martínez paso a Méndez, que, por cierto, acaba de sostener sobre Karim Benzema que es un jugador lagunero, que no brilla en momentos importantes, como sin duda podrá ratificar Karius el día que supere la depresión. O las Trillizas (Giménez, Savic y Godin), si logran despegar sus almas del metro cuadrado de césped del Calderón al que las dejó cosidas Karim, una lluviosa tarde de primavera, para cerrar el paso al Atleti a la final de Cardiff.

si logran despegar sus almas del metro cuadrado de césped del Calderón al que las dejó cosidas Karim, una lluviosa tarde de primavera

Hemos vivido tiempos extraordinarios. Tiempos en que ni el Bayern, ni la Juventus, ni mucho menos el Barça, han sido capaces de eclipsar la hegemonía mundial del Madrid, por más que, en uno de sus éxtasis psicodélicos, delire el Beato Guardiola, cuyo avanzado proceso de canonización, por la prensa patriótica española, ha frenado inopinadamente su portavocía del separatismo, plagada de los mismos esquemas retóricos jesuíticos y recursos de corte victimista de los que abusaba como portavoz del Barça, con unánime éxito de crítica y alborozada celebración por los medios deportivos españoles, entonces.

Pues bien, para servirnos un homenaje a los veteranos, el destino quiso rescatar de las brumas de la memoria a nuestro auténtico eterno rival. Y así dispuso que una parte importante de esa hegemonía mundial se construyera precisamente contra el Atleti, al que el Madrid ha eliminado de la Copa de Europa cuatro años sucesivos, dos de ellos nada menos que en la Final de las finales del fútbol mundial de clubes.

Es un caso de justicia poética. Porque hubo otros tiempos en el fútbol español, antes de que Canal + creara el mito del Barça, en que el Atlético fue efectivamente el gran rival del Madrid. Aquel Madrid ya no era el de las cinco Copas de Europa, pero de ninguna forma era un Madrid menor. Así que en la prodigiosa década de los sesenta, ser el gran rival español del Madrid tampoco deparaba grandes alegrías: un par de copas del Generalísimo y una Liga. El Madrid destronado en Europa, pero avaro de triunfos en España, concedió al único aspirante al título lo justito para ir tirando. Quien recuerde el sistema de clasificación para la Copa de Europa, ya sabe que les permitió jugarla una sola vez en toda la década.

Cuando ocurrió, tenía yo diez años. Cincuenta y tres después aún puedo recitar de memoria su alineación, de Madinabeitia a Collar. El campeonato nacional se decidió en la última jornada, la treinta, a la que llegaron ellos con un punto de ventaja. Di Stéfano se enfrentó al Atleti, pero en Sarriá. A la misma hora, el Madrid colocaba al Mallorca una pírrica goleada en el Bernabéu. Ganaron así su quinta Liga. Habían ganado las otras cuatro siendo Delegado Nacional de Deportes el general Moscardó, aquellos años terribles en que se fusilaba en las tapias de los cementerios de nuestra patria. Pero el Madrid era el equipo del Régimen, sí señora. Aunque el Régimen, al parecer, no se había enterado. Para infortunio rojiblanco, la victoria del Madrid en Bruselas, la sexta Copa de Europa, eclipsó su quinta Liga. ¿Quién habría podido imaginar entonces que el destino tenía escrito, para “El Pupas”, arruinarles la celebración de su décima Liga con la décima Copa de Europa del Madrid, de un modo mucho más refinadamente cruel?

Lisboa, su tragedia en tres actos, me arranca una sonrisa. Y es que, para cualquier madridista madrileño de mi generación, el Atleti existe. Ya te digo que existe. Como los cromos de Vida y Color, forma parte del paisaje de mi verdadera patria, que es la infancia, según Rilke nos enseña, siempre vinculado al aprendizaje emocional del rencor. Sentimentalmente, el Atleti es como quieren los atléticos que sea. Los indios, otrora colchoneros, son gente mayoritariamente pelma y de tendencias acusadamente adventistas, empeñada en hacerse notar, aunque la trayectoria de su equipo les preste pocas ocasiones de celebrar éxitos propios. Pasan eones flotando en el vacío de la historia, confundidos con la materia negra interestelar. Pero, amigo, ganan la segunda división europea —“una competición de mierda”, en palabras de su propio capitán— y te ponen Madrid perdido de camisetas de Marbella apolilladas, imponiendo a bocinazos la menos importante de las dos partes de la razón de su existencia. La de la victoria.

La otra, la más decisiva, la que les tiene presos a nosotros como contrarios de una unidad dialéctica, sólo el Madrid puede satisfacerla. Esa parte principal de su razón de ser es disfrutar de las derrotas del Madrid. Y las disfrutan más y mejor que sus pocas victorias. Se han hecho a sí mismos estando más pendientes de que nos vaya mal, que de que les vaya bien. Es la “paradoja del manzanares” que elevó a miles de atléticos al orgasmo colectivo viendo al Barcelona golearles 0-6 en su casa, entregados a la victoria azulgrana porque cerraba al Madrid cualquier posibilidad de ganar la Liga.

Esa parte principal de su razón de ser es disfrutar de las derrotas del Madrid. Y las disfrutan más y mejor que sus pocas victorias.

Atribuyo esta dura condena a su pecado original. El fútbol de clubes —cuya proyección global desborda hoy cualquier pretensión localista— armó el mecano de las vinculaciones emocionales e identitarias que permitieron su crecimiento, durante su primer medio siglo de existencia, en el ámbito exclusivamente local. En ese contexto histórico, un año y un mes después de la constitución formal del Madrid F.C., abrió en Madrid una sucursal el Athletic vasco.

Ya tiene que ser jodido intentar conquistar el corazón de tus vecinos, cuando existe un equipo que juega mejor al fútbol y cuya identidad es, pura y simplemente, el propio nombre de tu ciudad. Incapaces de superar el complejo nacido de esa maldición, antes, al contrario, fomentándolo, sus generaciones se han sucedido acumulando un rencor de cuyo verdadero origen no son conscientes, y que justifican en las causas más peregrinas y en las mentiras más torpes. De ahí su relato de exaltación del perdedor y del rencor de clase. De ahí la necesidad de atribuirse falazmente la representación de las clases populares madrileñas, a despecho del origen aristocrático de sus directivas hasta la época de Vicente Calderón, o el clamar contra el patrimonio del Madrid, acumulado a base de adoptar las decisiones correctas en los momentos oportunos —desde no dejarse involucrar en la operación Metropolitano promovida por la Casa Real, a construir un estadio para 120.000 almas o una Ciudad Deportiva en la Castellana, pasando por la creación de la Copa de Europa— copiadas, tarde y mal, por las directivas atléticas. Más sensato sería recordar que su cenit llegó cuando borraron el nombre de Madrid de su denominación, para ganarse el favor político de los vencedores de la guerra civil. Y vaya si se lo ganaron. Tanto que en una sola temporada despegaron de la segunda división y aterrizaron en el campeonato de Liga. El Atlético de Aviación volaba sin escalas intermedias.

Más sensato sería recordar que su cenit llegó cuando borraron el nombre de Madrid de su denominación, para ganarse el favor político de los vencedores de la guerra civil. Y vaya si se lo ganaron.

Seguramente vivirían más felices siendo el primero de Coslada, junto a cuyo límite municipal juegan ahora, que el segundo de Madrid, a lo que están eternamente condenados. Pero no lo pueden entender, porque sin nosotros no se sienten a sí mismos. Aunque parezca poco verosímil, cuando, un siglo después de equivocarse de domicilio, escriben un himno para celebrar su centésimo cumpleaños —Motivos de un sentimiento—, en su letra (revisada por la autoridad competente) se les cuelan nada menos que tres alusiones directas al Madrid. La recíproca sería inimaginable.

Este sábado hay que darles un motivo para escribir otro verso. A por ellos.

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Abogado. Colaborador de ZoomNews y tertuliano en diversos medios de comunicación. Madridista.

25 comentarios en: Motivos de un sentimiento

  1. "...se les cuelan nada menos que tres alusiones directas al Madrid..." ¡Cuanta verdad!
    1. "Ni merengues ni marrones"
    2. "Que paso por Concha Espina como pasa un forastero."
    3. "Ni cambio por mi Neptuno tu pasarela Cibeles".
    No conocía la letra de ese himno pero ahora que la he visto me reafirmo en lo maricomplejines que son.
    Gran artículo, Don Manuel.

    1. Acabo de realizar exactamente la misma operación que usted porque desconocía la letra del himno.

      Gran articulo don Manuel.

      No me explico cómo podemos hacer tan mal las cosas en el Madrid para que
      a) Bernabeu se niegue a unificarse con el atleti que este sí era el equipo del regimen como veremos en el punto c.
      b) Bernabeu se enfrente a Franco para construir el Bernabeu, y tenga que casi arruinarse económicamente para construir el nuevo estadio.
      c) El atleti se llamase atlético aviación y se llenase de generales y militares de primer nivel de la guerra civil colaboradores de Franco.
      d) Franco ayude al Barcelona recalificando el campo antiguo de Las Cortes.
      e) El gobierno le regale el palacio de hielo y deportes al farsa.
      f) El Farsa condecore hasta en dos ocasiones (único club de España que lo hizo) a Franco con la insignia de oro y brillantes.
      g) De nuevo Bernabeu se enfrente a Franco por poner la insignia de Oro y Brillantes a Moshe Dayan, primer ministro de Israel, y país al que España no reconocía.

      Pero... ¡ah! El Madrid era el equipo del régimen. Era el equipo de Franco.

      Lo dicho, horriblemente mal hacemos las cosas para que eso sea lo que queda en la historia.

      1. Buenas tardes, se olvida usted algunos de los hechos más importantes, le recuerdo dos
        1) la visita del equipo en la primera copa de Europa a D. Juan de Borbón, exiliado entonces en Suiza, algo que al régimen le sentó como un tiro
        2) la campaña de falangistas(Arriba) y franquistas ( El Alcázar y A.B.C.) contra la construcción de un campo en Fuencarral, en 1973, para irnos de La Castellana, al final lo consiguieron, que el campo no se hiciera y amargarle sus últimos años de vida a D. Santiago.
        Saludos blancos, castellanos y comuneros

  2. "Pero el Madrid era el equipo del Régimen, sí señora. Aunque el Régimen, al parecer, no se había enterado".

    Qué bueno.

    A mí, me ocurre un poco lo que a Alfons (saludos, si lees esto): nunca he prestado mucha atención al Atlético, y el gran rival siempre me ha parecido el Barcelona. Claro, que han influido muchas cosas: que, pese a nacer en Madrid de padres madrileños, haya pasado mi infancia en La Mancha; que no fuera del Madrid de pequeño, sino del Athlétic de Bilbao (eso de que la gente no cambia nunca de equipo, y no lo digo sólo por mí, es una fábula moralizante); que tengo un tío materno que, siendo (muy) del Atleti, después es del Madrid (esto sí que es rarísimo); que mis otros tíos (furibundamente) atléticos mantienen conmigo un impecable pacto de no agresión; etc.

    Pero, sobre todo, ha influido "que Canal+ creara el mito del Barça". Aunque recuerdo con cierta admiración al Barcelona de Cruyff, ya entonces empezaba a estomagarme el trato que recibía en los medios de comunicación; y fue justo en aquella época (en las malas, no en las buenas) cuando me hice madridista. No fue tanto por oposición al Barcelona (aunque también), como por tristeza ante lo que parecía el ocaso definitivo del viejo gigante de las (por aquel entonces) seis Copas de Europa.

    Creo que, igual que Richard Dees suele decir que el maestro de los periodistas deportivos actuales fue José María García, y que eso lo explica todo, la madre del cordero del discurso todavía hegemónico sobre el Barcelona y el Madrid es Canal+, y su irrupción, en aquel entonces refrescante y moderna, en el mundo del fútbol; justo a tiempo para dotar de un discurso al cruyffismo y a su primera Copa de Europa en 1992.

    El Atlético, en todo esto, para mí pinta muy poco.

    1. En mi opinión, acierta usted completamente en su análisis sobre los orígenes de la situación mediática actual. Tengo un recuerdo muy parecido sobre aquel tiempo.

  3. Manuel, tú sí que sabes y a los madridistas que tenemos una edad no nos la cuelan tan fácilmente.....

    Siempre he dicho y sostengo que los atléticos antes que atléticos son antimadridistas y luego si eso ya atléticos, pero tampoco siempre, porque antes del Cholo, esas décadas últimas, primero antimadridistas, eso no cambia, después proculés, porque no confiaban en su equipo para nada, léase la referencia que haces a esa goleada que sufrió su equipo en el Calderón que celebraron como si no hubiera un mañana porque perjudicaba al Madrid....y por último eran atléticos....pero siguen viviendo ese complejo...el otro día cuando les tangan el penalti a Morata y dicen que el gran beneficiado es el Madrid porque les recortamos puntos a ellos, porque ese es su objetivo, quedar por delante de nosotros, no ganarle la liga al Barça, eso no les produce tanta satisfacción.... jaajajaj...no pueden con la vida del Madrid....jajajajaja

    Podría contar miles de anécdotas y comentarios de amigos y familiares atléticos...también de amigos culés de Barcelona que se ofenden cuando les digo que el rival histórico del Madrid ha sido y es el Atleti y dicen que lo hago para negar la importancia que tiene el Barça.....y les digo que no, que no es por eso, que nos duele menos la derrota contra el Barça porque los atléticos son vecinos y pesadísimos....los culés están muy lejos en el día a día...

    No sigo, ya tú no las podido contar mejor....

    Saludos

  4. Yo no nací en Madrid y me crié en una simpatía condescendiente hacia el Atleti de Gil. Además jugaba Futre, uno de mis jugadores preferidos de todos los tiempos.

    Lo que cambió mi percepción de "rival simpático" de una vez para siempre quizá fue cuando se dejaron meter 6 goles como seis "holes" para evitar que fuésemos campeones (y todos sabemos como acabó). El cholismo terminó de mutar mi simpatía en indiferencia y asco 🙂

    El seguidor atlético medio es insoportable. Un brasas. Un cuñado. Doy máximo 5' para enterarte de que equipo es. Vive en un universo paralelo en el cual es objeto de toda clase de injusticias perpetradas por Florentino para relegarles eternamente en su papel de segundones. Y lo peor es esa pulsión pavloviana de arrojarse a comer una p... culé en cuanto la ven.

  5. Qué bueno, buenísimo. Lo mejor que he leído sobre el primer equipo de Coslada. Me ha hecho sonreir durante toda su lectura. Gracias y felicidades.

  6. He de ser muy simple en este escrito: junto a algún otro de @fantantonio, el mejor leído jamás en La Galerna.

    Mañana a la hora del derbi habré acabado de presentar un libro. No lo digo por ridícula vanagloria (un favor fraternal), sino que, con mi amigo, esposo de la autora del libro, en La Mancha, nos dirigiremos a tomar un gin tonic viendo tranquilamente el derbi. Tranquilamente? Más o menos sí. Comprendo a Alfons. Quién les diría que para mí el auténtico clásico es contra el Valencia? Pues sí. Siendo valenciano y Madridista a fuego y hielo, supongo que los Madridistas madrileños deben de sentirse contra el Atlético (Aviación), como me siento yo contra el Valencia. Hasta el Barcelona, salvo por la invención y construcción imaginaria mitológica de Canal + (la primera vez que lo leo y en lo que coincido hasta el tuétano), me es relativamente indiferente.

    Lamento el enésimo encontronazo entre Solari e Isco, dos formas de entender al Madrid de manera excesiva. A ambos los disculpo, a ambos me remito para que no me enturbien el alma en lo que viene.

    Y sí, por supuesto, hay que ganar mañana. Todos coincidimos en que nuestra primera final es verdaderamente el Ajax (aunque lo disimulemos), pero démosles un gustazo a los Madridistas (especialmente a los madrileños, que han de soportar a los autoproclamados "humillados y ofendidos").

    1. Buenas tardes, lo mejor escrito en La Galerna, es una trilogía de D. Manuel Matamoros, sobre D. Santiago, es muy larga, pero de una calidad fuera de lo normal, es fácil de encontrar,
      Saludos blancos, castellanos y comuneros

  7. En el cole la rivalidad siempre fue Madrid-Atleti, la ciudad vibraba con el derby, el Varça vino después. Esa sangre en el ojo que se pedía en La Galerna es la que se me pone a mí cuando nos enfrentamos a ellos, hay que arrasarlos.

  8. Jajajajajaja

    Qué somanta de hostias!!!!! Se habrá quedado usted a gusto.

    Pues siguiendo la línea de muchos comentarios, y como nos referimos cada uno a nuestro rival por excelencia. He descubierto en los últimos años el placer de recrearme del sufrimiento del antimadridista. Suelo, decirle al culé que nuestro adversario es el patético, y viceversa. Si además lo aderezado en el caso de los indios con unas gotitas de condescendencia....es un cocktail delicioso....

  9. Creo que es un problema generacional , en mi infancia y juventud el rival siempre fue el Atlético. Lo del Barça es bastante posterior y siempre ha tenido un trasfondo pseudopolitico.

  10. Excelente artículo, de verdad. Casi todos los atléticos que conozco son como los ha descrito don Manuel Matamoros. Y soy de provincias.

    En lo futbolístico son cansinos, tristes, orgullosos de sus propias desgracias.. Nunca se cansan de hacer el ridículo. Prueba de ello es que después de que el Real Madrid les haya mandado a la lona en ¡¡cuatro copas de europa seguidas!! todavía tienen más que decir que nadie.

    Se creen el equipo del pueblo pero sólo son los tontos útiles del equipo del Régimen.
    Mi sentimiento hacia ellos se resume en una palabra: desprecio.

  11. En mi opinión, el mejor artículo que he leído en La Gracias (y eso que el listón está alto)

    Dos temas a desarrollar a partir del mismo: La cuestión política ("el único elemento vertebrador de España desde 1898") y el culerismo de Canal+. No puedo estar más de acuerdo con ello.

    Cuestión 1: Real Madrid en el mismo saco de la Monarquía y la Justicia: Lo último que queda de España antes de que la saquen

    Cuestión 2: Canal+, Maldini, el Carlitos Martinez, el Lobo Carrasco, el otro, el de la moto. Se empieza por Cruyff y se acaba 30 años después con el reportajito de Guardiola.

    Y en medio de esta pelea, en la que nos jugamos mucho más que una rivalidad deportiva, sino el futuro de nuestra nación, y la lucha entre el Bien y el Mal, están los del Atleti haciendo el ridículo, aliados a sus enemigos. Y cuando digo el Atleti, digo Valencia, Sevilla... Abducidos.

    Solos contra todos

    Hala Madrid

  12. 1-3 en casa de los llorones, y porque en su gol hubo falta a Vinicius. A ver si Cristiano hace el resto con ellos en octavos.
    Seguimos creciendo.
    Hala Madrid!

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