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Luka & Vini: "Se tiene o no se tiene"

Luka & Vini: "Se tiene o no se tiene"

Escrito por: Pepe Kollins1 marzo, 2019
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Resulta inevitable asociar a Vinicius Júnior con Luka Doncic. Al instante, una legión saltará escandalizada, muchos en tono reprobatorio, resaltando que el joven esloveno ya se ha ganado un puesto de crack en la NBA mientras que el brasileño apenas ha comenzado a despuntar (y bajo sospecha) en el Real Madrid. Pero la comparación no pretende equiparar su situación deportiva hoy en día, sino la evolución y el contexto que ambos han vivido, aunque con un grado de desarrollo más avanzado por parte del jugador de baloncesto.

Permítanme que comience con una anécdota que me sucedió hace años en Twitter. Buceando por dicha red social, me encontré con un hilo en el que se elogiaba a un Luka Doncic que, por aquel entonces, acababa de comenzar su andadura en el Real Madrid. Luka tenía 17 años. El hilo estaba liderado por un tuitero, Nemesio (@Nemetuit), conocido por su especial interés y seguimiento a los canteranos de fútbol y baloncesto del club blanco. Por supuesto que yo estaba al día de las esperanzas que despertaba aquel muchacho desde que recalara a los 13 años en la cantera madridista. Pero el caso es que - puede que impelido por uno de esos arranques de autoimportancia que, a veces, te afectan en esta sopa de egos que es Twitter -, le repliqué a Nemesio que, efectivamente, el chico era muy bueno, pero que su lanzamiento exterior dejaba mucho que desear. No me había tirado a una piscina (uno acostumbra a disparar asegurando primero el calibre). Luka tenía unos porcentajes de tres bastante pobres, rayanos al 30%, con una mecánica muy forzada. Pero Nemesio me argumentó que esa cualidad, el tiro, se podía mejorar y que no tenía la menor duda de que Doncic lo haría. Solo era cuestión de tiempo y trabajo. Y fue entonces cuando no pude resistirme a la tentación del centro que me habían lanzado y rematé su aseveración con ese lema que todo cuñado deportivo tiene que sostener alguna vez en su vida:

“Eso se tiene o no se tiene”

¿Les suena de algo? Evidentemente Nemesio tenía razón. Él conocía a Luka y había reconocido en él las cualidades que distinguen a un genio deportivo. Por un lado, un físico muy peculiar. Como explicó su actual entrenador, Rick Carlisle, su pupilo dispone de una extraña relación entre tamaño y movimiento. Por otro, una comprensión del juego muy avanzada. Y, por último, y quizás lo más importante, un espíritu competitivo tan desarrollado que le hacía superar cualquier objetivo que se propusiese.
Cada una de esas facultades son perfectamente reconocibles en Vinicius. La joven perla del Real Madrid dispone de unas cualidades físicas descomunales. Su velocidad, su potencia y su arrancada son élite. También sorprende su madurez a la hora de elegir sobre el terreno de juego. Pero sobre todo destaca por un carácter que le entronca con la esencia del club al que pertenece: tras fallar un gol clamoroso frente a Ter Stegen, que hubiera dejado tiritando a cualquier otro jugador a su edad e incluso a muchos veteranos – teniendo en cuenta el escenario y el rival -, el brasileño corrió hacia la grada del Bernabéu que comprobó atónita como ese adolescente agitaba los brazos frente a ellos, conminándoles a no darse por vencidos.

Vinicius no marcó, pero fue – junto a Reguilón – el mejor jugador de ese partido, absolutamente incontrolable para la zaga azulgrana, por lo cual, precisamente, con posterioridad hemos asistido a una campaña de descrédito hacia su figura, para resaltar su falta de gol. Con toda suerte de memes, artículos, viñetas… han tratado de ridiculizar al jugador. Y, cómo no, con un “se tiene o no se tiene” por bandera.

Que nadie se extrañe por ello. Lo más seguro es que un porcentaje muy elevado de los que han reaccionado indignados en la primera línea de este artículo hicieron lo propio con Doncic. Sí, Luka hoy es jugador franquicia y cuenta con la admiración generalizada, pero, durante los primeros meses en su etapa americana, tuvo que soportar a una ingente cantidad de escépticos, o detractores, que le negaban sus méritos y hasta sus posibilidades. Sus porcentajes de tiro y sobre todo el enorme número de pérdidas, le penalizaban frente a esa marabunta deseosa de ponerle en tela de juicio. Ninguno de ellos valoraba que fuera un chico de 19 años, como no tenían en cuenta que acabara de llegar a un país y una competición diferente. “Hará carrera, pero como uno del montón”, decían.

Y es cierto que Luka, aunque lograba buenos números, no alcanzaba su mejor nivel por pura precipitación (¿les suena?), por no decir que en los primeros partidos sus compañeros ni se la pasaban (eso lo he visto yo antes y no sé dónde). Pero ya conocen el final de la historia. Hoy es la gran sensación emergente en el mejor campeonato del mundo. Sus compañeros lo buscan cuando llega el momento decisivo. Sus rivales se obsesionan con él. Y su lanzamiento exterior, ese que “se tiene o no se tiene”, tras muchas sesiones de trabajo junto al entrenador de tiro Mike Penberthy y, sobre todo, con la calma de quien se asienta en un lugar y se atempera, ha terminado convirtiéndose en uno de los mejores.

Probablemente todo esto les dará igual a los que en la actualidad critican a Vinicius por sus errores en la definición. Su compromiso no es con la verdad sino contra el Real Madrid. Por tanto, no importa que les repitas, una y otra vez, que los mejores goleadores de la actualidad (Messi, Cristiano Ronaldo, Suárez, Harry Kane o Salah) pasaron por la misma situación a la edad del brasileño, como explicó Ramón Álvarez de Mon en un artículo de La Galerna. Porque en realidad lo que temen esas personas es en lo que se puede convertir el dorsal número 28 del Real Madrid.

Que un chico con 18 años irrumpa en mitad de temporada – tras varios meses alternando la grada con los terrenos de Segunda B –, en un equipo de la dimensión del Real Madrid y le cambie la cara, tras haber estado sumidos en una profunda crisis, con actuaciones destacadas en estadios como el Camp Nou, el Calderón o el Johan Cruyff Arena, no es ni medio normal. Vinicius tiene todas las condiciones para convertirse en un gran goleador. Hay quien ahora le atribuye una mala técnica, cuando en realidad tiene un guante en el pie, como demuestra con todo un recital de pases orientados, pases filtrados, cambios de orientación de banda o centro medidos al desmarque del compañero, en cada partido. Su problema en la definición radica en llenarse de balón, en tratar de reventarla, en cada remate. Es la precipitación (creo que ya he escrito esa palabra antes en este artículo) propia de un chico de 18 años. Lo único que le separa del gol son unas décimas de segundo de pausa. Lo hará. No les quepa la menor duda. Como lo hicieron otros tantos.

Esta semana un tuitero, disconforme con mi tesis, me espetaba que Higuain con 20 años las metía de todos los colores. No era cierta su afirmación, pero el ejemplo del argentino me sirve precisamente para reafirmarme. Para empezar, no es lo mismo 18 años que 20. Pero es que Higuain en su primera temporada juega 23 partidos y marca 2 goles. A la siguiente temporada marca 9 en 34 encuentros. Y ya es a la tercera y cuarta temporada cuando se dispara con 24 y 29 goles.

Ayer, una de las sensaciones del fútbol europeo, Jadon Sancho, felicitaba por Twitter a Vinicius por su convocatoria para la selección brasileña. Sancho, extremo derecho, tiene 18 años y lleva 8 goles y 12 asistencias en tan solo 23 partidos de la Bundesliga. ¿Pues no se suponía que con 18 años no se suelen marcar tantos goles? Poder se puede, hay excepciones como Ronaldo Nazario o Raúl González (del que ayer Valdano confesaba que le tuvieron que someter a un entrenamiento específico para el remate en su primera temporada). Pero precisamente Jadon Sancho no es un buen ejemplo para acusar a Vinicius. El año pasado jugó 685 minutos en el campeonato alemán y solo marcó un gol. Vinicius Junior lleva actualmente 654 minutos y también un gol. Pero algunos siguen insistiendo, con la misma terquedad que yo lo hice en su día, que “se tiene o no se tiene”.

Porque al igual que algunos percibieron prematuramente en Doncic esa peculiaridad del genio, quienes han visto crecer a Vinicius desde que era un niño no tienen la menor duda de que está predestinado a convertirse en un grandísimo jugador. Cuando uno entra en las cuentas de redes sociales de Vinicius y comprueba la enorme cantidad de comentarios de seguidores del Flamengo, que lo siguen animando, orgullosos de cómo se consolida su niño en la “NBA del fútbol”, no puedes evitar asociarlo a la reacción de la afición del Real Madrid que siguen a Doncic con la misma fidelidad que cuando estaba con nosotros. Los seguidores del Fla saben perfectamente de qué pasta está hecho ese muchacho, lo han visto crecer y ahora solo les queda seguir apoyándole y esperar al momento futuro en el que espetarán a aquellos que ahora le critican: “Nosotros siempre lo supimos”.

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Nombre: Javier Alberdi @JavierAlberdi. Antaño participé activamente en Ecos del Balón, El Asombrario y The Last Journo. Coordinador y coautor del libro "Héroes": https://bit.ly/2JC6kwx

15 comentarios en: Luka & Vini: "Se tiene o no se tiene"

  1. Ya lo he escrito alguna que otra vez. No sé si aquí. La velocidad, la potencia, la arrancada, el descaro y el desparpajo, se tienen o no se tienen. El tiro a puerta y el centro, se aprenden con entrenamiento.
    Y, en el propio Real Madrid, tenemos el ejemplo más preclaro: D. Francisco Gento. Jugador rapidísimo (al principio, hasta se dejaba la pelota atrás) que no sabía centrar y, mucho menos, tirar. Aprendió, muy pronto, a centrar y llegó a hacerlo como los ángeles: en carrera, hacia el banderín de córner y, casi, hacia atrás, templando magníficamente el centro. Pero es que, después, alguien que sólo sabía chutar de puntera, llegó a ser uno de los mejores lanzadores de faltas directas del Madrid y, en la época "ye-yé", el encargado de tirarlas y de lanzar los penalties.
    Es sólo entrenamiento. Es por eso que me desespero tanto ver fallar una y otra vez en los centros a Carvajal y a Lucas Vázquez. Sólo tienen que dedicarle horas. Si es su trabajo: entrenar.

    1. Gran verdad lo de Gento, como yo ya le vi jugar bastante maduro no sabía de sus torpezas juveniles, y mi padre que por ellas siempre le tuvo un poco de gato me lo explicaba, que manejaba el balón como un tarugo, que solo sabía correr como un tiro y frenar en seco, pero que muchas veces esas maniobras ya las hacía sin el balón que lo perdía por el camino. Y me dijo que fueron sus compañeros, sobre todo don Alfredo, los que le enseñaron todas las demás suertes que se supone corresponden al área técnica esa que se tiene o no se tiene. Pues no, Gento no las tenía y entre los mejores las adquirió.

    2. Ficharía (de nuevo) a David Beckham como "entrenador de centros". En cuanto al tiro, yo creo que Vinicius no tiene tanto defectos de disparo como cierta ansiedad cuando llega al área (le dio una "asistencia" a Benzemá el miércoles que casi le rompe el pecho). Charlas y más charlas con Don Ronaldo Nazario de Lima no le vendrían mal, puesto que no he visto un jugador al que se le encendieran las luces tanto donde a la mayoría se le apagan. Aún así, todo lo que sea entrenar para mejorar está bien.

      1. Probablemente, en esa "asistencia" estuvo la clave de la eliminatoria, el pase era bastante sencilla y debió ser raso , en lugar de tan fuerte y botando...Hubiera supuesto el 1-0...

        1. Sí. Tuvo que perder un tiempo precioso en acomodársela con el pecho, y luego rematar demasiado deprisa porque se le echaban encima los defensas... una pena de tantas esa noche.

  2. Pues, sí, pues sí, Pepe...tal cual. Lo que se ha visto y lo que se imagina uno, sin envidia ni rencor, de este joven futbolista es muy positivo.

  3. Un artículo acertadísimo.

    A esa edad todo es susceptible de mejora. Y las ganas que se le ven al chaval hacen pensar que va a absorber conocimientos y técnicas (por ejemplo, de disparo) a velocidad de vértigo.

    "... por no decir que en los primeros partidos sus compañeros ni se la pasaban (eso lo he visto yo antes y no sé dónde)..."

    ¿Odriozola..?

  4. Bien traída la comparación. Habrá que ver si la evolución de Vinicius sigue los pasos que la de Doncic, pero el paralelismo está ahí.

    Ojalá no se tuerza el muchacho.

  5. Vinicius será muy grande. Yo llevo años echando de menos la suerte del jugador que regatea, que rompe líneas, que se lleva a varios defensas y limpia espacios para sus compañeros y por fin un soplo de aire fresco ha entrado en nuestro club.
    Se imaginan alguien con cualidades parecidas de regate y desborde por banda derecha y entre medias un nueve puro que remate todo lo que le den ?

  6. Vini formará una delantera temible con Mbappé y Benzema. Tendríamos jugadores de todos los tipos. No se puede fiar todo el porvenir del Madrid a que Vinicius aprenda a tirar. Será titular los próximos años, ya que es un crack, pero debemos gastar el dinero que se tiene en un fichaje potente, que espero que sea el francés. Y sigo pensando que el relevo de Modric también tendría que salir del mercado, no veo a Ceballos llegando a las cotas del croata.

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