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Los clubes-estado: mito vs. realidad

Los clubes-estado: mito vs. realidad

Escrito por: David Gracia16 junio, 2022
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“Una mentira repetida mil veces se convertirá en una verdad.” Esta frase atribuida a Joseph Goebbels, ministro de propaganda del partido nazi, se puede aplicar al comentario “el Real Madrid es un club-estado”, una expresión tan utilizada en las últimas semanas por muchos de aquellos que se alegraron del desenlace del “culebrón Mbappé” o han criticado el precio acordado por el traspaso de Tchouaméni. Pero como todas las mentiras, esta también tiene las patitas muy cortas y en este artículo, el primero que tengo el placer de escribir para La Galerna (gracias, Jesús Bengoechea, por la invitación a contribuir con mi granito de arena a este universo literario del mejor club del siglo XX), vamos a desmitificar esa frase con una buena dosis de realidad. Vamos por partes, como diría Jack “el destripador.”

¿Qué es un club-estado? Aunque no haya una definición oficial, podemos entender como club-estado aquel club cuyo dueño es una empresa, grupo, o fondo de inversión propiedad de un país soberano. Los casos más famosos de club-estado, o los que han irrumpido con mayor fuerza en el fútbol europeo desde hace más de una década, son el Paris Saint-Germain (PSG) y el Manchester City. En el caso del Paris Saint-Germain, el propietario es Qatar Sports Investments, un fondo de inversión subsidiario del Qatar Investment Authority (fondo soberano de inversión de Qatar); y en el caso del Manchester City, el propietario es el Abu Dhabi United Group, fondo soberano de Abu Dhabi cuyo dueño es el Sheikh Mansour bin Zayed Al Nahyan (miembro de la familia real de Abu Dhabi). En otras palabras, las compañías que son dueñas del PSG y Manchester City pertenecen a miembros de las familias reales de Qatar y UAE. Para tener una idea de lo que esto supone, Qatar y UAE no sólo tienen muchos más recursos de financiamiento a su disposición que cualquier otro club (el GDP de Qatar y UAE en 2020 fue de 126.000 y 314.000 millones de euros, respectivamente), sino que las familias reales de estos países controlan de manera bastante libre dónde y cuándo se hacen inversiones de esos recursos casi ilimitados que sus países tienen.

Podemos entender como club-estado aquel club cuyo dueño es una empresa, grupo, o fondo de inversión propiedad de un país soberano. Los casos más famosos de club-estado, o los que han irrumpido con mayor fuerza en el fútbol europeo desde hace más de una década, son el Paris Saint-Germain (PSG) y el Manchester City

Ahora bien, uno se puede preguntar, ¿qué más da quién sea el dueño del club o de donde venga el dinero? Dejando a un lado (que es mucho dejar, por cierto) una valoración ética sobre la proveniencia del dinero de estos clubes-estado, cuyos países están bajo sospecha e investigación por violaciones de los derechos humanos (este tema da para otro artículo), así como la utilización que hacen del fútbol para “lavar su imagen”, en teoría, el dinero con el que se financian los clubes-estado debiera ser igual de válido que el dinero con el que se financian los demás clubes. Pero la realidad es bien distinta, puesto que desde la incursión de los clubes-estado en el panorama europeo siempre han estado bajo sospecha e investigación por saltarse las leyes de “financial fair play” día sí y otro también.

Hay que recordar que las leyes de juego limpio financiero (“Financial Fair Play”, o FFP) fueron acordadas alrededor del 2010 para hacer que los clubes de fútbol operasen como empresas solventes, con sus finanzas saneadas y capaces de sostenerse económicamente. Un principio básico que rige el FFP es que los clubes no pueden gastar más de lo que son capaces de generar por el propio negocio del club, y si tienen pérdidas económicas, no tienen que ser más de 30 millones de euros durante tres años. Estas reglas son las mismas que “forzaron” la marcha de Messi del Barcelona, o las que han influido de una manera u otra a que el Real Madrid se “haya apretado el cinturón” durante la pandemia en lo que se refiere a fichajes de jugadores, recorte de salarios, etc. Pero ¿son estas reglas acatadas igualmente por todos los clubes, incluyendo los clubes-estado? Pues la realidad es que no.

Guardiola jeques

Varias investigaciones que aparecen en Football Leaks muestran cómo desde su incursión en el panorama del fútbol europeo, Qatar y Abu Dhabi han inyectado más de 4.000 millones de euros en el PSG y Manchester City, respectivamente, con la UEFA “haciendo la vista gorda” y ayudando a cubrir sus irregularidades financieras por “razones políticas”. Y muchas de estas irregularidades provienen de la manera cómo se invierte este capital: cuando había que “cuadrar las cuentas” entidades propiedad o afiliadas a estos estados soberanos podían presentar convenios de patrocinio por cifras muy por encima del valor de mercado. Por ejemplo, el PSG presentó un convenio con Qatar Tourism Authority por cinco años por un valor de 215 millones de euros al año. Cuando la UEFA estaba investigando la procedencia de estos patrocinios contrató a unos auditores independientes que valoraron este contrato a 2 millones de euros al año. Es decir, Qatar Tourism Authority estaba pagando 100 veces por encima del valor de mercado. Este es un ejemplo claro de cómo los dueños de estos clubes-estado pueden utilizar y manipular a su antojo cualquier convenio de patrocinio cada vez que necesitan financiamiento para cuadrar su gasto excesivo, simplemente creando convenios de manera artificial y abultada con empresas de su propiedad. Pero no hay problema ninguno en Qatar, puesto que “todo queda en casa''.

Pero si es tan claro el abuso financiero, ¿por qué no se les multa? La UEFA investigó a ambos clubes y los sancionó con una multa económica y consideró apartarlos de las competiciones europeas por estas irregularidades tan flagrantes. Pero la misma UEFA dejó esas multas en unas cantidades pequeñas y fáciles de pagar, y sin ninguna otra repercusión. ¿Aprendieron la lección estos clubes-estado? Pues, visto lo visto, está claro que no. ¿Y cómo influye esto en los clubes que no tienen “carta blanca” de la UEFA para saltarse las reglas del FFP sin ninguna repercusión de peso? Un ejemplo muy claro es “el caso Messi”: el Barcelona no le pudo ofrecer un nuevo contrato debido a que tenía que cuadrar las cuentas (siguiendo el FFP); en cambio, el PSG lo pudo fichar, a pesar de que cerró la temporada 2020/21 con pérdidas de 224 millones de euros.

Pero si es tan claro el abuso financiero, ¿por qué no se les multa? La UEFA investigó a ambos clubes y los sancionó con una multa económica y consideró apartarlos de las competiciones europeas por estas irregularidades tan flagrantes. Pero la misma UEFA dejó esas multas en unas cantidades pequeñas y fáciles de pagar, y sin ninguna otra repercusión

¿Y por qué estos clubes-estado tienen tanta influencia en la UEFA? La respuesta a esta pregunta es digna de otro artículo, pero en el caso del PSG hay una manera muy simple de trazar el hilo conector de este “lavado de imagen” y “doping financiero” al que estamos siendo testigos: ¿quién está detrás del Mundial del 2022, BeIn Sports (cadena de la UEFA Liga de Campeones), y el PSG? Qatar. ¿Dónde se van a celebrar los juegos olímpicos del 2024? Paris. ¿Cuál es la conexión entre París y Qatar? Sigue el dinero. Más claro, blanco y en botella.

Ahora bien, en contra de lo que alguna gente piensa, este problema no sólo afecta a los “clubes grandes” sino que se está convirtiendo en situación insostenible para el negocio del fútbol. Pero aun así, todavía hay gente que dice que al Real Madrid le están pagando con su misma moneda. A ver, seamos claros: el problema no es que al Real Madrid le hayan “quitado” a un jugador de la talla de Mbappé porque pagaban más dinero, no tergiversen la conversación. El problema es que el PSG y el Manchester City se “alimentan financieramente” de una manera ilícita: han sido investigados y se les ha encontrado culpables. Fin de la historia. Pero todavía hay más: para más inri, está probado que la UEFA hizo la vista gorda con el PSG y el Manchester City, lo cual les da aliciente para seguir operando de la misma manera. Para aquellos que confunden “churras con merinas”, si el Madrid utilizara las mismas armas que el PSG o el Manchester City, o tuviera una ventaja ilícita sobre otros clubes grandes de Europa, ¿por qué no ha sido investigado y juzgado por el organismo europeo, especialmente ahora que las relaciones Real Madrid/UEFA están en su momento más delicado? Pues la razón es muy simple: porque lo que el Real Madrid y otros clubes grandes hacen está dentro de las reglas. Una cosa es utilizar el poder de influencia dentro de la legalidad y otra es jugar con otras reglas, como el PSG y el Manchester City.

Nasser y Macron

Para finalizar, una cosa es criticar el poder de influencia (dentro y fuera del campo) que un club de la magnitud del Real Madrid tiene, similar (mucho más de lo que unos creen o venden) a la que tienen otros clubes grandes como el Barcelona, Manchester United, Bayern de Munich, etc. Podemos hablar de la redistribución de los derechos de televisión en La Liga, de las recalificaciones, aunque algunos nos quieran hacer creer que la única y más importante ha sido la del Madrid, las hubo durante el franquismo, que se lo pregunten al Barcelona, y en otras comunidades autónomas, preguntemos por Valencia o Murcia, por ejemplo. O hablemos de los gastos y malgastos en el negocio del fútbol y otros elementos que puedan hacer La Liga más competitiva. Todas esas conversaciones son legítimas y necesarias, pero se deben tener desde el respeto y el interés común a crear una liga más competitiva, no desde las rencillas autonómicas, el resentimiento, o el victimismo provinciano. Pero otra cosa totalmente distinta es decir que el Real Madrid, o cualquier otro club de los mencionados, sea un club-estado. No sólo es faltar a la verdad, sino que es una manera de insultar la inteligencia del hincha de fútbol. Periodistas y “periodistas”, seamos serios, hombre, seamos serios.

 

Getty Images.

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Zaragozano afincado en la gran manzana desde hace casi dos décadas. Padre de familia, músico por vocación, emprendedor por curiosidad y madridista por convicción. "No tengo miedo al fracaso porque el fracaso no me define". Gary Keller.

9 comentarios en: Los clubes-estado: mito vs. realidad

  1. Bienvenido a la Galerna.. Excelente artículo.. Muy bien escrito, mejor explicado y super entendible.. Le tomo la palabra y espero pronto los otros que enuncia como pendientes.. Saludos desde Venezuela..

    1. ¡Muchas gracias, chamo! Me alegro que te haya gustado el artículo y lo hayas encontrado útil. Si hay interés en los otros artículos me pondré manos a la obra. Por cierto, tengo muchos amigos en Venezuela, un país que aprecio mucho y que me trató muy bien durante mi estancia en el 2010. Un saludo y cuídate.

  2. ¡Hola ! En primer lugar bienvenido a este grupo de literatas madridistas . Luego , me gustaría felicitarte con este artículo tan ilustrador. No puedo estar más de acuerdo contigo. Ah por cierto me gusta mucho tu prosa.
    Un saludo cariñoso.

    1. ¡Muchas gracias por la bienvenida, Mohamed! Y también me alegro mucho que te haya gustado el artículo, en forma y contenido. Un saludo, y ¡hala Madrid!

  3. Lo que no entiendo es porque la aportación , en forma de patrocinio, de una marca X sea de 215 MM y se diga que en realidad el valor es de 2 MM. ¿ A razón de que ? No queda explicado y se presta a elucubraciones .

    1. Muchas gracias por tu comentario-pregunta. El artículo menciona el análisis que salió en Football Leaks, que tiene más detalles. Y con esa referencia a Football Leaks no creo necesario proporcionar todos estos detalles en este texto.

      Ahora bien, el artículo proporciona un detalle importante que pone en duda la objetividad del valor del mercado de este patrocinio: este convenio de 200+ millones de euros fue acordado entre el PSG (propiedad de Qatar) y Qatar Tourism Authority (propiedad de Qatar). Vamos, que Qatar (Tourism Authority) acordó con Qatar (PSG) que el valor de mercado era por esa cantidad. La investigación del convenio fue hecha por unos auditores externos e independientes de la UEFA (quien contrató a estos auditores externos) y de Qatar.

      ¿A quién confías más que dé una versión objetiva del patrocinio: unos auditores externos e independientes (profesionales que se dedican a hacer valores de mercado de la manera más objetiva posible) o el PSG y Qatar Tourism Authority (en otras palabras, Qatar)?

      Desde mi punto de vista, el artículo no se presta a ninguna elucubración.

      Espero que mi respuesta te sea útil. Gracias de nuevo por tu pregunta.

      1. Me he quedado igual. Y, tiene la libertad de creerme o no, he inquirido al respecto de otras personas con no poco nivel intelectual y tampoco les queda claro lo de que un patrocinio valorado en 215 , unos auditores lo rebajen a 2 millones. Sí puedo entenderlo si hablamos de unos terrenos u otras propiedades...
        Y,por favor, la cuestión que expongo no es sobre si confío en ese o en este ...no , claro que no.
        Lo mismo algún día se lo pregunto a un financiero o economista. Gracias en cualquier caso .

        1. Te creo; no tengo motivo para pensar que me mientes. Pero si lo entiendes con terrenos o propiedades, es el mismo proceso que con los patrocinios. Simplemente cambia el producto: en los terrenos es algo tangible, mientras que en los patrocinios comerciales el "producto" es el beneficio economico que el patrocinador considera que obtiene por ser sponsor del PSG (en este caso).

  4. Como quereis cambiar la historia JAJAJAJAJA DAIS PENA FUISTES EL PRIMER CLUB ESTADO DE LA HISTORIA Y LO SEGUIREIS SIENDO POR MUCHO QUE OS DUELA O QUERAIS CAMBIAR

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