Laporta y la Banca Catalana

Mayo de 1984, la Fiscalía General del Estado se querelló contra Jordi Pujol y otros directivos por apropiación indebida y falsedad en documentación mercantil en el llamado “Caso Banca Catalana”. Esta querella se interpuso unos días después de la amplia victoria de CiU en las elecciones autonómicas y Pujol pasó al ataque. El 30 de mayo salió al balcón en la plaza de Sant Jaume entre los “Pujol, president” y los “som una nació” y el President dejó la siguiente sentencia: “Dejadme que os diga una cosa, que es la última vez que la digo pero quiero que quede claro: el Gobierno de Madrid, el Gobierno central concretamente, ¡ha hecho una jugada indigna! Y a partir de ahora, cuando se hable de ética, de moral y de juego limpio, podremos hablar nosotros, pero no ellos”. Y siguió: “Sí, somos una nación, somos un pueblo, ¡y con un pueblo no se juega!”.  Ética, moral y juego limpio, Pujol se había deshecho de las acciones de la Banca antes de la quiebra.

El Caso Banca Catalana Representa la piedra Rosetta del discurso victimista catalán postfranquista. El Talmud del “Madrid ens roba”

Tras dos años en los que los tribunales se fueron pasando el muerto, en noviembre de 1986 el pleno extraordinario de la Audiencia Territorial de Barcelona sentenció que no había suficientes indicios para procesar al presidente de la Generalidad. El resto del Consejo de Administración sería exculpado en 1990. La tesis pujolista sostenía que el Gobierno socialista dejó caer la entidad para hacer daño a Cataluña mientras que otros bancos españoles con problemas recibieron un trato diferente. Pero la realidad era diferente, Banca Catalana quebró porque había desviado el dinero a una caja B para beneficiar a empresas amigas. Otorgaron numerosos créditos irrecuperables a empresas en quiebra técnica sólo porque eran del clan. Se arruinó por una gestión imprudente y desastrosa. Estábamos ante el primer caso de corrupción de la democracia y ante el primer rescate de una Banca con dinero público.

“Quiero felicitar al pueblo catalán porque su presidente de la Generalitat y, de hecho, de toda Cataluña se libera de una grave presión que ha durado dos años y medio”. Afirmó el President tras su exculpación. 33 de 42 votos a favor del no procesamiento del aforado. Fue exculpado por el mismo código penal que después condenó a Mario Conde. El nuevo Fiscal General del Estado se negó a recurrir y los fiscales que se había querellado, José María Mena y Carlos Jiménez Villarejo, afirmaron haberse sentido incomodados por presiones.

Este momento de la historia de Cataluña es muy significativo y relevante dada su relación con el comienzo de la relación CiU y el sentimiento catalán que posteriormente fue un factor crucial en el proceso catalán. También es considerada la semilla de la impunidad catalana y la posterior corrupción del clan Pujol y todo lo que le rodeaba. Representa la piedra Rosetta del discurso victimista catalán postfranquista. El Talmud del “Madrid ens roba”.

Joan Laporta, 13 de Marzo de 2023: “Tengo muchas ganas de enfrentarme a todos los sinvergüenzas que están manchando nuestro escudo. […] El sentimiento barcelonista ni se compra ni se vende pero tampoco se ensucia. […] Hay unos ataques feroces para ensuciar nuestro escudo, que no tienen nada que ver con la realidad”. Cuarenta años después, misma Fiscalía, mismo tono, más sudor y peor miedo. Jordi Pujol en ningún momento se tambaleó, era demasiado importante para caer. Laporta exuda terror. El FC Barcelona es muy importante pero Joan es un muñeco y pueden hacer vudú sobre él. Demasiados enemigos que tienen poco que perder. Siente el aliento de Bartomeu y Rosell, el soslayo de Roures y el puño de Florentino.

A Laporta sólo le queda un as en la manga, la misma carta que jugaron tantos políticos antes que él, la baraja que repartió por primera vez Jordi Pujol: el populismo nacionalista

Sólo le queda un as en la manga, la misma carta que jugaron tantos políticos antes que él, la baraja que repartió por primera vez Jordi Pujol: el populismo nacionalista. Va a convertir la querella hacia el FC Barcelona en un querella hacia todos los culés y toda Cataluña. Lo sostendrá con vigor ya que es el mejor trilero. Se disfrazará de muy honorable President pero cuanto más grite, más culpable parecerá. En La Transición todo el mundo tenía claro que Jordi no podía toser, cualquier catarro en Cataluña se convertiría en una neumonía en Madrid y nadie dudó. El FC Barcelona es Cataluña y Cataluña es el FC Barcelona, harán todo lo posible por salvarlo. Todo esto puede acabar en dos años de idas y venidas, ruidos y nueces, intromisión de políticos y sentencias inanes. Un “caso Banca Catalana 2”. Pero Joan no es Jordi, Jordi era mucho Jordi. Lo van a dejar caer. Y lo sabe.

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