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La Galerna de los Faerna
Gareth Bale como idea

Gareth Bale como idea

Escrito por: Angel Faerna25 noviembre, 2019

“No pienses, ¡mira!”. Ludwig Wittgenstein.

 

Se llama pensamiento especulativo al que separa las ideas de su relación con la experiencia y deambula ocioso por los pasadizos que comunican unas con otras a las ideas mismas. Sospechábamos que semejante ejercicio de divagación no podría convertirse nunca en deporte de masas, lo que no podíamos ni imaginar era que alguna vez se verificara lo contrario: que lo que viene siendo fútbol, el deporte de masas por antonomasia, se transmute en pensamiento especulativo de pura cepa, divagante como ninguno y sin la menor mezcla de empirismo. Por si no se han dado cuenta todavía, el fútbol tal como lo conocíamos ha dejado de existir últimamente. Es verdad que sigue habiendo partidas de individuos, organizados de a once, que se disputan un cuerpo esférico sobre el terreno que una vez fue de juego, pero eso ahora mismo no interesa a nadie: se mira, sí, pero la mente está en otro sitio, persiguiendo ideas, aunque las ideas lleven botas, tatuajes y otros engañosos signos de existencia material.

En el fútbol español actual, el pensamiento lo invade todo, y lo más asombroso es que las ideas ya pasan de unas cabezas a otras por ciencia infusa, sin mediación de las palabras cuando no directamente a contracorriente de ellas, cual obstinados salmones. Recientemente, un seleccionador ha dejado su cargo ante el anunciado regreso de quien lo ocupaba previamente y que pidió separarse de él por causas de fuerza mayor. A los cinco minutos ya se difundía por radio lo que el entrenador saliente pensaba, lo humillado y maltratado que se sentía y el rencor que anidaba en su pecho hacia su sucesor, predecesor y antiguo amigo. Cuarenta y ocho horas después, llegaba un comunicado nada doliente del dolorido seleccionador de marras, cuya difusión fue inmediatamente seguida de la siguiente pregunta: “¿por qué Fulanito no ha dicho lo que piensa?” La posibilidad de que Fulanito sencillamente pensara lo que decía pensar, y no los pensamientos que especulativamente se le habían descubierto, no podía caber en las privilegiadas cabezas de los radiodifusores. Por lo que hace al fútbol, hoy la radiodifusión es eso, ciencia infusa, el sueño de todo mal estudiante y de los más reputados parapsicólogos. Olvídense del periodista de antaño, del esforzado y modesto notario de unos hechos que el público debía luego interpretar y valorar a su soberano criterio, para lo cual bastaba con informarle de buena fuente; hoy ha brotado un nuevo espécimen, al que propongo bautizar como “el autoridacta”, capaz de explicarle los hechos como son no solo al público sino a la fuente misma, todo ello sin trabajosas investigaciones y merced a la inusitada potencia de su magín especulativo.

Olvídense del periodista de antaño, del esforzado y modesto notario de unos hechos que el público debía luego interpretar y valorar a su soberano criterio

El caso de Gareth Bale podría interpretarse como síntoma de lo dicho, pero eso sería como decir que una cabeza rodando por el suelo es síntoma de muerte inminente. No, lo de Bale no es para llamar al médico, la víctima está ya en las solas manos de los forenses. Bale no es más Bale, es pensamiento puro y de él conocemos hasta sus prioridades en la vida, en riguroso orden además. Se las ha leído en la mente un parapsicólogo autoridacta, otrora jugador de fútbol, cuyas prioridades vitales desconocemos porque en sus días los futbolistas no se habían convertido todavía en ideas y les bastaba con jugar como es debido para ganarse la ficha y el aplauso. En cambio, ante la Real Sociedad el pasado sábado, por el terreno que una vez fue de juego el Bernabéu ya solo veía correr la idea de Bale, y la perseguía. Vaya si la perseguía, no sé yo si no habría que llamar también al Tribunal de La Haya. Quiero decirle al Bernabéu que me ha quedado claro que la idea de Bale no le gusta, pero reconozca también el Bernabéu que no lo fichamos para pensarlo, sino para que hiciera justo la clase de cosas que estuvo haciendo ante nuestros ojos en sus pocos minutos sobre el campo que una vez fue de juego. Y las que ha estado haciendo en lo que va de temporada: cuando ha podido jugar (me refiero al jugador, su idea ya sabemos que finge las lesiones), por lo general se le ha señalado como uno de los mejores al término del partido. Pero eso era allá por septiembre, cuando aún se mantenían los ojos medio abiertos durante los partidos, cuando las mentes tenían menos radiación y no estaban todavía en otro sitio, divagando, abstraídas del juego y como sonámbulas.

Lo que no entiendo es por qué tantos se quejan de que Bale no quiera hablar en español, si ya por ciencia infusa sabemos lo que piensa del Madrid, de Florentino, de Zidane y hasta de nosotros, de quienes se ríe a todas horas. Ante la magnitud de la incontinencia mental que desborda las gradas, algunas buenas almas, en su comprensible angustia, creen que un pañal en forma de comunicado puede contener las aguas, y hasta se lo redactarían de buena gana aunque sea abundar en la manía de instruir a la fuente acerca de sus propios pensamientos. Si el comunicado no recoge fielmente los pensamientos a estas alturas más que aireados de Bale, este va a tener que dar cuenta, como ese pobre exseleccionador, de por qué no ha dicho lo que piensa. Y si lo recoge, menos salvación tiene aún. Lo dicho: vayan llamando al forense.

Lo que no entiendo es por qué tantos se quejan de que Bale no quiera hablar en español, si ya por ciencia infusa sabemos lo que piensa del Madrid, de Florentino, de Zidane y hasta de nosotros

O esperen unas semanas. Todavía no ha nacido el mentalista capaz de disolver a Zizou en alguna idea o conjunto de ellas; al principio lo intentaban, pero a fuerza de no dar con la tecla, las especulaciones sobre lo que piensa se han ido haciendo cada vez más desvaídas. Zidane no es ni será nunca idea, su mondo cráneo está fabricado de un desconocido material argelino refractario a las divagaciones, tanto propias como ajenas. Vaticino que seguirá poniendo a Bale, porque tiene ojos en la cara y la buena costumbre de no cerrarlos cuando ve jugar al fútbol. De aquí a no mucho llega esa fase de la temporada en la que hay que dejarse de zarandajas y ponerse serios; esa fase en que, si no te das una palmada en la frente y te recuerdas a ti mismo que lo que tienes delante es un campo de juego, y que no estás allí para criar legañas sino para ver con tus limpios ojos a Benzema tocando el violín con los pies, a Hazard saliendo de todas las trampas como un conejo de la suerte, o al expreso de Cardiff arrollando a todo enano que se ponga por delante, el que tiene que ir al forense, o por lo menos al diván, eres tú.

Número Dos

Ángel, el segundo de los Faerna, es profesor de universidad. Procura enseñar Filosofía sin hacer más daño del inevitable. Su especialidad, si acaso, es la epistemología y el pensamiento clásico norteamericano, extravagancia que compensa con una desmedida afición por los buenos arroces.

10 comentarios en: Gareth Bale como idea

    1. Jejeje. ¡ Qué bueno !.

      Yo me imagino a Juanma “el castaña” escuchando a quién le mandara: “ ¡ No pienses , mira !. Yo si lo viera, se lo diría. No pillaría nada del mensaje...

  1. Esta frase es, sencillamente, maravillosa: "Lo que no entiendo es por qué tantos se quejan de que Bale no quiera hablar en español, si ya por ciencia infusa sabemos lo que piensa del Madrid, de Florentino, de Zidane y hasta de nosotros, de quienes se ríe a todas horas."

    Bravo, señor Faerna.

    1. Sí, me ha hecho carcajear. Y esta: "hoy ha brotado un nuevo espécimen, al que propongo bautizar como “el autoridacta”, capaz de explicarle los hechos como son no solo al público sino a la fuente misma, todo ello sin trabajosas investigaciones y merced a la inusitada potencia de su magín especulativo." Es un texto brillante.

  2. Que pesados con Gareth Bale... A mí me da igual que sepa hablar español, que se integre o que no le guste Madrid. Yo lo único que quiero es que no fuerce para jugar con Gales y luego vuelva y se pase dos semanas sin entrenar. Me gustaría que las estadísticas de partidos jugados y partidos lesionados fueran a la inversa que con Gales. Lo de bandera fue cutre e innecesario y dejó en mal lugar a los que sentimos el Madrid como algo propio. Por lo demás es el mejor jugador de la plantilla a bastante distancia del segundo. Yo no le pitaría porque no silbo a ningún jugador de mi equipo de manera individual, pero eso no quiere decir que no haya gente que se haya sentido ofendida por su actitud. Ya esta. No hay que darle tantas vueltas. Son dos posiciones perfectamente defendibles. Últimamente veo demasiada manía persecutoria en estos foros. Ánimo y a ganar esta noche.

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