Escribo estas líneas mientras cierta desazón ronda todavía en mi espíritu madridista, en el que predomina el orgullo por un equipo que nunca se rindió, que tuvo el triunfo en sus manos en el último segundo, que respondió a los medios con caballerosidad y criterio deportivo: “Lo hemos intentando con todas nuestras fuerzas, pero hemos cometido errores que hay que corregir”. No se les puede pedir más, al menos yo no puedo, tanta honradez y sinceridad doliente palpitaban en sus voces.
Y es que a nuestro equipo le perdió su corazón. Tenía tantas ganas de ganar que el impulso de la voluntad les condujo a la precipitación en un puñado de ocasiones que hubieran invertido el marcador: un triple en carrera, un tres contra uno que se fue al limbo, un pase que nadie pudo rescatar. Tanta adrenalina, inducida por el deseo de contentar a una parroquia volcada, a un club legendario, era casi imposible de gobernar, reventaba los poros y nubló el entendimiento. Un poco de calma, algo más de concentración, acompañar tanto esfuerzo con una pizca de clarividencia, nos hubiera conducido al quinto partido. Pero ¿quién es el pecho frío que puede resistirse a tanta pasión? Ni siquiera un capitán de leyenda esculpida en cientos de batallas y miles de escaramuzas escapó de una marea de emociones, en las que se mezclaba la mala suerte de un equipo que no ha cesado de sufrir contratiempos y el de un arbitraje manifiestamente parcial.
Para el duelo definitivo el Madrid perdió a dos de sus bastiones. Deck, el hombre equilibrio, el que compensa cualquier quinteto y se presenta siempre en el lugar requerido. E Ibaka, uno de los forjadores de la remontada del tercer partido. Pero el resto de sus compañeros echó el resto, disculpen este juego de palabras burdo, de escaso mérito.
Ni siquiera un capitán de leyenda esculpida en cientos de batallas y miles de escaramuzas escapó de una marea de emociones, en las que se mezclaba la mala suerte de un equipo que no ha cesado de sufrir contratiempos y el de un arbitraje manifiestamente parcial
No querría destacar a ningún jugador, pues unos con más acierto que otros, y los que fallaban en un momento se reincorporaban para mejorarse, cumplieron un encuentro de mérito ante el mejor equipo de Europa de esta temporada hasta hoy. Números cantan. En cambio, me gustaría citar a Chus Mateo, el entrenador que sufre en silencio su continua puesta en cuestión, el señalamiento de carecer la entidad para dirigir el banquillo blanco. Quizás se le puedan discutir algunas decisiones tomadas en el curso de este curso, - ¡vaya, otra vez! -, pero es innegable que cuando el equipo ha recuperado sus lesionados ha tuteado al Olympiakos. Ayer, estuvo soberbio, certero en los cambios, atento al timón para variar el rumbo en unas aguas agitadas por el equipo griego.
El Madrid comenzó como un tiro, bordando el juego con la furia del pueblo madrileño en un dos de mayo. Luego, se atascó intermitentemente, pero salió del laberinto con arresto, con brillantez cuando más difícil parecía. Le derrotó el exceso de ardor cuando la situación demandaba un clima que las circunstancias avivaron en exceso, caldeando así la sangre fría precisa, por más que un servidor se desgañitara implorando criterio a sus titanes.
No era más que un desahogo, pues este humilde cronista conoce de primera mano cómo hierven las venas en momentos concretos y qué bien se torea desde la barrera. Así es el deporte, cuya suerte es voluble y, en ocasiones, se escurre ente los dedos por más que lo quieras prender, y hasta cuanto más aprietas más inasible se vuelve. Honra a este equipo que sólo se rindió con el pitido final, que lamentó una suerte que le da la espalda una y otra vez, que felicitó al rival mientras prometían mejorarse aún más. Aun en la derrota se pueden conseguir enhorabuenas.
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Otra gran obra de planificación deportiva a cargo del presidente que nunca se equivoca porque siempre se equivocan los demás.Grande Florentino!
Los deberes se debieron hacer en la fase de liga y al no haberlo ha conllevado al enfrentamiento con el mejor equipo de la Euroliga.
En cuanto a la actuación del Presidente mismo lleva castigo esta temporada. Se ha a dar pocos paseos, o ninguno , visitando a las Instituciones y sobre todo ahorrase unos cuantos folios para sus discursos
No obstante a pesar de nuestra clase dirigente
HALA MADRID Y NADA MÁS
Me estoy refiriendo a la impunidad que Vd. tiene en este foro para faltar el respeto tanto a mí persona como otros al resto de compañeros
El Real Madrid no tiene dinero para la parcela deportiva, el dinero está para un estadio de Las Vegas en la Castellana. Jugadores de baloncesto fichados por ser saldos, jugadores que no van a decir no y que tienen poca novias y jugadires ya jubilados, Lluch y en su día A. Reyes que se arrastraba con 40 años
Muchas gracias a este equipo. Ha competido de tú a tú con el líder de la Euroliga. Perder así, con el pundonor y la garra que han puesto nuestros jugadores, te hace sentirte orgulloso del Real Madrid.
Tavares fue MVP en la Final Four de la Euroliga 2023, donde pudo actuar cerca de 35 minutos por partido. Abusaba de los rivales y los árbitros le tomaron la matrícula. Ahora le cosen a personales para que no pueda ser decisivo, como de hecho debía ser. Ayer los árbitros volvieron a hacer de las suyas y por eso el Madrid no ganó.
Por una vez estoy de acuerdo con usted en lo relativo al arbitraje, absolutamente parcial , para apoyar su opinión pongo unos datos, que juro por la salud de mis hijos que son ciertos, aunque cueste creerlos.
Me he tomado la molestia de tomar estadísticas desde mi perspectiva, lo he hecho sólo en los partidos 2º tercero y cuarto de la serie, son datos que deberian hacer reflexionar a la gerencia,
1) faltas en ataque con resultado de perdida de posesión
Madrid 13 ( 5+3+5)
Oly 1 ( 0+1+0)
2) pasos con resultado de perdida de posesión
Madrid 5 ( 4+1+0 )
Oly 0 ( 0+0+0 )
Podría poner más estadísticas de dobles, técnicas, zona de 3 segundos, etc....
en los 3 últimos partidos nos han pitado 13 faltas en ataque y a los griegos una y con los pasos 5 al Madrid y 0 al Olympiakos
posesiones el Madrid 18 menos por decisiones arbitrales y los griegos 1, imposible ganar, estamos en manos de inútiles