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Catorce peldaños

Catorce peldaños

Escrito por: Luis Montero Manglano29 mayo, 2022
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Eufórico y derrotado a partes iguales, porque uno ya no tiene edad para celebrar la Decimocuarta Copa de Europa con el mismo brío con el que celebraba la Décima, quiero, no obstante, sumarme a la celebración galernauta con este pequeño texto casi a vuelapluma. Un compendio de ideas que me rondan la cabeza tras la victoria contra el Liverpool en París.

Pienso por ejemplo en Courtois. Querido Tibú. Qué cosas tiene este bendito deporte: resulta que el fútbol no le debía una Champions al Atleti sino a Thibaut Courtois. Nada me ha hecho más feliz que se saldara por fin esa cuenta. Pienso también en Lukita, el hombre que en su pequeñez se negó a ser un hombre pequeño, ganando su quinta copa de Europa a unos pocos pasos de la abadía de Saint Denis, el primer edificio gótico del mundo, y me imagino al abad Suger (que no me cabe duda que era madridista) sonriendo de orgullo en su sepulcro ante la gesta de un Lukita anagógico y de un Madrid metafísico. Y pienso, por supuesto, en Gareth Bale y en el hecho de que la última vez que ha vestido el mismo uniforme que lucía don Paco Gento cuando volaba por los campos de fútbol de todo el mundo ha sido sosteniendo una copa de Europa, y siento como si algo se equilibrara en mi universo.

Qué cosas tiene este bendito deporte: resulta que el fútbol no le debía una Champions al Atleti sino a Thibaut Courtois

Momentos como el de ayer te hacen pensar en héroes y dioses. Cuentan que Alejandro Magno murió joven porque los dioses lo asesinaron, pues temían que, una vez conquistada toda la tierra, su ambición le llevara a conquistar también los cielos.

El Madrid, como Alejandro, está en ello, en lo de conquistar los cielos quiero decir. Conquistó las tierras del Fútbol hace tiempo y ahora trabaja en construir una escalera que lo lleve hasta las alturas y allí seguir marcando goles entre nubes vestidas de blanco. Ya lleva catorce peldaños y muchos tiemblan de miedo al contarlos, igual que los dioses cuando vieron cómo Alejandro alcanzaba la India.

Lukita Modric

Ceferin, presidente de la UEFA, no es un dios (aunque él a veces no parezca tenerlo claro), pero también tiembla de miedo al contar los catorce peldaños de la escala madridista hacia la gloria. Cuando al general mexicano Miguel Miramón lo fusilaron en Cerro de las Campanas junto al desdichado emperador Maximiliano, en 1867, sus verdugos lo vieron trémulo: “tiemblo, pero es de frío”, aseveró Miramón. Ceferin no tiembla de frío, lo suyo es canguelo puro y simple.

Quisiera Ceferin fulminar al Real Madrid como hicieron los dioses con Alejandro, pero al no disponer de más poder sobrenatural que el de la ceguera voluntaria cuando sus “amiguis” se saltan las reglas de la UEFA, don Ceferin hace lo que puede, que no es poco, pero tampoco es suficiente.  Don Ceferin se maneja bien con adversarios mortales y corruptibles, pero el Real Madrid es mucho enemigo para él porque el Real Madrid no es de este mundo. Es anagógico y metafísico. Al Real Madrid no se le puede vencer más que con magia negra.

El Real Madrid lo ha devorado todo. Los dioses son ellos, y nadie puede luchar contra los dioses

Y allá anda don Ceferin, consultando el “Necronomicón”, el “Lemegeton Clavicula Salomonis”, las “1080 Recetas de Cocina” de Simone Ortega y otros grimorios esotéricos; buscando la fórmula para exorcizar los blancos fantasmas que lo atormentan. Pero nada. Al rebuscar en los manuales de defensa contra las fuerzas sobrenaturales, don Ceferin tan solo encuentra, ya casi al final, una miniatura de Karim Benzema envuelto en niebla dorada con la palabra “invictus” escrita a sus pies. Invencible.

No descartemos que ante esa imagen el desdichado Ceferin acabe como una regadera, envuelto en una camisa de fuerza, con la cordura rota por imágenes delirantes, como un personaje lovecraftiano. Solo que Ceferin en vez de visionar al Gran Cthulhu devorando el mundo, ve en bucle a Marcelo levantando al firmamento un ánfora de plata.

Puede que entonces, aún en su locura, Ceferin acabe por vislumbrar la verdad: el Real Madrid ha devorado el mundo. El Real Madrid lo ha devorado todo. Los dioses son ellos, y nadie puede luchar contra los dioses.

 

Getty Images.

Luis Montero Manglano
Novelista. Editor. Profesor de Historia del Arte.

3 comentarios en: Catorce peldaños

  1. muy buen artículo, me siento plenamente identificado con el sentimiento expresado del brío, en las celebraciones.
    tampoco me ayuda al éxtasis de celebración la perdida de mi amigo de 4 patas fallecido el mismo día.
    hala madrid y salud

  2. Magnífico artículo. El villano debería/podría llamarse Luceferín. No descartemos que lo de "Ceferín" sea una aféresis familiar.

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Tweets La Galerna

Se pasó ocho años @antoniohualde despotricando de Bale porque no hablaba español. Ahora le parece que Bellingham en cambio bien... aunque tampoco habla español.

Sin embargo, creo que le entiendo, aunque no comparta su texto.

Estamos ante un escenario -en fútbol y baloncesto- que puede hacer de 2024 el mejor año deportivo de nuestras vidas.
Concentración, humildad y ¡a por ello!
¡VAMOS REAL!

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