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Verano, Barça y cosas raras

Verano, Barça y cosas raras

Escrito por: Rafael Gómez de Parada26 julio, 2020
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Maletines, campañas, penalbas y otras hazañas... con el FC Barcelona como protagonista destacado

 

La Liga es una competición que dura 38 jornadas. Es el llamado torneo de la regularidad, que comienza en agosto y suele terminar en mayo o junio. Sin embargo, se le otorga toda la trascendencia del mundo a la última jornada, como si los tres puntos de ese último partido fueran más valiosos que los de la primera o la vigésima, cuando la realidad es que son tres puntos más que añadir a los méritos o deméritos de las treinta y siete jornadas anteriores.

Cada año en esa jornada decisiva pasan muchas cosas que llevan la alegría a unas ciudades y el drama a otras. Achacar un título o un descenso a un error (de un jugador o de un árbitro) en ese último partido es una simplificación que todos leemos, cometemos y repetimos año tras año. Algunos de los polemistas habituales han salido estos días a decir que un error arbitral ha mandado al Leganés a Segunda División. Curiosamente, la mano invisible de Jovic ha sido defendida como penalti flagrante por los mismos que no vieron la mano de Feddal o las de los jugadores del Levante contra el Madrid, los mismos que consideraron que la mano de Piqué estaba “en posición natural” en la semifinal de la Supercopa de España. Todas aquellas manos no eran penalti, pero la de Jovic es un error manifiesto que condena a mi querido Lega al pozo de la Segunda. Cosas veredes.

Todo el drama se concentra en esa última jornada en la que las calculadoras echan humo y comienza el runrún de los maletines y las primas a terceros. Porque lo que hace distinto ese último partido es que ya no hay vuelta atrás, ya no queda posibilidad de corregir el error. Los goles de Reyes y Diarra en la Liga de las remontadas, el gol de Tendillo que salvaba al Valencia y condenaba al Madrid, el gol de Liceranzu a diez minutos del final que daba la Liga al Athletic y nos dejaba con un palmo de narices…

Primas a terceros... con un donante habitual

Lo cierto es que un error puede decidir una Liga, como ocurrió con uno de los penaltis más famosos de la historia del campeonato: el de Bebeto que no lanzó Bebeto en el último minuto de la Liga 1993-94. El especialista brasileño del Súper Depor se volatilizó y el serbio Djukic fue el encargado de lanzar la pena máxima con el resultado conocido por todos: falló y el F.C. Barcelona se llevaba de nuevo la Liga en la última jornada. El guardameta valencianista, González, celebró de modo eufórico su parada, algo extraño sabiendo que su equipo no se jugaba nada. Tiempo después el propio González reconoció que tenían una motivación extra: “tocamos a tres millones de pesetas cada uno”. Fernando Giner, defensa central en aquellos tiempos, contó una historia que sonó a mafiosillos de poca monta: “Lo recogimos en la autopista, a medio camino entre Valencia y Barcelona”.

Las dos Ligas precedentes también tuvieron un alto grado de suspense y de “cosas raras”. Fueron las dos famosas ligas de Tenerife. La de 1993 fue recordada en este mismo medio por Rafael Martín Vázquez hace unos meses. El Real Madrid jugó el partido de vuelta de las semifinales de Copa del Rey en el Camp Nou apenas cuatro días antes de la jornada decisiva de Liga. Y jugó y venció como tantas veces en ese campo con un jugador menos, en esta ocasión durante más de una hora por la expulsión de Ricardo Rocha. El partido de Tenerife se jugó un 20 de junio a las cinco de la tarde con un calor infernal, tan infernal como el arbitraje de Gracia Redondo. El Real Madrid voló el día previo y el avión sufrió una avería en el aire acondicionado que provocó la deshidratación de varios jugadores. Un cúmulo de circunstancias desgraciadas en muy pocos días que hizo que los jugadores estuvieran exhaustos a poco de empezar el encuentro. El infame trencilla los remató.

Peor fueron las cosas un año antes, en la Liga de 1992, en un campeonato cuyo desenlace no pudo estar rodeado de más circunstancias sospechosas o extrañas. Comenzó en la previa con las acusaciones del presidente del Barça sobre la profesionalidad de los ex madridistas que había en el Tenerife, como Jorge Valdano y el portero Agustín (“que le den por culo”, contestó este último). Continuó con el intento de compra a Luis Milla o con el ofrecimiento de primas por la victoria a Manolo Hierro y a Toño. El que llevó esa Liga definitivamente a Barcelona fue el colegiado Raúl García de Loza, en una de las peores actuaciones que he visto en mi vida. Como agradecimiento el Tenerife fue invitado a jugar el torneo Joan Gamper el verano siguiente, pero lo suyo habría sido que el Barça invitara al árbitro gallego a dirigir ese encuentro.

Las primas a terceros no eran legales en esos años pero, como dicen los que llevan más tiempo en este negocio del fútbol, han existido siempre. Recuerdo haber escuchado hablar de las mismas por primera vez (yo era un crío entonces) tras el supuesto ofrecimiento del Real Madrid a los jugadores del Sevilla en 1980 por su victoria sobre la Real Sociedad que ponía el campeonato en bandeja para los nuestros. Cobrar por hacer tu trabajo, o primar a alguien para que se esfuerce más en su quehacer diario. No dejará de sorprenderme nunca.

A veces las motivaciones son más extrañas, como comprobó Frod Olsen, el portero noruego del Sevilla en el año 2000, cuando vio que los defensas de su propio equipo dejaban que los rivales llegaran solos una y otra vez a su portería. Claro que el rival era el Oviedo, que luchaba por lograr la permanencia con el Betis, y una victoria de los ovetenses podía mandar a los béticos a Segunda, como finalmente ocurrió.

El portero noruego no aguantó la pantomima y en el descanso pidió el cambio. Aparte de la rivalidad histórica, el Sevilla estaba devolviendo a sus paisanos una jugarreta similar realizada apenas un par de años antes por los béticos.

La profesionalidad de muchos jugadores queda en entredicho con este tipo de actuaciones, pero allá cada cual. En la Liga de 2017 el Real Madrid se jugó el título en la última jornada en Málaga, y de nuevo desde Barcelona se volvió a dudar de la profesionalidad de los malagueños, entonces dirigidos por el ex madridista Michel. A las hipócritas acusaciones habituales de Piqué, sucedieron las del entrenador culé de entonces, Luis Enrique, con el desparpajo y el gracejo que siempre le caracterizó: “¿Confianza en el Málaga? Si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta”. Por desconfiar, en Barcelona hasta desconfiaron de una cláusula del contrato de Isco por la cual el Málaga percibiría un millón de euros adicional en caso de que el título fuera a parar al Real Madrid.

Todo formaba parte de su campaña habitual consistente en enfangar cualquier triunfo madridista. El Málaga-Real Madrid que decidía el título se jugó en 2017 y la cláusula se firmó en 2013, pero es de suponer que Florentino ya había movido los hilos con cuatro años de anticipación. En fin…

En cambio, sorprende que a nadie le llamó la atención que ese partido lo pitara De Burgos Bengoetxea y que el del Barcelona frente al Éibar lo dirigiera Hernández Hernández (el partido del famoso Penalba). Esas casualidades que ocurren temporada tras temporada.

La Liga de 2016 se decidió también en las últimas jornadas. El Real Madrid del debutante Zidane llegó con posibilidades a esos últimos partidos tras haber estado a diez puntos del Fútbol Club Barcelona bien avanzada la competición (trece, si incluimos los momentos en los que fue perdiendo en el Camp Nou, justo antes de la remontada con diez, contra HH y el famoso gol anulado a Bale). Todo indicaba que el Barça se jugaría el título en Granada frente a un rival necesitado de puntos para evitar el descenso.

Triangulaciones perversas

Lo que no sospechábamos entonces es que esa Liga podría haberse decidido, de manera explícita o tácita, unos días antes en una triangulación perversa. El Sevilla se había clasificado para la final de Copa contra el Barça y el hipotético título de Liga para los catalanes les clasificaba de manera automática para la Supercopa. Por el contrario, si era el Real Madrid el que se llevaba el título, el Sevilla podía quedarse sin la Supercopa y el suculento reparto de dinero por recaudación y derechos de televisión. Quiso la casualidad que en la penúltima jornada se enfrentaran el Sevilla y el Granada en el Sánchez Pizjuán, así que el Sevilla alineó un equipo sin buena parte de los titulares habituales y cayó “con disimulo” por 1-4. Ya salvados, los granadinos fueron presa fácil de un Fútbol Club Barcelona que ganó con claridad por 0-3 y se alzó con el título. Los tres equipos habían logrado su objetivo.

Pero ocurrieron muchas más cosas en ese mayo extraño de 2016. El 5 de mayo el grupo chino Wuhan Double compró el 46 por ciento de Media Base Sports, la agencia de representación de futbolistas propiedad de Mediapro y de Pere Guardiola, hermano de Pep. Esta empresa gestionaba los derechos de varios futbolistas, entre ellos varios del Barça como Iniesta o Luis Suárez, que cobrarían una prima por la obtención del título. ¿No queríais virus de Wuhan? Pues ahí tenéis el doble. El mismo grupo chino compró el Granada el 22 de mayo de 2016 por 37 millones de euros, tras cerrar unas negociaciones que llevaban meses y se habían intensificado en las semanas previas, pendientes solo de la permanencia en la categoría. No sé, llamadme paranoico, pero todo esto parece más una operación financiera que deportiva. Todos ellos ganaron, el fútbol… cada día se parece más a una negociación en el parqué de la Bolsa.

Rafael Gómez de Parada
AFKAB. Artist Formerly Known As Barney. Dice que corre maratones, juega al fútbol y al baloncesto, pero todo con nivel medio, como en el inglés. Nivel alto solo para escribir y portanalizar en La Galerna. Autor de "Volver al asfalto".

9 comentarios en: Verano, Barça y cosas raras

    1. Hombre nadaplete 2020 , ya te han dejado salir de la cueva....
      Las tienes clavada hasta donde pone Toledo.....(las 13 y las 34....)

    2. Querido payaso, es hora de cenar: Prepárate tu habitual bocadillo de estiércol y disfruta tu manjar mientras acaricias tu entrepierna viendo la remontada de tu Farsa y tu árbitro favorito contra el PSG en la Champions.

  1. Eso de ajajax ¿está de moda entre los culerdos, o es que Nadaplete y Mole son el mismo personajillo? Canta la Traviata, a ver si os currais un poco más vuestras tontadas.

  2. Encima, los que lloriquean más luego son los del VARsalona. Es realmente nauseabundo.
    Recuerdo perfectamente lo que ha explicado, de la misma manera, nuestro querido Barney.

    1. Creo que son el mismo tarao. De lo que sí estoy seguro es de que, si no se trata de la misma persona, están igual de estropeaos.

  3. Para la primera liga de Tenerife, está demostrado que Núñez&Gaspart tocaron a alguien del Madrid, a algunos más del Tenerife y tengo la absoluta convicción (aunque a nadie le ha interesado investigarlo) que García de Loza salió más que "tocado" a ese partido. Y con respecto a Nadaplete, recomendarle que vaya a algún psiquiatra o que directamente pida el ingreso en un frenopático para tratarse de lo que hasta en su Nick menciona lo que tiene en el cerebro.

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