Periodismo del absurdo

Sport no acusa recibo de la noticia (se ve que el fax del Madrid no es el único que falla en momentos decisivos), o tal vez sí recibiera la información y haya decidido ponerla a buen recaudo dentro de las cajas de almacenaje que promociona, o bien cabe una tercera opción, la más improbable, según la cual su titular -"¡Es vuestra hora!"- se refiere implícitamente a que, en efecto, al hijo del padre de Neymar Jr. le ha llegado la hora de seguir pendiente de los juzgados (por estafa y corrupción entre particulares), tal y como a Luis Suárez le ha llegado la hora de actualizar su disco duro (de mollera) y desapolillarse para llegar de una vez al siglo XXI, donde -oh, sorpresa- hay mujeres que juegan al fútbol.

El asunto es que como tímidamente reconoce Mundo Deportivo "la Audiencia Nacional reabre el caso Neymar", pero ya nos dirán ustedes qué es la Audiencia Nacional al lado de Arnold Schwarzenegger. El insigne actor anda por Barcelona y eso no es moco de pavo. Terminator aparece ufano en compañía de Neymar y barruntamos lo peor para quienes hayan osado reabrir el citado caso. Se avecina un Sayonara, baby de manual para los magistrados y fiscales que osen dedicarse a la causa. Un tipo que ha hecho películas como Comando, Depredador, Desafío total, Conan o Poli de guardería está del lado de Neymar y solo le queda temblar a la justicia, porque todo el mundo sabe que si Arnold está presente, la justicia es él, qué coño.

Bien es cierto que la larga filmografía del intérprete (nos referimos a Arnold y no a Neymar) también incluye alguna de las partes (no nos hagan buscar cuál o cuáles) de una cosa llamada Mercenarios, pero borren esa maliciosa sonrisa de su cara. Hablamos de cine (más o menos) y no de fútbol. Hablamos de ficción y no de realidad contable, no de contratos tan perfectamente auditados, tan claros y diáfanos, que nos da la risa ahora que Arnold no parece mirar.

Algo de risa también nos da la portada de nuestros queridos amigos de As. Cristiano es su protagonista, pero uno malogrado, en horas bajas, uno al que dice As que se está esperando, como si fuera el Godot de Beckett. No habíamos dado hasta ahora con la clave intelectual del diario de Relaño, pero parece confirmarse que el teatro del absurdo es su referencia más inmediata. Tal vez el altavoz que promocionan sirva para difundir aún más su mensaje lacónico, su constante melancolía, su no (querer) entender absolutamente nada, o peor, su entenderlo con el culo, o aún peor, su entenderlo y pasarse lo entendido por donde ustedes ya saben.

El caso es que "vuelve Modric en un Madrid con dudas sobre la BBC", según antetítulo de As. ¿Qué dudas, amigos? ¿De quién? Lo que no se dice en las frases que se dicen suele decir más que lo que de hecho se dice, si nos disculpan el trabalenguas. Y cansinamente el As está todo el santo día diciendo lo mismo sin decirlo (o diciéndolo solo a medias, cosa aún más sonrojante, o tal vez más propia del periodismo del absurdo). El resumen del mensaje es que todo está mal, queridos galernautas, sobre todo cuando está razonablemente bien, más o menos como los personajes de Beckett esperaban en vano la llegada de Godot sin darse cuenta de que no había nadie a quien esperar, de que Godot ya estaba allí, de que quien espera desespera.

Ya hace mucho tiempo que nosotros no esperamos nada nuevo de las portadas de As, pero hace mucho más tiempo que a Cristiano no hay que esperarle sino solo abrir los brazos para no parar de recibirle. Desde ahora mismo estamos practicando el gesto para el partido de esta tarde. También viene Lukita y, con permiso de tipos tan duros y masculinos como Schwarzenegger o Luis Suárez, nos sobran los abrazos de cariño y agradecimiento.