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Laudrup y el Papa

Laudrup y el Papa

Escrito por: Padre Suances21 junio, 2015
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Recuerda el Santo Padre Francisco, en la introducción de la Carta Encíclica Laudato Si’ aquellas palabras de san Francisco de Asís: “Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba”. En la Encíclica publicada este jueves, el Papa Francisco hace un llamamiento a trabajar juntos de manera urgente para proteger “nuestra casa común”. En su texto, el Papa nos pide, como no puede ser de otra manera, que cada uno en su entorno ponga todo de su parte para hacer de esta lucha, que es en el fondo un desafío espiritual de primer orden, la bandera de su actuar diario.

En el caso que nos ocupa, queridos galernautas, no nos queda más remedio que reflexionar acerca de qué supone este mensaje dentro del Madridismo.

En primer lugar, uno puede entender las palabras del Papa Francisco desde el plano literal. Es decir, bien podemos pensar que lo que nos pide en Santo Padre es regar y cuidar las praderas del Bernabéu y de Valdebebas, como si de pastos sagrados se tratara. Aquí es donde muchos observadores interesados han querido ver un apoyo velado de la Iglesia al tiqui-taca, al fútbol-jardinería.

“¿No está el Santo Padre apoyando que el césped tenga no tenga una longitud excesiva, como si del mismísimo Xavi Hernández se tratara?” se preguntan estas preocupadas almas. Que no cunda el pánico. Nada más lejos de la realidad.

El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, elaborado por el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, dice en su artículo 470 que el cuidado del Medio Ambiente no debe estar sujeto a criterios de rentabilidad.

¿Y no es eso, precisamente, lo que hacen Xavi Hernández y otros? ¿No buscan ventaja a través de cualquier artimaña, incluyendo la alteración intencionada del crecimiento y desarrollo de la naturaleza? ¿No es verdad que tan sana está la hierba con una longitud de 23 milímetros que con una de 29? Y seamos valientes, atrevámonos a denunciar los atropellos de las instituciones: ¿No debemos proteger un césped que supere incluso, Dios nos asista, los 30 milímetros que la UEFA establece como máximos por norma?

La respuesta a esta última pregunta es un rotundo sí. Este es el mensaje nuclear de la Carta Encíclica: debemos cuidar nuestro césped porque es el campo de estrellas del himno del Centenario, es donde el Real Madrid nace y vive. No nos confundamos. La Creación no está para ser alterada a nuestro antojo en busca de nuestro beneficio.

De manera que, antes de cerrar este primer bloque, agradezcamos a Paul Burgess (@paul_pburgess) y su equipo el tratamiento que hacen de las blancas (verdes) praderas. Ellos sólo tienen en mente el cuidado sincero del tapete donde el Real Madrid debe expresar lo que es. Este es un Club serio. Esto es el Real Madrid. La longitud o el grado de humedad del césped en un momento dado dependen de los ciclos de crecimiento y de los procesos de fotosíntesis. En fin, de la voluntad de Dios. Y nada más. Recemos por la salud de nuestro césped. Yo pediré al Padre Mundina que lo tenga en sus oraciones cuando rece por la agrojardinería mundial, como hace cada tarde.

Por otra parte, el Magisterio de la Iglesia es fecundo y así su mensaje se multiplica y resuena de formas inesperadas y con significados novedosos. ¿Qué tiene que ver Laudato Si’  con el madridismo, de una forma más profunda? Pues podemos decir que es una Encíclica Laudrupiana, porque mirando hacia un lado muy concreto, envía un mensaje claro a otro.

real madrid michael laudrup

Nos atrevemos a admitir que el mensaje del Santo Padre pudiera tener un sentido figurado. Cuando hablamos del cuidado de la Casa Común nos estamos refiriendo también al cuidado del Club, de forma más amplia. Ya he expresado en estas mismas páginas mi preocupación acerca de la desunión del Madridismo. No quiero volver ahora sobre esa idea.

Sí me parece interesante reflexionar, sin embargo, sobre la distancia que parece existir entre el Club y los aficionados. Con toda humildad, como siempre, me gustaría enviar un mensaje a la Directiva del Real Madrid. ¿Dónde han quedado los días en los que uno podía visitar la Ciudad Deportiva para darse un chapuzón o echar unas bolas de tenis? ¿Dónde el sentido de pertenencia a un club, en el sentido más modesto del término?

No hay duda de que la profesionalización del deporte de élite exige cambios en el tratamiento a jugadores y profesionales. Sería bonito, sin embargo, facilitar puntos de encuentro entre jugadores y aficionados de Madrid, como se hace en los desplazamientos del equipo fuera de la ciudad.

Entiendo que los días en que uno se encontraba a Villarroya comprando huevos rellenos para comer en una tienda de barrio han quedado atrás. Y probablemente sea bueno que así suceda. Pero no olvidemos que, para que el cuidado de la Casa Común dé fruto verdadero, debe hacerse sentir a cada habitante de la misma su importancia para el conjunto.

Con humildad auténtica, claro. Pero sabiendo que tan importante es Cristiano Ronaldo o el Papa para el Club o la Iglesia, como cualquier feligrés madridista de a pie que se levanta el domingo con una sonrisa en la cara. El sincero cuidado de la Casa debe ser fuente de dicha, y pienso que la hemos de encontrar caminos para que cada madridista cumpla con su carisma en el Reino Blanco. ¿Es escribir esto en La Galerna uno de esos caminos que echo de menos? ¿Es así como mejor sirvo al Madrid, como cuido la Casa Común de los madridistas?

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No soy la respuesta madridista a mi querida amiga Sor Lucía Caram. Hay planteamientos tácticos mezquinos que entusiasman el corazón de Dios.

2 comentarios en: Laudrup y el Papa

  1. "Pero sabiendo que tan importante es Cristiano Ronaldo o el Papa para el Club o la Iglesia, como cualquier feligrés madridista de a pie que se levanta el domingo con una sonrisa en la cara."
    Y para el feligres madridista de a pie que el domingo no se levante con esa sonrisa en la cara ya esta usted Padre Suances cuidando de nosotros para llevarnos por el buen camino ¿Que mejor que una amplia sonrisa en una soleada mañana de domingo?
    Gracias Padre.

  2. La verdad mucho chau chau y poco ir al grano, mucha retórica hueca mientras LA MONJA ( ES UN DECIR) ALFEREZ sigue echando mierda sobre el Madrid, olvidando ¿o no? la compasión cristiana. Así no vamos a ningún LADO. Saludos blancos y comuneros

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