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La Galerna de los Faerna
Epílogo para atléticos

Epílogo para atléticos

Escrito por: José María Faerna2 junio, 2016

Yo habría querido ganarle la final de la Copa de Europa al Bayern, y no porque el Atlético me dé pena. Aunque suelo dispensarle las dosis de condescendencia reglamentaria prescritas en el manual del buen madridista, no acostumbro a sentir lástima por los rivales futbolísticos y, por un elemental sentido del respeto, no hago una excepción con el Atleti. Habría preferido ganarle al Bayern porque los madridistas de mi edad tenemos cuentas pendientes con ellos de unos tiempos en que nos pasaban por encima como una apisonadora con puntualidad más suiza que germánica; porque pretenden de forma permanente y no ocasional –independientemente de que su momento deportivo sea mejor o peor– un trono que es nuestro; porque –a tenor precisamente de esos hechos y no de fantasías lunáticas– los tengo por torvos miembros de la misma aristocracia futbolística europea que nosotros fundamos; porque, en fin, la leyenda requiere de más episodios legendarios para renovarse y ser siempre igual a sí misma, como toda leyenda que se precie.

Veterano de tiempos en que el fútbol y todo lo demás estaba menos globalizado, la rivalidad con el Atleti me parecía un asunto local que siempre habíamos ventilado en otros foros. Un parvenu en Europa, el Atleti. Pero las finales se juegan contra quien se aúpa hasta ellas ganando eliminatorias, no concursos caninos de pedigrí. A los madridistas nos gusta pensar que la final de la Copa de Europa debería ser una especie de challenge round moral como la de la vieja Copa Davis, que deberían jugarla siempre el Madrid y otro, pero es puro pensamiento metafórico. La realidad es que hay que escalar eliminatorias como los demás y no siempre nos da para llegar a la cumbre aunque lleguemos más que nadie, así que bien está. El caso es que ganamos la final, y me disponía yo a pedirle prestado a Mario De las Heras el traje de Don Fanucci para la mañana siguiente cuando, entre latido y latido de felicidad, oí al Cholo en la tele decir que el Madrid era justo ganador y que se lo tenía que pensar. Un momento, ¿nada de no somos campeones porque un palo no quiso?, ¿nada de bolas peligrosamente calentadas?, ¿ni una mención a supuestos fueras de juego peligrosamente ignorados?, ¿ni una triste alusión a que, por una vez, tuvieron el balón un poco más que el rival? “Este tío parece madridista”, me dijo un amigo por WhatsApp.

Milán Cholo

Yo no sé si la felicidad de ver cumplido el destino de una Undécima en el que siempre creímos como colofón de una temporada que nunca olvidaremos me ha henchido de espíritu navideño en pleno mes de junio, o si la semana de tregua de una prensa deslumbrada por el fulgor de la leyenda del Madrid me induce al espejismo de un mundo más humano y menos raro –Pourvu que ça dure!, que decía con fuerte acento corso la madre de Napoleón pellizcándose por los salones de las Tullerías–. El caso es que se me empieza a olvidar que yo prefería ganarle la Undécima al Bayern. Es más, tiendo a pensar que quizá –entiéndaseme bien, digo quizá– el Cholo haya dado el primer paso para que el Atleti esté verdaderamente preparado para ganar la Copa de Europa algún día. Y –entiéndaseme bien– digo que esté verdaderamente preparado, no que nadie se la deba o que la merezca, porque esos méritos solo se contraen en el acto mismo de ganarla.

Para ello sería imprescindible que el colchonerismo revisara algunas de esas jaculatorias que ha conseguido pasar de matute en el relato común asumido por muchos. Hace solo dos años de la final de Lisboa, pero un día sí y otro también hay que corregir a alguien que te dice que el Madrid la ganó in articulo mortis con un gol milagroso de Ramos en el minuto 93. Acostumbrados como estamos a lidiar con los avispados que sostienen que Franco ganó seis Copas de Europa esto es peccata minuta, pero aunque solo hayan pasado dos años hay que recordar pacientemente que Ramos solo empató el partido, que el único milagro fue que el bombardeo madridista sobre la meta de Courtois no tuviera efectos hasta el minuto 93 y que el Atleti tuvo treinta minutos de vellón –tantos como el Madrid, casualmente– para ganar un partido en el que le calzaron tres goles más. Semejante sesgo cognitivo no es, sin embargo, del todo gratuito, porque en el mismo momento en que Ramos empató hasta el atlético más bragado dejó de creer en la posibilidad de ganar el partido al mismo tiempo que hasta el más cenizo de los madridistas supo que los suyos no iban a dejar pasar la ocasión.

Si esto pasa con la final de 2014, qué no ocurrirá con el relato de la de un remoto 1974 en Bruselas. Los más jóvenes habrán oído hasta la saciedad que el Bayern se la ganó al Atletico in articulo mortis con un gol poco menos que involuntario de un teutón con nombre como de gargajo en el último minuto de la prórroga. Pero están de suerte, amigos, porque uno, que tiene una edad, estaba allí frente al televisor en blanco y negro para contárselo –y apoyando al Atleti, por cierto, como la mayor parte de los niños madridistas de entonces: eran otros tiempos, nunca habíamos visto a un equipo español en una final europea y el peso de lo nacional en el fútbol era mucho mayor que ahora–. Lo que yo vi fue otra cosa: la defensa y el portero del Atleti se comieron un tirito inofensivo de Schwarzenbeck en una falta de concentración de libro. Sí, un tirito inofensivo que, ¿no lo adivinan?... empató el partido, que acabó con ese resultado. Entonces no había tandas de penaltis, así que dos días después se celebró un segundo partido con sus noventa minutos en que el Bayern le metió cuatro a un Atlético que había pasado dos días con sus dos noches sin dormir y rumiando el cuento de la lástima.

Un cuento al que me gustaría pensar que el Cholo ha decidido poner fin el jueves pasado en Milán. Todo el mundo ha creído entender que dijo que se tenía que pensar si dimitía como consecuencia del resultado. Puede ser. Quizá incluso dimita; francamente no lo creo, pero en todo caso es una cuestión menor. Lo verdaderamente importante es que asumió lo evidente de forma explícita: que perder una final es un fracaso, tal como Zidane había admitido paladinamente antes de la final cuando le plantearon la hipótesis. La asunción de la derrota es el primer paso hacia la victoria. Es cierto que el Madrid ganó las cinco primeras sin pagar esa aduana, pero el camino hasta hoy está lleno de dolorosos peajes, como aquellas históricas humillaciones a manos del Bayern, del Kaiserlautern, del Milan de Sacchi y tantas otras. En ninguna de ellas vi a ningún madridista haciendo otra cosa que enterrar a sus muertos, curar sus heridas y volver a la batalla a menudo sin una esperanza para la que apenas cabía resquicio, pero nunca sin fe por si lo hubiera.

Quizá sea la fiebre de esta navidad primaveral de la Undécima, pero oyendo al Cholo el jueves recordé que el enemigo de mi infancia era un Atlético que nos miraba a los ojos sin complejos en una época en que el fútbol español pintaba poco en las competiciones internacionales. Pensé en aquellos duelistas de Conrad que se buscaban encarnizadamente por todas las guerras de la Europa napoleónica y en la íntima complicidad de su odio, en el vínculo fatal que Clint Eastwood y Kevin Costner tejen en Un mundo perfecto, en Sam Peckinpah y su Wild Bunch, y concluí con el extinto duque de Alba consorte que a un amigo se puede renunciar pero a un enemigo jamás. Ojalá sea cierto que el Cholo cavile y acabe de una vez con la murga del pupas que a Luis Aragonés le sacaba de quicio; y que en la próxima final los colchoneros nos miren a la cara y nos despierten la misma sed de sangre que las hordas bárbaras y bávaras. A cambio, nosotros siempre sabremos esperar al rival como un muchacho decidido a hacer algo importante que cabalga hacia su destino con un balón girando en el dedo.

Con tanta reflexión se me fue el santo al cielo y no le he pedido a Mario el hábito de Don Fanucci, así que he llamado a mi sastre y le he encargado con tiempo un terno blanco y un abrigo azul Zidane para que la Duodécima no me pille desprevenido.

Número Uno

El mayor de los Faerna es historiador del arte y editor, ocupaciones con las que inauguró la inclinación de esta generación de la familia por las actividades elegantes y poco productivas. Para cargar la suerte, también practica el periodismo especialista en diseño y arquitectura. Su verdadera vocación es la de lateral derecho box to box, que dicen los británicos, pero solo la ejerce en sueños.

11 comentarios en: Epílogo para atléticos

  1. Me ha encantado el artículo y estoy de acuerdísimo....perooo....la verdad es que a mi me hace gracia la imagen de pupas del atleti y de lo que le gusta a su aficción sufrir....va en su adn!Su lema es Nunca dejes de creer...el nuestro Nunca dejes de ganar...creo que somos la antitesis...el aficionado del atleti son soñadores, tienen fe, les gusta David contra Goliat.....A nosotros nos gusta el buen futbol, somos criticos y realista y nos gusta ganar....La pantomima del Cholo queda muy bien, pero lo que creo que refleja es que sabe que con el atleti no va a ganar nada...sobretodo por lo que comenta Jorgeneo en su articulo "El Atlético de Madrid y el dichoso presupuesto"....el atleti es una sociedad anonima con una deuda enorme a hacienda....hasta que paguen al pueblo todo lo que deben va a ser dificil que puedan montar un equipo que les dure mas de un año....Esto me hace pensar la suerte que tenemos los madridistas con Florentino!!!Gracias Floren!!

  2. Para mi opinión sobre este artículo, pinchen el enlace, por favor.

    http://www.reactiongifs.us/wp-content/uploads/2013/03/slow_clap_citizen_kane.gif

    También vi esa final en B/N a doble partido y también iba con los indios, ya ve usted qué cosas. Y también creo que el Bayern es el mismísimo Belcebú, sin olvidarnos del Milán de Sacchi. Estos dos nos han dado mas palos que a una estera, por eso ME ENCANTA cuando ahora los pasamos por la quilla.

    Por cierto, vaya lío que llevo con ustedes, los Faerna; francamente no sé si son uno, dos, tres o una docena. LOL

  3. "...el mismisimo Belcebú..." eh? curiosa manera de ver a los alemanes tienen vosotros los españoles; y si, los alemanes metian miedo hasta hace no mucho, su imagen de frios matagente de las pelis y de los documentales de History Chanel junto a la final ganada a los Magicos Magiares agiganta su figura de "malografiestas", preguntenle a los brasileños por hace 2 años atras; a mi me dolió la eliminación del 2012 en semis despues de ir empatados a un gol por lado en Munich hasta el minuto 89, confieso que odié a Coentrao por dejar escapar a Lahm; los alemanes son odiosos, se han hecho odiar, hablo de futbol en todo momento; temo que nos estemos convirtiendo en los alemanes de estos ultimos años y mas despues de dejar sin Champions a los "pobrecitos" del Atleti dos ocasiones casi seguidas; tambien me hubiera gustado otro rival, adivinen cual: pues esos, los pintaditos de rojo y azul, los veia servidos en un platon.

  4. me ha gustado el articulo, pero discrepo en una cosa, el Atlético estará siempre cegado en los partidos como esta final y la de Lisboa cuando mire al Madrid como el enemigo (tal vez por eso en el pasado, marramos frente a los teutones) el Madrid es el rival y como dice Nikolai Luzhin el sicario interpretado Viggo Mortensen en "Promesas del Este", "La ira ciega la mente", su antimadridismo es superior a su atletismo y aunque su afición tiene muchos valores su rencor les ciega.

  5. Lo del Cholo creo que tiene que ver con la gestión de la plantilla. Es tan mala la información deportiva en los últimos años que no he oído a ningún periodista comentar que tras la formidable temporada 2013/2014 en la que ganaron la liga y llegaron a la final de Champions, el Atlético desmanteló al equipo. Qué gran modelo deportivo, qué ejemplo a seguir. Les sale una plantilla ganadora y la mitad de los que marcaban la diferencia eran cedidos y a la otra mitad aprovechan para venderlos. Lo último: la venta de Arda Turan al Barcelona.

    Cómo no va a ser otra vez el equipo-sin-modelo-ni-director-deportivo campeón de Europa. No tiene modelo, pero se refuerza cada año. EL Atleti en cambio ... lo que es un milagro es que haya alcanzado la final.

  6. No me cae bien el Cholo.. me da igual el equipo que entrene... es un marrullero y tramposo, cultiva la detestable falsa modestia, tiene la venia de los periolistos (similar a la que tiene el inefable Del Bosque), miente sin ponerse colorado y, además, el fútbol que practica aburre a las ovejas...

    Los antimadridistas deseaban que ganara el At. Madrid la Champions, y los periolistos cruzaban los dedos para que así fuera. Ya no se habla de la Undécima (salvo en RMTV) para la mayoría es un mal sueño que hay que olvidar pronto... pero si el Madrid hubiese perdido, ¡vaya que si no tendríamos crónicas del desastre y desmantelamiento del equipo día sí y día también!
    Pero PIERDE el At. Madrid, y todo son halagos al Cholo, ese que "no debe irse", ese "que tan gran fútbol practica", ese que "tanto quieren los aficionados"... venga ya.

  7. Si alguno de los presentes cree que el Atlético de Madrid va cambiar de mentalidad y dejar de ser lo que han sido hasta ahora, se va a dar con un canto en los dientes.
    Ni en un millón de años se van a quitar el antimadridsmo que llevan dentro.
    Y los del barsa igual. Simplemente ver lo que ha pasado en estos 2 meses de competición para darse cuenta que ni en su mejor época se han podido quitar el complejazo culé.
    Duerman tranquilos.

  8. Estoy totalmente de acuerdo pero, la verdad, me hace mucha gracia lo que le gusta a la afición del atleti ssufrir y ser la mejor afición porque apoyan a un equipo que no ganará nunca nada. Y no porque sean gafes sino por lo que cuenta Jorgeneo en su artículo sobre el Presupuesto del Atleti.. Gracias a los impresentables presidentes que han tenido, deben a día de hoy, alrededor de 100millones de euros a Hacienda.. Con lo cual, en cuanto que un jugador suyo destaca tienen que venderlo.. Por otro lado, la mejor afición del mundo gasta bien poquito en su equipo con lo cual deja poco ingresos... Con esa gestión, jamás tendrán un equipo que pueda hacer algo más que dar más palos que a una estera... Por otro lado, el cholo, ese guru de la marrulleria tiene claro que ni con implantes capilares ni tirando pelota va a conseguir que el atleti gane nada así que va a abandonar el barco como las ratas... Resumiendo: me encanta ganarles a los atléticos las champions en el último momento, es por su bien que a ellos les gusta sufrir y a nosotros ganar

  9. Se me olvidaba.. Los Madridistas debemos dar las gracias a Florentino por sanear las finanzas de club y gestionarlo tan bien a diferencia de los presidentes que ha tenido el atleti

  10. Me ha encantado lo que dices Cristina, totalmente de acuerdo. Un equipo muy mal gestionado, con seguidores que le siguen, porque les parece bien ir contra corriente; quizás si el Cholo se va, vuelven a su cueva y dejan de hacer ruido. Mucho me temo que el
    Cholo, sólo busca levantar los brazos, para que le animen a él como a un Dios, en lugar de dejar claro lo que vería un ciego.
    También de acuerdo Cristina con nuestro Presi, desde aquí perdir, que, le reconozcamos su gran labor, modelo a seguir y elogiar por su gran labor. Felicitaciones Presi, eres el mejor, no escuches a indeseables.
    Un saludo a todos

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