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Cuñadismo

Cuñadismo

Escrito por: Pepe Kollins21 octubre, 2016
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En los últimos tiempos se ha popularizado el concepto cuñado con una nueva acepción que refiere a un sabiondo o sabelotodo, esa persona que presume de dominar un tema aunque en realidad su saber no sea más que mera apariencia. El fenómeno del cuñadismo se ha expandido a partir de la implantación de las redes tecnológicas que, por un lado, facilitan el flujo de una ingente cantidad de información al alcance de muchos y que, por otro, conforman una infinidad de espacios de opinión en los que, desde la virtualidad, no te expones al riesgo del pudor.

No obstante, la esencia del cuñadismo tiene unos antecedentes bastante anteriores a la revolución digital, en concreto en cada tertulia futbolística surgida, desde hace décadas, en cualquier contexto laboral, social o familiar. Efectivamente, no hay nadie más cuñado que un aficionado al fútbol. La solemnidad con la que los futboleros sentenciamos en torno al asunto de la pelota es casi equiparable a la ligereza con la que analizamos sus circunstancias o a la intransigencia con la que rechazamos cualquier enmienda. Los aficionados al deporte rey no opinamos, emitimos fatuas y lo hacemos, por lo general, desde un conocimiento bastante elemental y dominados por las pasiones que nos azoran en función del marcador, cuando no por filias y fobias de carácter personal. Como consecuencia, las corrientes de opinión sobre cualquier aspecto futbolístico están sujetas a unos contrastes, en ocasiones, rayanos con la esquizofrenia.

Prueba de ello es la evaluación que se ha realizado en los últimos tiempos en torno al Real Madrid. El equipo de Zidane ha evolucionado, a ojos de muchos, de un equipo dominante y sólido, avalado por el récord de victorias consecutivas en Liga a convertirse, en apenas un mes y para los mismos, en una escuadra que no juega a nada, sin espíritu de lucha y que se desmorona a poco que la agites. El propio técnico francés ha mutado de líder carismático que consiguió revitalizar al vestuario y al que no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones a un inexperto incapaz de activar a sus jugadores y que carece de la capacidad táctica necesaria. La plantilla, en otro momento la mejor del mundo y que salvo en una sola demarcación doblaba puestos con jugadores de primer nivel, se tradujo en un grupo insuficiente y mal confeccionado. Y todo ello por la convulsión suscitada por tres empates.

La arbitrariedad de los juicios, tanto los eufóricos como los catastrofistas, no ha impedido que fueran pronunciados, en cada ocasión, como una verdad irrefutable. Poco le importa al aficionado cuñado carecer de la información necesaria para sentenciar: desconocer si la condición física de un jugador no es la óptima afectado por un episodio de enfermedad o porque simplemente tiene un problema familiar que le condiciona su estado anímico; ignorar si un futbolista presenta un mayor riesgo de lesión por acumulación de trabajo a raíz de la peculiaridad de sus fibras musculares o si aquel otro, de indudable capacidad goleadora, solo necesita minutos para ir cogiendo el tono y la confianza. Por más que el público permanece alejado de los muchos detalles que acontecen en el seno del equipo al entrenador, que sí dispone de esa información, se le juzga no por los resultados finales sino solamente por si ese día se gana o se pierde.

El aficionado cuñado rara vez es prudente. Los contextos o incluso las etapas intermedias no tienen cabida en sus análisis. Cada encuentro se interpreta como una radiografía esclarecedora de la esencia del equipo y de cada jugador en particular. Al final de cada partido se dicta el veredicto en términos rotundos. O el equipo es una maravilla o resulta imposible ganar nada con ellos; o un jugador es el mejor del mundo o directamente resulta un fraude. Nunca se valorará si un rendimiento está influido por uno o varios factores, o si simplemente se encuentra en una fase de maduración y nomás requiere del tiempo necesario para alcanzar el umbral deseado.

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De este modo podemos escuchar a madridistas afirmando que “Benzema está acabado” a tenor de su baja forma física o que “Cristiano ya no le marca un gol al arcoíris” ya que ha encadenado dos encuentros sin conseguir un tanto. Si Sergio Ramos atropella un delantero y comete penalti se le niega su capacidad para controlar su ímpetu. Y si Keylor Navas se come un gol es probable que ya haya perdido el ángel. Por si fuera poco, el equipo es sumamente frágil por los goles encajados y la plantilla carece de mimbres para realizar un juego fluido.

Que el francés haya salido de un periodo de lesión que ha interrumpido su pretemporada, que el portugués acabe de marcar más de cincuenta goles por sexta campaña consecutiva, que el camero tenga un historial de rendimiento top en partidos trascendentales a la altura de (casi) nadie, que Keylor se la tragase en su primer partido tras tres meses de inactividad, que el Real Madrid sea la formación que menos disparos recibe de Primera División, o que tres de los seis centrocampistas, dos de ellos titulares, se hayan lesionado, no solo no es motivo de reflexión sino que ni tan siquiera amortigua un ápice el dictamen.

Tras la goleada en el Villamarín se ha proclamado la resurrección del equipo. Los jugadores, ahora sí, han mostrado un interés por ganar, se concluye. Porque cuando los resultados te abocan a una contradicción tan irresoluble (es un jugador histórico/no vale para nada) a alguien que opina por opinar solo le queda el argumento de la motivación: eran los futbolistas, que no querían porque son de naturaleza vaga y ambición escasa, cuando no el entrenador, que no los puso en vereda cuando comenzaron a bromear en el entrenamiento.

Personalmente abogaría por ser más cauto, dar opción a toda la gama de grises, apostar por los profesionales y conceder un margen de tiempo. No en vano todo equipo hegemónico se cimentó sobre una base de fracasos. Pero obviamente soy consciente de que es tarea imposible. El cuñadismo es al fútbol lo que la fe a la religión. Y yo, que conste, el primer cuñado de todos.

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Nombre: Javier Alberdi @JavierAlberdi. Antaño participé activamente en Ecos del Balón, El Asombrario y The Last Journo. Coordinador y coautor del libro "Héroes": https://bit.ly/2JC6kwx

5 comentarios en: Cuñadismo

  1. Pedazo de artículo. Firmo todo lo expuesto aunque está claro que no es posble controlar a las masas y menos por las redes sociales donde todo se magnifica y dramatiza.

  2. Blancanieves

    El artículo me parece bueno, pero, siempre hay un pero, también hay un refrán español que dice “no hay más ciego que el que no quiere ver”.
    Si el equipo es el que menos remates recibe, no dudo de la estadística, ¿por qué no es el que menos goles recibe?. ¿desde cuándo nuestro portero no recibe el Zamora?, y esto es opinión, ahora ya jugamos con portero. El portero del Oporto tiene un solo Zamora habiendo jugado en el Madrid durante muchos, muchos años, quizá sea una casualidad, o no.
    De los últimos 25 partidos jugados sin Sergio Ramos hemos ganado 22 y empatado 3, esto es sólo estadística, pero quizá quiera decir algo.
    No voy a ser yo quien piense que a Ronaldo se le ha olvidado meter goles, pero no creo que el que haya estado 6 temporadas metiendo más de cincuenta goles asegure que vaya a estar las próximas 6 temporadas metiendo más de 50 goles. Nunca he creído en que alguien sea bueno “por lo que nos ha dado”. Cuando nos lo daba le pagábamos por ello. Yo espero que el cirujano que me va a operar, realice con éxito la operación que me va a hacer a mi, no me conformaré con que haya hecho 25 en el último mes con éxito, si está agotado, tiene graves problemas familiares, personalmente preferiré que la intervención la realice un compañero suyo, quizá con menos bagaje de éxito en las operaciones.
    Si recibimos trece ocasiones y aproximadamente 10 vienen por la parte izquierda de nuestra defensa, tal vez , solo tal vez, quien debía hacer su trabajo no lo realiza adecuadamente, una y otra vez, un partido y el siguiente. Si centro diez veces al área y 9 de ellas lo hago contra el defensa contrario, tal vez, es una tendencia. No se si conocéis el chiste ese que dice: “Oiga, que tiene un piojo en la cabeza, R: Ah, pues será una casualidad. Pues está lleno de casualidades”.
    Dudar de la capacidad de ZZ para jugar al futbol creo que sería absurdo, pero afirmar que es el mejor estratega y entrenador del mundo, también sería algo osado. Ya se que nos dio la undécima, pero personalmente pienso que uno que dicen nos dio un Mundial y una Eurocopa creo que sería incapaz de salvar del descenso a un equipo del medio de la tabla, y creo, puede que equivocadamente, que no es un buen entrenador, a pesar de los títulos cosechados.
    Obviamente, nadie rinde de manera lineal durante toda una temporada, ni durante toda su vida laboral, para eso un equipo es de veintitantos jugadores, pero si hemos ganado 1 liga (torneo de la regularidad) de las ultimas… tal vez haya algo que está fallando. A mí no me consuela, sino me encabr… cuando oigo tan repetidamente, desde que ya lo hacía el gran Roberto Carlos “no hemos tenido actitud, debemos trabajar y mirar la siguiente competición”, acaso la actitud es algo que te impongan desde fuera, se puede estar más o menos acertado y fallar un pase, un penalti, o una salida del portero, pero la actitud es consustancial a las personas y se le escucha demasiado a nuestros jugadores e incluso técnicos esta frase. Alguien se imagina ir a su jefe tras una “cagada” en la empresa y darle la excusa de que me ha faltado actitud.
    Dicho lo cual, espero y deseo que tengamos muchos éxitos, soy del Madrid, y todo lo que no sea ganar me parece poco.
    Si eres del Madrid que Dios te bendiga, si no, que te perdone.

  3. Admirado, Pepe Kollins, quiero incidir en algo que expones y matizarlo:

    "La solemnidad con la que los futboleros sentenciamos en torno al asunto de la pelota es casi equiparable a la ligereza con la que analizamos sus circunstancias o a la intransigencia con la que rechazamos cualquier enmienda. Los aficionados al deporte rey no opinamos, emitimos fatuas y lo hacemos, por lo general, desde un conocimiento bastante elemental y dominados por las pasiones que nos azoran en función del marcador, cuando no por filias y fobias de carácter personal. Como consecuencia, las corrientes de opinión sobre cualquier aspecto futbolístico están sujetas a uno"

    Esta forma drástica y vehemente del futbolero que expones, viene auspiciada, propagada, encendida, jaleada, alimentada por el periodismo patrio que se hace del Real Madrid en las grandes emisoras y programas deportivos de masas que contaminan, intoxican y marcan corrientes de opinión. Hablo de Cope, SER, radiomarca, ondacero, Los Manolos, Jugones... La esquizofrenia que señalas se da en las retransmisiones de los partidos en esos grandes medios. La gente es víctima de esas cantinelas falaces, esos juicios sumarísimos y contradictorios, esa exigencia insana y exagerada que hacen los periodistas, comentaristas y tertulianos de estos programas. ¿Cómo van a moderar sus fatuas o ser más magnánimos con su equipo, si los "expertos" les calientan las orejas, partido tras partido, previa tras previa, parón tras parón, cuestionando absolutamente todo lo que pasa en el Real Madrid?

    El doblerasero al que someten al Real Madrid los responsables de esos programas de masas es una estafa al ciudadano, usuario, aficionado pues cometen el peor pecado del periodismo: el doblerasero. Kroos siempre jugará fuera d eposición, mientras que Koke, en una posición nueva como mediocentro se llamará polivalencia. La titularidad d elos jugadores del Barça y del Atlético, en estos mismos programas no se discute, lo que digan sus entrenadores, sin embargo, en el Real Madrid, sí. Hay un debate permanente en los medios de quién debe jugar de titular o quién lo merece, según el gusto de estos periodistas. Si lo hicieran con los demás pues simplemente sería la catetada del periodismo deportivo pero aquí hay más, sólo se eleva a solemne y polémico debate si fulano o mengano deben ir al banquillo o ser titular en el RM. No hacen más debates. Y esto es un día tras otro en sus diferentes horarios y diferentes emisoras. Todas coinciden en los mismos debates. Digo yo que algo de esto debe empapar a la gente que escuchan a esos comentaristas y periodistas en radio o tv.

    Este continuo chorreo de insidias, inquinas, cizañas que sueltan diariamente, repito, diariamente sobre el Real Madrid viene a demostrar que el cuñadismo en el fútbol es en realidad, el periodismo deportivo. 😉

    1. Vagawain, muchísima razón, y esa es la razón principal, aunque haya algunas más, pero esa es la que nos marca a todos, y no sólo a los madridistas con respecto al Madrid sino a los antimadridistas también con respecto a nuestro equipo, porque los medios, todos, sólo hablan, sentencian, montan debates, campañas, contracampañas, consejos, sanedrines, gabinetes de crisis y demás zarandajas sobre el Madrid. Y por eso todos los españoles tienen una idea formada del Madrid, pero no sólo los futboleros, conozco a gente (hombres y mujeres) a los que no les gusta el fútbol pero que saben de nuestras crisis, de nuestros desastres, de la chulería de Ronaldo, de la persecución al santo, de la falta de españoles, del bueno de Del Bosque. Lo "saben todo" y eso es porque como bien dices la prensa deportiva patria es un cuñado enorme que nos perfora el cerebro todos los días, a todas hora, que ni el gran hermano de Orwell.

  4. Aqui el sr. Vagawain está "sembrao", yo siempre me pregunto cuando veo en la tele algun partido del Atleti, o del Barça ( o Sevilla,Valecia...), por qué estos comentaristas no me los ponen para los partidos del RM?

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