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Conformarse con la Liga

Conformarse con la Liga

Escrito por: Antonio Valderrama2 marzo, 2022
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Antes de empezar el partido de Vallecas del otro día mi padre me escribió una frase que me dejó reinando mientras veía a “los chicos”, como decía Di Stéfano, saltar de azul al viejo Teresa Rivero: “este año habrá que conformarse con la Liga”. ¡Conformarse! Me hizo gracia pero también me pareció ilustrativo de un modo muy particular de state of mind madridista, absolutamente transversal, intergeneracional, que sigue considerando la Liga como una pedrea. Luego recordé la de canas que tengo en la cabeza por culpa de los siete campeonatos nacionales que le he visto ganar al Madrid en el siglo XXI.

Porque las Ligas cuestan años de vida. Desde 1998 el Madrid ha ganado las mismas Ligas que Copas de Europa, un dato asombroso que habla de lo intensa que se ha vuelto la competición en España y de cómo ese fenómeno ha repercutido favorablemente en el aumento del nivel del Real en las competiciones internacionales. La prensa antimadridista se llevó los tres años del ciclo zidanesco jurando que era más difícil ganar la Liga que la Champions, pero lo cierto es que esa es una falacia del tamaño del cimborrio de la catedral de Sevilla, porque la Liga española se ha nivelado en los últimos veinte años por el medio, y por ello los campeones salen a Europa con un ritmo y una intensidad mayores. Se ha cumplido la máxima clásica del capitalismo: a mayor competencia, mejores oportunidades y mejores productos, aunque haya tenido como contraindicación el generar la sensación entre la gente de que lo nacional no tiene valor.

Porque las Ligas cuestan años de vida. Desde 1998 el Madrid ha ganado las mismas Ligas que Copas de Europa

Esta sensación, hay que decirlo, se agranda con el desprecio patológico de muchos españoles por el Madrid y por lo madridista. Además, por supuesto, hay que contar con la muy deficiente organización de la propia Liga, con el fuego de artillería propagandístico, continuo e inmoral, al que Movistar y Mediapro someten al madridista de a pie, y con la prostitución videoarbitral que ha reducido al VAR español a un artilugio grotesco que sólo sirve para legitimar el atraco. La tecnotiranía chusquera del fútbol español obliga en cierto modo al madridista a refugiarse en la calidez majestuosa de la Copa de Europa porque la Copa de Europa es un lugar feliz para el Madrid. También influye que Ligas se han ganado treinta y cuatro y que no te deja el mismo cuerpo ganarla en La Rosaleda un domingo al filo de la medianoche sin que medie entrega de trofeo o ceremonia especial alguna, que ganar una orejona en un estadio deslumbrante ante los ojos del mundo, un sábado por la noche, después de una liturgia sagrada en la que uno se siente elevado a regiones celestiales con sólo escuchar el himno.

Zidane Ramos campeones de Liga

Pero las Ligas tienen valor, diría que un valor incalculable, porque las Ligas “hacen nación”. Los indepes catalanes decían todo el tiempo aquello de fer país y la expresión, futbolísticamente hablando, me parece un hallazgo. Las Ligas hacen país porque afianzan el núcleo esencial del Madrid, consolidan la seguridad en sí mismo de un equipo en tránsito hacia alguna parte (eso es para mí el Madrid de Ancelotti) y ensanchan la universalidad del club afianzando lo nacional. En cierto modo ganar una Liga hoy es también un acto de patriotismo subversivo, porque es ganársela a esta España zafia que escupe al Madrid enfadada porque el brillo de la corona les deslumbra, y es ganarla honrando el esfuerzo de los padres fundadores, de todos los pioneros que quisieron proyectar el fútbol en España desde la plataforma estupenda y maravillosa que habían fundado en su capital, bandera de enganche de hombres libres (blanco nieve, blanco pureza), el Madrid Foot-Ball Club.

En cierto modo ganar una Liga hoy es también un acto de patriotismo subversivo, porque es ganársela a esta España zafia que escupe al Madrid enfadada porque el brillo de la corona les deslumbra

Carletto es el menos ganaligas de los grandes entrenadores que han triunfado en el Madrid. Su naturaleza como técnico parece hecha a medida del Madrid del siglo XXI: un hombre de noches grandes, un hombre de vocación universal al que lo local se le empina como una rampa del Alpe d´Huez. Esta Liga está teniendo muchas cosas especiales, primero porque Carletto regresó al Madrid sin que no se lo esperase ni él y segundo porque el Madrid está imponiéndose en una fase de reorganización del fútbol español. Empezado marzo le saca seis puntos al segundo, que no es ni el Barcelona, ni el Atlético de Madrid ni tampoco el Valencia; los grandes dominadores de lo doméstico en España a lo largo del siglo XXI están lejísimos y el pelotón que lo persigue está compuesto por representantes de la clase media que al calor del duelo Messi-Cristiano, Guardiola-Mourinho, Madrid-Barcelona, han crecido elevando el nivel colectivo de la Liga hasta llevarse once de las veinte UEFAS disputadas desde 2001 (con un subcampeón extra y dos finales totalmente españolas por el camino).

Carletto

La Liga es un pulso cotidiano, en la Liga no hay lustre. Las ocasiones de lucirse son pocas, casi siempre se trata de sobrevivir. Pero en la lucha por la vida hay una belleza muy literaria. La Liga endurece, envejece, desgasta, es una metáfora perfecta de la existencia humana. La satisfacción es breve y amarga. La Liga no da tregua: uno puede presumir de una Copa de Europa toda la vida pero la felicidad liguera se agota en lo que tarda el MARCA es sacar una portada veraniega con el siguiente bombazo del calciomercato. La Liga es una amante ingrata que exige mucho y ofrece poco, pero doblegarla es doblegar la dureza intrínseca de la vida. La Liga es la prueba del verdadero tipo duro, como aleccionaba De Niro a su hijo en Una historia del Bronx: para paladear la sensación irreal de fantasía, de cosa fabulosa y sublime, que tienen las noches de la Copa de Europa, uno tiene que desbrozar a diario el páramo de la vida, hacerse un hueco a machetazos y merecerse el regalo de mirar por la ventana de la eternidad cada vez que en el estadio resuena esa versión del Zadok el sacerdote de Haendel.

La Liga endurece, envejece, desgasta, es una metáfora perfecta de la existencia humana. La satisfacción es breve y amarga

Ganar una Liga también aporta esa felicidad reposada del deber cumplido. El Madrid, compitiendo por la Liga, se honra a sí mismo, honra su nombre y honra el nombre de quienes lo construyeron, fundamentalmente en ligas poco brillantes, pero necesarias. La Liga no tiene nada que ver con la explosión de euforia tan adictiva que supone coronarse de inmediato como el mejor de todos, en las barbas de los equipos más poderosos del mundo. De esa droga es difícil quitarse pero el Madrid siempre cimentó su éxito en Europa ganando antes la Liga. Es un proceso de un sólo sentido: Fernández y Villalonga en 1953 y 1954; Capello en el 97, Del Bosque en 2001, Mourinho en el 2012, Zidane en 2017. El valor extraordinario de la Liga no radica solamente en la acumulación per se de metales sino de la consolidación de los méritos de un grupo heterogéneo: esta, de ocurrir, sería más que la tercera Liga de Modric, Kroos y Casemiro, la segunda Liga del Madrid de Courtois, Militao, Valverde y Vinícius, que son el tallo que crece hacia el futuro. Endulzar una transición generacional tampoco es cosa de broma porque a pesar de la evidente inferioridad del campeonato español respecto del inglés, las Ligas cosechadas en épocas de vacas flacas sostienen ese sentido de continuidad histórica, de tradición y de permanencia, nociones todas ellas que alimentan la leyenda del Madrid tanto como la memoria de Europa. El mundo se desmorona, nosotros nos enamoramos, las golondrinas retornan proclamando la primavera y el Madrid, naturalmente, sigue ganando como siempre.

 

Getty Images.

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Madridista de infantería. Practico el anarcomadridismo en mis horas de esparcimiento. Soy el central al que siempre mandan a rematar melones en los descuentos. En Twitter podrán encontrarme como @fantantonio

10 comentarios en: Conformarse con la Liga

  1. Buen articulo.
    Aunque no sea comparable a ganar la Orejona, ganar una liga supone ganar la guerra de cada semana al antimadridismo y eso , al menos para mi, la llena de valor.

    Por otro lado teniendo en cuenta que la plantilla aun esta en reconstruccion, me parece logico no considerarse favorito en Europa, sin por ello tener que dejar de plantar batalla en la maxima competicion.

  2. La liga es muy importante, pero luce más con un buen desempeño en Champions. Si pasamos a cuartos, cosa que poca gente cree, y ganamos la liga, pues bien. Si no competimos con el PSG, aunque se gane la liga, el sabor será agridulce; llevamos años intentando la transición, y sólo Vini éste nos ilusiona. La base del equipo es vieja, y ni Valverde, ni Cama, ni Odegard (que se fue), han ocupado el lugar que queremos y creemos. El lateral derecho es un problema, y Ancelotti a mí no me gusta. La última impresión es importante, y esperemos que mejore la penúltima.

    1. Si les dan oportunidad, creo que Valverde y Camavinga lo haran. A mi tambien me ilusiona y mucho la solidez de Militao y la seguridad de Courtois (es asi?). Creo que repetir un grupo como el de las 4 champions es casi imposible, pero armar un plantel que sea candidatable al cetro europeo no es tan, tan lejano, otra cosa es que en estos años los clubes estado tengan una gran ventaja, pero solo son 2.

  3. Una muestra de porque nos cuesta tanto ganar Ligas la hemos visto este fin de semana. El Rayo, que se juega llegar a su primera final de Copa sale con todo (o casi), el Athletic sale a jugar casi con el B.
    Lo dijo Mourinho en su día, cuando jugadores del Sporting forzaron la amarilla para cumplir sanción contra el Barsa. Entonces dijo que iba a ser difícil que el Barsa se dejase puntos en estas condiciones, y le llamaron canalla y otras lindezas.
    No hay más que ver la que monta superdeporte cuando jugamos contra el Valencia, o el "cariño" con el que nos reciben en Bilbao o Pamplona.
    En Europa, todos los equipos lo dan todo en cada partido. Ahí todos compitan en las mismas condiciones.

  4. La clave han sido los arbitres sobre todo pero creo ver una normalización en este tema, con un nivel de robo al madrid standard (es decir el inherente al odio de parte de los arbitros por ser antimadridistas y a saber que la presión mediática es mayor si se equivocan en contra que a favor).

    Este nivel standard implica que no está dirigido por la federación internamente, ergo es externo y limitado. Con este nivel estariamos en disposición de ganar en condiciones normales el 40% de las ligas, con el barsa arruinado y el madrid de Mbappe y Haaland (los doy por hechos) creo nos iremos al 70% de ligas en los proximos 10 años.

  5. Desde lo de Tenerife nos han limpiado 7 u 8 ligas pero el colega de Abellan traga y calla y esperemos que con los 15 puntos que en realidad son 12 sean suficientes

  6. Buenos días, tengo que incidir en dos cosas 1) lo bien que escribe usted, es una delicia leerle, aunque como es mi caso en este asunto no puedo estar más en desacuerdo con usted, escribe usted tan bien, que hay días que entró en La Galerna sólo por ver si D. Antonio ha publicado algo
    2) Discrepo, de usted en la valoración que hace de la liga española, una liga de gañanes, mal montada y peor dirigida, en la que nuestro Madrid lo único que hace es perder el tiempo, dinero y el honor, nunca he entendido que haya gente que prefiera ir a Vallecas a jugar que ir a Manchester, ir a Vitoria que ir a Milan, ir a Elche que a Munich y así sucesivamente. Vamos a dejar de lado el trato miserable y vejatorio que sufrimos en la liga ESPAÑOLA y del cual hemos tenido este sábado, un ejemplo claro y preciso, todos los equipos que juegan esta semana las semi finales de la copa del Rey, han reservado sus equipo titulares, para evitar expulsiones, lesiones y cansancio, bueno todos no D. Antonio, el Rayo jugo con todo contra nosotros y sus titulares corrieron hasta reventar, como dando a entender que para ellos jugar la final de la copa del Rey era menos importante que empatarnos o ganarnos. ¿Cómo se explica?. No puedo como ve aplaudir su artículo, no podemos, ni debemos honrar lo que nos ningunea y nos desprecia, que esta es ya la palabra DESPRECIO. Que se metan su liga ESPAÑOLA por donde les quepa y esto va para todos.
    Saludos blancos y morados

    1. Me recuerda usted a mi mismo cuando se trata de la acb.

      Honestamente creo que el momento de abandonar la liga deberia darse cuando se formase una liga europea como la ansiada Superliga. Con ella formada y asentada la marcha del club de la LFP y de su liga antimadridista deberia ser lo siguiente, lo cual seria un rejon de muerte para Tebas y su circo. Mientras tanto no queda otra que jugarla y ganarla.

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