En mi once histórico del Real Madrid incluiría al Gallo Claudio, Pirri y Di Stéfano, pero entiendo que escribir un artículo de esta índole en una revista tan prestigiosa como La Galerna exige aparcar mis licencias humorísticas y confeccionar una alineación lo más justa y consecuente. Por una vez dejaremos el humor a un lado y le pediremos a nuestro dibujo preferido que continúe con su taimado plan de conquistar el mundo.
DI STÉFANO: Empecemos por el portero, aquí no tengo ninguna duda: Don Alfredo. El mejor portero, defensa, medio y delantero de la historia del fútbol. El Real Madrid no es más que Alfredo Di Stéfano hecho equipo. Llegó, jugó, venció y puso una eterna semilla que hoy sigue brotando. El tiempo no pasa cuando la Saeta sigue viva. Ni le vi jugar, ni falta que me hace. He visto su inmenso legado en el museo y en el césped del Bernabéu, y con eso tengo más que suficiente. Nadie, absolutamente nadie, ha supuesto más para un equipo que Alfredo Di Stéfano. El mejor jugador de la historia tenía que aparecer el primero en mi once. Es más, este jugador es un once por sí solo.
GENTO: El jugador con más Ligas y más Copas de Europa de la historia. Como ocurre con Di Stéfano, no se entiende un Real Madrid sin él. Su elección para ser el nuevo Presidente de Honor es para mí un gran acierto y una obligación. Cuando algunos indocumentados emplean la palabra humildad sin saber lo que significa, que aprendan de este hombre. Nadie puede presumir más que él y nadie presume menos. Cada vez que subía la banda había que volver a pintar la cal. Imprescindible. Un jugador maravilloso. Un mito.
PUSKAS: Di Stéfano, Gento y Puskas. Recitar esto es como recitar el Padrenuestro del madridismo. Cuando más leo sobre este jugador más me doy cuenta de que ha sido uno de los mejores delanteros de la historia. Incomparable. Y con una calidad legendaria.
PIRRI. Mi jugador preferido. Un Di Stéfano de Ceuta. Un jugador que representa mejor que nadie lo que yo más admiro en este club: lucha, fiebre, clavícula y corazón. “Hasta el final, vamos Real” se inventó pensando en él.
ROBERTO CARLOS: A este sí le he visto correr, centrar y chutar. Lo tenía todo. La circunferencia de su muslo era la circunferencia del mundo. Estar en una barrera viéndolo chutar debería ser considerado deporte de alto riesgo. Tengo saudade.
RAÚL: Un luchador incansable. Un 10 en todo. En sus tiempos solo se tatuaban el cuerpo los convictos y los marineros, pero él ya nació con la Copa de Europa grabada en sus piernas. Marcó tanto a una generación, que desde los 90 muchos solo bebemos aguanís.
HIERRO: Tengo la sensación de que cada vez que hablo de Fernando Hierro acabo colando la palabra “imperial” por algún lado. Ya, ya sé que es un topicazo, pero lo de “Defensa de Hierro” me parecía todavía peor y digno de ser ridiculizado en uno de nuestros Portanálisis. Digamos que es el defensa perfecto. Creo que con esto (tópicos aparte) está todo dicho.
SERGIO RAMOS: No hay manera, vuelvo a los tópicos, vuelvo al “imperial”. Aquí, para maquillar un poco mi falta de imaginación, tiraré de refranes: Obras son amores y no buenas razones. Representa hoy en día ese espíritu inquebrantable que ha hecho al Real Madrid eterno.
ZIDANE: Un verso suelto en mi once. Verlo jugar en el campo era como ver a Audrey Hepburn comiendo un croissant frente a Tifanny's. Su volea en la Novena sigue sobrevolando la historia del Madrid. Su abrigo nos marca el camino.
CRISTIANO: Me quedo sin palabras. ¡SIIIIIIIIIIIU!
ZAMORA: “Solo existen dos porteros: San Pedro en el cielo y Zamora en la tierra.” En otra galaxia, en otro tiempo muy lejano, Zamora demostró ser el mejor portero de la historia del Madrid. Su legendaria figura fue tan importante que hoy, ochenta años más tarde, unos cuantos seguimos pensando que ganamos siete a cero y con Zamora de portero.
EL GALLO CLAUDIO: Lo siento. Es mi naturaleza.
