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Real Madrid-Girona: radiografía de un naufragio

Real Madrid-Girona: radiografía de un naufragio

Escrito por: Marcelino18 febrero, 2019
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El Real Madrid recibía al Girona en uno de esos encuentros difíciles de afrontar desde el plano mental. Tras siete semanas de ritmo competitivo infernal llegaba el último checkpoint, antes de una semana entera de entrenamiento, con tiempo para un respiro mental ante un nuevo rush que determinará buena parte de la calificación final. En frente, un Girona que ha ido de más a menos durante la temporada, coqueteando con los puestos de descenso.

Se preveían numerosos cambios en el once blanco tras la carga de partidos y emociones, pero las principales novedades quedaron en Odriozola, Ceballos y Marco Asensio (la situación del lateral izquierdo, con Marcelo y Reguilón, todavía parece incierta como para asignar el papel de titular/suplente).

Optaba Solari por la misma estructura habitual (4-3-3/4-1-4-1) con dos extremos, Asensio y Lucas Vázquez, jugando a pie natural.


Primer tiempo sin dinamita

El Real Madrid hizo valer su condición de local para marcar el ritmo inicial del encuentro a través de un bloque alto, con una buena ocupación de los espacios a lo ancho y largo del campo y dibujando un escenario de partido muy marcado. La tónica de este primer tiempo fue un equipo local con un ritmo de circulación alto, muy dinámico y con un control de las segundas jugadas, lo que le permitía recuperar el balón y poner en serias dificultades las salidas del conjunto gerundense. Un Girona que prácticamente disputó los primeros 45 minutos en campo propio y que no encontraba vías para salir.

Especialmente dinámico y acertado estaba el sector izquierdo, en el que se juntaban principalmente Marcelo, Toni Kroos y Marco Asensio y donde se veía un juego muy fluido, que movía al Girona y propiciaba la continuidad del juego del lado blanco.

Sin embargo, ese caudal de fútbol local en ningún momento se tradujo en un gran número de ocasiones. La circulación no era lenta, ni mucho menos, y movía bien el cuero de lado a lado, pero se apreciaban pocos movimientos de ruptura hacia el arco contrario, lo que daba pie a que el bloque bajo catalán pudiera defender de cara y rara vez se viera comprometido.

Una posible explicación pudo ser la disposición de fichas blancas. Un once muy marcado por la presencia de extremos-mediapuntas jugando a pie natural, a los que le costaba amenazar a los centrales de su carril (Ramalho y Juanpe), que escoltaban a Alcalá en el centro de la defensa, encargado de fijarse sobre Karim Benzema. Esto dificultaba la opción de atacar un bloque bajo como el del cuadro visitante. Ni Asensio, ni Lucas pisaban espacios interiores con el pie enfocado al arco contrario, sino que su pierna fuerte siempre apuntaba a línea de fondo. Por otra parte, la pareja de interiores blancas (Kroos y Ceballos) no es especialmente profunda sin balón, siendo sus movimientos siempre de apoyo y no de ruptura y careciendo de amenaza desde media distancia. Kroos es un especialista en el disparo lejano, sin embargo, por su manera de desenvolverse en el terreno de juego, tiende a acercarse a la base de la jugada desde donde organizar y le cuesta pisar zonas intermedias de disparo. Asimismo, Dani Ceballos también entiende el juego desde la gestión del esférico y no es especialmente habilidoso en el tiro lejano, ni destaca por su capacidad de llegada desde segunda línea.

Así pues, asistimos a un primer tiempo de buen juego blanco pero estéril. La ocupación de los espacios era buena, y el juego tenía fluidez, pero la realidad es que no conseguía desordenar el entramado defensivo visitante y las ocasiones no llegaban. Marcelo y Odriozola daban la amplitud por fuera, Kroos desde el interior juntaba el equipo, y el engranaje se movía. En ese escenario, Casemiro y en el último nivel, Ramos-Varane, eran elementos de corrección jugando de cara y a su vez el brasileño aportaba ciertas dosis de profundidad. Sin embargo, a falta de opciones de media distancia, también se echaba de menos desequilibrio (Vinicius Jr) y agresividad de cara al marco contrario con llegadas desde el perímetro.

Para bien de los blancos, el escenario era ganador en tanto en cuanto estaba imposibilitando las opciones de gol de los visitantes, pero al ser incapaces de plasmar ese dominio en ocasiones y poner distancia de por medio, el Girona todavía estaba en el encuentro. Como puede observarse a través de datos ofrecidos por el portal understat, el volumen de goles esperados en ese primer tiempo de ambos conjuntos era de 0.65 a 0.06 a favor de los blancos. (Los goles esperados, conocidos como xG, son un modelo de estadística predictiva y cualitativa que tiene en cuenta diferentes variables a la hora de analizar la probabilidad de gol de una ocasión).

Eusebio mueve ficha. Mano ganadora.

Si bien el Real Madrid estaba siendo poco agresivo de cara a puerta, el balón parado le puso en ventaja en el electrónico y el planteamiento inicial de uno y otro equipo estaba imposibilitando que el Girona se acercase al marcador (para muestra esos 0,06 goles esperados en los primeros 45’). Así pues, Eusebio Sacristán no esperó y en la reanudación modificó la estructura de su equipo sensiblemente, con dos cambios que a la postre resultarían ganadores. Aleix García entraba por Pere Pons, dotando así al Girona de un interior con mayor capacidad de incidir unos metros más arriba y en la gestión del esférico. También el delantero ‘Choco Lozano’ entraba por el carrilero Pedro Porro, modificando la estructura, en una suerte de 4-3-3 asimétrico, en el que el central Ramalho fijaba su posición en derecha sin proyectarse, dejando toda la profundidad para el lateral izquierdo, Raúl García y emparejando, arriba y por dentro, a Lozano, Stuani y Portu con los centrales blancos.

En ese momento el partido cambió completamente, con un Girona necesitado de puntos en su lucha por la salvación, Eusebio adelantó líneas, optó por la presión adelantada y a partir de la recuperación, abrir el juego a la izquierda desde donde proyectaba a sus delanteros, ya fuera en largo o en profundo. Lozano y Stuani al choque, Portu al espacio. En ese escenario, el conjunto blanco tenía muchos problemas para progresar con balón y establecer un mínimo control y el Girona decidió dificultar la salida blanca. Una presión que, tal y como ocurriría en Ámsterdam, los blancos no pudieron superar. La entrada de Vinicius tuvo sentido, puesto que suponía un elemento de profundidad y el Girona no proyectaba a su lateral derecho, Ramalho. Sin embargo, más problemas encontraba el Madrid para defender por fuera. Raúl García resultó un cabo suelto en el segundo tiempo (ya sucedió en la ida de Copa) y la entrada de Lozano, pegándose a Varane, dificultó la gestión de ese intervalo, en el que Odriozola se vio superado. En el lado contrario, Portu estaba siendo una pesadilla para Marcelo. El delantero valenciano es un jugador muy complicado de sostener cuando está bien, tiene una punta de velocidad y unos movimientos sin balón muy difíciles de controlar y Marcelo sufre siempre ante este tipo de “extremos sigilosos”. Además, el lateral brasileño no atraviesa un buen momento, lo cual ante un delantero de este tipo suele castigarse. Los problemas se multiplicaban en un escenario táctico que estaba siendo un problema global.

Casemiro, por su parte, estaba sufriendo lo indecible en los choques y su lentitud a la hora de ejecutar está siendo un problema enorme para el Madrid a la hora de sacar el esférico. Nótese la diferencia de rendimiento de una y otra mitad. El mediocentro brasileño es un jugador de físico exuberante y mucha capacidad de corrección. Pero con balón tiene enormes problemas a la hora de armar el pie. Es preciso en el desplazamiento, pero si le aprietas, sufre.

Por su parte, sin Lucas Vázquez, la presencia de Asensio y luego Bale daba un elemento a la espalda de la presión rival, pero ni uno ni otro constaron ofensivamente y el Real Madrid pagó peajes defensivos sin ningún rédito ofensivo. El escenario táctico tenía sentido, dado que el Girona asumía riesgos, pero el Real Madrid había perdido todo el control del encuentro y el Girona estaba machacando a los blancos sin pagar nada a cambio. En esos compases se vio a un Santiago Solari que no supo dar con la tecla a la hora de responder a las preguntas que Eusebio le había formulado. El escenario del encuentro era otro y la dirección de campo tanto en el timing como la ejecución, falló.

Con todavía 1-1 en el electrónico, pero un Girona que estaba percutiendo a los blancos, Solari apostó por sacrificar un centrocampista (Ceballos) para dar entrada a un delantero (Mariano). Si bien el 1-2 llegó nada más efectuarse, costaba entender que Solari sacrificase un elemento de control mientras el equipo estaba descosido para añadir otra referencia a la espalda de la presión, cuando con el trío Benzema-Vinicius-Bale, en ventaja, no había obtenido ningún rédito. Quizás era momento de buscar alternativas de control, que permitieran a los locales respirar con balón y desconectar a un muy buen Girona, pero el banquillo blanco no disponía de esas opciones al estar fuera de la convocatoria Modric, por decisión técnica e Isco, por lesión. Era Valverde, que hubiera sumado recorrido y trabajo, el único centrocampista en el banquillo.

En cualquier caso, el Girona fue ampliamente superior a los blancos en ese segundo acto y la intervención de Eusebio fue ganadora para los suyas. El Real Madrid, por contra, perdió el control del encuentro, la presión adelantada gerundense y la disposición de Eusebio no encontró respuesta en el cuadro de Chamartín y le ganó la batalla táctica al entrenador rival.

Tras seis semanas de crecimiento colectivo y buena dinámica, el Madrid cuaja dos encuentros muy pobres en vísperas de una maratón de 10 días en las que se juega tres matchball que definirán gran parte de la temporada.

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14 comentarios en: Real Madrid-Girona: radiografía de un naufragio

  1. En mi opinión, el error táctico más grave de Solari es el de quitar un centrocampista para meter un delantero (más). Es un recurso bastante usado por diversos entrenadores del Real Madrid en partidos a la desesperada, pero suele conducir a la derrota y suele , también, reducir el nº de ocasiones de gol a favor.

    Porque para meter más goles no es necesario tener más delanteros en el campo sino llegar más veces a posiciones de gol. Sin centrocampistas es difícil, salvo que se juegue al patadón, y eso es algo que en nada beneficia al Real Madrid y sí al equipo pequeño que se defiende con todo en el Bernabeu.

    1. Depende de la situación. El cambio delantero por centrocampista admite muchas lecturas. En este caso, mi impresión es que Solari buscaba tener más jugadores por detrás de la línea de presión del Girona (Vinicius-Mariano-Benzema-Bale). Es un poco un movimiento de ajedrez, saco un cuerpo de atrás y lo meto delante. De esta forma el rival tiene que sacrificar un elemento de la presión para atender a ese nuevo elemento a su espalda o asumir el riesgo en cuyo caso, si rebasan la línea de presión hay ventaja numérica.

      Sin embargo, el cambio en ese momento del partido no parecía tener mucho sentido. El Real Madrid llevaba 20 minutos de absoluto descontrol y sin ningún tipo de continuidad en el juego. Además, el trío Vinicius-Benzema-Bale ya estaba suelto por delante de la presión, prácticamente en situación de 3 contra 3 y en ningún momento fue un factor. Seguramente lo idóneo era la entrada de un centrocampista para ayudar en una zona que estaba siendo sobrepasada y ganar cierta cuota de balón que permitiese a los blancos respirar y desconectase al Girona.

      Pero aquí surge otro aspecto y es la propia configuración de la convocatoria. Solari prescindió en el banquillo la opción de tener algún centrocampista con capacidad de gestión del esférico (Modric) y sólo dejó la opción de Valverde, que responde a otra tipología.

  2. Alucinante análisis. Enhorabuena.
    Añadiría que la entrada de Bale no dio ninguna ventaja competitiva y sacar a Asensio del partido no tenía sentido dado que estaba jugando un buen partido, asociándose bien con sus compañeros.
    La puntilla vino con el cambio de Ceballos, cuando Kroos llevaba varios minutos pidiendo el cambio e inhibiéndose por cansancio en la defensa de los jugadores rivales de su entorno. Ahí el partido se nos fue por el sumidero.
    Una pena.

  3. Muy bueno el análisis.
    Resumen: Para qué tanto delantero? Si los intocables del centro del campo no son capaces de poner un balón en profundidad.
    Y además quitamos a Ceballos por otro delantero más.
    ... Ah! que Ceballos no.....
    Solariiii...

  4. El análisis es magnífico, pero una vez más reduce el asunto a una evidencia, si no marcas goles, algunos más que evidentes, sufres y acabas palmando. Entiendo que la de Lucas la sacó el portero de pura potra, y de paso le privó de uno de los goles de la temporada, pero lo de Benzema recogiendo la pierna ante un remate fácil y a bocajarro todavía estoy por entenderlo. Por ahí vino el mal cambio quitando a Ceballos, hubiera sido una gran idea en uno de los días mágicos de Benzema, pero el domingo no era uno de esos días, en esa situación se produce el inicio del suicidio, amartillas el arma y pones el dedo en el gatillo, claro que después tu defensa debe colaborar apuntando el cañón en nuestra sien, pero entre todos lo lograron. Dia de aprendizaje y de revisión para no volver a caer en ese hoyo.

  5. El partido contra el ayax ya fue decepcionante en lo fubtolistico y fue un aviso, la proxima vez ya no sera un aviso. Sera el billete de despedida de la final de copa del rey y quedar fuera de champions.
    Decepcionante el nivel de varios jugadores del real madrid esta temporada.
    Pero me preocupa mas el futuro del real madrid, si, el futuro. Como madridista me "pone" una delantera vinicius, rodrygo y mbappe. Todo muy bonito. Pero la sala de maquinas? se van a necesitar centrocampistas que aunen trabajo y calidad, ida y vuelta.
    Preocupante la ausencia de centrocampistas puros. Excesiva la nomina de mediaspuntas (isco, asensio, brahim, ¿odegaard?, ¿hazard?y eso que salio james). Modric necesita recambio para ya, y kroos y casemiro un toque u otra cosa.

    Por todo ello, me interesa la opinion de marcelino sobre dos jugadores (aouar-ndombele).
    Ayer me entraron escalofrios cuando escuche que aouar admira al varsa (no se si es una invencion periodistica mas o si la sombra de abidal esta haciendo mella). Han fichado a de jong ( por 90 kilos si, pero fichado), antes ficharon a arthur (adaptado al particular ecosistema futbolistico varsa) y me entran sudores frios solo de pensar que puedan cambiar el combo rakitic (por edad y para financiar fichajes), coutinho (gran cartel en inglaterra) y vidal (un fallo de la naturaleza) por rabiot-aouar-ndombele.
    No se ni si perderian mucho dinero. Pero en lo futbolistico seria una jugada maestra. Si a eso le suman a de ligt sobre el que tambien han extendido sus redes, pues no se yo la verdad.
    Hoy tendremos oportunidad de ver a aouar (tipo elegante, que tenia que estar ya fichado como sustituto de modric a la espera que odegaard tenga tambien ficha del primer equipo) y ndombele tenia problemas en un tobillo asi que no se ni si lo veremos o en que condiciones.

    Pues eso marcelino, me gustaria saber tu opinion sobre estos dos jugadores.
    Yo los fichaba si o si. Y me olvidaba de ericksen, al que veo perezoso en defensa.

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