Manchester City, 0 - Real Madrid, 1

El Madrid elimina al City y ya es equipo de Champions

El Real Madrid femenino derrotó (0-1) al Manchester City en su primer viaje por el continente y, haciendo historia, jugará la fase de grupos de la Women’s Champions League. Un gol de Claudia Zornoza al filo del descanso valió para pintar la eliminatoria de color blanco y eliminar al equipo inglés.

Los lectores de La Galerna que han seguido los primeros pasos del Real Madrid femenino durante este año años saben que una palabra, una actitud, ha sido constante: prudencia. El escudo y la camiseta blanca agrandaban la importancia de la gestión de las expectativas, por lo que nadie creía acertado salir de la recta pisando el acelerador a fondo. Sin embargo y desde el comienzo, fue la propia plantilla quien hizo saltar por los aires cualquier hoja de ruta.

Y así, pasando de pantalla en tiempo récord, el equipo de David Aznar ha convertido en normal lo excepcional. De inicio logrando el subcampeonato en su primer intento, y ahora haciéndose con un billete para la Champions League cuando pocos lo esperaban

Y así, pasando de pantalla en tiempo récord, el equipo de David Aznar ha convertido en normal lo excepcional. De inicio logrando el subcampeonato en su primer intento, y ahora haciéndose con un billete para la Champions League cuando pocos lo esperaban. La curva de crecimiento de la plantilla del Real, su carrera hacia la madurez de vestuario, quedó expuesta sobre el verde de Manchester.

Con el temblor de piernas ya bajo control tras el partido de ida —estas jugadoras aprendieron en una noche lo que muchos equipos tardan décadas en asimilar—, el Manchester City encontró a un rival sin rastro de debutante. No hubo rodillo citizen, sino minutos de tanteo propios de las eliminatorias europeas cuando se atisba la primavera. Pases entre centrales, cautela y tensa espera.

El ritmo le sentó bien al Madrid y, si bien la portería rival quedaba a varias paradas de autobús, el peligro tampoco rondó los dominios de Misa Rodríguez. Con un 4-4-2 asimétrico en el que Athenea del Castillo y Claudia Zornoza ofrecían planes alternativos por cada banda, las jugadoras de Aznar supieron equilibrar una partida en teoría desigual. En cuanto el reloj superó la media hora de juego, el ataque blanco consiguió activarse.

En primer lugar llegó un disparo alto de Aurélie Kaci tras un eslalon por banda de Athenea. Y al instante, por el frente opuesto, fue una acción por dentro de Zornoza la que dejó plantada a Nahikari García frente a Karim Taieb. El desmarque agudísimo de la guipuzcoana, una de sus señas de identidad, fue canónico. También su disparo cruzado a la red, pero el trio arbitral anuló injustamente el gol en un recordatorio de las aún grandes lagunas del fútbol femenino.

En cuanto el reloj superó la media hora de juego, el ataque blanco consiguió activarse

Si el comienzo propio de veteranas confirmó la solidez de los cimientos de este Real Madrid femenino, la reacción a la adversidad fue un derroche de equipo de categoría. Esencia de fútbol. Sin parpadear, las blancas hicieron recular a la línea defensiva local hasta hacerse con la batuta del juego. Y en esa situación, con el cuero sobrevolando el área, llegó el 0-1. Al borde del descanso, cuando los goles se convierten en montañas, Teresa Abelleira puso un centro al corazón del área que a duras penas fue repelido por la zaga, por lo que antes de alejarse demasiado permitió que Claudia Zornoza conectase un zurdazo de pura fuerza. El balón entró, el equipo gritó y con el marcador global de su lado las once de blanco se fueron al vestuario conscientes de lo que quedaba.

Mantener el pulso estable cuando el entorno, su biología, pide al cuerpo lo contrario. En cierto modo, lo que el futbolista —la futbolista— necesita en los minutos clave de una eliminatoria europea va contra la naturaleza humana. Anhela sosiego, pero el instinto lucha por dar respuestas rápidas y contundentes. A menudo atolondradas. No obstante, y volviendo al verde, lo que el Real necesitaba era una salida desde atrás como la de Ivana Andrés, una contemporización como la de Abelleira y, sobre todo, una oda a la inteligencia como la ofrecida por Esther.

El Real necesitaba era una salida desde atrás como la de Ivana Andrés, una contemporización como la de Abelleira y, sobre todo, una oda a la inteligencia como la ofrecida por Esther

La delantera granadina rescató cada balón, peleó junto a Nahikari contra las torres ingleses y, jugada a jugada, insufló las bocanadas de aire fresco que las piernas de sus compañeras necesitaban. Así se llegó al tramo final de partido, con el 0-1 aún inamovible. Para entonces, los papeles de ambos equipos llevaban minutos intercambiados. El Manchester City, en parte sorprendido, apenas consiguió llevar el balón al área de Misa y casi siempre de forma rudimentaria. Y al otro lado, defendiendo su billete continental, once jugadoras de blanco se hicieron fuertes en lo que desde el día de hoy es ya su terreno para gritar con firmeza “por aquí, no”.

El Real Madrid femenino descubrió por primera vez cuál es el sendero que conduce a Europa y, ya atrincheradas, a ver quién las saca de ahí. La historia es testaruda.

Fotografías Imago.